El Pistis Sophia Develado Samael Aun Weor, 1977



En cierta ocasión el Maestro me hizo el siguiente comentario: “Llegará el día que habrá una Iglesia Gnóstica que construirá grandes catedrales, mas no tendrá nada de Gnosis”.

Fernando Salazar Bañol, discípulo de Samael Aun Weor



"Esta enseñanza es muy libre. Esta enseñanza la tienen que coger, estudiarla, vivirla; diga lo que diga fulano de tal: "que esto o que lo otro". ¡No!, ustedes no hagan caso, ustedes sigan su camino sin que nadie los detenga; que nadie les venga a meter susto, ya están grandecitos para que se dejen asustar. Si a ustedes les nace seguir un camino, síganlo sin que nadie los equivoque".

Maestra Litelantes



EL MENSAJE RELIGIOSO:

Permítaseme rescatar ciertas nociones básicas acerca de RELIGIÓN en general que deberían ser obvias y como descubrirá el lector, no lo son tanto.

Desde el punto de vista de tomar por verdadero o falso el mensaje que nos trasmite una religión podemos enfocar la cuestión de dos formas:

  1. Como mera invención humana.

  2. Como la manifestación de un conocimiento divino o sobre lo divino con base real.

Con el primer enfoque carece de sentido hasta la religión misma, que sería en todo caso un mero instrumento para doblegar y esclavizar voluntades como cualquier otra mentira que se cuenta cada día para aprovecharse de la ignorancia ajena en interés de conseguir o preservar un poder (como ocurre con la inmensa mayoría de los ideales políticos, que a modo de religiones modernas sin Dios son explotados miserablemente como instrumento de control de masas). Muchas personas piensan que ese es el enfoque correcto y en cierto modo lo es para esas personas, pero si eso fuera todo no sería realmente importante porque no sería algo trascendental.

Otros muchos creemos en el segundo enfoque, algunos incluso afirmamos saber, aseveramos que nos consta su verdad, pero en todo caso no es aceptable hablar así cuando no se pueden mostrar evidencias incontestables a otros. En lugar de preocuparnos de decir que somos testigos directos, es mejor ocuparnos de las certezas que sí podemos mostrar.

Por la mala costumbre de no pensar correctamente, hay quienes dirían que existe un tercer enfoque en el cual la realidad divina revelada no implicaría conocimiento sino misterio, ese es todavía más pernicioso que el primero porque lleva a aceptar la verdad de algo desconocido junto con la premisa de que nunca se llegará a conocer, lo cual no sería tan malo si verdaderamente no se le asociase ningún conocimiento, pero en cambio el paquete viene con un montón de normas morales anexas que es preciso asumir. Si nos encontramos ante un culto así estamos ante la instrumentalización de uno de los dos enfoques anteriores, piensen un poco y verán que así es.

Con lo cual, de haber algo no descartable a priori está en el segundo enfoque, y es deducible que si el segundo enfoque es el cierto, lo que sigue también lo es: viniendo un conocimiento divino a un conjunto de humanos que no gozan de la facultad de apreciarlo como tal y por tanto necesitan adoctrinamiento para saber de él, tal mensaje tiene una vida muy concreta: Si pensamos un poco en cualquier religión del mundo como la transmisión de un mensaje auténticamente divino, desde el punto de vista de los devotos que la toman en serio y la profesan, nos daremos cuenta de que es enseñada por un primer intermediario entre lo que esa religión llama Dios y los hombres (el fundador de religión, el primer intermediario o intermediario perfecto) y que durante algún tiempo, ese mensaje se transmite de una forma pura (fiel al original), más con el transcurrir del tiempo y el aumento del número de los intermediarios imperfectos (los discípulos) por los que es re-trasmitido el mensaje, es imposible para los nuevos devotos saber si lo que les llega está en estricta concordancia con el mensaje original o por el contrario está sujeto a continuos cambios.

Puede razonarse que esto último es lo cierto con el simple experimento de hacer circular cualquier argumento hablado (o escrito si se hace copiar lo leído en cada nueva transmisión) y observar lo que ocurre al pasar de una persona a otra, todavía es peor si existe de por medio alguna tendencia o interés personal del que trasmite el mensaje, de modo que no me extenderé en eso, lo que importa aquí es que por esos continuos cambios a los que está sujeto el mensaje original, este se tergiversa hasta perder la coherencia inevitablemente, sobre todo si los que lo tienen que trasmitir a otros no lo comprenden totalmente, o más exactamente si no han hecho conciencia de él. En esto de la conciencia tengo que detenerme. Podría definirse hacer conciencia de algo como: “saberlo plenamente en las “tres dimensiones” que saber implica: comprenderlo, tener la fe en su verdad que se adquiere al realizarlo en la práctica, y tener en el momento presente claro sentimiento del dolor que esa sabiduría muestra -pues toda sabiduría entraña un dolor-, pero no estaríamos diciendo nada si no empezamos por aceptar una facultad diferente al pensamiento meramente especulativo, una si se quiere “segunda mente” que en lugar de buscar información de forma activa, pensando y combinando información para complicar sus conceptos, alcanza conceptos nuevos por medio del acto de la comprensión de forma pasiva, dócil, sin esfuerzo alguno. Una “mente” que de pronto sabe. A eso se le llama conciencia.

Dice la tradición que una vez caído Adán engendró a un hijo de nombre Caín que era cazador, ese Caín simboliza a la mente especulativa, luego tuvo un segundo hijo de noble corazón llamado Abel, que era agricultor. Ese Abel simboliza la conciencia. La conciencia es la que puede entender el mensaje religioso y la que puede entenderse a sí misma. Caín siempre mata a Abel, la conciencia no puede existir junto al pensamiento especulativo, se necesita un medio para despertarla, ese medio es la meditación, esta detiene la mente activa y permite a la conciencia ocupar su espacio, pero el amable lector quizá no entienda todavía eso, así que apelando a lo mejor de su mente especulativa, podemos decir que siendo bien pensantes –en el sentido de pensar correctamente- sería deducible que si el mensaje divino fuese algo estrictamente divino no sería asible al humano, si fuera estrictamente humano no sería divino, tiene que ser algo que enseña al hombre a elevarse hacia lo divino, pues ese es el sentido etimológico de la palabra religión: re-ligare, volver a ligar, volver a unir, por tanto seremos capaces de apreciar la coherencia del mensaje partiendo de la base de que este es un conocimiento concreto que permite unir algo que ya es divino en el propio hombre (y que en su origen gozaba de esa unión que permite la religión) con una plenitud de lo divino de la que estamos por así decirlos “desconectados”, separados. Si siendo bienpensantes nos damos cuenta de que ese y no otro es el tema del mensaje religioso, se sigue que el contenido del mensaje es el cómo realizar esto, y la coherencia del mensaje estriba en ver como un todo el proceso completo del cómo de forma circular, como cuando observamos en la naturaleza el ciclo de vida y muerte de cualquier organismo, sin que ninguna parte entre en contradicción con otra, sino con todas las partes sirviendo de fundamento unas a otras.

Mientras el mensaje, aunque se deforme, conserve la coherencia, diremos que tiene sentido, pero según sea su deformación ese sentido puede no corresponder al sentido original.

Mientras el sentido original permanece en una religión verdadera, existe también eso que se llama esoterismo, porque el mensaje en sí es algo que sólo se entiende mediante cierta clave común a cualquier otro mensaje religioso verdadero que es preciso que se mantenga (o suele ocurrir que se mantiene) en secreto hasta que el neófito está preparado para afrontarlo.

Estar preparado es manifestar un verdadero interés en realizar la unión que el mensaje permite, pues algo muy concreto e interno ha de ocurrir dentro de cada uno de los que reciben el mensaje que sólo es posible dándose al mismo tiempo dos condiciones: 1. se conoce y se comprende totalmente el sentido original del mensaje religioso y 2. en el fuero interno de uno se resuelve realizar la unión con Dios que el conocimiento del mensaje permite. Aunque ese es el orden racional de las conditio sine qua non (condición sin la cual no) necesarias y suficientes para la realización religiosa, en la antigüedad la clave o arcano principal del mensaje no se revelaba hasta que no se percibían síntomas claros de que la segunda condición se había dado, pues el interés íntimo en lograr la unión es lo que se llama búsqueda de la verdad o inquietud espiritual, síntoma de que la parte divina del humano individuo lo está trabajando desde dentro para que este busque la consumación de tal unión.

Sin embargo existe un problema. Una vez que el mensaje se conoce, no hay vuelta atrás: o se consuma la unión con Dios, o se vuelve imposible convirtiéndose el depositario del mensaje en lo que se conoce como un demonio con méritos (lo que implica que previamente era ya un demonio vulgar), que en esta tesitura no sería otra cosa que una persona imposibilitada para la unión que permite el mensaje pero capacitada por su conocimiento del mensaje para tergiversarlo.

Esta triste circunstancia tiene su explicación en el hecho de que el humano ignorante de estos tiempos (incapaz de sospechar quien es realmente, de donde viene, o para qué ha nacido) no siempre ha sido así, sino que en un remoto pasado, teniendo a la vista todas esas respuestas, prefirió el camino del no ser o contrario a la unión religiosa. Dando por supuesta esta circunstancia, resulta hasta lógico que la gran mayoría de los que conocen el mensaje se conviertan aceleradamente en demonios. El resto, los que jamás se han interesado por la re-unión religiosa, se vuelven demonios progresivamente de forma natural. Así que en la antigüedad, en tanto no se demostraban ciertas cualidades en el devoto (más bien lo que se probaba era la ausencia en él de ciertos defectos que hacen imposible aplicar el conocimiento del mensaje) era lo usual reservar la clave o arcano del mensaje en secreto, así, si el aspirante finalmente mostraba cualidades negativas para la transmisión o el buen provecho del mensaje, este no era mancillado y se preservaba entre los resueltos reconocidos entre sí como tales, (además de esta manera el neófito era protegido de sí mismo), si el aspirante confesaba indisposición, era libre de irse y nada debía, pero si el devoto traicionaba la confianza depositada una vez conocía el secreto del gran arcano era asesinado (nuevamente para protegerle: al morir, olvidaba el secreto). Eso era lo usual y tenía un sentido, así tenía que ser y así ha sido siempre “por los siglos de los siglos(luego hablaremos del autor de esta frase, gallego e "inventor" de la iglesia católica, que pretendía con esta una envoltura para el mensaje de Cristo que fuese inmortal como la misma ROMA). Hoy día ya no merece la pena matar a nadie por eso porque ya todos somos demonios y el secreto se regala ”para salvar del ahogado, el sombrero", pero lo cierto es que el mensaje para aquellos humanos de la antigüedad era el mismo que ahora y el mismo que será en el futuro.

Esa parte secreta que no es otra cosa que un cierto buen uso del sexo es lo que se conoce como esoterismo. En toda congregación, si esta guarda el mensaje original, tenemos un círculo esotérico, habitualmente poco numeroso, por lo tanto si nadie nuevo entra en mucho tiempo a formar parte de ese círculo, la congregación corre el riesgo de quedar por entero fuera de él y, sin el conocimiento, la forma religiosa entera se convierte en mera creencia.

En otras palabras, no sólo tenemos un mensaje que se deforma al trasmitirlo sino que una parte del mensaje no puede trasmitirse porque corre el riesgo de ser profanada (con lo cual se hace posible cerrar el camino a todos en el futuro y producir efectos contrarios a los que pretende la fuente original del mensaje si el que lo recibe abusa de él). Puestas de esta forma las cosas no es tan difícil comprender como una religión (fe, pero fe en el sentido que le dan los notarios, fe de que nos consta la verdad de algo), que es algo tan maravilloso como la posibilidad de ser algo más de lo que como humano se es, se convierte en una mera creencia (opinión) que no sirve absolutamente para nada a efectos de ese tipo de cambio. Por tanto conviene poner en su justo lugar al inestimable conocimiento y a la fútil opinión, que sólo existe en defecto de aquel.

Así que, gran noticia para el mundo: existió y existe la religión basada en el conocimiento, antes incluso que la misma creencia. Ese conocimiento, es la luz que vuelve a su sentido original la creencia misma, pero siempre y cuando se aplique (pues la auténtica religión, el gran arcano de la magia sexual, se entiende y se aprende aplicándolo).

La clave o arcano es la llave del mensaje y es el mensaje, pero no puede ser mostrada sin más a no ser que se “caliente” o prepare al potencial receptor del mensaje, y esta función es la que realiza la prédica o doctrina que todos en la congregación pueden conocer. El mensaje está destinado a todos y no sólo a los debidamente preparados, por tanto nos vamos a encontrar con un aprendizaje del mensaje gradual y podemos estar seguros de que no toda una congregación está al tanto de la parte esotérica del mensaje, sino sólo aquellos que se han ganado la confianza de los que dentro de la congregación o Iglesia guardan el mensaje, el resto está asimilando poco a poco la forma velada del mensaje, está en lo que llamaríamos círculo externo o exotérico, para ellos, dado que alguien les está contando en qué consiste el mensaje, entretanto se vuelven diestros en aplicar a la práctica sus principios sólo poseen una mera creencia basada en la confianza que depositan en el intermediario del mensaje, cuando esa creencia se convierta en certeza, también se convertirá en fe, pero eso ya no depende de la parte divina que ha manifestado el mensaje con su forma religiosa, sino de la voluntad del que recibe el mensaje (algunos nunca llegarán a ser dignos de recibir la parte oculta del mensaje, eso puede enfurecerles, surgen envidias, se hieren secretos orgullos, etc.).

A medida que las congregaciones se vuelven más numerosas, es factible que la parte meramente exotérica del mensaje sea enseñada por intermediarios que ni siquiera están al tanto de parte esotérica, cuanta más gente conoce la parte exotérica del mensaje en menos tiempo, mayor es el desgaste e inexactitud de los imperfectos re-trasmisores del mensaje, pero además más fácilmente se descuelgan estos del vínculo que les une al sentido original, pues ante cualquier ambigüedad surge una divergencia de opinión respecto a cierta pauta del mensaje que es acumulativa en el tiempo (cada divergencia de opinión deforma un poco el mensaje y lo trasmite deformado), lo que hace seguro que llegado cierto momento en la existencia del culto, el sentido original se ha perdido, la forma religiosa, si continua existiendo, se ha institucionalizado y cumple su función en una forma orientada a las masas y tremendamente simplificada. Si ya no es posible para el acólito acceder al sentido original del mensaje, el sentido que le dan a la religión habrá cambiado y siendo otro, toda la congregación ha quedado en el círculo exotérico.

Contra eso la divinidad no puede hacer nada, porque el problema está en los receptores del mensaje, no en el emisor: son los muy humanos neófitos los que no tienen forma de acceder a la fuente original porque su orgullo intelectual les hace creer que ya lo saben todo, ignoran que están imposibilitados de acceder a la clave del mensaje y que son ellos mismos los que con su propia producción de fantasía contaminan la parte exotérica del mensaje que dicen guardar, cerrando de paso el camino a otros.

Naturalmente es frecuente que cualquier tontería se haga pasar por el mensaje original, pero el mensaje original, puede ser reconocido una vez se nos enseña porque explica todo el compendio de nociones y enseñanzas del culto e incluso permite su reconstrucción por parte del que lo comprende (cuando algo se comprende se puede decir de mil maneras, cuando se memoriza a malas penas de una).

Sintetizando: Todo culto, toda religión, toda escuela, toda secta, si tiene algo verdadero y valioso que aportar, se auto-organiza para preservarlo, y siempre se hace igual: una parte del mensaje se guarda porque entraña un compromiso mayor tanto del que lo guarda (no exponerlo a la profanación) como del que lo recibe (porque le cambia), la otra se pregona a los cuatro vientos produciendo todo tipo de reacciones, desgraciadamente la vida es dura y el pasar del tiempo trae un desgaste para el intermediario sobre el que pesa la responsabilidad de enseñar el mensaje, y la preocupación original por preservar el mensaje se convierte en la preocupación por preservar a la propia institución tanto de los enemigos de fuera como de los de dentro de ella (cuando no en la preservación del propio intermediario que ve que puede sostenerse a base de vender el mensaje en vez de darlo).

Hasta ahora he intentado hacer ver que basta con aceptar una realidad divina tras una religión cualquiera para que estén perfectamente definidos esoterismo y exoterismo dentro de ella, visto esto, aún es posible llegar un poco más lejos.

La persona vulgar, iletrada o simplemente indiferente a la religión, estará cómoda con un culto exotérico que le prometa cosas gratas tras la muerte si ha sido bueno (por ejemplo). Cuando mayor sea su satisfacción por la parte externa del culto más difícil le será aceptar una gnosis, un conocimiento (necesario pero no suficiente, sino a falta de la determinación íntima) para realizar la unión con Dios. Una persona así defenderá a ultranza que su mera adhesión al culto y observancia de ciertos principios morales es todo lo que la religión puede aportar y todo lo que se necesita para llegar a la salvación (porque le conviene), jamás podrá imaginar así posicionada que está equivocada, porque son otros los que la equivocaron y no sabe que ella prefiere secretamente la economía que está asumida en ese error (debido a que su conciencia está dormida y la persona no se conoce lo bastante a si misma).

La persona reflexiva, culta o simplemente inquieta (quien tiene un principio de conciencia), notará la falta de sentido del culto y no podrá evitar darse cuenta de que hay algo más, dos caminos se abren entonces:

1. El camino del erudito: se estudia tratando de documentarse mejor con la esperanza de así profundizar en el sentido de la religión actual.

2. El camino del discípulo: surge otro fundador de religión con un nuevo mensaje que gana adeptos precisamente porque estos encuentran en la nueva forma religiosa emergente, el sentido que ya ha perdido la forma religiosa mayoritaria en vigor, y decidimos unirnos a esta nueva religión.

La primera opción es para la mente especulativa (el Caín), y lo habitual es que, de existir este, pase por encima del mensaje sin percibirlo y no nos lleve a ninguna parte. Más aún: es probable que todas las fuentes a nuestro alcance estén desconectadas del círculo esotérico del mensaje dentro de la forma religiosa, o lo que es lo mismo: que este ya no exista.

La segunda opción no siempre será posible pues no todos los días aparece un genuino fundador de religión y nos sorprende preparados para que tomemos conciencia de que lo es, precisamente porque sólo es una opción para la conciencia, (para el Abel), pero si se tiene esta inmensa suerte los alicientes son incomparables: se ha regenerado la forma religiosa, conocemos directamente al fundador de religión y podemos estar seguros del mensaje aunque seamos una minoría marginal.

Eh ahí el sentido original de la divina providencia: Dios provee al que busca lo que en justicia le pertenece, o dicho de otro modo: Dios provee para la conciencia (que se arrepiente de su ancestral error de rehusar la unión: la caida de Adam).

Muchas veces solemos ser llamados todos a los caminos de la conciencia, y todos damos muchas veces la espalda, pero algunos, luego de mucho rodar, terminan por arrepentirse de su empecinamiento, por aburrirse del sinsentido de sus afanes, se vuelven más sabios, escuchan a los iniciados, empiezan a usar el Abel para algunas cosas y no el Caín para todas. Algo íntimo en ellos les inspira, y siguiendo ese misterioso impulso son puestos en la senda del mensaje original por misteriosos senderos que el destino les depara (como les gusta decir a los católicos: "los caminos del señor son misteriosos").

Cuando la misericordia de Dios (Dios es dioses, y su misericordia está encarnada en cierto tipo de dioses: los maestros de la muralla guardiana) hace posible que el mensaje nos llegue, una incipiente fe religiosa empieza con la apreciación de la coherencia en el mensaje: si al explicársenos algo lo entendemos y lo vemos posible, podemos iniciar la acción. Si estamos haciendo bien las cosas y siguiendo un mensaje verídico, vendrán unos resultados coherentes con lo que pretendíamos y se intensificará esa fe prosiguiendo el proceso, en cambio si llegamos a darnos cuenta de que algo del mensaje no tiene sentido, no podremos tener fe en eso porque sencillamente estamos imposibilitados para experimentarlo (aunque por la costumbre y la presión del grupo nos queramos convencer a sí mismos de que la tenemos), podemos obstinarnos a no reconocer jamás esa confusión y diremos que a pesar de las dudas tenemos fe, pero ya no será la fe del notario, genuina, basada en la constancia personal y en el conocimiento, sino la fe del carbonero (la creencia en lo que no se entiende). En todo caso, lo curioso de esa incipiente fe inicial es que da pábulo por igual a la llama de una futura fe verdadera o al humo de la mera creencia (desde luego son dos frutos distintos de entre los muchos que da la religión: se adora lo que se considera digno pero se tiene fe en lo que se sabe que es cierto), y esa diferencia de resultados no depende sólo de lo bien informados que estemos sobre el mensaje original y la mayor o menor comprensión que podamos tener de su parte esotérica, depende además de quien es uno. No todas las personas tenemos las mismas posibilidades, eso es una mera demagogia.

Tal vez parezca "sacrílego", en estos tiempos de idioticia y de decidida propaganda en pro del falso igualitarismo, afirmar no ya que este sea una suposición falsa sino lo pernicioso que es asumirla como cierta. Ojalá esto no fuese así, pero desgraciadamente lo es. De hecho, los humanos que vivimos hoy en día, y los que vendrán después de nosotros, somos precisamente los más incompetentes en el aprovechamiento del mensaje, somos lo que ha ido quedando, y estamos tan degenerados que ya no tiene ningún sentido preservar la parte esotérica del mensaje para el futuro, primero, porque no hay un futuro, nosotros somos las últimas generaciones humanas. Nosotros y los que vienen detrás, no tenemos un futuro al que retornar una vez muertos (los romanos por ejemplo sí lo tenían, y lo mismo los de la edad media, pero el futuro se está agotando), estamos acabando nuestra manifestación humana e ingresaremos con la muerte en la región inferior, da igual que sea ahora que dentro de mil años, ese es nuestro destino: la involución a estados prehumanos, la desintegración de lo que somos ahora.

Se preguntará el lector como puedo estar tan seguro de eso. La respuesta la encontrará dentro de sí mismo, del mismo modo que en una tarde de nubes grises y frío viento de pronto sabes que va a llover antes de que caiga la primera gota (y si lo dudas ves a los animales huir, pues ellos oyen a su instinto), igual es esto: después de otear el negro horizonte de mi mismo oigo a mi instinto.

Y si estoy escribiendo esto es porque en el poco futuro que nos queda harán falta discípulos de Samael que ahora dependen de nosotros, de los que somos ahora. Esos discípulos se quemarán antes de poder ser útiles, sólo con poner a prueba el gran arcano del mensaje religioso original, dejarán de ser libres de seguir en su ignorancia, dejarán de ser los que eran antes de indigestarse con el pan de la sabiduría, y mucho más tarde se darán a sí mismos una última oportunidad al mismo tiempo que se la dan a otros.

Sin embargo todo eso lo digo yo, y lo que pretendo aquí es mostrar algo que pueda ser considerado sin tener que creerme a mi, por lo tanto permítaseme seguir, pues aún es posible ir un poco más lejos si establecemos la premisa de que ese algo real que hay tras una religión es lo mismo siempre y pensamos con lógica.

El estudio comparado de religiones muestra que esto es verdad, y si se está en la comprensión total del mensaje religioso, uno puede comprender que el hecho de que este se manifieste en el mundo (sobre todo cuando ya el mundo no lo merece y nada bueno pueden esperar los dioses de él) se debe a la misericordia de aquellos dioses que, sabedores de lo que es el paso por el infierno, quieren evitar ese dolor a los incautos humanos que viven bajo el sol ignorantes de ese destino mostrándoles la clave que constituye el centro del mensaje. Todas las religiones hablan de cielos e infiernos y del camino que nos conduce a unos y otros, y una correcta comprensión de la parte esotérica del mensaje no sólo lo muestra sino que lo demuestra, pero como no es el caso, vamos sólo a suponer, echo lo cual se sigue que sólo hay una única religión en el mundo que retorna en formas nuevas cada vez que las formas actuales se degeneran, y que esa religión universal se manifiesta en todos los ámbitos geográficos al mismo tiempo. También se sigue que el mensaje es algo tan concreto, escueto y universal como para servir de núcleo común a todas las formas religiosas pasadas, presentes y futuras en cualquier civilización, incluso en toda la creación.

No quiero decir con esto que todas las religiones sean la misma, sino que aquellas que tienen un fundador genuino se basan en una misma realidad y por tanto son formas diferentes de un mismo mensaje: el cómo lograr la unión con Dios (recordemos que religión viene de re-ligare: volver a unir).

Supongamos además que por ventura han ido bien las cosas y que por fin tenemos el mensaje; junto con ese conocimiento, viene implícita la necesidad de descorrer el velo a otros, luego hemos reiniciado el ciclo y eso traerá repercusiones, pero todo empezará porque el que posee el mensaje empieza a hablar de él.

No mucho ha de esforzarse el que del verdadero mensaje habla, pues será reconocido por el que le escucha, que desde la ignorancia previa, decide con su adhesión si una religión tiene un fundador genuino o no, no porque se lo invente, sino porque ese algo divino en el humano que aspira a conectarse a lo divino puede reconocer el camino, así que si mirando adentro de uno no se encuentra ese algo misterioso que nos empuja a seguir no merece la pena perder más el tiempo, pero si estoy escribiendo esto y usted leyéndolo es porque sí se conmueve algo dentro de nosotros. Esto así escrito puede parecer algo vago, pero en la práctica es emotivo e intenso, y pasa tanto en sentido a favor como en contra del mensaje que consideremos.

A veces las palabras de un verdadero apóstol del mensaje serán tomadas por un tercero que tergiverse el mensaje y haga pasar por este a una mentira, pero entonces toda la magia se desvanece y la falsedad es percibida.

En la personal búsqueda o mejor dicho decisión de ser o no ser, pasaremos por muchas catarsis si llegamos a tomar en serio el camino que tomemos, porque muchas preguntas filosóficas que para el resto de la gente son mera literatura antigua pasarán a ser de rabiosa actualidad para nosotros. Al pasar por esto nosotros mismos estaremos re-escribiendo a nuestra imagen y semejanza el mensaje que nos llega, nos haremos más grandes como personas, pero si por fortuna estamos considerando la forma exacta del mensaje, eso se convierte en una verdadera noche oscura del alma, y nunca más podremos volver a ser la misma persona que conoció la gnosis o conocimiento cierto del secreto mensaje original.

