Tratado de Alquimia Sexual – Aun Weor, Junio de 1954

COMENTARIOS ACERCA DE LA EDICIÓN:

En esta ocasión hemos digitalizado la primera edición absoluta de este libro, impresa en Ciénaga, Magdalena, Colombia, en Abril de 1953.

El «Tratado de Alquimia Sexual» se imprimió para ser entregado a los directores de los lumisiales y estos tenían que enseñar a las parejas la ciencia alquímica. Al principio del Movimiento se buscaba sobre todo que fuesen parejas legalmente constituidas las que ingresaran, y los maestros eran bodhisattvas despertados por el propio Samael. El santuario Gnóstico principal era el S.S.S. (Sumun Supremun Santuarium). Ese santuario había sido excavado en la roca por los primeros discípulos de Samael. Allí se formaban los misioneros que luego habrían de llevar la gnosis a todas partes.

Ocurrió un fenómeno curioso y es que las parejas gnósticas no solían tener hijos. Al tiempo, quienes los tenían eran acusados por otros de que no estaban trabajando con el gran arcano, y ante el temor muchas parejas comenzaron a usan anticonceptivos para no grangearse el menosprecio de sus condiscípulos.

Este es un pequeño "secreto de alcoba" del movimiento que citamos para ilustrar el mal entendimiento general que ocurre inevitablemente cuando se trata de introducir la práctica de la alquímia.

Con el tiempo el naciente movimiento alarmó a la gente que lo veía simplemente como una secta más y el maestro Samael, como quiera que se había ganado a pulso la persecución de los católicos, se vió en peligro y tubo que salir hullendo de Colombia para evitar que lo linchasen. Julio Medina lo sacó del país y quedó siendo la cabeza visible del Movimiento en Colombia.

Un fenómeno curioso de la gnosis Colombiana es que muchos de los que conocieron la enseñanza en época de Medina no gustan mucho del maestro a Samel...

Víctor Manuel Gómez y Julio Medina eran diferentes, el uno terco, aficionado a toda clase de vicios, prepotente, fanático, bodhisattva caído y convertido en hanasmussen de cuarta clase nada menos: peor que un demonio. De hecho cuando tenía que dejar la casa al cuidado de alguien sólo confiaba en otro amigo verdadero mago negro, y bien sé yo lo que supuso para él no continuar por el camino negro... Ese era mi querido maestro por aquellos tiempos.

El otro, Medina, un hombre culto, metido en prósperos negocios, comedido, elegante, obviamente para la gente era una personalidad más amable. Medina sabía que Samael era el Avatara y estaba ya el hombre bastante cansado de perder miserablemente el tiempo entre tanta teoría y pedantería de espiritualistas asociados, prefirió seguir a Aun Weor, el mediante cartas le instruía, Medina aprendía de su maestro y sufragaba con su patrimonio personal los gastos de la venta de libros. Más tarde se le acusaría de Traidor durante la división del Movimiento, de enriquecerse a costa de los libros del maestro y de otras tantas lindezas, a mi de hecho me enseñaron a odiar al señor Julio Medina pero ahora estamos hablando de 1954 y no se entiende el movimiento sin él y eso lo reconoce hasta la mujer del maestro Samael que a última hora terminó desentendida del señor Medina.

Todo esto debe contarse para que vean ustedes que la andadura del Movimiento Gnóstico fue bastante tormentosa y así se explica la enorme división que tenemos hoy en día. De hecho hemos demostrado los llamados gnósticos que no hacemos muchas migas juntos...

Pero: eh ahí lo grande de la develación: eso no importa nada, porque seguimos teniendo la enseñanza y si la queremos, la oportunidad de entenderla y ponerla en práctica. Lo que sí es notorio y por eso me meto en estos comentarios, es que con tanto como costó formar la escuela esotérica del Movimiento Gnóstico en pleno Apocalipsis de esta edad negra, y con lo que cuesta mantener ahora los diezmados grupos de innumerables siglas, siempre demostramos los seguidores del maestro una y otra vez nuestra desunión...

Como digo ¿qué importa eso? Así tiene que ser y el propio maestro de sobra lo sabía, por eso escribió todo.