Pero recordemos la suposición que hicimos: sólo hay un único mensaje religioso que asume distintas formas. Hoy en día se pretende que la semejanza entre religiones se debe a que unos se copiaron de otros con el único fin de explotar al pueblo, pero eso se dice desde el interés ateo de cerrar el camino a otros (el ateo es como el que mira desde arriba media naranja flotando con la cara plana hacia abajo, y sin mojarse describe lo que ve como: “una naranja flotando en el agua”, en cambio el religioso es capaz de meter la mano en el agua y, mojándose, descubre que es sólo media naranja, o dicho en otras palabras: hay una sutil diferencia entre la aparente verdad y la verdad que se le escapa siempre al ateo, que sólo admite como verdadero aquello que es totalmente asible por la mente especulativa, y por orgullo se empecina en imponer esa visión a otros), la verdad de este caso es que esa semejanza entre las formas religiosas está probando que sólo son diferentes formas del mismo mensaje, pero para saber eso hay que empezar a usar la conciencia.

Que el mensaje es el mismo bajo diversas formas es notorio entre los profetas del antiguo testamento y el cristianismo, o entre las enseñanzas de Jesucristo y las de Mahoma en el Islam, pero especialmente en el caso del Hinduismo. Según esa antigua religión: "Por su inmenso Amor, cuando es necesario restaurar el dharma (rectitud), fomentar la virtud en el vivir, mostrar la divinidad contenida en los seres humanos y enseñar al mundo que el vicio no triunfará, el Señor desciende como Avatar". La lista de los Avataras de Vishnú (el señor) es:

1. Mastya el pez, salvador de los primeros humanos de esta humanidad actual, fundada por los supervivientes del gran diluvio –curiosamente el diluvio está en todas las religiones-.

2. Kurma el tortuga.

3. Varaha el jabalí (se suele decir que los simbolismos animales indican un descenso incompleto de la divinidad).

4. Nrisingha mitad hombre y mitad león.

5. Vamana el enano.

6. Parashurama el guerrero.

7. Rama el príncipe, séptima de las reencarnaciones y una de las más populares.

8. Krishna: octavo avatara, nacido en el año 3227 A. de J.C. y considerado por la religión hinduista como un descenso Divino completo (expresado por la forma humana o por la palabra: “Purna Avatara”).

Establecido el Dharma o rectitud de una nueva forma pura de la religión por el maestro fundador, pasado un tiempo este se agota y queda el Karma: el Destino, (habitualmente agonizante y doloroso, pero eso es porque el error humano hace el camino hacía la muerte agonizante y doloroso, aquí uno podría pensar que también podría haber sido un destino venturoso y glorioso si los humanos fuésemos mucho más honestos y nobles de lo que somos ahora, pero no: el destino a largo plazo siempre será el infierno, da igual lo dorada que sea la edad en la tierra: el alma se desgasta en la vida y al final necesita olvidar lo que fue, eso sólo se logra con el infierno voluntario que representa la superación del estado humano siguiendo el verdadero mensaje o mediante el paso por el infierno). Agotado el Dharma viene el olvido total del mensaje original que retorna al mundo con cada nueva religión y esta ya no sirve como medio de unión con Dios que es lo que debe ser. Aunque, incluso en su época kármica la religión asume ciertas funciones menores ya que el dharma no se agota de la noche a la mañana, sino de forma gradual, como la vida de un organismo que envejece.

Con Krishna esta antigua religión llega a su forma plena, pero terminado el dharma del mensaje de Krishna, Siddhartha Gautama Shakiamuni, el noveno avatara, que nació en 563 A.C. hijo de un cacique rico en Nepal y que creció como hindú, actúa restaurando el ya perdido sentido original del culto a medida de los humanos de la época y funda el Budhismo.

Evidentemente para los hinduistas el noveno avatara de Visnhú todavía no ha llegado, igual que para los semitas no ha llegado el Mesías y son los cristianos los que aclaman a Jesús como Mesías, pero esto es un problema de costumbres. Cuando el avatara o avatar dice lo que es y no es aceptado por la religión antigua, los que tienen conciencia para ver en él la forma pura del mensaje forman una nueva.

El hinduismo anuncia que luego ha de venir el Kalki avatara. El budhismo anuncia al Budha Maitreya (el buda occidental, maestro de compasión).

Los DISCIPULOS DE SAMAEL hemos oído decir al fundador de nuestra religión, que su mensaje es la misma gnosis paleocristiana reexplicada en términos actuales, que Samael Aun Weor es el Kalki Avatara y el Budha Maitreya (porque él así lo dice, también dice que es el quinto de los siete espíritus ante el trono del cordero y algunas cosas más), podemos si queremos hacernos creyentes en eso pero no necesariamente lo somos ahora porque tenemos a la vista la coherencia del mensaje y es un mero detalle imposible de comprobar si el maestro es quien dice ser o no, lo que nos impresiona es cómo de pronto todo cuadra, donde hubo confusión se impone la claridad y la autenticidad del mensaje, donde hubo estancamiento hay posibilidad de cambio, al cabo de cierto tiempo de asimilación del mensaje todo se ha vuelto tremendamente natural y cada cosa está en su sitio ante nuestros ojos. El mensajero es un simple recadero y nada más con sus muy humanos rasgos por muy meritorio que sea (por eso puede ser fácilmente atacado por sus detractores), que enseña el mensaje poniéndose a sí mismo por ejemplo y dejando una serie de explicaciones concretas (esa es otra diferencia entre una religión en dharma y otra en karma: no se idolatra al mensajero, solo se le agradece su sacrifico y se intenta comprender), sin embargo las formas religiosas mencionadas seguirán esperando hasta que se queden sin feligreses o hasta que alguien a quien crean se adjudique ese título, lo que de ocurrir crearía un cisma porque en la práctica siempre habrá quien piense que no ha llegado ese maestro y conserve la forma antigua de la religión (a no ser que por algún evento dejen de quedar suficiente número de creyentes por la persecución de otros, o por haber llegado la forma religiosa al absurdo manifiesto y al descrédito como le pasó al paganismo).

De todos modos y como ya dije, la creencia es mera opinión, es lo que va quedando cuando ya no hay certezas, es síntoma de muerte de la forma religiosa. Los discípulos no somos creyentes, simplemente atendemos con toda la coherencia que nos es posible un mensaje que en el momento en que vivimos brilla con luz propia, y en el fondo sabemos que si no fuese ese el mensaje verdadero miraríamos hacia otra parte, de la misma forma que, al cabo de un tiempo de convivencia (o a veces incluso sin el beneficio de esa experiencia), sabemos perfectamente si una pareja es o no lo que estamos dispuestos a aceptar en la vida.

Todo esto está simbolizado por el renacimiento del Fenix. El Ave Fénix o Phoenicoperus como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Cuenta la leyenda que el Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y estaba anidando en el rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró saltó una chispa y prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas. Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo el mismo ave Fénix, siempre único y eterno. Esto ocurría cada 500 años. Según el mito, se le añaden otros dones, como el de la virtud de que sus lágrimas fueran curativas. En esa leyenda encontramos todos los elementos comunes de las religiones: todas son una y eterna, todas renacen de sus cenizas después de incubar al nuevo fundador de religiones, todas sirven de bálsamo que cura las heridas del alma, y el dharma del maestro dura hasta 500 años, otras veces menos, normalmente no más.

Así pues, hechas todas estas consideraciones que pueden entenderse como una apresurada exposición de “cultura generalen materia de esoterismo, tengo que concluir diciendo que el cristianismo tuvo y tiene su esoterismo en la gnosis, y la gnosis guarda el secreto o arcano del mensaje original en una simple frase en latín:Inmissio membri virilis in vagina feminae sine ejeculatio Seminis(que traducida es: introducir el miembro viril en la vagina de la mujer sin eyacular el semen). Este y no otro, es el gran arcano del ocultismo, el secreto esotérico del cristianismo, el mensaje religioso original. Con esta clave se desvelan todas las enseñanzas de cualquier forma religiosa.

Y este es el mensaje. Por cierto, nótese que la clave es sólo realizable por via sexual, precisamente lo que siempre uno menos espera dado el enrarecimiento en que se nos educa con falsos dogmas (para mejor comprensión del mensaje remitimos al lector al estudio de las obras de SAMAEL AUN WEOR).

Y con esto hemos cubierto una parte de la presentación del texto que nos ocupa y hemos llegado a otro tipo de consideraciones que será útil exponer para afrontar el texto que presentamos en esta ocasión, que es con mucho la mejor fuente escrita de la enseñanza esotérica del ser más perfecto que ha habitado este mundo nuestro (su autor es el fundador de la religión cristiana, conocido como Jesucristo, aunque puede que el texto no se escribiese de su puño y letra sino al dictado por uno de sus discípulos, el título de tal texto es PISTIS SOPHIA).

Sin embargo, antes de abordar todas las cuestiones merecedoras de aclaración que nos plantea el texto de PSITIS SOPHIA, juzgo necesario exponer someramente ciertas nociones históricas sobre la forma religiosa del cristianismo que como las anteriormente expuestas, deberían ser perfectamente conocidas y desgraciadamente no lo son tanto.

QUÉ ES EL CRISTO:

Simplificando y omitiendo hablar de cábala, que es la descripción esquemática más sencilla posible de todo esto, diré que Cristo no es un individuo humano ni divino, es una de las tres partes del triple poder. Digamos sencillamente que el Absoluto Inmanifestado (una realidad no manifestada en la creación), se manifiesta desdoblado en tres poderes, Dios como padre, es el santo afirmar, Dios como madre, es el santo conciliar, dios como hijo, es el santo negar.

El padre diríamos que es la plenitud de lo divino, objeto de la unión que pretende la religión, el punto al que la chispa divina en el humano debe retornar si quiere “salvarse”.

El hijo es la segunda fuerza, es el Cristo o manifestación íntima del padre en el humano, el maestro de maestros, el que se niega a si mismo sacrificándose en aras del padre y enseña el camino a otros, es el santo negar, la segunda fuerza. Nadie va al padre sino por el hijo.

La madre es la parte afín a lo pre-existente, al espacio eterno, al vientre fecundo del caos, la naturaleza que se toma como modelo a si misma, la sabiduría completa manifestada y manifiesta, el espíritu santo cristiano, la diosa de la antigua religión, Dios como madre de todos los vivientes, la tercera fuerza, de quien la segunda fuerza se hace hijo para vivir el drama cósmico y elevarnos al padre.

Cristo es el ejercito de la voz, cada uno de nosotros tiene su cristo íntimo particular, si lo encarnamos, nos convertimos en algo llamado: “el hijo del hombre”, la segunda fuerza encarnada en humano cuerpo, un maestro de maestros, un Mesías, Dios hecho carne, la perfecta realización del re-ligare.

El fundador de la religión cristiana existió y existe realmente y es un maestro más exaltado que otros que anteriormente a él encarnaron al principio Cristo o segunda fuerza. El maestro Samael dice en «EL MATRIMONIO PERFECTO» que el gran maestro vive ahora en territorio norteamericano y pasa por un ciudadano común y corriente. Tiene el mismo cuerpo físico con el que resucitó hace más de dos mil años después de escenificar el persona todo el drama cósmico de la pasión y muerte de Cristo, que existe en toda forma religiosa depositaria del mensaje original.

QUIEN ES EL CRISTO HISTÓRICO (JESUCRISTO):

Hoy en día se ha puesto de moda el negacionismo de la historicidad de Jesucristo como una especie de nueva religión para ateos que se la pasan exigiendo pruebas fehacientes sin darse cuenta de que el maestro de maestros es un perfecto don nadie para las gentes del alto mundo de su tiempo y los esnobs que les aclaman. Hay que comprender (si de algo queremos que nos valga el ejemplo dejado por el gran maestro) que este empecinamiento en resaltar la nula historicidad del personaje nunca constituirá prueba de que no existió y en cambio puede incluso venirnos bien a la hora de sopesar los indicios que de él quedan en la historia (el negacionismo tiene sus razones y surge por reacción a la creencia, las dos cosas parecen contrarias desde la ignorancia pero cuando se sabe todo se pone en su justo lugar). Conocida y reconocible es la interpolación (adulteración) manifiesta de los pocos textos históricos que mencionan al gran maestro (por antonomasia el famoso párrafo de Flavio Josefo) y en general de toda la escasa base documental que tradicionalmente se ha esgrimido como prueba histórica, algo en lo que no entraré puesto que de todos modos cada pocos siglos existe un "borrado de la historia" que alguien poderoso promuebe para establecer la tiranía de la hora.

Si intentamos ahondar por ese camino meramente especulativo jamás podemos alcanzar certeza alguna respecto al tema aunque nos llenemos de rebuscados datos, en todo caso eso puede lograrlo el lector en múltiples páginas web dedicadas al tema que siempre son interesantes, pero en lo que al que esto escribe atañe, permítaseme abordar el tema desde un punto de vista no exclusivamente especulativo (sin perjuicio de que aporte cuantos datos pueda), cuya veracidad tendrá que someter el lector no al juicio de su mente especulativa sino al de su conciencia, ella sabe, a ella se dedica la frase bíblica: "aquel que tenga entendimiento, que entienda" (advierto que no es retórica lo que anuncio: necesitará conciencia el lector para seguir este texto).

En principio los gnósticos sabemos que el maestro Jesús existe por nuestro maestro Samael, su nombre terrenal es Yeshua Ben Pandira (Jesús hijo de Pantera) y es el bodhisattva del maestro Averamento acerca del cual «El matrimonio Perfecto» dice:

"El Hierofante Jesús vivió realmente el Drama de la Pasión así como está escrito. Nosotros, aún cuando somos realmente unos míseros gusanos de la tierra, necesitamos también vivir todo el Drama de la Pasión. Jesús fue hijo de un soldado romano y de una mujer hebrea. El Gran Hierofante fue de mediana estatura y de color blanco ligeramente quemado por los rayos del Sol. El Gran Maestro tenía cabello negro y barba del mismo color. Sus ojos parecían dos noches inefables. La palabra Nazareno viene de Nazar, hombre de nariz recta. Jesús no tenía nariz curva de tipo judío. El gran Maestro tenía nariz recta. Esta es propia de la raza blanca europea. Jesús sólo era judío por parte de la hebrea María, pero por parte de su padre era de raza blanca céltica. Su padre era un soldado romano. La esposa sacerdotisa del Maestro Jesús fue también de raza blanca y tenía grandes poderes esotéricos, como lo demostró cuando viajó con el Nazareno por los países del Mediterráneo en tierras de Europa".

Capítulo aparte requeriría el repaso de la huella de los viajes de Jesús y su extraordinaria esposa aún menos rastreable que él mismo. En otro pasaje del mismo capítulo 33 dice:

"Los gnósticos, en Cuerpo Astral, estudiamos los Registros Akáshicos cada vez que se hace necesario. Conocemos la vida del Gran Maestro y sabemos que Jesús fue realmente todo un hombre en el más completo sentido de la palabra. Jesús tuvo esposa sacerdotisa porque no era ningún infrasexual. La esposa de Jesús fue toda una Dama-Adepto dotada de muy grandes poderes secretos. Jesús viajó por Europa y fue miembro de una Escuela de Misterios del Mediterráneo. Jesús estudió en Egipto y practicó la Magia Sexual con su sacerdotisa, dentro de una pirámide. Así fue como recapituló iniciaciones y alcanzó más tarde la Iniciación Venusta. Jesús viajó por Persia, India, etc. Así pues, el Gran Maestro fue todo un Maestro en el sentido completo de la palabra".

Previamente explica que es legítimo que los atributos de su persona sean cambiados con ocasión del concilio de Nicea:

"El concilio de Nicea celebrado en el año 325 no creó un nuevo héroe, como suponen los cerdos del materialismo. En el Concilio de Nicea se reconoció oficialmente una doctrina y un hombre.

La doctrina fue el Cristianismo Primitivo, hoy desfigurado por la Secta Católica Romana. El hombre fue Jesús. Muchos hombres se habían declarado Avatares de la nueva era, pero ninguno, a excepción de Jesús, había enseñado la doctrina de la nueva era. Los hechos son los que hablan y Jesús habló con hechos; por eso se le reconoció como iniciador de la Nueva Era.

La doctrina de Jesús es el Esoterismo Crístico, la Religión Solar de todas las edades y siglos.

El Gnosticismo enseñado por Jesús es la Religión del Sol, el cristianismo primigenio de los Dioses de la Aurora.

En el Concilio de Nicea se le dio de hecho personería jurídica a una nueva forma religiosa que había soportado, durante mucho tiempo, persecuciones y martirios espantosos. Basta recordar los circos de leones en tiempos de Nerón, cuando los cristianos eran echados a la arena para ser devorados por estas fieras.

Recordemos las épocas de las catacumbas y los sufrimientos de todos aquellos gnósticos. Era muy justo que en el Concilio de Nicea se reconociera definitivamente, en forma totalmente oficial, una Doctrina Solar y un hombre que había encarnado al Cristo Cósmico.

Aclaramos que los Dioses Santos de las religiones egipcia, griega, romana, ibérica, escandinava, gálica, germánica, asiria, aramea, babilónica, persa, etc., etc., no han muerto. Esos Dioses cumplieron su misión y luego se retiraron; eso es todo. En un futuro Mahamanvantara esos Dioses inefables y sus religiones divinas volverán en su tiempo y en su hora para una nueva manifestación.

Cuando una forma religiosa desaparece, entrega sus principios ecuménicos universales a la forma religiosa que le sucede; ésa es la ley de la vida.

Jesús tiene los divinos atributos de Krishna, Buddha, Zeus, Júpiter, Apolo. Todos ellos nacen de una virgen. Realmente, el Cristo nace siempre de la Virgen Madre del mundo. Todo Maestro practica Magia Sexual y, hablando en sentido simbólico, podemos afirmar que dentro del vientre de la esposa sacerdotisa nace el Cristo.

Los emblemas, símbolos y dramas del nacimiento de los Dioses son siempre los mismos. El Dios Mithra nace el 24 de diciembre a las doce de la noche, como Jesús. El lugar de nacimiento de Jesús fue: “Belén”. Este nombre viene del nombre del Dios de los babilónicos y germanos que así denominaban al Dios Sol: Bel o Beleno. Con esto se quiso dar a entender la realidad de un hombre que encarnó al Cristo-Sol.

Las Diosas Isis, Juno, Deméter, Ceres, Vesta, Maia, fueron entonces personificadas en la Madre del Hierofante Jesús. La hebrea María fue una gran Iniciada. Esto lo sabe todo ocultista. Todas estas Diosas madres bien pueden representar a la Divina Madre Kundalini, de la cual nace siempre el Verbo Universal de la Vida.

Todos los santos, mártires, vírgenes, ángeles, querubines, serafines, arcángeles, potestades, virtudes, tronos, son los mismos semidioses, titanes, diosas, sílfides, cíclopes y mensajeros de los Dioses, pero ahora con nuevos nombres. Los principios religiosos son siempre los mismos. Pueden cambiar las formas religiosas pero los principios no cambian porque sólo existe una sola religión: la Religión Universal.

Los antiguos conventos de monjas resurgieron en forma nueva, pero con la desgracia de que los sacerdotes medievales, no conociendo el Gran Arcano, sólo utilizaron a las sacerdotisas para fornicar. Si ellos hubieran conocido el Gran Arcano, ellas hubieran cumplido una gran misión, y ellos se hubieran realizado a fondo. Entonces la forma católica romana no se habría degenerado y el Esoterismo Crístico resplandecería ahora en todos los templos".

Bueno, ahora hay que ayudar al lector a salir de la estupefacción y de la confusión creada por los pedantes de la época y los que ignorando lo malo que es eso cargan a cuestas con el burro de la mente animal. Podría cual erudito rebatir las fuentes judías y cristianas pero prefiero empezar esta tarea dando una explicación que el incrédulo podrá contrastar punto por punto para luego ir a poner atención en determinados textos notables que no es fácil conocer curioseando la literatura tenida por seria.

Para empezar las fuentes judías son las únicas que nos dan algún dato de la vida del Jesús histórico (dejando aparte por ahora la cuestión de historicidad del personaje sobre la que luego volveré), pero las mismas fuentes son tardías. Durante la existencia del segundo templo, los judíos enseñan oralmente, las reflexiones escolásticas de los rabinos (Mishná) son tan cruciales como la propia ley de Moises (Torah), pero sólo la ley está escrita. Tras la destrucción del segundo templo en el año 70 de nuestra era, viéndose comprometido el método de transmisión oral, se empiezan a dejar las reflexiones por escrito. El recuerdo que pueda haber de Jesús en tales escritos no puede ser directo sino fruto de la herencia oral. Nazaret no existe en los tiempos de Tiberio y Poncio Pilatos como bien ha sido apuntado por:

"Frank Zindler, antiguo presidente de la organización Ateos de América, escribió que Nazaret no se menciona en el Antiguo Testamento, ni en las epístolas de Pablo de Tarso, ni en el Talmud —donde se citan otras 63 ciudades de Galilea—, ni en la obra de Flavio Josefo. Entre los años 66-73 de la era común, el historiador judeorromano Flavio Josefo, en el contexto de la Primera guerra judeo-romana hizo referencias a la Galilea del siglo I (una región de unos 4000 kilómetros cuadrados), la región donde actualmente se encuentra Nazaret. En ellos, Josefo menciona 45 ciudades y aldeas, pero Nazaret no está incluida. La ciudad que menciona más cercana a la localización actual de la ciudad es «Japha», según sus relatos, una ciudad mediana con una sinagoga, pero totalmente destruida en el año 67 por los romanos debido a la guerra. Según Josefo, las víctimas de aquella destrucción, que ascenderían a 15000, posiblemente fueron sepultadas en el lugar de la actual Nazaret. Excavaciones hechas en esa ciudad muestran la existencia de una necrópolis" (de Wikipedia).

Otro tanto puede decirse de todos los episodios atribuidos a la época de Jesús: Matanza de los inocentes: no sucedió pese a que ya le hubiera gustado a Flavio Josefo que así fuese para ensañarse más con la figura de Herodes de lo que lo hizo, aunque sí sucedió "la matanza de los iniciados" y con ella la caída en desgracia del judaísmo en tiempos de los Asmodeos puesto que con Salomé esposa de Alejandro Jananeo y tras esa matanza, se privilegió a los fariseos como grupo dominante, de hecho uno de los pocos pasajes de la Mishná que nombran al Nazareno (guemará del período amoraítico Sota 47a) dice: "Cuando el rey Janneo mató a nuestros Rabíes, Josué y Ieshu fueron a Alejandría de Egipto", la frase refiere sin duda un hecho histórico, en el 88 antes de cristo, Alejandro Jananeo venció a una rebelión de rabinos que había luchado contra él durante seis años, matando a ochocientos de ellos y obligando a otros ocho mil a huir de Judea (aunque los eruditos judíos se apresuran a explicar que estos rabinos eran fariseos como los que luego condenaron a Jesús, esto no es posible ya que como dije arriba fue tras esa huida de los rabinos (los verdaderos iniciados) que los fariseos se acercaron al rey, y mentiras como esa suelen verse en los comentarios eruditos a todos los pasajes que menciono puesto que el judío tiene permitido mentir si ello sirve a sus fines). Pese a todo, las fuentes judías dan una serie de datos que en manos de personas conocedoras de ciertas tradiciones esotéricas, rebelan fuera de toda duda que se refieren a Jesús de Nazar-et (= Jesús de nariz recta).

NACIMIENTO DE JESÚS:

Los dos principales pasajes talmúdicos sobre el nacimiento de Jesús son referidos en todas las fuentes eruditas como Sanhedrin 67a y Shabbat 104b (ambos pasajes se consideran similares), aquí puede verse Sanhedrin 67a en español magistralmente explicado por el Rabí BS"D (el extracto forma parte de una colección de artículos sobre Jesús en el Talmud que puede accederse aquí):

"Es sólo en Talmud babilónico, y no en dos pasajes casi idénticos, que nosotros obtenemos cierta información extraña que puede ser considerada como un eco débil y distorsionado de las 'historias sobre Yesh”u de los Evangelios antecedentes familiares y su parientes’, tal como encontramos en Masejet Shabat 104b y en Masejet Sanhedrín 67a. Dado que ninguna fuente menciona el nombre "Yesh”u, sin embargo, recurre a los nombres enigmáticos de "Ben Stada" y "Ben Pandera / Pantera", respectivamente, de su relación con Yesh”u se disputa acaloradamente. Voy a analizar el texto del Talmud Bavli en detalle y demostrar que de hecho se refiere al Yesh”u del Nuevo Testamento y no es sólo un eco remoto y corrupto de la historia del Nuevo Testamento; más bien, se presenta con pocas palabras y en el típico estilo discursivo contranarrativo del Talmud Bavli muy ambicioso y devastador para la historia infantil de Yesh”u del Nuevo Testamento. La versión de nuestra historia en Shabat 104b está incrustada en una exposición de la ley mishnaica, que se refiere a la redacción de dos o más letras como el trabajo y, por tanto, prohibido de hacer en shabat, tal como se lee:

[el autor da aquí el texto hebreo que omito, puede verse en la web original]

El que escribe dos letras en un momento de olvido (que es shabat) es culpable. Si escribe con tinta, o con arsénico, o con cal roja, o con goma, o con sulfato de cobre, o con cualquier sustancia que deja marca, sobre dos paredes de un ángulo o sobre tablillas de un libro que puedan leerse simultáneamente, es culpable. El que escribe sobre su propia carne es culpable. Al que graba (una letra) sobre su carne, Rabí Eliezer lo declara culpable de un sacrificio por el pecado, mientras que Rabí Yehoshúa lo declara exento. (Mishnah Masejet Shabat 12:4)

La Mishná discute todo tipo de materiales que podrían ser utilizados para escribir, y de los objetos sobre que uno podría escribir, y afirma que la prohibición de la escritura incluye también el uso del cuerpo de uno mismo como objeto de la escritura. A partir de esta la lógica surge la pregunta: ¿Pero qué acerca de los tatuajes (ha-mesaret al bes´aro) ¿Están, también, para ser considerados como escritura y por lo tanto prohibidos en sábado? (Hacerse tatuajes en el cuerpo está generalmente prohibido, incluso cuando no se realiza en el día de shabat. Por lo tanto, el Talmud no está hablando de tatuajes permanentes sino de si es o no el tatuaje una violación del día de shabat.) De acuerdo con R. Eliezer, la respuesta es sí (que están prohibidos en shabat), mientras que R. Yehoshua lo permite (en la Tosefta es paralelo a los sabios). La Tosefta y tanto el Talmud Yerushalmí y el Talmud de Babilonia elaboran más sobre esta Mishná. De acuerdo con la Tosefta, R. Eliezer responde a los Sabios:

"¿Pero no Ben Satra aprendió sólo de tal manera?" (Shabat 11:15.)

En otras palabras, no utilizar los tatuajes en su cuerpo como una ayuda para facilitar lo que ha aprendiendo (por lo tanto, no fueron claramente letras y, por tanto, no estaba prohibido "escribir" en shabat)? Esto es bastante malo, pero los dos Talmudim llegar a una explicación de por qué aún peor tatuaje de un cuerpo hecho en shabat está prohibido, cuando a R’ Eliezer le preguntan:

"Pero no lo hizo Ben Stada traer la brujería de Egipto por medio de rasguños / tatuajes (biseritah) sobre su carne?" (Esta es la versión en b Shab 104b; y Shab 12: 04.03, fol. 13d: “¿Pero no Ben Stada trajo la brujería de Egipto, precisamente a través de esta (en particular, mediante el rascado o inscripción de signos que parecen letras en la piel)”.

Por lo tanto, el Talmud Yerushalmi no habla sólo de tatuajes en la piel de su cuerpo, también habla sobre todo los tipos de piel.) En las tres versiones de los Sabios desestiman la objeción de R. Eliezer con el contraargumento de que Ben Satra / Stada (La versión de Ben Satra de su nombre parece ser más original (por lo menos aquí) desde Satra es, obviamente, un juego de palabras con le-saret- "inciso a cero".) era un shote (loco) y que no dejarían a la conducta de un shote influyeran en la aplicación de leyes sabáticas. Es en este contexto que el Talmud Masejet Shabat 104b, o el paralelo en Sanhedrín 67ª-b es casi idéntica pero puesta en un contexto diferente, a saber, al mesit­ מסית, es decir, la persona que seduce a alguien a la idolatría) procede con un aclaración de los antecedentes familiares del "shote" enigmático. El texto sólo aparece en las ediciones conservadas en los manuscritos sin censura e impresas del Talmud Bavli; Cito según el manuscrito Múnich 95 (escrito 1342 en París), con algunas variaciones en las notas al pie:

(Era), hijo de Stada (y no al contrario), hijo de Pandera? Dice Rav Jisda: el marido (ba’al) era Stada, (y) la cohabito / amante (boel) fue Pandera. (Pero no fue) el marido (ba'al) Papos ben Yehudah y más bien su madre Stada? Su madre fue [Miriam], (la mujer que) dejó [el pelo] (ella) de las mujeres crecer largo (megadla [se’ar] neshayya). Este es como se dice acerca de su en Pumbedita: Este alejado de (fue infiel a) su esposo (sat.at da mi-ba’alah).

Se trata de un discurso propio del Talmud Babli, que trata de aclarar la contradicción entre dos tradiciones: según una tradición recibida, el shote / mago se llama "hijo de Stada" y de acuerdo con otra que se llama Ben Satra ¿Cuál es, entonces, su nombre correcto? En otras palabras, "hijo de Pandera"? el Talmud está preocupado por el problema de que la misma persona es llamada por dos nombres diferentes y no se trata de la cuestión de quién es esta persona (la respuesta a esta última pregunta es, obviamente, presupone: todo el mundo parece saberlo). Se proporcionan dos respuestas diferentes.

En primer lugar, el Rav Jisda (un amora babilónico de la tercera generación y un maestro importante en la academia de Sura; 309 de la Era Vulgar) sugiere que la persona en cuestión tenía, por así decirlo, dos "padres" porque su madre tenía un marido y un amante, y que fue llamado "hijo de Stada," cuando se refiere al marido e "hijo de Pandera", al referirse al amante. Frente a esto, un autor anónimo se le ocurre una solución diferente: No, él argumenta, el marido de su madre no era una "Stada" sino Papos ben Yehudahh, un erudito (no presentado como un sabio y sin el título de "rabino") de la primera mitad del siglo II, y de hecho fue su madre es a quien se le llamaban "Stada." Si esto es así, el último paso del mini-discurso del Talmud Bavli continúa diciendo, tenemos que explicar este extraño nombre "Stada" por su madre. La respuesta: el verdadero nombre de su madre era Miriam, y "Stada" es un epíteto que se deriva del hebreo / arameo raíz sat.ah / set.e ("desviarse del camino correcto, para ir por mal camino, de ser infiel- סטת דא מבעלה). En otras palabras, su madre Miriam también fue llamada "Stada" porque ella era una sotah, una mujer sospecha, o más bien condenada, de adulterio. Esta explicación anónima se encuentra en Pumbeditha בפומבדיתא, academia rival de Sura en Babilonia.

Por lo tanto, queda claro que ambas explicaciones comienzan con la suposición de que la madre de “nuestro héroe” tenía un marido y un amante, y que sólo están de acuerdo sobre el nombre del esposo (Stada frente Papo b. Yehudah). Pandera era el nombre para el amante se hace explícita sólo por Rav Jisda pero parece ser aceptada en la explicación Pumbeditha así, porque presupone el adulterio de la madre y no sugiere otro nombrar para el amante. Papo ben Yehudah se identifica como el marido original a partir de otra historia del Talmud Bavli, transmitida en el nombre de R. Meir, que Papo ben Yehudah, cuando salió, sirve para bloquear su esposa en su casa, obviamente, porque no tenía razón para dudar de su fidelidad (b Git 90a). Este comportamiento por parte de Papo ben Yehudah es muy drástico en comparación con la de un hombre que, si una mosca le cae en la taza, deja a un lado la copa y no bebe de ella más, mientras que Papo ben Yehudah no sólo bloquea a su mujer para que ella no pueda ir por mal camino, sino que también se abstiene de tener relaciones con ella porque se ha convertido en dudosa.

La dudosa reputación de la madre de “nuestro héroe” se acentúa aún más por la afirmación de que ella dejo crecer el pelo una gran longitud. Cualquiera que sea el significado original de la expresión extraña, el contexto en el Shabat 104b / Sanedrín 67a sugiere claramente que el pelo largo y aparentemente desabrochado de Miriam era indicativo de su comportamiento indecente. Otro pasaje en el Talmud (Erubin 100b) describe el epítome de una "mala mujer" de la siguiente manera:

תנא מגדלת שער כלילית ויושבת ומשתנת מים כבהמה ונעשית כר לבעלה

"Ella crece el pelo largo como Lilith (megaddelt s'a’ar ke-Lilit), ella se sienta al tomar agua como una bestia, y sirve como un cojín para su marido.

Del mismo modo, la historia en Gittin continúa con un “mal hombre que ve a su esposa salir con su pelo desabrochado (roshah parua) y se quitó el paño en la calle con sus axilas descubiertas y se baña con (otros) del pueblo” -como un hombre, que concluye, en caso de que tendrá que divorciarse de inmediato a su esposa para que deje de estar viviendo con ella y de tener relaciones sexuales con ella. Una mujer que aparece con la cabeza descubierta y con el pelo largo en público, esto parece estar presupuesto aquí, es propenso a todo tipos de comportamiento licencioso y merece ser divorciada.

Si el Talmud Bavli da por sentado que la madre de “nuestro héroe” era una adúltera, entonces la conclusión lógica se deduce que él era un mamzer, un bastardo o hijo ilegítimo. Con el fin de poner en esta categoría al mamzer no importaba si su padre biológico era amante de su madre y no su marido, el hecho jurídico es que ella tenía un amante que hizo su situación jurídica dudosa. De ahí la incertidumbre que a veces se llama Ben Stada y varias veces se le dice Ben Pandera. Esto se hace explícito en el Ms. Oxford Opp. Add. fol. 23 (366):

"El marido era este Pappos ben Yehuda, y más bien su madre era Stada y su padre Pandera".

Pero, sin embargo, el Talmud parece estar convencido de que su verdadero padre era Pandera, el amante de su madre, y que él era un bastardo en el pleno sentido de la palabra. En la búsqueda de pruebas fuera del corpus rabínico, los estudiosos siempre han apuntado a dos notables paralelos, en el polémico tratado del filósofo pagano Celso 'alethes Logos’, escrita en la segunda mitad del segundo siglo de la Era Vulgar y preservado sólo en citas por el Padre de la Iglesia Orígenes, quien le responde en su obra denominada Contra Celso (escrito en el año 231-233 Era Vulgar). Allí, Celso presenta a un judío con quien tiene una conversación sobre el mismo Yesh”u y lo acusó de haber "inventado la historia de su nacimiento de una virgen." En realidad, el judío argumenta:

Jesús había venido de un pueblo de Judea, y era hijo de una judía pobre que ganó su vida mediante el trabajo de sus propias manos. Su madre fue expulsada por su marido, que era carpintero de profesión, al ser declarada culpable de adulterio [con un soldado llamado Panthera (I.32)]. Siendo así fue expulsada ​​por su marido, y vago por desgracia, ella dio a luz a Jesús, quien era un bastardo. Jesús, a causa de su pobreza, viajo a Egipto. Mientras que allí él adquirió algunas prácticas (mágicas) en cuanto a sus poderes quien los egipcios se enorgullecen de poseer. Regresó a casa muy entusiasmado en posesión de estos poderes, y en la fuerza de ellos se entregó a considerarse en un dios.” (Orígenes, Contra Celso 1,28.)

E incluso también encontramos un paralelo en el Corán en donde más o menos encontramos la misma historia de la siguiente manera:

[el autor da aquí el texto árabe que omito, puede verse en la web original]

Y recuerda a Maryam (María) en la Escritura (El Corán), cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente. Y tendió un velo para ocultarse de ellos (los judíos). Le enviamos Nuestro Espíritu (el arcángel Yibril) y éste se le presentó como un mortal acabado. Dijo ella: ‘Me refugió de ti en el Compasivo. Si es que temes a Allah’. Dijo él: ‘Yo soy sólo el enviado de tu Señor para regalarte un muchacho puro’. Dijo ella: ‘¿Cómo puedo tener un hijo sino he tocado mortal, ni soy una ramera? Dijo él: Así será, Tu Señor dice: ‘Es cosa fácil para Mí. Para hacer de él signo para la gente y muestra de Nuestra misericordia’. Es cosa decidida. Quedo embarazada con él y se retiró con él a un lugar alejado. Entonces los dolores de parto la empujaron hacia el tronco de la palmera. Dijo: ¡Ojalá hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo…Y vino con él (el niño Yeshu) a los suyos (los judíos), llevándolo (en sus brazos). Dijeron: ¡Maryam! ¡Has hecho algo inaudito! ¡Hermana de Aharón! Tu padre no era un hombre malvado, ni tu madre era una ramera. (Sura, Maryam* 19:16-23, 27-28; 4:156.)

Regresando con otra cita Celso repite estas denuncias puestas en boca de un judío e incluso lo conecta con el nombre del padre de Yesh”u:

πῶς γὰρ ἠδύνατο ὁ τοσοῦτος γέρων παρθένον ἕξειν γυναῖκα, ὢν ἀπὸ πρώτης γυναικὸς χῆρος τοσαῦτα ἔτη; οὗτος μὲν γὰρ ὁ Ἰωσὴφ ἀδελφὸς γίνεται τοῦ Κλωπᾶ, ἦν δὲ υἱὸς τοῦ Ἰακώβ, ἐπίκλην δὲ Πάνθηρ καλουμένου· ἀμφότεροι οὗτοι ἀπὸ τοῦ Πάνθηρος ἐπίκλην γεννῶνται

¿Cómo podría un hombre tan viejo [José], que había perdido a su primera esposa muchos años atrás, tomar una virgen por esposa? José fue el hermano de Cleofás, sin embargo era el hijo de Jacob de apellido Panthera, ambos hermanos fueron hijos del hombre de apellido Panthera.” (Haereses, Panarion, Haer. LXXVIII, 7, 5 –Contra Antidicomarianos.)

Esta historia tiene mucho en común con el corto discurso en el Talmud: el héroe es el hijo de una mujer adúltera, que regresó de Egipto con mágicos poderes y, lo más importante, el nombre del amante de su madre (su padre) fue Panthera. La única diferencia entre las versiones en el Talmud y en Celso es el hecho de que Celso hace explícito que el niño, nacido de la pobre mujer adúltera judía y del soldado Panthera, fue el mismo Yesh”u a quien los cristianos consideran como el fundador de su fe, mientras que el Talmud mantiene silencio sobre el nombre propio del niño. Se ha de mencionar que únicamente el manuscrito Ms. Vatican 108 identifica al niño como Yeshu HaNotzrí - ישו הנוצרי. Pero esto no plantea un problema real, porque el Talmud, como hemos visto, no está preocupado por la identidad del niño, sino sobre el extraño fenómeno de dos nombres diferentes que se utilizan para su padre. Por otra parte, varias fuentes rabínicas mencionan a Yesh”u como el hijo de Pandera, como por ejemplo en Masejet Hulin 2:22, Shabat 14:4, y Avodah Zarah 2:2, fol. 40d, y se puede suponer con seguridad, por lo tanto, que el Talmud presupone el conocimiento de esta identidad. El chiste de esta atribución, por supuesto, es el hecho de que Yesh”u, a través de su padre Panthera / Pandera, se convierte no sólo en un bastardo, peor incluso en el hijo de un no judío.

Estos congruencias hacen muy probable que tanto el Talmud y Celso empaten en fuentes comunes (fuentes originalmente judías) que relatan que Yesh”u de Nazaret era un bastardo porque su madre era una adúltera (Miriam) y su padre era su amante (Pandera / Panthera). Incluso otro autor casi contemporáneo, el teólogo cristiano Tertuliano (segundo y principios del siglo tercero de la Era Vulgar), comenta que los judíos llaman a Yeshu como el hijo de un carpintero y de una prostituta (Quaestuaria: De Spectaculis, 30).

Algunos estudiosos, más radicalmente entre ellos Johann Maier, quieren llegar a la conclusión del hecho de que el nombre de Panthera es relativamente común en inscripciones latinas (Adolf Deissmann, “Der Name Panthera,” in Orientalische Studien Th. Noldeke zum Siebzigsten Geburtstag, vol. 2, Gießen: A. Töpelmann, 1906, pp. 871–875; idem, Licht vom Osten, Tübingen: J.C.B. Mohr (P. Siebeck), 4th ed., 1923, p. 57.) y que la ortografía de su equivalente en las fuentes hebreas varía considerablemente, porque considera que debe haber habido alguna diferente a Yesh”u con el patronímico Panthera / Pandera / Pantiri (o formas similares) que no puede y no debe remontarse a la primera y única Yesh”u de Nazareth. (Ver. Maier, Jesus von Nazareth, pp. 243, 264ff.) Aunque tal posibilidad no se puede excluir, no parece muy probable. Las diferentes versiones del nombre Panthera son todavía suficientes para atribuir a la misma persona de forma similar y tal atribución ciertamente no requiere que todas las diversas formas del nombre se filológicamente remonta a una sola forma (Panthera). Además, y más importante, el nombre no es común en hebreo o arameo, y este solo hecho hace que la conexión de Panthera en Celso sea obvio.

Celso cita a un judío a finales del siglo II y el Talmud de Babilonia en una tradición presumiblemente a principios del siglo IV, y el Corán en el siglo VI se refieren a la misma contranarrativa de Yesh”u' al entorno familiar, que, evidentemente, es una inversión de polémica contra el relato del Nuevo Testamento del nacimiento de Yesh”u".

Bueno hasta aquí la explicación rabínica no desprovista del habitual desdén por los no judíos que destilan todos los autores judíos cuando no están tratando de engañar al gentil. Dejemos aquí las referencias talmúdicas mencionando solamente que existe un texto sobre la vida de Jesús acorde con todo lo visto hasta ahora y reconocido por el maestro Samael y por los ocultistas que lo precedieron como una narración más o menos verdadera de las circunstancias de Jesús (aunque denostadas y ridiculizadas como no podía tampoco ser de otra forma dado que el pueblo hebreo no entiende a Jesús como el católico no entiende a Samael). Ese texto es el Toldot Ieshu y como es algo extenso, lo dejo disponible en español en enlace aparte. En él se recoge la historia satirizada del mesías cristiano como una forma de palear el ambiente cristiano que viven los judíos en la diáspora y para que no caigan en la ignominia de hacerse cristianos, pero pese a esa postura por otra parte comprensible en los judíos, parece ser que contiene hechos verdaderos mezclados con puras leyendas puestas para deslegitimar como profeta la figura de Jesús.

En el libro del maestro Samael «Los misterios mayores», hallamos confirmación de que el maestro corrobora el valor del Toldot Ieshu en el siguiente capítulo (capítulo 44: "en la tierra santa"), que por su brevedad voy a transcribir íntegro:

El gran Buddha Jesús de Nazareth regresó a su tierra para cumplir la misión más grandiosa de todos los siglos. Sin embargo es muy cierto y de toda verdad que ningún profeta en su tierra tiene honra.

Hasta el nacimiento carnal de Jesús encierra una tragedia moral muy dolorosa. El Sepher Toldot Jeshu dice que un hombre llamado José Panther forzó y violó a una virgen llamada María y que así fue engendrado el cuerpo de Jesús. Cuando esto sucedió, María amaba a un joven llamado Jochanam, el cual lleno de profundo dolor se fue a morar a Babilonia. La tragedia dolorosa de Jesús comienza desde su misma concepción. Los Ángeles que asistieron a esta concepción sufrieron terriblemente. ¿Quién puede redimirnos del pecado sino el que conoció el pecado?

Se levantó de las tinieblas a la Luz. Él pasó por todos los dolores humanos y por lo mismo, Él es el único que puede redimirnos de los dolores humanos.

El pueblo de Israel fue escogido para rodear al maestro y redimir al mundo: así se comprende por qué ese pueblo tuvo tantos profetas y tantos santos. Sobre los muros invictos de Sión resplandeció la gloria de Salomón hijo de David rey de Sión. Sobre los muros de Jerusalén resplandeció la faz de Jehová. Sobre las calzadas de Jerusalén brillaron llenos de Luz Isaías, Samuel, Jeremías, Ezequiel y muchos otros; ese fue el pueblo escogido para acompañar al Señor.

Desgraciadamente en la hora suprema de la prueba final libertó a Barrabás y crucificó al Cristo, su Mesías prometido. Cuando el pueblo tuvo que escoger entre el Cristo y Javhé, crucificó al Cristo y adoró a Javhé, que es el Jefe de la logia negra. Javhé es un Ángel caído, el genio del mal, un demonio terriblemente perverso.

Así fue como el pueblo de Judá crucificó a su Cristo prometido; así fracasó el pueblo de Israel; así fue como se hundió en el abismo el pueblo que había sido escogido para difundir la sabiduría Crística por toda la faz de la tierra, ahora ese pueblo sigue a Javhé y está totalmente fracasado; Ese es el pueblo que traicionó a su maestro y lo crucificó. Si no hubiera sido crucificado el Señor otra hubiera sido la suerte del mundo occidental, ahora tendríamos sublimes rabies iluminados por todas partes predicando el esoterismo Crístico.

El esoterismo Crístico, la Kábala secreta Judía y la santa alquimia unidos, hubieran iluminado y transformado al mundo totalmente.

Los misterios de Levi hubieran resplandecido con la Luz del Cristo. La gnosis hubiera brillado esplendorosamente en todas partes.

El mundo, no hubiera caído entonces en el cristianismo muerto del catolicismo Romano. Nos hubiéramos salvado de las horribles tinieblas de la edad negra. Desgraciadamente fracasó el pueblo escogido y toda la humanidad se hundió en el abismo.

Tembló la tierra terriblemente y se rasgó el velo del Sanctum Santorum en dos pedazos. Entonces el arca de la alianza quedó visible para todos como única esperanza de salvación; ese arca representa los órganos sexuales dentro de los cuales esta el gran Arcano. La Magia Sexual; la clave suprema de la redención.

El Toldot Ieshu en si ha sido denostado como prueba del paso de Jesús por la historia por fuentes eruditas hebreas como un texto escrito en el siglo V, pero como hemos visto Celso (que vivió en el siglo II) conoce de fuentes judías las mismas leyendas que en él se cuentan (y ya hemos visto que las mismas se encuentran en el Talmud), con lo que tenemos que considerar que deformada o no, nos da cierta información sobre Jesús (sobre todo cuando encontramos la misma información en fuentes musulmanas como se vio antes, y juanistas como se verá a continuación), pero quizá lo más importante: El Toldot Ieshu da la fecha del nacimiento y expresamente dice que vivió en los tiempos del Asmodeo Alejando Jananeo (Alexander Janaeus, (106-79 aC., conocido también como Alexander Jannai/Yannai; en hebreo: אלכסנדר ינאי), rey de judea del 103 al 76 antes de Cristo). De acuerdo a él –y apoyada por cuanto sigue–, Ieshu nació en el año 3671 de la Creación (año 90 antes de la Era Común o cristiana). Fue hijo de una mujer llamada Miriam que cometió adulterio con un romano llamado Pantera y tuvo que esconder el origen del niño para no ser culpada de tan terrible delito y evitar que su hijo fuera considerado bastardo. Esta información en realidad ha estado siempre ante los ojos de los eruditos y doctores de la iglesia. De hecho en el año 521 se acusó a los judíos de insultar a Jesucristo diciendo que era hijo de una adultera y un centurión romano, y los rabinos negaron tal cosa. Afirmaron que el nombre de Jesús era bastante común entre los judíos y que el tal Jesús ben Pandira (=Ben Panthera) era un siglo anterior a la era cristiana (esto puede consultarse en "James Parkes, «The Conflict of the Church and the Synagogue», p. 392). Ya se ha visto en la cita del rabí BS"D, pero igualmente eruditos cristianos como Miguel A. Barriola hacen un argumento sólido en favor de que pantera es un apellido real:

"Según una teoría, "Pantera" sería una deformación de Parthenos (=virgen) y por lo tanto, una alusión distorsionada a la creencia cristiana del nacimiento virginal de Jesús. A primera vista, esta hipótesis parece bastante plausible, dadas la similitud de las palabras que se supone están en juego. Con mayor razón, si se piensa en las transformaciones que han padecido las palabras griegas, al ser adoptadas por la literatura judía tradicional, redactada ya en hebreo, ya en arameo. Sin embargo, la más grande autoridad en este campo, el profesor Samuel Krauss, declaraba hacía años que la sucesión de consonantes griegas "ro" (r) y "ni" (n) jamás sufren modificación en hebreo (y tal alteración ha de ser admitida en el pretendido pasaje de: "parthenos" a "Pantera"), de suerte que parece que se ha de abandonar igualmente esta propuesta de explicación. Otro intento de interpretación para el nombre de Pantera remonta a la antigüedad. Según Orígenes (al notificar las calumnias de Celso), el padre ilegítimo, amante de la madre de Jesús, habría sido un soldado romano, de servicio en Judea, llamado Pantera. Orígenes refiere que Celso había obtenido este infundio de los judíos. Por otra parte, es cierto que Pantera era un nombre muy expandido. Se conserva en el museo de Freuznach, en Alemania, una lápida funeraria romana descubierta en Bingerbrück. La estela fue erigida a la memoria de un arquero originario de Sidón, en Fenicia, de nombre Tiberius Julius Abdes Pantera. Había llegado a Germania el 9, d.C. A. Deissmann suministra pruebas de que este nombre aparece, entre los siglos I y III d. C., en diferentes inscripciones, concluyendo de allí que "la lápida descubierta en la frontera alemana, así como otras inscripciones, muestra claramente que Pantera no era un apodo inventado por burlones judíos, sino un nombre extremamente difundido. Los griegos se complacen en elegir como propio apelativo nombres de animales y, por tanto, es desubicado considerar este fenómeno en nuestro caso preciso como excepcional, y leer entre líneas (por el solo nombre de Pantera y en las primeras constancias talmúdicas de este modo de llamar a Jesús) un intento de rebajar a la madre de Jesús insinuando así que ella haya incurrido en una conducta inmoral".

Sin entrar en la consabida cuestión del adulterio que para nada importa aquí (que es lógica porque unos y otros eruditos desconocen el gran arcano) estamos viendo que Jesús vivió un siglo antes de Cristo como bien dijo el insigne teósofo G. R. S. Mead (en 1903, en su libro «¿vivió Jesús 100 años antes de Cristo?», por cierto que Mead también es el autor de la traducción de Pistis Sophia que estoy introduciendo con este texto). Llegados a este punto, el lector puede pensar que todo esto entra en contradicción con los evangelios, pero si tenemos en cuenta que los evangelios son un relato (que podría incluso ser sólo alegórico) destinado a instruir a los que llegan a la iniciación Venusta, se entenderá que sólo pueden estos datos entrar en contradicción con las referencias históricas que sitúan a jesús en el tiempo del inicio de la era cristiana calculado no muy hábilmente por Dionisio el Exiguo.