Voy a decir una gran verdad que sé de buena tinta: toda la humanidad es tremendamente infrasexual, y cuando un infrasexual se plantea el trabajo con el gran arcano, el resultado es siempre esta cantidad de desastres como el de la propia historia del Movimiento, pero esto es así: la creación de siquiera unos pocos hombres verdaderos cuesta millones de fracasos.

A nosotros nos interesa no fracasar en el intento.

Si tú que lees esto eres aún joven y te estás sintiendo atraido por la práctica de la Alquimia, si quieres los poderes ocultos y convertirte en un Dios como decía a bombo y platillo nuestro maestro por estos tiempos, estudia y ama este libro porque es verdaderamente profundo, pero entiende la indignidad en la que vivimos, y la tremenda muerte interior por la que tenemos que pasar.

¿ya controlas la emisión del semen? ¿ya aprendiste a amar sin desear? ¿ya sabes como las gasta el sexo opuesto? ¿ya conoces tu nivel de ser? ¿ya sabes si tu padre interno te quiere trabajando en la fragua de los cíclopes? Esta enseñanza es tan verdadera como el propio Dios y tan dura como la misma vida.

¿Tú estás dispuesto a dejar de revolcarte como un puerco en el lecho del procusto? Yo te animo a que oses por grande que sea tu depravación. Sólo el ser íntimo sabe, si él te impulsa escuchalo y haz de tu vida un sacrificio hermoso por él.

Y si no damos la talla, si al final caemos envenenados por el pan de la sabiduría, si no podemos aguantar el dolor de la conciencia despierta, nada en realidad hemos perdido.

Nuestra mejor jugada es saber abstenernos de cometer errores seguros.

Yo desisto francamente de la idea esa de que pecar y rodar por la vida pueda ser benéfico. Eso no es bajar pasa subir, es únicamente ser estúpidos y justificar el delito con la misma enseñanza. Bajar para subir es arriesgarse por lo que uno de verdad cree con toda su alma, no por lo que uno sabe que sólo le lleva a un fracaso seguro: No te engañes a tí mismo.

Todo error tarde o temprano se paga y hay que saber trabajar con arreglo a la ley.

Recuerda que el mensaje se nos dió por misericordia, no porque lo merezcamos. Los liberados vivientes tienen compasión por el infierno que nos aguarda y eso es todo.

Sin embargo, la gnosis no es una enseñanza de fragelación y de tristeza, tiene otro sentido. Emancipación es lo que desean para los demás aquellos que están emancipados. Mediante la gnosis los que estamos destinados a la muerte segunda podemos cambiar nuestro destino, ser inmortales, ser libres, ser dichosos en el sentido pleno de la palabra.

Es muy fácil decir que uno quiere llegar al absoluto, y aquí tiene todo lo que necesita saber para conseguirlo, pero en el camino se nos tienta.

Sabeb que el mismo Dios es Cristo, y que él es el mismo Lucifer. En tanto más nos queramos acercar al Cristo, más terrible es la tentación de Lucifer, tiene que ser así, porque de otro modo Dios sería un tirano y no existiría la libertad.

A Lucifer tiene que rendirlo nuestra pureza y determinación, el nos tienta no por crueldad, sino porque se asegura antes de entregarnos los poderes de que somos dignos. Lucifer a creado los cuerpos físicos de todos nosotros y es nuestro ayo y maestro. Sin él seríamos unos tontos y nada más.

Cristo es nuestro salvador y nos ha dado la enseñanza y la esperanza. Él lo ha dicho: "Quien quiera venir en pos de mi, níeguese a sí mismo, tome su cruz, y sigame". También ha dicho: "Nadie llega al padre sino por mi".

Los que siguen esta enseñanza deben ampararse en Samael, él es el gurú del Movimiento Gnóstico, el nos asiste a todos nosotros sin más que concentrarnos en él y pedirle auxilio.

Los que esto leeís tenéis que tener claras las prioridades: necesitáis despertad conciencia para no ignorar el progreso con el arcano, necesitáis un amor que os comprenda para trabajar en la gran obra (bueno eso lo da la divina madre: vosotros dignificaos y ya), y necesitáis salir conscientemente en cuerpo astral o siquiera en el fantasma astral lunar. Pedidle ayuda a Samael, él nos enseñó esta fórmula: "Creo en Dios, creo en Cristo y creo en Samael. ¡Samael!, ¡Sacadme de mi cuerpo!".

FIN DE LA REVISIÓN

Página principal