Si leemos atentamente el credo Niceno, refiriéndose a la época de Cristo dice: "padeció y fue sepultado en tiempos de Poncio Pilatos" (es notorio que el mismo credo es por y para los romanos, pues referencia al fundador del cristianismo mediante el nombre de un gobernador de Judea) parece que estamos ante una afirmación segura, pero el credo simplemente ajusta la doctrina a lo que dicen los evangelios sin conocer nada sobre el hecho. Y no sólo el credo y los evangelios sitúan a Cristo bajo el reinado de Tiberio Julio César Augusto (nacido con el nombre de Tiberio Claudio Nerón (en latín; Tiberius Claudius Nero (16 de noviembre de 42 a. C. – 16 de marzo del 37 d. C. y emperador del Imperio romano desde el 18 de septiembre del año 14 hasta su muerte, el 16 de marzo del año 37), sino que incluso el historiador romano Cornelio Tácito, que escribe a finales del siglo I, en su obra «Anales», –que cuenta las vicisitudes de la historia interna y externa de Roma desde Tiberio a Nerón ambos inclusive (desde el año 14 al 68 d.C.)– conoce sólo de oídas este hecho como lo demuestra la forma en que comenta las consecuencias del incendio de Roma en el año 64 d.C diciendo:

"Ni con los remedios humanos, ni con las larguezas del príncipe o con los cultos expiatorios perdía fuerza la creencia infamante de que el incendio había sido ordenado. En consecuencia, para acabar con los rumores, Nerón presentó como culpables y sometió a los mas rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba crestianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban el nombre, Cresto, habia sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato" (Anales 15, 44).

Como agudamente observan los que reivindican que Jesús nunca existió, puesto que Tácito, quien debió ser contemporáneo de Cristo, no sólo no lo conoce sino de oídas sino que además para él es un pasado mítico –como para Celso muchos años después, aunque saque a relucir esta noción judía del nacimiento ilegítimo para escarnecer a los cristianos– (se sabe aquí que Tácito habla de oídas de los cristianos, sólo así se explica que confunda el cargo de Pilatos (lo llama procurador, cuando es gobernador), y de ahí que existan ya cristianos en la misma Roma (de haber vivido entonces Jesús en una época tan temprana los cristianos serían aún pocos y desconocidos para la vida profana). En otras palabras: efectivamente Jesús nunca existió en el tiempo que lo ubican los evangelios, sino casi un siglo antes, de modo que "el exiguo", al hacer sus cuentas y sumar los años de los reinados de los césares de Roma hasta Tiberio, no sólo comete el error de saltar del año -1 al año 1 sin pasar por el cero, sino que además se queda corto en sus cálculos simplemente porque toma como verdad histórica el relato de los evangelios (cosa que han hecho casi todos hasta poco antes del siglo XX).

He querido dejar para el final, una vez presentadas las fuentes eruditas hebreas, un curioso texto de Eliphas Levi tomado de su libro de 1859 «Historia de la magia», donde hace una refutación personal suya de las fuentes judías ya vistas, pero además lo he dejado para el final porque en él alude a los "cristianos de San Juan", la secta directamente emanada del Avatara de la era de Piscis (Juan el Bautista) y a su conexión con los templarios, dice así Eliphas Levi:

"En nuestro Dogma y Ritual de Alta Magia transcribimos la escandalosa parábola del Sepher Toldot Ieshu, inventada para apoyar la acusación. En el Talmud se narra que Jesús ben Sabta, o el hijo de la mujer divorciada, luego de estudiar misterios profanos en Egipto, alzó en Israel una piedra falsa e indujo al pueblo a la idolatría. Sin embargo, se reconocía que el sacerdocio judío obró mal al maldecirle con ambas manos, y es a este respecto que hallamos en el Talmud un bello precepto destinado, de allí en adelante, a unir el Cristianismo e Israel: "Jamás maldigas con ambas manos, para que una de ellas quede siempre libre para perdonar y bendecir". De hecho, el sacerdocio fue culpable de injusticia para con el Maestro pacificador que aconsejaba a sus discípulos obedecer a la jerarquía constituida: "Ocupan el asiento de Moisés", dijo el Salvador; "Haced lo que os digan mas no lo que ellos hagan". En otra ocasión ordenó a diez leprosos que mostrasen sus personas a los sacerdotes, y en el trayecto se curaron. ¡Qué conmovedora abnegación del Divino Realizador de milagros, que de esa manera atribuyó a Sus enemigos más mortales el honor mismo de Sus milagros! En cuanto al resto, ¿quienes acusaban a Cristo de alzar una piedra angular espuria, estaban familiarizados con la verdadera? ¿Los judíos de la época de los fariseos no habían perdido la ciencia de lo que es, a la vez, la piedra angular, la piedra cúbica y la piedra filosofal —en una palabra, la piedra fundamental del Templo Cabalístico, cuadrada en la base y triangular arriba, como las pirámides? ¿Al acusar a Jesús de innovador, no proclamaron que ellos mismos habían olvidado la antigüedad? ¿La luz que Abraham vio y gozó no se había apagado para los infieles hijos de Moisés, y no la recobró Jesús, que la hizo brillar con nuevo esplendor? Para afianzar el tópico, el Evangelio y el Apocalipsis de San Juan deben ser comparados con las misteriosas doctrinas del Sepher Yetzirah y del Zohar. Entonces se comprenderá que el cristianismo, lejos de ser en Israel una herejía, era la verdadera tradición ortodoxa del judaismo, mientras los escribas y los fariseos eran los sectarios. Además, la ortodoxia cristiana es demostrada por el consenso del mundo en general y por la suspensión del sacerdocio soberano, junto con el sacrificio perpetuo, en Israel —las dos señales indiscutibles de una religión verdadera. El judaismo, sin templo, sin Sumo Sacerdote, sin sacrificios, sólo sobrevive como persuasión disidente; ciertas personas son todavía judías, pero el Templo y el Altar son cristianos. Hay una bella exposición alegórica en los evangelios apócrifos de este criterio de certidumbre respecto del cristianismo: su evidencia es la de la realización. Unos niños se divertían modelando pájaros de arcilla; entre ellos estaba Jesús. Cada pequeño artista alababa su obra, y el único que callaba era Jesús; pero cuando modeló sus pájaros, batió palmas diciéndoles que volaran, ¡y volaron! [nota mia: esto de los pájaros de barro también viene referido en el Toldot Iesu]. Así las instituciones cristianas demostraban su superioridad sobre las del mundo antiguo; éstas están muertas, mas el cristianismo vive. Considerado como expresión plenamente realizada y vital de la Cábalaes decir, de la tradición primitiva— el cristianismo es todavía desconocido, y por eso el libro cabalístico y profético llamado Apocalipsis queda aún por explicar, siendo incomprensible sin las Claves cabalísticas. La interpretación tradicional la conservaron largo tiempo los juanistas, o discípulos de San Juan; pero intervinieron los gnósticos para la total confusión y pérdida de todo, como se aclarará más adelante".

Bien, he de hacer aquí una primera pausa. El texto precedente desconcertará a quienes no estén familiarizados con las fuentes judías sobre Jesús (algunas rigurosas como la Mishna y otras un tanto satíricas o en venganza de los cada vez más poderosos cristianos como el Toldot Ieshu), y también a los discípulos de Samael que se sienten gnósticos e ignoran que para el autor de este texto, los genuinos gnósticos son los mismos cristianos primitivos padres de la iglesia, y los gnósticos a los que aquí alude sólo transmiten las deformaciones tardías de las doctrinas de aquellos primeros (además en esta época temprana del maestro Eliphas Levi todavía alberga la esperanza de hacer resucitar el sentido original del cristianismo entre los fervientes católicos a los que no considera tan alejados de las verdades fundamentales si media la oportuna instrucción esotérica que por supuesto es y debe ser secreta para no desatar las iras del clero al que conoce perfectamente puesto que a él, que había sido diácono y sacerdote, le hubiese gustado seguir formando parte de este y vivir como religioso, lo cual no pudo ser porque debido a su heterodoxia despertó iras y recelos que propiciaron su expulsión). En otro pasaje dice:

"El pensamiento más íntimo de Hugo de Payens, al establecer su Orden [la orden del temple], no era precisamente servir la ambición de los patriarcas de Constantinopla. En ese período había una secta de Juanistas Cristianos en Oriente que proclamaban ser los únicos iniciados en los misterios interiores de la religión del Salvador; también afirmaban conocer la historia verdadera de Jesucristo. Al adoptar una parte de las tradiciones judías y de los relatos talmúdicos, consideraban los hechos evangélicos como alegorías, de las que San Juan tenía la clave. La prueba era su expresión de que si fuesen documentadas todas las cosas que Jesús hizo "supongo que el mundo mismo no podría contener los libros que se escribieran". Sostenían que esa afirmación sería una exageración ridícula a no ser que se refiriese a una alegoría y leyenda, que puede modificarse y prolongarse hasta el infinito [nota mía: porque los hechos de cristo son los hechos de cada cristo que una y otra vez ha sido encarnado]. En cuanto a los hechos históricos reales, los juanistas narraban lo que sigue:

Una muchacha de Nazareth, llamada Miriam, prometida con un joven de su tribu, llamado Jochanan, fue sorprendida por cierto Pandira, o Panther, que entró en su alcoba con la apariencia y el nombre de su amante y por la fuerza satisfizo sus deseos. Al enterarse Jochanan de su infortunio, la abandonó sin hacer público lo ocurrido porque, de hecho, ella era inocente; la muchacha dio a luz un hijo, que recibió el nombre de Joshua o Jesús. El infante fue adoptado por un Rabí llamado José, que lo llevó a Egipto, donde fue iniciado en las ciencias secretas, y los sacerdotes de Osiris, reconociendo que él era la verdadera encarnación de Horus tan largamente prometida a los adeptos, le consagraron pontífice soberano de la religión universal. Joshua y José regresaron a Judea, donde el conocimiento y la virtud del joven excitaron muy pronto la envidia y el odio de los sacerdotes, que un día le reprocharon públicamente la ilegitimidad de su nacimiento. Joshua, que amaba y veneraba a su madre, interrogó a su maestro y se enteró de toda la historia relativa al crimen de Pandira y los infortunios de Miriam. Su primer impulso fue negarla en público cuando dijo en medio de una fiesta de bodas: "Mujer, ¿qué hay en común entre tú y yo?". Pero después, comprendiendo que una mujer infortunada no debe ser castigada por haber sufrido lo que no pudo impedir, expresó: "Mi madre de ningún modo pecó, ni perdió su inocencia; es virgen y, con todo, mi madre: tribútesele doble honor. En cuanto a mí, no tengo padre sobre la tierra; soy el hijo de Dios y de la humanidad".

No proseguiremos más adelante con una ficción tan afligente para los corazones cristianos [nota mía: esta frase y las que siguen son un mero recurso para eludir acusaciones, pues no hay nada más que valga la pena así que acaba de soltarlo todo]; baste decir que los juanistas llegaron hasta a responsabilizar a San Juan de esta tradición espuria, atribuyendo al apóstol en cuestión la fundación de su iglesia secreta. Los grandes pontífices de esta secta asumieron el titulo de Cristo y proclamaron una transmisión ininterrumpida desde los tiempos de San Juan. La persona que se jactó de estos privilegios imaginarios en la época de la fundación del Templo se llamaba Teocleto. Amigo de Hugo de Payens, a quien inició en los misterios y esperanzas de su falsa iglesia, le sedujo con ideas de un sacerdocio soberano y de una realeza suprema; en fin, le designó su sucesor. De esa manera, desde el principio la orden de los Caballeros del Templo estuvo infectada de cisma y conspiración contra los reyes. Estas tendencias se encubrían con un profundo misterio, pues la Orden profesaba externamente la más cabal ortodoxia. Sólo sus jefes conocían sus designios; el resto los seguía de buena fe.

Adquirir riqueza e influencia, intrigar sobre la base de éstas y necesariamente luchar por el establecimiento del dogma juanista fueron los medios y el fin propuestos por los hermanos iniciados. "Observad, –argumentaban entre sí–, "al papado y a las monarquías rivales enfrascados en regateos y ventas, cayendo en la corrupción y tal vez mañana destruyéndose mutuamente. Todo esto indica una herencia del Templo, aguardad un poco y las naciones escogerán entre nosotros sus soberanos y pontífices; seremos el equilibrio del universo, los árbitros y amos del mundo".

Los Templarios tenían dos doctrinas; una era oculta y reservada para los líderes, o sea, la del juanismo; la otra era pública, o sea, la doctrina católica romana. De esta manera engañaban a los enemigos a los que esperaban suplantar. El juanismo de los adeptos era la Cabala de los gnósticos, pero rápidamente degeneró en un panteísmo místico llevado hasta la idolatría de la Naturaleza y el odio hacia todo dogma revelado. Para un mejor logro, y a fin de asegurarse partidarios, fomentaban la pesadumbre por todos los cultos caídos y las esperanzas por todos los cultos nuevos, prometiendo a todos libertad de conciencia y una nueva ortodoxia que sería la síntesis de todas las creencias perseguidas. Llegaron hasta reconocer el simbolismo panteista de los grandes maestros de la Magia Negra, y para aislarse mejor de obedecer a una religión por la que estaban condenados de antemano, tributaron honores divinos al ídolo monstruoso Bafomet, tal como en la antigüedad las tribus disidentes adoraban al Becerro de Oro de Dan y Bethel. Ciertos documentos descubiertos hace poco y ciertos documentos preciosos pertenecientes al siglo XIII ofrecen abundantes pruebas de todo lo dicho aquí. Otras evidencias se ocultan en los anales y símbolos de la Masonería Oculta".

Hasta aquí estos interesantes apuntes de Eliphas Levi, auténtico maestro de misterios mayores, al que hay que saber entender pues sus libros se escriben teniendo en cuenta no molestar a la curia ni a la grey Romana (por ejemplo aquí nos habla de la degeneración y caída de los templarios, pero al hacerlo deja entre líneas la relación de estos con una orden esotérica que deposita conocimientos ancestrales con lo que afirma el nexo entre ellos y ese conocimiento).

En la cita de Eliphas Levi también se encuentra expresado el origen de la consideración de maría como Virgen desde otro ángulo, y aún implícita la legitimidad de la ocultación del personaje real al asumir la persona de Jesús los atributos simbólicos de que lo dotaría el concilio de Nicea –del que habrá que hablar más adelante– para aclamar exitosamente al cristianismo como nueva religión de estado en sustitución del mitraismo romanizado o Sol Invictus.

He procurado hasta aquí tratar el tema dotando al lector de todo tipo de referencias contrastables y discutibles para que pueda vencer los condicionamientos impuestos por su propia herencia cultural, pero si sigo de esta manera no terminaré nunca o me quedaré sin referencias para todo lo que pertenece sólo a la sabiduría oculta, de modo que voy a proseguir mi relato sin tanto detenimiento. Además citaré frecuentemente los evangelios a los a primera lectura acabo de dejar por embusteros y eso merece su explicación: los evangelios son como ya dije relatos alegóricos para instruir a los maestros de misterios mayores que afrontan la iniciación venusta, en ellos hay dichos de Jesús recopilados por sus discípulos y todo tipo de testimonios verdaderos, sólo es ficticio el marco de la historia, el cual puede haber sido alterado por conveniencias de aquel tiempo sin que eso inutilice el valor real del texto que debe ajustarse al drama cósmico que Jesús interpretó sobre el tapete del mundo en alguna forma concreta (cuyos detalles reales podemos desconocer, pero aún alterados eso no altera el drama cósmico que vive todo cristo traicionado por tres traidores (los Tres Malos Amigos de Job, los tres asesinos de Hiram Abiff: Sebal, Orteluk Y Stokin, o los tres demonios de los misterios de Osiris: Apopi, Hai y Nebt), que en los evangelios están personificados por Judas, Pilatos y Caifas (el demonio del deseo, el demonio de la mente y el demonio de la mala voluntad), esos mismos tres traidores son aquellos de los que Apocalipsis (16: 13-14) dice: "Y vi salir dentro de la boca del Dragón y de la boca de la Bestia y de la boca del Falso Profeta, Tres Espíritus Inmundos a maneras de ranas". Una explicación fácil de esta alteración del marco temporal radica en el hecho de que algún discípulo de Cristo Cristificado a su vez y autor de la fuente común de los evangelios sinópticos pudo instanciar el arquetipo de estos tres traidores en tres personajes de su tiempo, después de todo el mensaje no es ni pretende ser o referir hechos históricos, sino una verdad atemporal que se vuelve de rabiosa actualidad para todo el que llega a la iniciación Venusta.

EL MENSAJE DEL GRAN MAESTRO YESHUA BEN PANDIRA Y EL FINAL DE SU DHARMA:

Una cosa es el cristianismo manso que Jesús mando a predicar a los 12 apóstoles (Marcos 6:7 "6 Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. 7 Después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, y les dio autoridad sobre los espíritus impuros".), y a los 70 discípulos (Lucas 10:1-3 “1 Después de estas cosas, el Señor designó también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les dijo:«La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.» yo os envío como corderos en medio de lobos”), genuino, desconocido hoy prácticamente, y otra cosa muy distinta el predicado por las grandes iglesias mayoritarias como la Católica, la ortodoxa o las evangélicas.

Cada discípulo de los que Cristo envió era un maestro competente capaz de usar con provecho la parte esotérica del mensaje original, y estableció su congregación casi aislada de las otras y con connotaciones propias. Estas congregaciones se parecían en su organización a las sinagogas judías, de hecho en las primeras congregaciones cualquiera podía seguir conservando su observancia de la ley Mosaica que no había sido contravenida por Jesús sino más bien regenerada y puesta en su justo lugar, y por tanto puede decirse que eran tanto Cristianos como regeneradores del Judaísmo de los que el grueso de fieles judíos no quiere saber nada. Cuando los discípulos de Cristo van llegando a nuevas latitudes y se van fundando Iglesias (congregaciones) de personal no Judío, estas adquieren la base filosófica de cada lugar –que es regenerada por el mensaje original- y libremente organizan su culto.

Requerirá un arduo esfuerzo documentar a qué sitios llegan los primeros discípulos y qué congregaciones fundan (sobre todo si se intenta explicar de dónde se obtienen los datos). Digamos sólo por ahora que sería inútil para establecer esto acudir a la historia de la iglesia católica, porque las sucesiones apostólicas que esgrime esta iglesia para fundamentar su legitimidad son manifiestamente falsas y muy posteriores a los hechos, de modo que permítaseme saltarme esta parte en mi relato. Digamos simplemente que cada apóstol y cada uno de los 70 fundan tantas sectas como a cada uno le es posible. Además distintas entre sí, porque tales discípulos directos de Cristo, con su conciencia del mensaje de carácter esotérico regeneran el genuino valor original de las tradiciones arraigadas en los sitios donde se fundan las nuevas iglesias (de modo que muchos elementos de estas se incorporan al culto) y no sólo son capaces de fundar grupos y darles sus ritos sino que tales grupos son capaces de soportar cualquier persecución mientras su genuino mensaje es abrazado por la humanidad doliente que lo necesita.

A medida que estas comunidades crecen su organización exige que la enseñanza se establezca en al menos un círculo externo (exotérico) y otro interno (esotérico), este es un proceso digamos natural (y necesario, porque mientras que cualquier miembro de la congregación puede llegar a ser 100 % coherente con la doctrina exotérica si se lo propone, es raro el miembro del círculo interno que consigue eso mismo con el suyo aunque se lo proponga como objetivo mismo de su existencia).

Todos los discípulos directos de Cristo son gnósticos (desgraciadamente 1686 años de catolicismo han puesto un poco difícil la tarea de demostrar esto con base textual). Sin embargo, los discípulos de los discípulos, no todos son conocedores del mensaje original, así que desde esta temprana 2ª generación nos encontramos con cristianos que saben mucho de parte exotérica del cristianismo y nada de su parte esotérica. Las enseñanzas para el círculo exotérico deben formularse por escrito mientras que el mensaje esotérico sigue siendo revelado de labios a oídos: Aparecen los primeros Evangelios. Hay tantos evangelios como Iglesias, cada uno amorosamente distinto como lo son entre sí los grupos (aproximadamente 270 evangelios diferentes, esto se sabe porque todos los evangelios que había en el imperio romano en el 325 fueron recopilados para decidir cuales de entre ellos eran auténticamente inspirados en el concilio de Nicea, donde se descartaron todos menos los 4 que conocemos), además esos evangelios no son todo, pues al contrario de lo que se piensa el propio Jesús sabía escribir: Evangelio según San Juan, capítulo 8, versículos del 5 al 9, refiriéndose a La Mujer Adúltera dice: «5. “Ahora bien, en la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Y Tú, qué dices?” 6. Esto decían para ponerlo en apuros, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir en el suelo, con el dedo. 7. Como ellos persistían en su pregunta, se enderezó y les dijo: "Aquel de vosotros que esté sin pecado, tire el primero la piedra contra ella”. 8. E inclinándose de nuevo, se puso otra vez a escribir en el suelo. 9. Pero ellos, después de oír aquello, se fueron uno por uno, comenzando por los más viejos, hasta los postreros, y quedó Él solo, con la mujer que estaba en medio.» ¿Y entonces, Jesús escribía sí o no?, Es evidente que sí (escribir en la arena, borrar y después hablar fue y es una costumbre de los países árabes). El hecho que no hayan quedado escritos conocidos de su puño y letra es muy fácilmente explicable. Jesús, que era como él decía: «...manso como la paloma, y astuto como la serpiente..», no podía dejar una “prueba escrita de él”, cuando lo estaban vigilando para prenderlo y darle muerte. Y no sólo no hay duda que Jesús era letrado, muchos de sus discípulos también escribían, ocupándose estos personalmente de preservar sus enseñanzas por escrito (como luego veremos). De hecho esos escritos podrían haber perdurado, pero lo que no existía era organización cristiana alguna capaz de custodiarlos en los tiempos de la persecución, de ahí que ahora no existan (aunque de todos modos en la gran mayoría de tales escritos sólo encontraríamos enseñanza exotérica, porque la esotérica se trasmite estrictamente de labios a oídos), además, no se puede hablar de todos los escritos cristianos como recopilación, pues muchos nunca estuvieron recopilados juntos hasta que no fue necesario al poder político erradicarlos por completo.

Con la tercera y siguientes generaciones el número de personas descolgadas de la parte esotérica del mensaje crece exponencialmente mientras que el de los que están al tanto de esa parte no crece ni siquiera de forma lineal. Se establece entonces una relación entre comunidades cristianas de directa rivalidad, los distintos evangelios pueden compararse unos con otros entre una población bastante más alfabetizada de lo que pueda pensarse, con abundantes colecciones privadas de libros en manos particulares y copiadores y traductores profesionales de estos, todo ello en un imperio que está acostumbrado a tener muchas religiones en pugna y en una época de crisis de los valores tradicionales y de resurgir de la espiritualidad. Esta nueva dimensión social de relación entre grupos cristianos llega incluso a ocupar el puesto del mensaje en el momento en que las comunidades cristianas enteramente exotéricas empiezan a preocuparse por preservarse a si mismas y disputarse adeptos entre sí.

Los pocos que tienen noción de la parte esotérica del mensaje, los gnósticos, intentan mostrar la verdadera naturaleza del mensaje a otros. Citemos por ejemplo este fragmento de la obra Filocalia, de Orígenes (185 - 254): “Se han cometido muchos errores, porque la mayor parte de los lectores no han descubierto el método correcto de examinar los textos... El método correcto consiste en comprender los tres niveles en que actúan las Escrituras. El más bajo es la interpretación literal. El siguiente nivel, para quien haya avanzado un poco, es un nivel alegórico que edifica el alma. El último nivel, que revela la gnosis, es para quien sea perfeccionado por la ley espiritual... Siguiendo esta triple senda, el iniciado cristiano avanza de la fe a la gnosis. Si se lee esta cita entre líneas bien puede colegirse que el tercer nivel de entendimiento depende de cierto conocimiento: sólo quien conoce bien el arcano o secreto -la parte oculta del mensaje, equivalente a conocer una ley espiritual-, sólo el que aplica a sí mismo este conocimiento (el que lo practica) está perfeccionado a sí mismo por dicha ley espiritual (desde luego es una forma muy válida de decirlo siempre, pero sólo es posible entender lo que se dice cuando se conoce la parte esotérica del mensaje), será dependiendo de ese perfeccionamiento que se aprecie o no la escritura. Eh ahí la dificultad intrínseca del mensaje. Un nivel literal todos lo entienden, un nivel alegórico está perfectamente al alcance de alguien instruido, pero el sentido auténtico sólo es posible si se conoce la llave, sin ella la escritura es como un texto encriptado.

Hay por esta temprana expansión una evolución independiente y normal de todos los grupos cristianos que hace que visto el panorama desde el potencial destinatario del mensaje que aún nada sabe de él, exista no una nueva religión, sino muchas sectas diferentes que se auto declaran como legítimas depositarias de las enseñanzas de Jesús (y en realidad, aunque esto no es obvio para el observador desprevenido, resulta que a la luz del mensaje original todas lo son).

En este contexto, cómo el paso del tiempo y la expansión del número de cristianos trae consigo la aparición de un fundamentalismo de la parte exotérica del mensaje sí es fácil explicarlo. Hay inquietudes muy importantes, algunas personas están muy interesadas en definir y reglar el culto porque cada grupo siente, a la vista del fenómeno de diferenciación que se observa, que sectas muy diferentes a la de uno se dicen depositarias de la doctrina de Jesús, lo cual no se puede entender, y surge la necesidad de discernir qué es lo que verdaderamente ha dicho Cristo y separarlo de las influencias que se consideran perniciosas.

Este es un deseo que cabe esperar cuando existe una vivencia entusiasta de la religión: la unificación del culto porque está en juego la salvación eterna y no puede tolerarse la diferencia puesto que desde el limitado punto de vista del egoísmo individual, si lo que hace el vecino es diferente de lo que yo hago, uno de los dos no lo está haciendo bien, y por tanto el errado es el otro, no uno.

La tradición de cada Iglesia –siempre en el sentido de congregación y no como ortodoxia- ya está establecida mucho tiempo, y cuanto mayor es la conciencia de lo diferentes que son unas tradiciones de otras, más fuerte es la reacción de dar importancia a lo escrito, buscar en las fuentes escritas no ya la verdadera doctrina, pues esta la establece cada iglesia como escuela de su grey y no tiene discusión posible, ni siquiera la justificación que permita demostrar en forma dialéctica a otras comunidades cristianas que nuestros puntos de vista son la interpretación correcta, sino la justificación que arme a nuestros fieles contra las prédicas de otros grupos.

Todo el proceso hasta ahora descrito cubre hasta el final del siglo II. Todos los escritos de la cristiandad que existen entonces ya son copias y hasta traducciones de otros más antiguos. Al final del siglo II, el griego popular o koiné fue perdiendo vigencia social y los textos usados por la iglesia de Roma fueron traducidos al latín, -sí, ha leído bien: al latín-, de hecho la primera colección –aunque no recopilación- de escritos que puede considerarse una Biblia con nuevo y antiguo testamento es del siglo II y se conoce como VETUS LATINA -latina antigua-, (no se sabe cuantos libros contenía, sólo que en algún momento posterior fue compendiada para estudio de los cristianos de la iglesia católica de Roma) y en cuanto al Antiguo Testamento, su trascendencia radica en el que el esfuerzo por presentar a Jesús como el Mesías profetizado por la religión hebrea hace que se le cite frecuentemente en muchos escritos cristianos, por tanto el cristiano debe estimar esta fuente escrita como propia (este esfuerzo viene de los mismos apóstoles, pues estos no ignoran todo lo que anteriormente se ha comentado sobre la sucesión de los diversos fundadores de religión).

A partir de aquí, me resulta imposible seguir contando esta historia sin chocar frontalmente con las crónicas establecidas por la iglesia católica Romana.

El término «católico» proviene del griego καθολικός (katholikós), que significa universal. Está establecido que el término: «Iglesia católica» aparece hacia el año 110, pero esta fecha se basa exclusivamente en el hecho de que la primera mención a esta iglesia se encuentra en una de las cartas de San Ignacio de Antioquía, que nació alrededor del año 40 después de Cristo y murió en el 113-114, condenado por los romanos en tiempos del emperador Trajano. Se conocen unas 13 cartas atribuidas a él, de las cuales se conservan siete que según la tradición católica fueron escritas camino a su martirio. Estas cartas fueron dirigidas a diferentes comunidades cristianas. Precisamente, la frase donde nombra esta palabra: "Que la muchedumbre se reúna allí donde haya un Obispo, al modo como la Iglesia Católica está allí donde está Cristo", es de la Carta a los de Esmirna (8,1-2).

Ignacio de Antioquía fue el tercer “obispo” (en realidad en esa época sólo podía ser presbítero) de Antioquía, según la tradición católica de la sucesión apostólica, después de San Pedro y Euodius (tradición que precisamente se adoptó por esta iglesia después de observar que los gnósticos la esgrimían como alusión al prestigio de sus maestros, como Basílides, que en el 130 enseñaba en Roma proclamándose discípulo del apóstol Matías). Ignacio sucedió a Eodius alrededor del 68 después de Cristo y fue probablemente un discípulo de los Apóstoles Pablo y Juan. Es considerado, generalmente, uno de los Padres Apostólicos (el primer grupo de los Padres de la Iglesia Católica), y un santo, tanto por el Catolicismo que celebra su santo el 1 de febrero como por la Iglesia Ortodoxa que lo celebra el 17 de octubre.

Siempre según la iglesia católica, Ignacio es el primer escritor cristiano conocido en acentuar fuertemente la lealtad a un único obispo en cada ciudad, el cual es asistido por presbíteros (en el sentido de sacerdotes) y diáconos (en el sentido de asistentes). Sus escritos relatan principalmente la doctrina de supremacía del obispo de Roma y afirman cuestiones teológicas referentes a la madre de Jesús como lo son la inmaculada concepción, la eucaristía como la conocen hoy los cristianos católicos y los dogmas que defiende hoy en día esta Iglesia.

Desgraciadamente lo que dicen esas cartas no tiene sentido alguno en la época en que lo dicen, como mucho podría colar el hablar de diáconos (en un principio encargados de liberar a los demás de otras funciones distintas a la prédica que fuese necesario hacer), incluso se puede hablar de presbíteros, pero ni siquiera hay sacerdotes en ese momento, sino que cualquier hermano de la congregación puede tomar la palabra, y aún menos sentido tiene que se hable de obispos en el siglo II, cuando la misma palabra obispo parece haber sido tomada prestada de la administración civil de Siria, (el “episcopi” o vigilante), en el momento de equiparación en rango imperial de los consagrados católicos a los funcionarios romanos en el siglo IV. ¿qué sentido tiene entonces que se mencione esa palabra en cartas de un hombre ajeno a la política que es conducido al martirio? Más bien y como veremos mucho de lo que dicen esas cartas sólo puede atribuirse a una adulteración posterior, concretamente posterior al concilio de Nicea.

¿y que diremos de la mención expresa a una institución llamada “Iglesia católica”? eso es lo que pone, y si no es un añadido posterior, se puede decir incluso que lo aplica en un sentido genuino, como afirmando que el mensaje de Cristo es común a todas las iglesias y por tanto se puede calificar a todas como una iglesia universal, pero ese no es un uso de tal palabra en el sentido ortodoxo, de hecho no se utilizó en el sentido que tiene hoy hasta que en el año 313 se escribió por primera vez en una carta enviada por el emperador Constantino el grande al procónsul de África, Anulino. En ella aparece el concepto de catholica ecclesia en el sentido de una institución eclesiástica –la de Roma– universalmente reconocida (o dicho de otra forma: reconocida por el emperador), y se alude también a la exención de sus clérigos del pago de impuestos (Constantino escribe al procónsul de África para comunicarle la exención de munera curiales para los clérigos –la jerarquía de distintas dignidades sacerdotales recién instituida, similar a la jerarquía funcionarial del imperio- de la Iglesia católica. La propia carta define lo que él entiende por Iglesia católica: aludía a la organización religiosa por él oficialmente reconocida, que era una entidad universal, la cual abrazaba las comunidades cristianas del mundo romano ligadas entre sí por una íntima comunión).

Entonces ¿son las cartas de Ignacio falsas? En el mejor de los casos tienen que entenderse como un documento interpolado (es decir con convenientes añadidos posteriores). De hecho son tantas las falsedades documentadas en los pocos documentos históricos atribuidos a los primeros dos siglos del cristianismo que vista la cuestión con la mentalidad de hoy en día existe tendencia a dudar de la propia existencia de Jesucristo (si bien ya henos visto que no existen evidencias históricas de la personalidad de Jesús y que no pueden existir porque vivió unos 100 años antes, no es discutible su existencia como fundador de religión genuino porque, obviamente –para la conciencia, no tanto para la mente pensante que no ve relación alguna entre los acontecimientos que relaciono seguidamente– de no ser él verdadero, su mensaje no habría trascendido del modo en que lo hizo). Las cartas de Ignacio son el único documento en el que descansa la existencia de la iglesia católica antes de la mención hecha de esta por Constantino en el 313 e incluso de la pretendida sucesión apostólica de los que dirigen la iglesia después del concilio de Nicea.

Entonces ¿qué había como cristianismo si no existía la iglesia católica? Pues había una multitud de sectas y tradiciones que se declaraban herederas del mensaje de Cristo y que tenían sus propios libros sagrados a las que podemos llamar Cristianismo Gnóstico. Algunas de estas sectas tenían el nuevo mensaje en forma tal que rescataba el sentido de formas religiosas paganas anteriores pues eso que se llama paganismo, no es tanto una religión como un conjunto de religiones porque deviene de la arcaica religión de Jano o de los Jinas, la religión de la edad de oro, la religión del júpiter Dios del día que la simplificación de los siglos hace confundir con el crónida homónimo. De aquella religión primigenia sólo queda el recuerdo de una frase de las saturniales: "Saturno expulsó a Jano del olimpo y lo condenó a enseñar a los hombres de la tierra", lo que bien entendido significa que Jano es el instaurador de la religión en la edad de oro y que es el alma humana de Saturno o Crono... Vistas así las cosas no es de extrañar que una vez llegado el mensaje de Cristo, cada lugar recuperase el sentido original de sus tradiciones y por tanto apareciesen multitud de sectas diferentes a la vista del intelecto pero equivalentes a los ojos de la conciencia. Este hecho diferencial turbará a los autores intelectuales de la iglesia católica como la conocemos quienes, movidos en realidad por altos ideales y magníficas intenciones de distinguir el grano de la paja y dirimir (por desgracia sólo con la mente) "el verdadero" mensaje de Cristo cuando ya este casi había expiado sus tiempos dharmicos, concluirán para siempre con la edad de oro de esa religión entregada con tanta misericordia a este afligido mundo al tratar de discernir lo verdadero de lo falso cuando sólo se estaban ocupando de la paja sin saber que existe el grano...

Pero omitamos por ahora tanto ese relato como el del cristianismo gnóstico, y volvamos al catolicismo –el cual no puede explicarse ni entenderse sin narrar los acontecimientos políticos que lo sacan de la clandestinidad y poco después lo convierten en religión oficial del imperio–, veremos con claridad que lo que afirman esas cartas no puede ser cierto, pero veremos aún mucho más que eso.

Los primeros tres siglos del cristianismo parecen haber sido borrados de la historia por la propia iglesia (siempre empeñada en destruir antiguos registros y bibliotecas paganos) hasta el punto de no haber apenas rastro no ya del cristianismo primitivo sino siquiera del Jesús histórico.

Los restos arqueológicos del siglo III nos hablan de un cristianismo que poco o nada tiene que ver con el catolicismo:

Ya que no existen templos, las comunidades cristianas necesitaban dos tipos de ubicaciones para realizar sus actividades religiosas: domus ecclesiae y cimeterios. Domus Ecclesiae es el equivalente a una parroquia actual. No tenían una forma especial debido a que normalmente se empleaba una vivienda romana normal de dos pisos adaptándola a las funciones que necesitaban dividiéndola con tabiques. Las domus ecclesiae solían tener salas para la celebración del acto eucarístico, los ágapes, los bautizos, otras para la formación doctrinal de los presbíteros a los catecúmenos o neófitos (no bautizados), salas de tipo administrativo e incluso también la vivienda para el presbítero.

La sala destinada a la Eucaristía solía tener un gran tamaño y estaba dividida en dos partes por un arco o una puerta debido a que los catecúmenos no podían ver aunque sí escuchar la Consagración, así que debían retirarse a la segunda parte de la estancia (catecumenado) al llegar dicha parte. Estas parroquias son llamadas indistintamente Domus ecclesiae o Tituli. Las dos parroquias más importantes que se conservan son el Titulus de San Martino al Monte (Roma) y el Titulus de Dura Europos (Siria):

Luego están los Cimeterios (cementerios). En este periodo de la arquitectura y arte cristiano había dos tipos de enterramiento: los areae y las catacumbas. Los Areae se encuentran en prácticamente todo el Imperio puesto que fue el tipo de cementerio habitual entre los cristianos. Estaban formados por tumbas cubiertas por losas con la particularidad de que muchas tumbas disponían de una mesa, o bien, en el cementerio había una sala cercana a las tumbas con esas mesas, debido a los ágapes funerarios que se celebraban tras el entierro en el cementerio. Otras comunidades más pudientes tenían, en vez de un recinto cerrado, un pórtico con columnas en un lateral del cementerio donde se disponían las mesas. A ciertas personas de la comunidad, consideradas más santas o más dignas, se les concedían tumbas más elaboradas, no cubiertas únicamente por losas sino por pequeños monumentos arquitectónicos que consistían en pequeños túmulos cuadrangulares o trilobulares de no más de 2 metros de altura llamados cellae. A veces incluso estos cellae se consideraban insuficientes y se construían edificios más elevados circulares y cubiertos por cúpulas que son el inicio de los mausoleos. Tenían está forma debido a que estaban inspirados en los heroa (pequeños edificios de planta circular cupulados que servían para rememorar los hechos o la muerte de algún héroe pagano).

Las catacumbas sólo se encuentran en zonas de roca blanda: Roma, sur de Italia (Nápoles y Sicilia) y en el Norte de África. Los cristianos se solían apropiar de terrenos cercanos a caminos donde ubicaban sus cementerios tras consagrarlos. En las persecuciones que se hicieron contra los primeros cristianos, los romanos solían saquear esos cementerios. Para evitarlo, los cristianos se acogieron a una institución oficial romana de carácter funerario llamada Collegia Salutaria que proporcionaba a la sociedad, entre otras cosas, lugares donde enterrar a sus muertos. De esta manera las autoridades no podían ir en contra de su propia institución y saquear tumbas cristianas, así que en un determinado momento prohibieron a esta institución ceder a los cristianos tierras. Así, cuando las tierras cedidas se llenaban de enterramientos, los cristianos se vieron obligados a horadar galerías subterráneas en esos lugares para enterrar en ellas a más muertos. Este sistema hace que lo más cercano a la superficie no sea lo más reciente, como suele suceder, sino lo más antiguo (los niveles arqueológicos están invertidos). El nombre de "catacumba" procede del cementerio de San Sebastián, próximo al río Tíber. Para acceder a él había que descender por una cuesta hasta llegar a una hondonada (ad catacumba) y de ahí se fue extendiendo ese nombre a otros cementerios, aunque no hubiera hondonada.

Una catacumba estaba formada por entrecruzamientos de galerías más o menos regulares. Los pasillos transversales, que eran muy estrechos, eran llamados ambulacrum. Estaban llenos de nichos llamados loculi. Los de las personas a las que la comunidad quería resaltar tenían un arco de medio punto encima y eran llamados arcosolium. Algunos pasillos terminaban en unos pequeños recintos donde se colocaba normalmente una mesa, probablemente abatible, y adosado a la pared había un banco (algunos con una cátedra, probablemente para el presbítero). En estos pequeños recitos se celebraban los ágapes funerarios y eran llamados cubiculum. A veces estas salas también tenían nichos y otras veces estaban decorados. Es muy probable que familias pudientes (seguramente patricios romanos) hicieran de los cubicula pequeños mausoleos.

El empleo de las catacumbas se extenderá hasta los siglos IV y V, mucho después de la legalización del cristianismo. La razón por la que se siguieron empleando en momentos donde los cristianos podían contar con amplios espacios para sus enterramiento sin miedo a las persecuciones se debe a que los fieles querían ser enterrados cerca de los primeros cristianos, muchos de los cuales murieron como mártires.

Los primeros cristianos utilizaron imágenes de carácter simbólico para representar aspectos fundamentales de su doctrina. Las imágenes en los domus o en las catacumbas no va a aparecer hasta el siglo III debido a que el crisitianismo, que se fundamenta en el Antiguo Testamento, es una doctrina que reniega de la imagen de la divinidad. La eclosión iconográfica del siglo III, que además aparece de igual manera en lugares muy lejanos, se debió a una unificación de criterios debido a la petición insistente de miembros cristianos de que aquello que se les explica aparezca en imágenes Muchos de estos miembros son romanos cristianos que estaban acostumbrados a que se representaran las escenas referidas a las religión.

Al iniciarse la iconografía cristiana, se emplean fundamentalmente símbolos debido a la tradición de prohibir la imagen descriptiva, pero paulatinamente la iconografía comenzará a hacerse narrativa. Algunos de los símbolos más importantes son:

El Buen Pastor: representa una figura masculina, joven, vestido como un pastor, que lleva sobre sus hombros un cordero y, generalmente, con una mano sujeta las patas y con la otra una jarro de leche o alguna otra cosa relacionada con la ganadería. Representa al Cristo redentor. No es original, proviene del moscóforo griego, que era el joven que llevaba los animales en los sacrificios, el portador de las ofrendas. Es un símbolo del culto. Esta imagen fue tomada por los romanos para uno de sus dioses más queridos: el Hermes crióforo, que era la imagen moral del dios protector. Este símbolo se dio principalmente en el siglo III.

El Cristo filósofo: está representado igual que un filósofo clásico (túnica corta, pelo corto y sandalias), con una actitud docente a la masa (da sensación de estar cercana de la gente). Sujeta siempre un libro. El filósofo para la sociedad romana estaba, por su formación, próximo a la divinidad. Representa tanto a Cristo filósofo como a la doctrina cristiana como auténtica filosofía. Es muy común en el siglo III, sobre todo en sarcófagos.

El Cristo pescador: está relacionado con el Bautismo. Es el Cristo que está pesando las almas (los peces) procedentes de las aguas del bautismo. Procede de un símbolo moral pagano del que no se sabe qué carga moral tenía. A veces al lado de él aparece una escena del Nuevo Testamento en la que Juan, una figura grande, posa la mano sobre la cabeza de Cristo, una figura pequeñita, ya que representa a un niño porque la Liturgia de ese momento denomina como "puer", niño, al catecúmeno en el momento del bautismo.

En ocasiones, aparece una paloma ya que en los Evangelios se cuenta que en el momento en el que Juan estaba bautizando a Jesús se abrieron los cielos y bajó el Espíritu de Dios en forma de paloma y sonó una voz que decía "Este es mi Hijo bien amado". Supone una reafirmación de la Santísima Trinidad.

El ágape o banquete eucarístico: está inspirado en el tipo de banquetes grecorromanos (mesa semicircular, comensales reposando en divanes, etc.). Siempre hay platos pero no con pan sino con pescado, ya que el pez es un símbolo acróstico de Cristo.

Las almas en el Paraíso: es el icono del más allá. Se trata del Buen Pastor rodeado de paisaje y animales (jardín celestial). Hay siempre machos cabríos, que representan el alma indómita que consiguió reformarse, y ovejas, que simbolizan el alma limpia.

El orante: se trata de una figura con ambas manos hacia arriba. Proviene de la iconografía pagana, en la que representaba a la piedad. En el cristianismo aparece convertida en el alma que da gracias a Dios (de alabanza) o el alma suplicante, depende del contexto.

También se representan escenas del Antiguo Testamento. Siempre se representan los mismos episodios debido a que estas escenas están sacadas de las "Comendatio animae" (recomendación del alma), oraciones fúnebres que se cantaban frente a los difuntos para la salvación del alma. Tiene dos partes: una es alusiva al Antiguo Testamento donde se citaban aquellos personajes que habían sido salvados milagrosamente por YHVH. La otra es alusiva al Nuevo Testamento donde se citaban los milagros de Cristo que había salvado también milagrosamente a ciertos personajes: “Padre, libera su alma como liberaste a Noe del diluvio, a Isaac de manos de Abraham, a Jonás de la ballena, a Daniel de los leones, a los tres jóvenes del horno y a Susana de los viejos. Tú también, hijo de Dios, libera su alma, tú que has abierto los ojos al ciego de nacimiento, has curado al paralítico y resucitado a Lázaro”.

Las escenas de las comendatio relativas al Antiguo Testamento nos presentan dos variantes iconográficas con sus respectivos contenidos, que son conciliables: los ejemplos de salvación y las prefiguraciones.

Los cristianos ven con una gran animadversión la Crucifixión de Cristo porque era el castigo destinado a los peores criminales, por lo que recurren a una serie de escenas del Antiguo Testamento que tienen un paralelismo con la Pasión de Cristo y son una premonición de lo que ocurrirá en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Jonás es arrojado al mar porque le creían causa del mal tiempo, lo que equivaldría a la Pasión de Cristo. Jonás es comido por la ballena y permanece en su interior tres días hasta que lo escupe y es llevado hasta una playa. Ello equivaldría a la muerte de Cristo que permanece así tres días hasta su Resurrección.

El pecado original: se representa siempre de la misma manera: el árbol de la ciencia entre Adán y Eva. Es habitual que aparezca la serpiente, normalmente enroscada en el árbol, a veces en el tronco, a veces en las ramas, a veces dirigiéndose a Eva. Muchas veces Adán y Eva se encuentran cubriéndose los genitales con hojas de parra y se muestra su arrepentimiento.

Jonás y la ballena: normalmente se le representa en el momento en que es arrojado al mar. Durante este periodo la ballena se representa como un dragón. A veces se representa toda la historia en varias escenas, a las que se le añade una última que viene de Endymión, un protegido de Zeus al que este le da un descanso placentero para siempre. Esta última escena representaría el descanso eterno del alma en el paraíso.

Entre las escenas del Nuevo Testamento está la Anunciación: es muy importante porque es el inicio de la Redención. Se representa a la Virgen entronizada con el ángel anunciándole la noticia con el brazo extendido. La adoración de los Reyes Magos: o Epifanía (salvación universal). El número de reyes que aparecen es variable, se representa como astrólogos probablemente persas que por un cometa adivinaron que había ocurrido algo especial, el nacimiento de un personaje muy importante para la humanidad. El hecho de que los magos sean extranjeros y de otra religión (ni judíos ni cristianos) es muy importante ya que dan un carácter de universalidad a la Redención.

Todo esto está tomado de http://www.arteespana.com/artecristiano.htm.

Llegados al siglo IV (año 300), una fuerte crisis económica sacude en esos momentos el imperio y tras varias guerras civiles un solo emperador lo gobierna de nuevo, este emperador tiene un plan –no para los cristianos, sino para el cristianismo–: lo necesita para poder gobernar moralmente al hombre además de hacerlo con el imperio de la ley, pues está al tanto de que es a este tipo de gobierno al que los hombres son más leales (en otras palabras: como religión oficial del imperio, papel de cuya necesidad son conscientes ya los políticos como se ha visto en el caso del mitraismo, asimilado a la oficialidad en la forma del sol invictus por claudio segundo "el gótico" en aras de garantizarse la lealtad del ejército en una maniobra que retrasó 300 años la caída del imperio romano).

En 313, a través del Edicto de Milán, el emperador Constantino I había decretado la libertad de culto para los cristianos y el fin del Mitraísmo -en su forma romanizada de Sol Invictus-, como religión oficial del Imperio. Esto hace que de pronto un cierto grupo de personas que hubiese costado imaginar como cristianos proscritos hace sólo un año, instituyan la Iglesia Católica junto con algunos cristianos que están buscando el favor imperial, una iglesia con clero, con una similitud estética con el culto a Mitra nada casual, que incluso admite a muchos clérigos de esta confesión en sus filas (a causa del continuo ir a peor de su antigua institución religiosa en pro de esta nueva, a la que se “convierten” en masa), pero que sin embargo reivindica para sí la patrística de todos los cristianos célebres y se preocupa de incluir en sus filas a todos los presbíteros de otras Iglesias a los que ahora, por razón de sus nuevos privilegios imperiales, se les llama “obispos”.

Si bien todo esto sólo muestra la voluntad imperial de acercarse a los cristianos, que bien podría ser tomada como un simple reconocimiento a una población cristiana cada vez más numerosa, la cercanía de la institución católica al poder también está documentada -desde el mismo nacimiento de la institución- en el hecho de que ese mismo año 313, la iglesia católica reconoce al emperador Constantino el derecho a inmiscuirse en los asuntos cristianos nombrándolo “vicario del cristianismo”, un nuevo cargo que sería el equivalente cristiano del grado pagano de Pontifex Maximus que Constantino ya ostenta. El colegio de pontífices -Collegium Pontificum- era el más importante cargo de sacerdocio de la Roma pagana Antigua. La fundación de este colegio sagrado es atribuida al segundo rey de Roma, Numa Pompilio, con el objetivo de servir como consejero del rey en todo lo concerniente a la religión. El colegio era dirigido por el pontifex maximus (constructor de puentes “entre dioses y hombres” simbólicamente, o “sobre el Tíber”, río sagrado al que sólo la autoridad sacerdotal máxima puede “molestar” construyendo puentes sobre él) y todos los pontífices ejercían su cargo de por vida, para distinguirlo, el pontifex maximus vestía la “túnica de colores” de la que habló Cicerón (la toga travea que vistió Julio Cesar). Antes de la fundación de la institución, todas las funciones administrativas y religiosas así como el poder eran ejercidos por el rey, y en el caso de Constantino el cargo se asumió personalmente. No era extraño entonces que una vez en marcha el cambio de religión oficial se buscase un reconocimiento equivalente de la institución católica que, -por qué no decirlo-, estaba ansiosa por darlo.

Lo que acaba de ocurrir no guarda relación alguna con la inmensa mayoría de las comunidades cristianas, sin embargo sólo 12 años más tarde, el emperador va a convocar un concilio tras el cual al mundo le parecerá que nunca existió otro cristianismo que el católico. Para entender este "milagro", mejor veamos el siguiente relato de Santi Benítez tomado de su blog y titulado: “El Concilio de Nicea, el ocaso de la Civilización Clásica”:

Es imposible hacer una reflexión fundada sobre que fue, pero, sobre todo, que ha significado para el ser humano el Concilio de Nicea sin situarlo en el contexto histórico en el que se desarrolla. Porque es ese contexto histórico el que coloca a sus actores relevantes y el que dibujaría la escena de un mundo que, a partir de dicho Concilio, se tragaría todo lo anterior a causa del fundamentalismo religioso, hundiendo a la humanidad en más de 1000 años de oscurantismo; la Edad Media. Y sin hacer esa reflexión es imposible entender cómo la sabiduría de sabios y filósofos, recogida y mimada durante más de diez siglos anteriores a dicho Concilio en bibliotecas, academias y escuelas, fuera, de repente, tragada por la noche de los tiempos durante otros diez siglos. Sabiduría que, aún hoy día, no ha sido recuperada del todo y que, con toda probabilidad, jamás lo será.

Constantino el grande (306-337)

Es evidente que el hecho histórico más relevante en el siglo IV, tras la restauración del Estado llevada a cabo por Diocleciano, es la conversión del cristianismo en el catolicismo, siendo, de la noche a la mañana, la religión sociológicamente dominante del mundo mediterráneo. Si a principios de siglo el cristianismo no deja de ser una más de las tantas religiones de salvación de origen oriental existentes en el Imperio, mediado el mismo y tras su reconversión en catolicismo, se transforma en una marea que lo engulliría, mediatizaría y estrangularía todo, desde la misma sociedad, hasta la cultura y, por supuesto, la política. Ese cambio, sin embargo, no se produjo sin una profunda crisis que queda reflejada en el pensamiento histórico y literario de la época.

Esto sería inexplicable sin la figura de Constantino (306-337) como emperador de oriente. Es más, si el reinado de Constantino no hubiera tenido lugar, el catolicismo no existiría. Como figura histórica Constantino vive una época convulsa y tremendamente complicada, lo que refuerza su imagen de hombre inteligente que no sólo fue un gran militar y estratega, sino también un político hasta la médula. Todo ello sin obviar el carácter severo, violento y de ostentación que marcaron a casi todos los emperadores del imperio.

Hay que trasladarse hasta el 1 de mayo de 305, cuando Diocleciano abdica, para ver a las claras como la crisis del sistema llamado Tetrarquía (dos césares y dos Augustos) se hace evidente. La retirada de los dos Augustos implicaba de forma directa la trascendencia del poder imperial, no inherente a quien lo ejerciera. Por lo tanto, los dos Césares pasaron a ser Augustos (Constancio y Galerio, ostentando aquel el titulum primi nominis, la preeminencia moral sobre el título de Emperador), y se nombran dos nuevos Césares: Maximino para oriente y Severo para occidente. El equilibrio del sistema es precario, siempre lo fue, pero ahora lo es más que nunca. El mecanismo de poder, mal fundamentado por Diocleciano, mezcla dos reglas incompatibles: la elección subjetiva y arbitraria del aspirante - derecho de este en el sistema de sucesión del Augusto-, y el automatismo propio del sistema monárquico -hereditario por primogenitura-. Esto sólo dio lugar a una serie de luchas, principalmente por la exclusión del sistema en el 305 de los hijos de aquellos que fueron Augustos y Césares. En ese alzamiento, Constantino, hijo de Constancio, logra controlar la Galia e Hispania, siendo nombrado César por Severo -quien termina siendo asesinado por los propios pretorianos que nombran Augusto a Majencio, hijo de Maximiano-. Para terminar de arreglar el desaguisado Diocleciano nombra a un Augusto occidental por su cuenta, Licinio, en 308.

Todo esto podría parecer muy complicado a simple vista, pero es más sencillo de lo que parece. Imagínense que en el año 308 siete emperadores tenían, más bien pretendían tener el título de Augusto: Maximiano, Galerio, Constantino, Majencio, Maximino Daia y Licinio. Incluso Domicio Alejandro, en África, se vistió de púrpura. Evidentemente la situación se solucionó a base de eliminación, nunca mejor dicho, de candidatos. Maximiano fue asesinado precisamente por Constantino, su propio yerno, en el año 310. En el 311 Galerio muere de enfermedad, no sin antes publicar un edicto de tolerancia religiosa hacia los cristianos, a los que persiguió enconadamente por servir de espías para sus adversarios. Ese mismo año un prefecto de Majencio asesina a Alejandro. Estos hechos dejan camino expedito a Constantino y Majencio en el Oeste, y a Licinio y Maximo Daia en el Este.

Lo cierto es que la figura de Majencio ha sido considerada como la de un usurpador por todos los historiadores, y como la de un tirano y asesino de cristianos por parte de las fuentes eclesiásticas. Lo primero es cierto, lo segundo no podría estar más lejos de la realidad. Majencio, de hecho, siempre practicó políticamente la tolerancia religiosa. Y tiene su lógica dado que los problemas que lo obligaban a gobernar al día, con el único apoyo de los pretorianos y del pueblo romano -la plebe-, no así de los elementos senatoriales que no veían con buenos ojos la fiscalidad impuesta a sus patrimonios, a lo que hay que sumar la pérdida de Hispania a manos de Constantino, y la falta de avituallamiento de Roma por culpa de los disturbios causados por Alejandro en África, no le permitían preocuparse por quien y que religión se practicaba.

Sin embargo, quien tomó la iniciativa que restablecería la unidad imperial fue Constantino, demostrando ser el mejor estratega de los cuatro en liza. Sabía que Licinio, responsable de la península balcánica, no intervendría ya que había llegado a un entendimiento con Maximino, así que invadió Italia por los Alpes y derrotó en el Puente Milvio a Mejencio el 28 de octubre de 312. La tradición católica entiende esa victoria como milagrosa e incluso dice que las legiones adoptaron la cruz como emblema para ir a la batalla (in hoc signo vinces). Pero la realidad es que el milagro habría sido que Majencio hubiese podido vencer a las legiones sólo con sus pretorianos, por no hablar de que las legiones mandadas por Constantino portaban como estandarte un esbozo de lo que más tarde pasaría a ser el Crismón o Lábaro (el jeroglífico XP), estandarte militar de Constantino, no la cruz, que como símbolo cristiano no fue usado jamás, y como símbolo católico no es usado hasta bien entrado el siglo VII. Es más, la cruz como símbolo era repudiado por los cristianos por su origen simbológico pagano ("Los cristianos incluso repudiaban la cruz debido a su origen pagano. [...] Ninguna de las imágenes más antiguas de Jesús lo representan en una cruz, sino como un dios pastor a la usanza de Osiris o Hermes, portando un cordero" -Barbara Walker, The womans enciclopedia of myths and secrets, San Francisco, Harper and Row, 1993-).

Constantino llega a un acuerdo con Licinio, más dado a negociar que a luchar, para repartirse el pastel, ganando a su causa a todos los grupos religiosos que pululan por el Imperio con el Edicto de Milán de 313. Para empezar la idea no parte de Constantino, sino de Licinio, que ya en el 311 había usado el mismo sistema firmando junto a Galieno un edicto de tolerancia para apaciguar a los grupos religiosos de sus ámbitos gubernamentales. Este primer edicto de 311, firmado por Licinio y Galieno, es obviado por las fuentes eclesiásticas de forma interesada, tomando el firmado en 313 como de libertad de culto para los cristianos en exclusiva y dando como impulsor del mismo a Constantino. Lo cierto es que tanto el de 311 como el de 313 son edictos de tolerancia religiosa para todas y cada una de las religiones que existen en ese momento, no sólo para los cristianos.

Este entente entre Constantino y Licinio dejó a Maximino Daia aislado. El edicto consiguió que las diferentes religiones en los territorios de este último se volvieran más belicosas e incluso inspiraran revueltas. Esto sumado a su débil posición estratégica dio como resultado su derrota en Adrianópolis a manos de Licinio ese mismo año 313. Maximino Daia es considerado por fuentes eclesiásticas como un acérrimo perseguidor de cristianos (¿...?). El Imperio volvía a tener los Augustos precisos. Licinio se convirtió en cuñado de Constantino al casarse con su hermana. Pero sólo eran aliados en apariencia.

La necesidad de creación del "Imperium Christianum" (306-379)

Es ese año 313 cuando Constantino comienza, de verdad, a tener en cuenta a los cristianos como fuerza de mantenimiento del orden y la paz, no sólo porque están organizados a lo largo y ancho de todo el Imperio, lo que los convertía también en una fuerza de espionaje y sabotaje sin parangón, sino porque la doctrina cristiana se acercaba mucho a lo que él mismo entendía por una religión. Como su padre, Constantino era un adepto al culto solar -Sol Invictus-. Las fuentes católicas se hacen eco de su revelación divina a raíz de una aparición. Lo cierto es que Constantino fue adicto a las apariciones divinas, entre ellas la de un Apolo Solar durante su estancia en Vosgos. Es evidente que Constantino era más un hombre de Estado que un hombre religioso, y su política al respecto lo prueba. Durante el año 313 los símbolos cristianos se multiplican en las monedas y las menciones a otros dioses "paganos" se van apagando. Pero es en el año 314 cuando los cristianos le piden que intervenga en una disputa con respecto a la doctrina donatista, vendiéndole la imagen de perturbación de la paz que producía la duplicación de la doctrina cristiana. Era evidente que la idea de unificación que Constantino albergaba tendía a cerrar una disputa que había dividido el norte de África, fuente de avituallamiento de todo el Imperio, donde surgían comunidades cristianas paralelas por doquier con una doctrina que estaba tomando el tinte de una cierta lucha social -los campesinos, literalmente trillados por los impuestos imperiales para el mantenimiento de las luchas internas entre los tetrarcas, se sintieron más cerca de los donatistas, cuya nueva doctrina aprovechaban para saquear haciendas y bienes de aquellos que no la compartían-. Donde de verdad Constantino vio la oportunidad fue en que, si bien los cristianos no donatistas le habían pedido intervención, los donatistas también lo hicieron. Y él no desaprovecha la ocasión para imponer su criterio. Nombra a Milciades obispo de Roma y a Marcos, procónsul de África, como jueces en la disputa, celebrando el llamado Concilio de Arlés, al frente del cual pone a Ceciliano. La cuestión no era que el Concilio terminara con el cisma donatista, para Constantino la cuestión era que el Concilio de Arlés es el primer Concilio sujeto a arbitrio imperial y abría una serie de posibilidades que, como hombre de Estado, no le pasaron desapercibidas. El Concilio de Arlés es el verdadero antecedente histórico para el Concilio de Nicea, también sujeto a arbitrio imperial.

A partir del año 314 Constantino entra en una espiral filocristiana favoreciendo a dicha doctrina frente al resto. Entiende perfectamente que la religión es un arma formidable si consigue que esta respalde al Estado: gobernar al ciudadano no sólo legislativamente, sino también moralmente. Esta actitud lo enemista rápidamente con Licinio, más dado a la tolerancia hacia todas las religiones, que comienza a tener problemas con el fundamentalismo cristiano que se extiende por sus dominios a causa de Constantino. Este termina por atacarlo de forma unilateral arrancándole las provincias de Panonia y Mesia. Pero finalmente se acuerda una tregua de diez años. Al mismo tiempo Diocleciano muere en Salona, haciendo que la situación vuelva al principio de la sucesión hereditaria. En rigor, el concepto dinástico requiere un sólo emperador que imponga a su propia dinastía. Así que la guerra estalla en el 324, presentada por la tradición católica como una cruzada, cuando no deja de ser el mismo sistema de eliminación que se venía produciendo desde 312. Licinio es derrotado en Adrianópolis y luego en Asia Menor. Se rinde, siendo ejecutado junto a su hijo. Este acto, bárbaro en apariencia, restablece la concentración de poder imperial en una sola mano, asegurando la sucesión dinástica en esas mismas manos.

Una vez eliminados todos sus adversarios, que optaban a obtener el mando del Imperio, Constantino comienza a cimentar las bases para que ese mando que ahora ostenta no pueda ser discutible. Para ello primero crea una base que respalde a su dinastía, así que la llama segunda dinastía "flavia", sosteniendo que su padre era descendiente de Claudio II, el Gótico. Convencido de la necesidad de crear un gobierno respaldado por una religión de Estado, se lanza de lleno a la creación del Imperium Christianum. Las bases para ello las viene creando desde el 313, cuando comienza su actitud "césaropapista". Es más, él es el primero que acuña el concepto de Iglesia Católica, no San Pedro ni ningún otro santo, Constantino. En una carta enviada al procónsul de África, Anulino, a raíz del cisma donatista, se incluyen dos puntos que aclaran cuales son sus intenciones. Es el primer escrito en el que aparece el concepto de catholica ecclesia - es decir, universalmente reconocida- y la exención de sus clerici de las cargas (numera) curiales; la concesión de la inmunidad eclesiástica. Podría parecer que este acto fue gratuito, pero teniendo en cuenta que los cristianos, donatistas y no donatistas - aunque son los primeros lo que se apropian del término-, se consideran a si mismos soldados de Cristo - agonistici-, y que Constantino vislumbra ese Imperium Christianum, no sólo no se puede decir que es un acto gratuito sino que además se puede aseverar que fue interesado y, políticamente, muy acertado.

La creación intelectual del crisol de la cristiandad.

Si bien en el año 325 la religión más favorecida por el Estado, no sólo desde la ley, sino también de forma económica, es la cristiana, no deja de ser cierto que la religión más popular es el mitraismo. El ferreo código moral cristiano y el fundamentalismo del que hacen gala los cristianos no atrae demasiado a una ciudadanía que acostumbra a cambiar de religión según sus preferencias, el tipo de celebraciones que practican, etc, etc. Esto se debe a la gran oferta religiosa que existe.

Hasta el año 320, el cristianismo es tolerado y favorecido, pero nunca convertido en la religión oficial del Estado. Es la época de compromiso con la antigua religión -Constantino seguía siendo pontifex maximus, impronta que remarca en el Crismón o Lábaro, estandarte militar de Constantino- y de equilibrio entre cristianos y paganos. Tanto es así que el Emperador tiene consejeros de varias religiones... pero por los cristianos tiene a Osio de Córdoba (256-357).

Esta figura, que parece pasar desapercibida en los libros de historia, siendo nombrada sólo de soslayo, jugará un gran papel en los hechos que desembocarían en el Concilio de Nicea. Para poder demarcar su carácter decir que, anteriormente, ya participa de forma activa en el Concilio de Elvira en Hispania. Concilio poco conocido en el que se trata la separación de las comunidades judías hispanas y estrictas prohibiciones para alejar a los cristianos de "ambientes" paganos. Estas prohibiciones afectaban desde la asistencia de cristianos a las carreras de cuadrigas hasta el culto imperial o la asistencia a fiestas promovidas por otras religiones -no he logrado encontrar cual sería el castigo para quienes obviaran estas prohibiciones-. Entre sus 81 cánones, todos disciplinares, se encuentra la ley eclesiástica más antigua concerniente al celibato del clero, la institución de las vírgenes consagradas (virgines Deo sacratae), referencias al uso de imágenes -cuya interpretación aún es muy discutida-, temas como el matrimonio, bautismo, ayuno, excomunión, enterramiento, vigilias, o cumplimiento de la obligación de asistir a misa. Pero no adelantemos acontecimientos...

Constantino se da perfecta cuenta de que si quiere un respaldo religioso a su política, si pretende conseguir el gobierno del hombre por la ley y la moral, necesita no sólo respaldar su dinastía, ser pontifex maximus o ejercer el cesaropapismo. Es menester que las diferentes religiones admitan el origen divino de su poder, no porque sea dios, sino porque dios así quería que fuera. Necesita que las diferentes religiones respalden al Estado y unifiquen criterios que le sean más provechosos al Imperio. Precisa que las distintas religiones unifiquen criterios en vez de entrar en una guerra abierta por los creyentes. En parte ya lo está consiguiendo con el mitrianismo - Sol Invictus- y el cristianismo. Un buen ejemplo de ello es que el Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado (Dies Natalis Solis Invicti) se celebraba cuando la luz del día aumentaba tras el sosticio de invierno, en alusión al "renacimiento" del sol. Este Festival corría desde el 22 al 25 de diciembre... -¿Les suena?-, curiosamente resulta que es a partir del Concilio de Nicea cuando queda sentado que el 25 de diciembre es la fecha del nacimiento de Cristo -no de Jesús, de Cristo-. También quisiera señalar que el gorro que usaran obispos, arzobispos y el mismo Papa, la mitra, tiene su origen en el tocado de dignidad que llevaban los sacerdotes de Mitra y, posteriormente, los sacerdotes persas que vestían de blanco -es evidente que el tocado no era, ni mucho menos, parecido a lo que, hacia el siglo V, se usaba en la Iglesia Oriental, que no pasaba de ser un bonete semiovoide. Pero su origen está claro y es indiscutible-. Incluso el halo que aparece en las figuras de los santos rodeando su cabeza es una copia del que aparece alrededor de la cabeza del auriga del carro del Sol Invicto.

Para el Emperador no existía problema a la hora de reunir a las diferentes religiones paganas. El problema era, precisamente, meter en el saco a los cristianos. Y Arrio fue la excusa perfecta. No se puede decir que Constantino engañara a los cristianos, sin duda Osio tenía muy claro cual era el fin último del Concilio que el Emperador quería hacer, pero también tenía muy claro que las ventajas para el cristianismo de esa unificación de doctrinas que diera lugar a un credo universal eran muchas, siempre y cuando todo lo aprobado en Elvira pudiera ser impuesto, y, de paso, se quitaba de enmedio no sólo a Arrio, que se estaba convirtiendo en un verdadero problema en las diócesis orientales, sino a otras muchas "herejías" incipientes basadas en los diferentes evangelios que pululaban por el imperio. Aquí Constantino también da muestras sobradas de ser un hombre de Estado. La doctrina arriana le es más simpática que la fundamentalista ostentada por Osio -el arrianismo es más acorde con su concepto de monarquía divina, el Hijo subordinado al Padre, al igual que el César al Augusto-, pero entiende que es necesario perder algo para ganar mucho.

Nicea

El Concilio de Nicea se celebra en el 325 en la ciudad de la que toma nombre -la actual Iznik-, en Asia Menor. Lo convoca directamente el Emperador Constantino, y las fuentes eclesiásticas dan por cierto que por consejo de Osio de Córdoba “son las mismas fuentes que no reconocen la asistencia al Concilio de Nicea de otras sectas y religiones. Sin embargo esto no es discutible dado que las decisiones tomadas en este Concilio unifican en el credo cristiano diferentes tradiciones que nada tenían que ver con el cristianismo hasta su celebración: la fecha de la Navidad es un buen ejemplo (...)" - Reverendo Robert Taylor, The Diegesis: Being a Discovery of the Origin, Evidences, and Early History of Christianity. Never yet before or Elsewhere So Fully and Faithfully Se, Kyla (Montana), Kessinger Publishing Company, 1997-.

El Concilio de Nicea fue una verdadera cumbre que reunió a los líderes cristianos de Alejandría, Antioquía, Atenas, Jerusalén y Roma, junto a los máximos representantes del resto de las sectas y religiones más representativas en el ámbito del Imperio romano -Apolo, Deméter/Ceres, Dioniso/Baco, Jano, Júpiter/Zeus, Oannes/Dagón, Osiris e Isis y, por supuesto, el Sol Invictus, este último representado por el propio Emperador-. En este aspecto es revelador que se guarden las actas del Concilio de Elvira, así como lista fiel de asistentes y de los cánones que se aprobaron allí, pero resulta que las actas de Nicea -Concilio a todas luces más importante-, así como los cánones resultantes estén tan rodeados de controversia. Por poner un ejemplo, resulta que la mayoría de los cánones que, supuestamente, se aprueban en Nicea, son un calco de los aprobados en Elvira -tanto es así que las fuentes eclesiásticas han intentado hacer pasar el Concilio de Elvira como posterior a Nicea. Pero resulta que sus actas, en las que se recogen los cánones y el nombre de los asistentes, están fechadas, así que no cuela-, y ninguno de ellos hace referencia ni directa ni indirecta a la fecha de celebración de la Navidad, cuando se sabe a ciencia cierta que el 25 de diciembre es impuesto como tal en Nicea.

Tampoco parece que haya una posición clara de quienes asisten a dicho Concilio, cosa que no ocurre con ningún otro, ni anterior -Concilio de Arlés, Concilio de Elvira, etc-, ni posterior. Hasta hace poco más de 40 años la iglesia negaba que existieran listas de asistentes. Es entonces cuando se, digámoslo así, matiza lo dicho, porque esas fuentes se negaban a si mismas, -ya que sí reconocían que hubo que firmar un documento de adhesión al Credo que fue aprobado por casi todos los asistentes- se conocía hasta los nombres de los dos asistentes que no lo firmaron: Teón de Marmárica y Segundo de Tolomeo-. Las fuentes eclesiásticas reconocen que "Las listas de firmantes han llegado hasta nosotros muy mutiladas, desfiguradas por los errores de los copistas (...)" -Enciclopedia Católica-, algo que, visto lo visto, es más que lógico. El estudio de dichas listas sólo ha sido permitido a H.Gelzer, H.Hilgenfeld, O.Contz y C.H.Turner, dando lugar al reconocimiento de unos 220 nombres, aunque, cosa extraña, en las listas aparece el nombre del firmante, diósesis, filiación y... ¡Su religión! (¿...?).

Pero este Concilio no sólo es curioso por eso. El "Milagro" de Nicea también permitió quitar de enmedio 266 evangelios mediante la "intervención divina", que consistió en poner los 270 evangelios bajo una mesa del salón del Concilio, cerrar la puerta con llave y pedir a los Obispos que rezaran durante toda la noche para que dios pusiera sobre la mesa aquellos que fueran inspirados por él. Claro que, a falta de actas, tampoco sabemos quien guardó la llave durante la noche. Lo cierto es que a la mañana siguiente los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan estaban sobre la mesa. Sobrenatural o no, el responsable del "milagro" debió de haber ponderado mejor la elección de estos cuatro evangelios, pues los escogidos incurren en abundantes contradicciones lo que hace imposible que sean, por llamarlo de alguna manera, fiables. Por ejemplo, en el evangelio de Mateo se afirma que el nacimiento de Jesús fue dos años antes de la muerte de Herodes, mientras que si es a Lucas a quien tenemos que hacer caso, Herodes llevaría nueve años muerto en el momento del nacimiento de Cristo. Esto, que podría ser incluso cómico, la elección de esos cuatro evangelios de entre los 270 existentes, tuvo como consecuencia la muerte de decenas de miles de cristianos durante los tres años siguientes a la finalización del Concilio, porque la posesión de cualquiera de los 266 restantes se tipificó como un delito capital - Lloyd Graham, Deceptions and myths of the Bible, Nueva York, Citadel Press, 1991-.

Sin embargo, lo más importante es que lo que resulta del Concilio de Nicea es el catolicismo, con variaciones bastante pequeñas, que hoy día conocemos. Aparece de forma efectiva lo que será, ya para los restos, la catholica ecclesia, no sólo como concepto sino con un refinamiento en cuanto a organización que jamás había tenido ninguna otra organización religiosa, ni lo tendrá después. Se aprueba todo lo relativo a las elecciones episcopales, los patriarcas y su jurisdicción, todo lo relativo a la excomunión, la prohibición de abandono de sus iglesias por parte de los clérigos, así como la prohibición de que Obispos, sacerdotes y diáconos pasen de una iglesia a otra. En este concilio se llegan a sentar incluso las bases de la liturgia que hoy día conocemos... pero también se le dan poderes a la nueva iglesia para embarcarse en una campaña de censura a gran escala destinada a silenciar a millones de disidentes a través del asesinato, la quema de libros, la destrucción de obras de arte, la desacralización de templos, la eliminación de documentos, inscripciones o cualquier otro posible indicio que pudiera poner en duda su derecho a ejercer el gobierno del espíritu del hombre, y que condujo a occidente a unos niveles de ignorancia desconocidos desde el nacimiento de la civilización grecoromana -"A fin de ocultar el hecho de que no existía base histórica alguna que justificase sus ficciones teológicas, el sacerdocio cristiano tuvo que recurrir al deleznable crimen de destruir casi cualquier traza de lo ocurrido durante los dos primeros siglos de la era cristiana. Lo poco que fue permitido que llegase hasta nosotros lo habían alterado y distorsionado hasta dejarlo por completo carente de cualquier valor histórico" Jonathan M. Roberts, Antiquity unveiled: ancient voices from the spirit realms, Mokelumne Hill (California), Health Research Books, 1970-.

La consumación del "Imperium Christianum"

Por su parte Constantino consigue aquello que se había propuesto, la creación de una religión de Estado que respaldará su poder, y con el tiempo el de todas las monarquías europeas -siempre y cuando sean católicas- como entregado por el propio dios. Sin embargo, pasan muy pocos años entre un Constantino, monarca que preside un Concilio que ha logrado hacer a su medida y en los términos que pretende, intentando estatalizar a la religión que nace de dicho Concilio, y esta carta enviada por un Osio dejando claro cual era el espíritu de aquellos que, como supuestos defensores de la fe, acudieron a Nicea: "Yo fui confesor de la fe cuando la persecución de tu abuelo Maximiano. Si tú la reiteras, estoy dispuesto a padecerlo todo antes que a derramar sangre inocente ni ser traidor a la verdad. Haces mal en escribir tales cosas y en amenazarme (...) Dios te confió el Imperio, a nosotros las cosas de la Iglesia (...) Ni a nosotros es lícito tener potestad en la tierra, ni tú, Emperador, la tienes en lo sagrado..." La historia, y a las pruebas me remito, desdijo a Osio e hizo salir las verdaderas intenciones de la iglesia, dando la vuelta a aquella tortilla que tan bien creyó hacer Constantino. Todo ello en menos de cien años.

Una vez que las autoridades eclesiásticas obtienen el derecho legal de destruir cualquier obra escrita que se opusiera a las bases sentadas en Nicea, entre los siglos IV y V, bibliotecas enteras fueron arrasadas hasta los cimientos, escuelas dispersadas y confiscados los libros de ciudadanos particulares a lo largo y ancho el imperio romano, so pretexto de proteger a la iglesia contra el paganismo. En el siglo V la destrucción era tal que el arzobispo Crisóstomo escribió con satisfacción: "Cada rastro de la vieja filosofía y literatura del mundo antiguo ha sido extirpado de la faz de la tierra" - Lloyd Graham, Deceptions and myths of the Bible, Nueva York, Citadel Press, 1991-. Se establece la pena de muerte para cualquier persona que escribiera libros que contradijeran las doctrinas de la iglesia. En la lista de aquellos que participaron en ello hay muchos nombres de los "doctores" de la iglesia. El propio Gregorio, obispo de Constantinopla y último doctor de la iglesia, fue un activo incinerador de libros. La construcción de iglesias sobre las ruinas de los templos y lugares sagrados de los paganos no sólo se convirtió en una práctica común sino también obligada para borrar por completo el recuerdo de cualquier culto anterior. Sin embargo, hubo cierta justicia poética en todo ello. En Egipto, ante la imposibilidad material de demoler las grandes obras de la época faraónica o de borrar los jeroglíficos grabados en la piedra, se optó por tapar los textos egipcios con argamasa, lo cual, lejos de destruirlos, sirvió para conservarlos a la perfección hasta nuestros días y eso ha permitido que tengamos un conocimiento de antiguo Egipto más detallado que el de los primeros siglos de nuestra era y, lo que es más importante, aquellos jeroglíficos preservaron la verdad, ya que contenían la esencia y el ritual del mito celeste que, casualidades de la vida, tiene una enorme similitud al mito evangélico.

"Tras quemar libros y clausurar iglesias paganas, la iglesia se embarcó en otra clase de encubrimiento: la falsificación por omisión. La totalidad de la historia europea fue corregida por una iglesia que pretendía convertirse en la única y exclusiva depositaria de los archivos históricos y literarios. Con todos los documentos importantes custodiados en los monasterios y un pueblo llano degenerado al más absoluto analfabetismo, la historia cristiana pudo ser falsificada con total impunidad, convirtiendo a una religión de Estado en un Estado en si misma". Barbara Walker, The womans enciclopedia of myths and secrets, San Francisco, Harper and Row, 1993.

Conclusión

Bajo mi punto de vista, y en vista de los hechos expuestos, no creo que nadie sea capaz de negar la intención de Constantino y mucho menos la de aquellos santos padres de la iglesia católica. Tampoco creo que yo sea el más indicado para sacar conclusiones al respecto. Así fueron los hechos, y así se los he contado. Todo lo expuesto aquí no forma parte de un saber esotérico u oculto, se trata de hechos conocidos, si bien no difundidos. Hagan la prueba. Si interrogan a cualquier académico ducho en el tema no tendrá más remedio que reconocer que la fundación del cristianismo y la posterior fundación de la iglesia católica está cimentada en siglos de fraude, mentiras e intriga.

No me gustaría que alguien entendiera que las intenciones que promueven este texto que han leído tienen que ver con vilipendiar la religión como concepto. Nada más lejos de la realidad. Como filósofo, se me hace impensable creer que los hechos, los datos, la historia, la verdad al fin y al cabo, menoscabe la religión. Todo lo contrario. Bajo mi punto de vista sí lo hacen las falsedades y manipulaciones históricas que cimentan creencias areligiosas que benefician únicamente a aquellos que las propagan en detrimento de los creyentes, la mayoría de las veces con la única intención de imponer normas morales y éticas que poco o nada tienen que ver con las creencias reales de quienes las practican. Creer en la existencia de dios, sea este el que sea, creer en su bondad y piedad, que no es otra cosa que creer en la bondad y piedad del ser humano, no tiene nada de malo, es incluso deseable. Como bien dijo Voltaire "Si dios no existiera, habría que inventarlo", porque cuando no existe la capacidad para crear una serie de normas éticas y morales propias la existencia de la religión suple dicha incapacidad.

Espero que les haya sido interesante o, cuando menos, que les haya impulsado a leer un poco sobre el tema y sacar sus propias conclusiones.

Bien, hasta aquí el interesante relato del filósofo Santi Benítez. Si bien algunas opiniones puramente elucubrativas muy propias del uso del raciocinio como fuente exclusiva de conceptos deslucen un poco su exposición, por contra lo compensa con una buena dosis de erudición sobre los datos existentes.

Pero no todo está dicho ya sobre el catolicismo Romano. Si bien es cierto que el emperador Constantino hizo bien su trabajo, hubo otro que no se quedó atrás.

Desgraciadamente son acontecimientos de los que es más fácil hablar desde el punto de vista de una comprensión personal (fruto de la experiencia que supone ser miembro de una religión emergente y vivir de primera mano este proceso de degeneración del mensaje y de diferenciación de grupos), que apoyándome en datos históricos que de todos modos siempre se prestan a la interpretación, y donde la erudición católica es tan amplia que sabe salir airosa de toda controversia, pero pueden establecerse una serie de nociones que una vez conocidas no son tan fáciles de desestimar.

Una vez silenciado todo oponente, el mensaje original pasa a la clandestinidad tanto en interés de preservar la vida de los que lo comprenden como por el de la oficialidad gobernante de cada Iglesia, más preocupada (como es muy natural por otro lado dada la dificultad de la misma existencia) de estipendios y prebendas imperiales que del mensaje de Cristo (como no fuese para mantenerlo bajo el control imprescindible para seguir en su posición privilegiada).

El 1 de octubre del año 366, el hispano -gallego para más señas- Dámaso (el nombre significa: “domador”) fue elegido obispo de Roma por mayoría de fieles y de eclesiásticos en la basílica de San Lorenzo en Lucina. Una pequeña minoría encabezada por un tal Julio protestó y manifestó su desagrado mientras elegían a su oponente, Ursino, que aunque sólo había reunido unos cuantos votos se alzó contra él proclamándose obispo de Roma al mismo tiempo.

Habiendo sido inicialmente diáconos, ambos, Dámaso y Ursino, habían conseguido cada uno por su parte obispos que los consagraran. Uno de estos obispos pertenecía a la ciudad de Tibur, y el otro pertenecía al puerto de Ostia. Dámaso había llegado a acumular bastante dinero obtenido de donativos (principalmente de mujeres adineradas, que por lo visto era algo común). Con él contrató una banda de empleados de circo romano (luchadores, jinetes y otros hombres violentos) con los que atacó a los seguidores de Ursino. La batalla empezó en la calle, después los seguidores de Ursino se encerraron en la recién construida basílica de Santa María la Mayor, conocida como “Nuestra Señora de la Nieve”. Los partidarios de Dámaso treparon al techo, hicieron un agujero, y empezaron a bombardear a los ocupantes con tejas y piedras. Otros, mientras tanto, estaban atacando la puerta principal. Cuando ésta cayó, se desarrolló una sangrienta lucha que se prolongó por tres días. Al final, 137 cadáveres fueron contabilizados, todos pertenecían a seguidores de Ursino.

Dámaso, una vez obtenida la victoria sobre su rival, fue confirmado como obispo de Roma. Ursino, por su parte, consiguió que Dámaso compareciese ante la corte imperial. Se le acusaba de instigación al homicidio y de financiar y organizar una guerra civil entre los cristianos de Roma. El emperador Valentiniano I apoyó a Dámaso (los testigos de la parte contraria fueron torturados) y en el 368 fue absuelto dándose por zanjada definitivamente la disputa. Su propio proceso le dio ocasión a Dámaso de hacer precisar las relaciones entre la justicia civil y la jurisdicción eclesiástica (el Estado reconocía oficialmente a la Iglesia su competencia en materia de fe y de moral, pero asumiría la ejecución de las sentencias dictadas por el tribunal del obispo). Ursino y sus seguidores terminaron siendo desterrados a la Galia.

El hecho de que Dámaso y Ursino se hubiesen peleado por el titulo de obispo de Roma, tiene documentada justificación en que este puesto representaba una posición sumamente lucrativa. En una ocasión un prefecto de Roma -el cual tenía muchos títulos religiosos paganos- fue confrontado por Dámaso para que se convirtiese, el hombre respondió: "Por supuesto, si me haces obispo de Roma". Por otra parte, el historiador Amiano Marcelino sugirió que definitivamente se llevaba a cabo una reñida competencia por esa posición: "Porque una vez ganado el puesto, el individuo puede disfrutar en paz una buena fortuna asegurada por la generosidad de matronas; puede trasladarse en carruaje y vestirse con magníficas ropas; y dar banquetes cuyo lujo supera el de la mesa del emperador". Pero los motivos de conciencia del propio Dámaso, santo para la iglesia católica, nosotros no podemos ni debemos juzgarlos, lo cierto y verdad es que hizo honor a su nombre.

Dámaso era muy consciente de qué medidas necesitaba fomentar para asegurar la continuidad y la hegemonía de la iglesia de Roma, y a pesar de sus expeditivos métodos hay que reconocer que su éxito en este sentido está más que probado porque 1631 años después de su muerte ahí está la iglesia católica casi tal como Dámaso la estableció.

Absolutamente todo lo que hizo Dámaso en relación al cristianismo ha llegado hasta nuestros días, él fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén", pero esa aguda visión que tanto le sirvió en el éxito de sus proyectos personales y tanto contribuyó a la sorprendentemente larga e incontestable supervivencia y supremacía de su iglesia, fue sin embargo desastrosa para el mensaje original del cristianismo.

La estructura católica no fue suficiente obstáculo para que los gnósticos encontraran conveniente el seno de la propia iglesia, donde tantos se preparan a conciencia sobre la parte exotérica del mensaje, como el lugar idóneo donde encontrar a más personas que puedan ser introducidas en la parte esotérica del mensaje, y de este modo existe desde su mismo inicio un círculo esotérico silencioso dentro de la misma iglesia, en total clandestinidad, como los cristianos de los tiempos de la persecución.

Hasta Dámaso, La gnosis podía existir dentro de la propia Iglesia Católica siendo sospechada por todo estudiante de teología, y posteriormente reconocida como el mensaje original esotérico. Quien así lo quería podía llegar al círculo esotérico dentro de la misma iglesia, mientras tanto, la organización y administración estaba en manos de personas del círculo exotérico, que existía ignorando por completo al esotérico.

Desgraciadamente, en parte esa coexistencia se basaba en los muchos indicios y fuentes escritas que permitían colegir la realidad de todo lo acontecido a los estudiosos católicos, y esa conexión aún abierta que permitía el acceso de muchos a la parte esotérica del mensaje estaba a punto de cerrarse por los acontecimientos que seguidamente voy a narrar, en el centro de los cuales siempre está el que hoy día es tenido por santo y primer papa de la iglesia católica Dámaso I, del que no puede esperarse menos que el que dejase todo atado y bien atado.

Cuando unos individuos organizados molestan a una organización mayor, el procedimiento para combatirlos es muy simple: se les pone fuera de la ley y se pone en marcha contra ellos todo el paquete de sanciones de que dispone el aparato administrativo del estado. Dámaso se las arregló para que así fuese.

Veamos el edicto de Tesalónica, decretado por el emperador romano Teodosio el 24 de noviembre de 380, que convierte al cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. La traducción del edicto (Código Teodosiano 16.1.2[1]) dice: “Edicto de los emperadores Graciano, Valentiniano (II) y Teodosio Augusto, al pueblo de la ciudad de Constantinopla: «Queremos que todos los pueblos que son gobernados por la administración de nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos, que hasta hoy se ha predicado como la predicó él mismo, y que es evidente que profesan el pontífice Dámaso y el obispo de Alejandría Pedro, hombre de santidad apostólica. Esto es, según la doctrina apostólica y la doctrina evangélica creemos en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad. Ordenamos que tengan el nombre de cristianos católicos quienes sigan esta norma, mientras que los demás los juzgamos dementes y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestialDado el tercer día de las Kalendas de marzo en Tesalónica, en el quinto consulado de Graciano Augusto y primero de Teodosio Augusto.

Con este edicto, el Imperio Romano en su totalidad pasaba a tener una nueva religión oficial tras 67 años de libertad de culto.

Teodosio protegió en la medida de sus posibilidades a los ahora semiclandestinos paganos de la persecución y el acoso de los cristianos, pues estos ya no son un adversario para el cristianismo católico, en cambio, se distingue entre al menos dos clases de cristianos: los que son católicos y los que no. Para unos se establece la oficialidad del culto, los otros son dementes y locos…, también es destacable que se nombra al propio Dámaso en el corto edicto, y además como pontífice y no como obispo, estoy seguro de que en su redacción original decía: “el obispo de roma Dámaso, sin embargo eso tubo que ser cambiado poco después, ahora veremos por qué:

En el año 382 el emperador Graciano ordenó que el Altar de Victoria (diosa del triunfo en la mitología romana, la misma diosa Niké griega) fuese destruido. Hasta entonces los senadores habían tomado el juramento de lealtad al imperio sobre ese altar (dicho altar fue construido por Augusto para conmemorar la victoria sobre Accio). Y, antes de empezar sus sesiones, cada uno de ellos quemaba un grano de incienso sobre el altar. Cuando el Senado, que en su mayoría era pagano, fue informado del edicto imperial, mandaron una comitiva a Milán para que se entrevistara con Graciano. La comitiva llevaba consigo la túnica de Ponitfex Maximus, la cual intentaban presentar al emperador. El emperador debía recibir el título y la túnica, esperaban con esto que el sentimiento amistoso así inducido haría que el emperador cambiase de opinión. Sin embargo, el emperador terminó rechazando la túnica y el título, afirmando que resultaba impropio para un emperador cristiano el nombramiento de Pontifex Maximus, Sumo Sacerdote de los Misterios Paganos. El puesto obviamente quedó vacante y fue tomado entonces por el obispo romano Dámaso (alguien tenía que ocupar la vacante, pues los paganos en el imperio Romano todavía eran muchos en número, como lo atestigua el historiador Gibbon en su extensa obra Decline and Fall of the Román Empire (1781, vol.V, cap. 28, p.87): “La imagen y altar de Victoria fueron removidos de la casa del Senado, pero el emperador dejó las estatuas de los dioses que estaban expuestas a la vista del público; 424 templos todavía permanecían para satisfacer la devoción de la gente, y por todas partes en Roma la moral de los cristianos era ofendida por los olores de los sacrificios idolátricos).

A partir de este momento Dámaso ostenta el máximo poder religioso en el imperio, aunque duró poco tiempo oficiando como Pontifex Maximus, ya que el emperador Graciano rechazó el nombramiento en el año 382 y Dámaso murió el 11 de Diciembre del año 384 (a la edad de 80 años). Sin embargo, es necesario hacer notar que de esta manera el obispo romano quedaba completamente bajo control y poder del emperador, como todos los demás Pontífices anteriores lo habían estado, consumándose así la boda entre la iglesia y el estado que había empezado con el concilio de Nicea.

Al contar esto, hemos llegado a la defunción de Dámaso antes de contar el resto de los hechos pertinentes a esta historia, así que volvamos al año siguiente a este edicto, el 381, cuando ciertas ambiciones del obispo de la “nueva Roma”, salieron a la luz en el segundo concilio ecuménico (Concilio de Constantinopla, donde el entonces obispo de Roma Dámaso no fue invitado). Allí se decretó que el obispo de Constantinopla debía tener el primer rango después del obispo de Roma, "porque Constantinopla es la nueva Roma". El propósito era, sin duda, darle a Constantinopla una posición en el imperio del Este que estuviese por encima de Antioquía y Alejandría; Roma, por supuesto, no sería afectada. Dámaso reaccionó. En el año 382 un sínodo romano declaró -con obvia referencia a la decisión del año previo- que la iglesia Romana debía su primacía no a los decretos de un sínodo, sino a los poderes comisionados a Pedro por Cristo. Roma era, según Dámaso, “la primera Sede -en el sentido de silla o trono- del apóstol Pedro". Dámaso también añadió el término “apostólica” al nombre de la iglesia Romana; y, en su afán de reclamar suprema autoridad espiritual fue el primero en apropiarse de las palabras dichas a Pedro por Cristo (Mateo 16, 17: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia") dándoles el sentido que tienen hoy. Esta afirmación no fue aprobada por dos grandes teólogos católicos contemporáneos de Dámaso y conocedores de la parte esotérica del mensaje: San Agustín y San Ambrosio (“San Pedro, -escribió San Ambrosio-, tenía una primacía de confesión, no de oficio; una primacía de fe, no de rango" o el propio san Agustín —con su famosa sentencia «Sumus christiani, non petriani» («Somos cristianos, no petrianos»)— se han mostrado abiertamente en contra de la figura del primado romano).

Si pensamos un momento en lo que está ocurriendo lo podemos ver con total claridad: ¿Acaso conduce el mensaje de Cristo a la acumulación de poder y a la necesidad de conservarlo? ¿No fueron esos primeros cristianos que valientemente proclamaron el mensaje "como ovejas en medio de los lobos" martirizados y perseguidos? ¿Qué clase de cambios permiten ahora que los perseguidos se conviertan en perseguidores? ¿y quienes son esos otros a los que persiguen? Son los herejes. Herejía significa etimológicamente rebeldía, cualquiera que no acate la autoridad de la Iglesia es un hereje, y se da la paradoja de que muchas de estas herejías son más antiguas que el propio catolicismo, mejor fundamentadas y verdaderamente cristianas. Y encima eso se vuelve evidente al que tiene acceso a los textos, por lo tanto estos son un cabo suelto que no puede tolerarse, y eso es algo que no escapó al carácter fabiano del obispo de Roma que todo lo tenía previsto: si las propias escrituras contienen pasajes que incitan a los estudiosos a desafiar la doctrina de la iglesia, entonces estos deben suprimirse.

Por aquel entonces, la Iglesia de Antioquía sufría perturbaciones a causa de las disputas doctrinales y disciplinarias. Los monjes del desierto de Calquis también tomaron partido en aquellas disensiones e insistían en que Jerónimo de Estridón (San Jerónimo, 343-420 uno de los cuatro Doctores originales de la Iglesia Latina, aclamado doctor el 20 de septiembre de 1295 por Bonifacio XIII), hiciese lo propio y se pronunciase sobre los asuntos en discusión. Él escribió dos cartas al obispo de Roma Dámaso, a fin de consultarle sobre el particular y preguntarle hacia cuáles tendencias se inclinaba. En la primera de sus cartas dice: "Estoy unido en comunión con vuestra santidad, o sea con la silla de Pedro; yo sé que, sobre esa piedra, está construida la Iglesia y quien coma al Cordero fuera de esa santa casa, es un profano. El que no esté dentro del arca, perecerá en el diluvio. No conozco a Vitalis; ignoro a Melesio; Paulino es extraño para mí. Todo aquel que no recoge con vos, derrama, y el que no está con Cristo, pertenece al anticristo... Ordenadme, si tenéis a bien, lo que yo debo hacer". Como Jerónimo no recibiese pronto una respuesta, envió una segunda carta sobre el mismo asunto. No conocemos la contestación de San Dámaso, pero es cosa cierta en el año 382 Jerónimo regresó a Roma, junto con Paulino de Antioquía y San Epifanio, para tomar parte en el concilio convocado por San Dámaso a fin de discutir el cisma de Antioquía. Al término de la asamblea, el ahora pontífice lo retuvo en Roma y lo empleó como a su secretario. A solicitud de Dámaso y de acuerdo con los textos griegos, revisó la versión latina de los Evangelios que, según Dámaso: "había sido desfigurada con transcripciones falsas, correcciones mal hechas y añadiduras descuidadas". Al mismo tiempo, hizo la primera revisión al salterio en latín.

Así San Jerónimo, bajo el patrocinio de San Dámaso, revisó en Roma la antigua versión latina de los Evangelios y los salmos, así como el resto del Nuevo Testamento (más tarde haría la traducción de la mayoría de los libros del Antiguo Testamento -escritos en hebreo- durante sus años de retiro en Belén, pero se supone que eso fue a solicitud de todos sus amigos y discípulos más fieles e ilustres y por voluntad propia). No comenzó a traducir los libros por orden, sino que se ocupó primero del Libro de los Reyes y siguió con los demás, sin elegirlos. Las únicas partes de la Biblia en latín conocida como la Vulgata que no fueron traducidas por San Jerónimo, son los libros de la Sabiduría, el Eclesiástico, el de Baruch y los dos libros de los Macabeos. Hizo una segunda revisión de los salmos, con la ayuda del «Hexapla» de Orígenes (la primera edición crítica del antiguo testamento) y los textos hebreos, y esa segunda versión es la que está incluida en la Vulgata y la que se usa en los oficios divinos. La primera versión, conocida como el Salterio Romano, se usa todavía en el salmo de invitación de los maitines y en todo el misal, así como para los oficios divinos en San Pedro de Roma, San Marcos de Venecia y los ritos milaneses.

Dámaso estableció el latín como lengua oficial y obligatoria de la Iglesia. En el Concilio de Roma del 382, expidió un decreto apropiadamente llamado «Decreto de Dámaso», en el cual hizo un listado de los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento. Después dio instrucciones a San Jerónimo para utilizar este canon y escribir una nueva traducción al latín: “uniforme y adecuada de la Biblia, apta para la oración y el uso litúrgico", que incluyera un Antiguo Testamento de 46 libros los cuales estaban todos en la Septuaginta, y el Nuevo Testamento con sus 27 libros. Esta es la traducción que se conoce como la Vulgata, concebida por Dámaso como texto oficial de las Sagradas Escrituras en la Iglesia Católica y que perduró por casi 15 siglos (aunque en 1907, el Papa Pío X confió a los monjes benedictinos la tarea de restaurar en lo posible los textos de San Jerónimo en la Vulgata ya que, al cabo de quince siglos de uso, habían sido considerablemente modificados y corregidos, fruto de este trabajo fue la promulgación de la Neovulgata en 1979, el actual texto bíblico oficial de la Iglesia católica romana).

El Papa Clemente VIII no tuvo escrúpulos en afirmar que Jerónimo tuvo la asistencia divina al traducir la Biblia. Por otra parte, aparentemente nadie estaba mejor dotado que él para semejante trabajo: durante muchos años había vivido en el escenario mismo de las Sagradas Escrituras, donde los nombres de las localidades y las costumbres de las gentes eran todavía los mismos. Sin duda que muchas veces obtuvo en Tierra Santa una clara representación de diversos acontecimientos registrados en las Escrituras. Conocía el griego y el arameo, lenguas vivas por aquel entonces y, también sabía el hebreo que, si bien había dejado de ser un idioma de uso corriente desde el cautiverio de los judíos, aún se hablaba entre los doctores de la ley. A ellos recurrió Jerónimo para una mejor comprensión de los libros santos e incluso tuvo por maestro a un doctor y famoso judío llamado Bar Ananías, el cual acudía a instruirle por las noches y con toda clase de precauciones para no provocar la indignación de los otros doctores de la ley, pero desgraciadamente el buen exegeta desconocía la parte esotérica del cristianismo (prueba de ello es que del año 395 al 400 se dedicó a hacer la guerra a la doctrina de Orígenes, y también su traducción del ciertos pasajes del antiguo testamento que de haber conocido la clave, en conciencia no habría podido traducirlos como lo hizo).

Muchas personas piensan, porque así ha interesado que piensen, que la primera traducción al latín fue la VULGATA (lo cual no es así como ya hemos visto). Al saber esto en el contexto que lo estamos tratando, y teniendo en cuenta que una vez hecha la VULGATA no se permitió el estudio de la VETUS LATINA, inevitablemente surge una pregunta: ¿por qué la traducción al latín que ya existía no era adecuada? Evidentemente y a estas alturas del relato, la razón obvia es que los textos debían filtrarse para, más que acomodarlos a las conclusiones de los concilios y a los acontecimientos políticos que Dámaso estaba impulsando en el seno de la iglesia de Roma, impedir que ciertos indicios y pistas desviasen a los estudiosos a posiciones heréticas.

Esta VULGATA, dejando aparte que contenía menos libros que su antecesora (ya que se ajusta al canon, por canon se entiende al conjunto de libros admitidos y reconocidos por la Iglesia Católica-Romana como inspirado por Dios, y aunque el canon bíblico actual se estableció en el concilio de Trento -8 de abril de 1546-, este se ajusta al “decreto de Dámaso”; por su antigüedad, la VETUS LATINA debió contener muchos de los libros considerados después como apócrifos al quedarse fuera de lo que más tarde sería el canon) ¿Se puede considerar una traducción tendenciosa a la ocultación de pistas que pudiesen incitar a los estudiosos de las escrituras a la herejía (hablando de herejía en su sentido etimológico: “rebeldía”)? ¿Existe una base para afirmar que se prohibió el uso de la vetus latina para que los nuevos estudiantes no pudiesen acceder a ciertos conocimientos? Rotundamente sí, y la prueba la proporcionaría otro español (digo otro porque Dámaso era hispano), el maestro de todos los herejes católicos, el “heresiarca” por antonomasia: Casiodoro de Reyna (Montemolín hacia 1520 – Francfort 1594), su traducción es la primera Biblia completa impresa en lengua española y también la única traducción protestante hoy existente, pues en la mal llamada Biblia de Cipriano de Valera (Amsterdam 1602) el nuevo editor se limitó a cambiar el orden de los libros y a añadir o quitar notas marginales, con alteraciones cuantitativamente mínimas del texto bíblico fijado por Casiodoro, cuyo nombre viene además ostentosamente silenciado en la portada (silencio que se explica por la enemistad de más de treinta años que el superortodoxo calvinista Cipriano de Valera sintió con su antiguo maestro en el convento jerónimo de San Isidro del Campo extramuros de Sevilla, por haberse negado Casiodoro a someter su traducción de la Biblia a la censura de los eclesiásticos de Ginebra). Pero al margen de su inestimable valor para el protestantismo, lo destacable de la obra de Casiodoro es que es una traducción directamente al Español desde las fuentes hebreas y griegas de todas las sagradas escrituras, si se comparan pasajes de ambas versiones se descubrirá con asombro hasta donde llega la tendenciosidad de la vulgata, sobre todo si se comprende el mensaje original del cristianismo (aunque nos estamos desviando del tema, zanjemos el asunto diciendo que la obra de Casiodoro también se conoce como “la Bíblia del Oso” y puede obtenerse aquí).

Y con esto (evitando extenderme en los pasajes concretos "vulgata vs biblia del oso" como por ejemplo Levítico capítulo 15 versículo 2) he llegado al final de la historia del catolicismo en lo que al deterioro del mensaje original se refiere.

La iglesia siguió en esa línea. Aproximadamente sesenta años después de Dámaso fue Papa León I (440-461), el cual ocupa un lugar importante en la historia de los papas, pues llevó teóricamente la doctrina de la primacía del papado lo más lejos posible. Este Papa consiguió que, por causa de sus servicios diplomáticos prestados al imperio, el emperador romano Valentiniano III confirmara finalmente la primacía del obispo de Roma sobre todas las demás Sedes. Una vez logrado esto, proclamó que la primacía de Roma -reconocida ahora políticamente- sería heredada por todos sus sucesores. Además, fortaleció y exaltó su Sede en Roma refiriéndose a sí mismo como “Pedro en la silla de Pedro". León también fue el primer Papa en adjudicarse, para su propia conveniencia, el texto bíblico de Mateo 16:19 donde Jesús supuestamente le entrega a Pedro las llaves del reino de los cielos y el poder de atar y desatar. Otra contribución principal de León a la teoría del papado, consistió en hacer una distinción entre persona y oficio. Es decir, él afirmaba que aunque un Papa fuese pecaminoso, esto no afectaba el carácter Petrino del papado. Una distinción leonina que resultó de gran ayuda después para los papas, pues así justificaron todo tipo de inmoralidad entre ellos. Peter De Rosa, en su libro Vicars of Christ: The Dark Side of the Papacy (1980, p.34) describe esto elocuentemente: “El tiempo no está lejos cuando los sucesores de Pedro no serán los sirvientes sino los amos del mundo. Se vestirán de púrpura como Nerón y se llamarán a si mismos Pontifex Maximus. Se referirán al hombre pescador como ‘el primer Papa’, y apelarán no a la autoridad del amor, sino al poder investido en él (Pedro) para actuar como Nerón actuó. Desafiando a Jesús, los cristianos harán a otros lo que les han hecho a ellos, y peor aún harán. La religión que se enorgullecía de haber triunfado sobre la persecución por medio del sufrimiento, se convertirá en la fe más perseguidora que el mundo ha visto. Perseguirán incluso a la raza de la cual Pedro y Jesús provinieron. Ordenarán en el nombre de Jesús que todos los que no estén de acuerdo con ellos sean torturados, y algunas veces crucificados sobre fuego. Harán una alianza entre el trono y el altar; e insistirán que el trono es el guardián del altar y garantizador de la fe. Su idea será que el trono (el Estado) imponga su religión en todos sus súbditos. Sin molestarles que Pedro mismo se opuso a tal alianza y que por causa de ello murió. Tres siglos después que el apóstol murió en la Colina del Vaticano, la Iglesia, a pesar de la persecución, creció en fuerza hasta que vino el día en que fue tentada a echar su suerte con César".

Con los acontecimientos del siglo IV y cuanto pasó después, que como poco sugieren que el mensaje que ha llegado a nuestros días es el resultado de alteraciones producidas por la actitud de poner por delante el poder de la institución eclesiástica a la transmisión de un mensaje que, por su propia naturaleza divina, está destinado (karma) a enajenarse de la misma Iglesia que debería trasmitirlo, no podían haber pasado de otra manera a no ser que la tónica de la humanidad en su conjunto hubiese sido más alta.

El catolicismo no es una lacra, es el contenedor del mensaje original, donde este se guardó a su pesar hasta los acontecimientos que acabo de narrar.

No está de más mencionar que entre un tiempo y otro median más o menos los consabidos 500 años del Dharma. Agotado el cual una nueva forma religiosa surgió entonces: el Islam, que nació con Mahoma (571-632) a comienzos del siglo VII. El profeta, que pertenecía a una de las familias comerciantes de la Meca comenzó a recibir revelaciones del arcángel Gabriel sobre la existencia de un único Dios: Alá. Al principio la gente no creyó en el mensaje de Mahoma, y reaccionó en su contra por lo que Mahoma se marchó a Medina. La fecha de su exilio (622) o hégira marca el principio de la cronología árabe, pero en realidad, ese mensaje era la nueva forma religiosa pura y tuvo su esoterismo en el sufismo como el cristianismo tubo el suyo en la gnosis, siempre mal conocida y despectivamente considerada, como una mera herejía antigua del cristianismo.

La gnosis sin embargo es mucho más, es la forma original del mensaje tal como la enseñó Cristo y sus primeros discípulos, lo cual es mucho más fácil de explicar que de entender. El mensaje es siempre el mismo y se puede ilustrar con todas las formas religiosas, por eso al círculo esotérico de cualquier religión se le acusa siempre de sincretista (la palabra sincretismo proviene del griego antiguo sinkretismós, "coalición de dos adversarios contra un tercero", en alusión peyorativa a los cretenses, a quienes los griegos consideraban traicioneros), un calificativo hecho notar en detrimento de la presunta autenticidad de un culto religioso, argumentando que mezcla elementos de otras doctrinas arbitrariamente. La verdad es que la acusación es más bien propia de la ignorancia ilustrada del que acusa, pues el aparente sincretismo gnóstico no es tal, sino que al tener la gnosis el mensaje puro, se puede dar este a entender en base a la iconografía de cualquier forma religiosa.

Bastó con la flaqueza de unos pocos cristianos para que la iglesia católica pudiese crearse, pero sin pretenderlo, el mismo mal que consolidó esta institución sirvió para preservar la memoria de Cristo muchos más siglos de los que habría resistido cualquier institución occidental.

Antes y después de la iglesia católica muchas instituciones religiosas se crearon capaces de conservar y enseñar el mensaje original, pero casi todas han acabado por disolverse pues a la espiritualidad verdadera le resulta casi imposible perdurar entre nosotros.

Es necesario entender que es necesario un circulo exotérico para preparar a las personas antes de que puedan recibir una enseñanza esotérica de tipo superior, y este círculo externo asume a la larga la forma que más resistente le hace. Dentro del círculo externo muchas personas pueden conocer el camino del monje, tratar de hacer el bien (que no es lo mismo que saber hacerlo) y descubrir con ello la realidad detrás de la teoría (por ejemplo que "por la caridad entra la peste" o que una cosa es tratar de hacer el bien y otra muy diferente conseguirlo), sacrificarse de distintas formas y mantener la esperanza de la redención. Todas las religiones se necesitan. El ateísmo es tan nefasto por lo que tiene de irreverente (lo que aparta al corazón humano de la adoración de los dioses santos) con lo que cierra el camino al alma para alcanzar un día el mensaje verdadero

Por desgracia del siglo V en adelante la supervivencia de los privilegios de algunos y el esfuerzo por mantener las mentiras sobre las que se fundamentan exigió cada vez más sangre inocente, y las mentiras selladas con sangre son un poderoso conjuro que divorcia a su autor de todo nexo con eso que se llama verdad.

Demos por finalizada esta explicación sobre el ciclo de vida de una forma religiosa entendiendo que definitivamente el catolicismo estaba llamado a vencer a la gnosis, y así fue, prevaleció porque era más asequible al nivel religioso de la humanidad y porque era sin duda alguna la forma de la religión cristiana más acorde a la nota vibratoria de la mayoría de los seres humanos (donde cada humano se considera a si mismo digno de algo bueno y cala más la promesa de vida eterna por la fe que la fe basada en la conciencia de que nada merecemos, además la parte exotérica de la religión permite seguir lo que se llama en esoterismo: “el camino del monje” (el camino del amor a Dios), la unión con Dios mediante el acto de la devoción, pero como los otros caminos del sendero TAU: “el camino del fakir” (el del penitente en el cristianismo) y “el camino del yogui” (el del mago en el paganismo), son caminos en sí mismos incompletos porque les falta el gran arcano del ocultismo, pueden servir para entrenar la fuerza y determinación de unirse a Dios pero les falta la gnosis que permite tal unión (el daath de la cábala, el conocimiento tántrico, tiene un nombre en cada civilización). Lo mismo puede decirse de las demás confesiones cristianas que se impusieron a la gnosis, lo mismo de todos los cultos religiosos que han tenido en su círculo esotérico el mismo mensaje original que explica la gnosis simbolizado con la iconografía propia de cada forma, y todo eso ha ocurrido porque tenía que ser así, no podía ser de otra forma. Este ciclo de vida natural nos está demostrando sencillamente la elevada naturaleza del mensaje, tan elevada que a duras penas las instituciones humanas son capaces de transmitirlo tal como Dios lo entrega mediante sus maestros de compasión.

Entiéndase entonces que al decir aquí y ahora que el gnosticismo es la versión original del cristianismo no se está denostando al catolicismo o a cualquier otra confesión. Los gnósticos amamos profundamente a todas las formas religiosas, la presencia de religión indica, acusa, que la degeneración humana no es todavía tan atroz como puede llegar a ser, lo lamentable es la irreligión, un pueblo completamente irreligioso es tan débil que sólo puede vivir sometido y explotado, un pueblo así no garantizaría ni el relevo generacional, porque la maternidad sería una maldición y la heterosexualidad misma se vería con tal repulsa que formar una familia acabaría por estar mal visto socialmente y ser propio de gentes incultas y míseras (espero que nadie que lea esto tenga que vivir en un mundo así). La irreligión es peor que el culto al diablo.

Cuando una religión le da la espalda a la gnosis, los gnósticos nos sumimos en el silencio y continuamos nuestro trabajo sigilosamente sin molestar siquiera al círculo exotérico.

LO QUE QUEDA DEL MENSAJE ORIGINAL DE JESHUA BEN PANDIRA:

El catolicismo y las demás religiones mayoritarias han hecho lo que han podido. Todos somos humanos con nuestros muy humanos errores, pero por mucho que nos duela tener que decir algo que puede ofender a algún católico, y sabiendo que no nos pueden creer, en nombre del derecho que la humanidad tiene a conocer el verdadero mensaje original hemos de decir que existe un libro llamado PISTIS SOPHIA escrito por los mismos discípulos de Cristo y que recopila revelaciones de Jesús hechas después de la resurrección. Hemos de decir que el motivo de que tal libro no sea aclamado como tal por ninguna confesión cristiana es que para ellos forma parte de la herejía gnóstica (lo cierto es que la propia iglesia sabe perfectamente que el gnosticismo es más antiguo que ella misma, Ireneo de Lyon declara herejía al gnosticismo en el 180 después de Cristo, el patriarca Basílides –como ya dije- ya enseñaba en Roma alrededor del 130 después de Cristo con sucesión apostólica del apóstol Matías de quien fuese discípulo –el sustituto de Judas Iscariote-, lo que significa que no era ni ajeno ni enemigo de la Iglesia considerando a esta como la mera colectividad de los grupos cristianos, sino uno más de sus miembros, y lo mismo se pude decir de muchos gnósticos más bien anteriores a sus detractores, de hecho la gnosis y el cristianismo son una misma cosa al principio y es imposible descartar esto por el mero hecho de que no es hasta que los padres de la Iglesia la rechazan que empieza a haber fechas, puesto que los gnósticos denunciados venían de maestros que primero lo fueron).

Pero si Jesús vivió y murió en los tiempos de Alejandro Jananeo ¿cómo podía haber una sucesión apostólica de él a Matías que no había nacido cuando Jesús murió? Pues porque Jeshua Ben Pandira resucitó de entre los muertos y continuó enseñando muchos años después de la fecha de su muerte.

Vimos antes que el talmud y el Toldot Ieshu son testigos del nacimiento de Jesús, también lo son de su muerte. El siguiente pasaje es Sanhedrín 43a:

La víspera de Pascua, ellos colgaron a leshu (de Nazaret) y el heraldo estuvo ante él durante cuarenta días, diciendo: "(leshu de Nazaret) va a ser lapidado, pues practicó la hechicería y la seducción y llevaba a Israel por mal camino. Todo el que sepa algo en su defensa, que venga y abogue por él." Pero no encontraron nada en su defensa, y lo colgaron la víspera de Pascua.

Las palabras entre paréntesis pertenecen al Dikduké Sofrim (manuscrito de Munich). En un manuscrito florentino del mismo pasaje se lee: "La víspera de Pascua y víspera de Shabat" (esto lo menciono porque un erudito de nombre Chwolsohn explica que Jesús fue crucificado en la víspera de un Shabat que caía la víspera de Pascua (véase Daniel Chwolsohn, «Das Letzte Passamahl Christi und der Tag seines Todes» («La última Pascua de Cristo y el día de su muerte según los informes acordes de los Sinópticos y el Evangelio de Juan»), Leipzig, 1908, págs. 11-55)).

El relato talmúdico concuerda con el relato evangélico de que "Jesús fue ajusticiado la víspera de Pascua (y víspera de Shabat), según lo recuerda el Cuarto Evangelio: "Era la víspera de la Pascua" (Juan, 19:14). No obstante, el Talmud habla de colgamiento y no de crucifixión, pues esta horrible forma romana de ajusticiar no existía en el sistema legal judío" (de Klausner, obra citada, de donde tomo también la transcripción de Sanhedrín 43a y esta siguiente:).

Jesús tuvo cinco discípulos: Mattai, Nakai, Netser, Buni y Toda.

Klausner toma de Krauss la explicación de los nombres: "En todo caso, a esta baraita le falta precisión, pues aunque los nombres son de discípulos reales, algunos no lo fueron de Jesús directamente, sino que pertenecen a una segunda generación. Así tenemos a Mattai y Nakai, quienes obviamente —según lo ha advertido Krauss, son Mateo y Lucas. Netser proviene de Notsrim (cristianos) —lo piensa Krauss— o quizás una corrupción de Andrai (Andrés), el hermano de Simón Pedro (Marcos 3:18; Mateo 10:2; Lucas 6:14). La mayoría de los eruditos cristianos suponen que Buni es el Nicodemo mencionado en el Evangelio de Juan (3:1-10, 19:39); puesto que en una baraita sobre Nakdimon ben Gurión (Taantth 20a) encontramos: "Su nombre no es Nakdimon, sino Buni. ¿Y por qué se lo llama Nakdimon? Porque el sol brilló (nak'da) por él.". Personalmente opino que Buni es una corrupción de "Iuhanni" o "Iuani", es decir, Juan, el hermano de Santiago, el hijo de Zebedeo. El último discípulo, Toda, es seguramente Tadeo, también llamado Lebeo (Mateo 10:3; Marcos 3:18)".

Así pues —y aquí dejo la cuestión— en el Talmud hay memoria de que el mismo "Jesús de nariz recta" tubo discípulos (la lista no tiene por qué ser exhaustiva) y murió en víspera de Pascua. No la hay de que resucitó, pero de eso da cuenta el Pistis Sophia, desgraciadamente, el estado de desconocimiento general de este hecho es tal, que nos quedan por mostrar muchas razones para tomarlo en serio, primero empecemos considerando la existencia del documento:

PISTIS SOPHIA EN RELACIÓN A LAS FUENTES DOCUMENTALES DEL GNOSTICISMO ANTIGUO:

Para el siguiente relato me voy a apoyar en el artículo escrito por H. P. Blavatsky titulado:”Notas y Comentarios sobre el Pistis Sophia” traducido por Luis Javier Jiménez Ordás y cuyo texto íntegro puede leerse aquí aunque sin abstenerme de añadir cosas de otras fuentes que señalaré debidamente.

Hasta el descubrimiento de los manuscritos de Nag Hammadi en 1945 no es exagerado decir que todo lo que se tenía escrito por los antiguos gnósticos eran las citas que de ellos hacían ciertos padres de la iglesia católica denunciándolos como herejes y tres códices: un manuscrito copto en poder de Anthony Askew (Codex Askewianus del Museo Británico) que contiene el texto íntegro de lo que conocemos como pistis sophia y otro, íntimamente relacionado con él (debido a que Carl Schmitd identificó parte de su contenido como los dos libros de Jeú citados en Pistis Sophia –lo cual yo no tengo tan claro–), propiedad del explorador James Bruce (Codex Brucianus de la biblioteca Bodleiana de Oxford) y un tercero conocido como el “papiro de Berlín” (Codex Berolinensis, conservado en el museo de Berlín).

EL MANUSCRITO DE PISTIS SOPHIA: EL CODEX ASKEWIANUS

El Codex Askewianus es un manuscrito en pergamino que contiene a los cuatro libros que se designan con el nombre de Pistis Sophia. El manuscrito fue adquirido en 1875 por el Museo Británico cuando éste compró la biblioteca del Dr. Askew. Dónde obtuvo el Dr. Askew el manuscrito permanece en el misterio. Consiste en 346 páginas escritas por ambos lados sobre pergamino en dos columnas y encuadernado de una manera muy similar a los libros modernos. Las páginas están numeradas en caracteres coptos, lo que ha hecho notar que con arreglo a la numeración faltan cuatro pliegos -ocho páginas– desde que el manuscrito fue encuadernado. Se encuentra en un excelente estado de conservación y está escrito en el dialecto del Alto Egipto, llamado Tebano o Sahídico. Se considera que es una traducción del griego, ya que abundan las palabras en griego por todo el manuscrito (sobre todo nombres) y se cree que esto es el resultado de que el traductor se veía incapaz de encontrar términos apropiados en Copto (Tebano o Sahídico) para expresar las ideas expresadas por ciertos nombres del Griego o pretendía preservarlos porque eran usados en esa forma por la comunidad a la que iba dirigida la traducción, de modo que tales términos fueron simplemente transcritos.

Más allá de estos datos todo son suposiciones, se dice por ejemplo que contiene partes de cinco “libros”, ninguno de los cuales está completo. Otras veces se habla de que consta de cuatro “libros” que no constituyen una obra única y de que el cuarto, dado que comprende revelaciones que hizo Jesús a sus discípulos inmediatamente después de su resurrección, es más antiguo que los otros tres libros los cuales contienen revelaciones del mismo género, pero fechadas 11 años después de la resurrección. Los partidarios de esta tesis sostienen que el libro cuarto debió de componerse en la primera mitad del siglo III, y los tres primeros, en la segunda mitad del mismo siglo. Los “expertos” lo atribuyen a los círculos Barbelo-gnósticos de Egipto, de ahí la datación (Barbelo es sencillamente uno de los nombres de la divina madre espacio, pero aquí se utiliza para designar a los grupos gnósticos que usaron tal nombre de RAM-IO, a los que se atribuye el texto, que serían los Valentinianos y los Ophitas).

Otra de sus conclusiones es que el manuscrito es el trabajo de más de un escriba, lo cual puede saberse por las lagunas y repeticiones encontradas en varios lugares. Se da por sentado que fue llamado “Pistis Sophia” porque en el encabezado de una página, aparentemente sin razón alguna, se escribió en Copto: “El Segundo Tomo de Pistis Sophia”, pero lo cierto es que Pistis Sophia es la protagonista de los tres primeros libros, donde Jesucristo da instrucciones sobre el destino, la caída y la redención de Pistis Sophia y únicamente deja de ser mencionada en el cuarto libro, y debido a esto se dice que estos cuatro libros no constituyen una obra única.

EL CODEX BRUCIANUS

El Codex Brucianus es un papiro del siglo V ο VI, que abarca dos manuscritos diferentes. El primero comprende los dos libros del Misterio del gran Logos (Λóγos κατά μυστήριον), identificados por Carl Schmidt (quien en 1905 publicó una traducción directa del texto copto al alemán considerada como muy buena) con los dos Libros de Jeû citados en la Pistis Sophia. Contienen las revelaciones de Jesús sobre los “tesoros” por los que debe pasar el alma. Se van indicando los “tesoros” con diagramas místicos, números y colecciones de letras aparentemente sin sentido. La segunda obra del Codex Brucianus está mutilada. Contiene especulaciones sobre el origen y evolución del mundo trascendental y parece proceder de la escuela gnóstica de los setianos.

Además de estos dos códices y puestos a citar todos los documentos gnósticos de la antigüedad, cave mencionar un tercer manuscrito que se conserva en Berlín (papirus Berolensis Gnosticum). Comprende tres tratados. El primero se titula el Evangelio de María, que contiene revelaciones transmitidas por María. El segundo es el Apócrifo de Juan, traducción de una obra griega refutada por Ireneo en el primer libro de su tratado Contra las herejías (1,29). Jesús se aparece en una visión al apóstol Juan como "el Padre, la Madre y el Hijo." El tercer tratado se llama Sophia Iesu Christi. Según C. Schmidt, esta Sophia seria la que atribuye a Valentín.

Aparte de las obras gnósticas mencionadas por los autores eclesiásticos del catolicismo Romano y de los escritos gnósticos de Chenoboskion (manuscritos de Nag-Hammadi), el evangelio de Judas y alguno otro de muy reciente salida a la luz, estos son todos los escritos gnósticos de la antigüedad. De ellos, sólo el Codex Askewianus es la fuente del libro que conocemos como PISTIS SOPHIA, y más concretamente una traducción copta del original griego.

EL PAPIRO DE BERLÍN Y EL RESTO DE LAS FUENTES ESCRITAS DEL GNOSTICISMO ANTIGUO:

Será suficiente este breve texto tomado de FRANCISCO GARCIA BAZAN con un rápido repaso por las principales fuentes escritas (aparte de las ya mencionadas).

Desde fines del siglo II y después que el episcopado monárquico romano se consolidara (desde el obispado de Higinio), la doctrina de Ireneo de Lión del Evangelio escrito bajo cuatro formas se impuso en la Iglesia. El género literario evangélico de carácter narrativo se ha considerado por largos siglos el normal y exclusivo. Hay comprobaciones de que no es así y que aunque la tradición del "Evangelio tetramorfo" es muy antigua y registra a sus espaldas ciertas concordancias de "Recuerdos de los Evangelios" (Justino Mártir) y de armonías evangélicas cuádruples (diatessáron), hubo también escritos de naturaleza evangélica tan arcaicos o más que los citados, constituidos por series de palabras del Señor sin explicaciones biográficas (la Fuente Q, que subyace a Mateo y Lucas, o el Evangelio de Tomás), y otros de factura dialogada comunes a corrientes diversas judeocristianas o gnósticas (Evangelio de los hebreos, Evangelio de los egipcios, Carta esotérica de Santiago, Diálogo del Salvador). El evangelio de Judas (peuaggelion nïoudas) recientemente editado, aunque hallado en la década del 70 en Muhazafat Al-Mynia (Egipto Medio) en una traducción del griego al copto en papiro del siglo III, pertenece al último tipo señalado y posee una identidad de contenido inconfundiblemente gnóstica.

No es el primer evangelio gnóstico directo de que se dispone, pues la biblioteca de trece códices hallada dentro de una vasija herméticamente cerrada en diciembre de 1945 en Nag Hammadi (Alto Egipto), deparó un Evangelio de Felipe, un Evangelio de la Verdad y completo el Evangelio de Tomás del que se poseían fragmentos en griego provenientes del vaciadero de Oxirrinco. Con larga anterioridad, en 1896, el Papiro gnóstico de Berlín 8502 ofreció un Evangelio de María. Y existieron algunos otros similares de los que nos han dejado los títulos, aunque escasas noticias del contenido, los escritores eclesiásticos y adversarios irreconciliables que combatieron a los gnósticos conocidos técnicamente como heresiólogos: Ireneo de Lión, Hipólito de Roma, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes y Epifanio de Salamina, para citar a los más descollantes.

LAS EDICIONES Y TRADUCCIONES DEL PISTIS SOPHIA:

La más temprana referencia al manuscrito Pistis Sophia es una afirmación –sin verificar– de que en 1770, C. G. Woide publicó un artículo en un número de British Theological Magazine sobre Pistis Sophia. G. R. S. Mead trató en vano de rastrear tal revista o cualquier artículo sobre la materia cercano a aquella fecha (C. G. Woide fue el editor del Nuevo Testamento de acuerdo con el famoso Codex Alexandrinus, él situó la fecha del manuscrito Pistis Sophia en el siglo III). En 1773 y 1778 aparecieron artículos de Woide sobre el Pistis Sophia en periódicos publicados en Francia y Alemania. En 1779 Woide copió a mano por completo los manuscritos de Askew y Bruce, pero no se publicó ninguna traducción. Entre 1838 y 1840 los manuscritos fueron copiados por el sabio francés Dulaurier, pero ninguna traducción salió nunca a la luz.

En 1848 M. G. Schwartze copió el manuscrito Pistis Sophia e hizo una traducción al latín, que fue editada tras su muerte por J. H. Petermann, y publicada en 1851. Todas las primeras traducciones al inglés son traducciones de la versión en latín de Schwartze (NOTA MIA: Al ser hoy día una obra de dominio público, el texto íntegro de una edición de esta obra que contiene incluso el texto copto original puede ser descargada desde el archivo de libros de Google en un pdf facsímile, que por el interés del documento nos permitimos el lujo de alojar aquí).

La primera traducción parcial al inglés publicada fue la de C. W. King en la segunda edición (1887) de su libro Gnostics and their Remains (Gnósticos y sus Restos). Este fragmento consistía en unas pocas páginas traducidas del texto en latín de Schwartze. Apareció una traducción anónima en francés en Migne’s Dictionnaire des Apocryphes, que G. R. S.Mead llama “...un penoso trabajo, más frecuentemente una mera paráfrasis de la versión de Schwartze que una traducción. Muchos artículos cultos aparecieron entre la publicación del texto en latín y el final del siglo. En 1895 É. Amélineau publicó una traducción francesa del copto. En 1905 C. Schmidt publicó lo que es considerada una muy buena traducción alemana del texto copto, y en 1924 George Horner publicó una excelente traducción inglesa del copto. Esta fue la primera traducción directa del copto al inglés. Es designada como una “traducción literal”, y mientras que esto no siempre facilita una lectura fácil y tranquila como algunas de las traducciones libres, preserva, tanto como es posible en inglés, la formulación exacta del texto, y en algunos casos pistas definitivas del significado expresado por los escritores originales. La traducción inglesa de Horner contiene una Introducción magnífica y muy minuciosa de Francis Legge.

En 1890-1891 G.R.S. Mead publicó en la revista Lucifer de H.P. Blavatsky una traducción al inglés de los dos primeros “libros”, casi la mitad del Pistis Sophia. Esta era de nuevo una traducción del texto latino de Schwartze. Era la primera traducción inglesa, excepto por las pocas páginas publicadas en la segunda edición del libro Gnostics and their Remains de King. En Lucifer, se añaden voluminosas notas a pie de página y comentarios al texto de la traducción.

En 1896 Mead publicó una traducción completa de su trabajo con una excelente Introducción, pero sin notas ni comentarios en el texto. En la Introducción (página xxxv) dice: “repasé todo de nuevo y lo comprobé con la versión de Amélineau, y en la página xxxvi: “En 1890 ya había traducido al inglés la versión latina de Schwartze y publicado las páginas 1 a 252, con un comentario, notas, etc, en forma de revista desde Abril de 1890, a Abril de 1891.” La revista mencionada es, por supuesto, Lucifer, editada por H.P. Blavatsky, y lo anterior es la única mención hecha por Mead de los comentarios y notas a pie de página en Lucifer. En Fragments of a Faith Forgotten (Fragmentos de una Fe Olvidada), página 456, Mead escribe: “Cuando, en 1896, publiqué una traducción del Pistis Sophia, había pretendido continuarla con un comentario, me di cuenta muy deprisa que a pesar de los años de trabajo que había dado al Gnosticismo, habían aún muchos años más de trabajo delante de mí, antes de que pudiera estar convencido de ser competente para emprender la tarea de una manera realmente satisfactoria; por consiguiente he reservado esa tarea para el futuro.

Una edición “Nueva y Completamente Revisada” del Pistis Sophia fue publicada por Mead en 1921, también sin notas ni comentarios. Esta versión fue minuciosamente comparada y contrastada con la traducción alemana del copto de Schmidt (1905). En el Prefacio, página xx, Mead dice: "La segunda edición es prácticamente un libro nuevo".

Tras la muerte de Mead en 1933, John W. Matkins, su albacea literario, efectuó una cuidadosa búsqueda entre sus manuscritos inéditos sin poder encontrar nada que tratara del Pistis Sophia.

Existe también un manuscrito de P.A. Malpas, (1875-1958) un estudiante de por vida de la Teosofía, que contiene una traducción del Pistis Sophia, junto con las notas y comentarios de Lucifer y extractos de los escritos de los Padres de la Iglesia. La traducción del Sr. Malpas del Pistis Sophia es aparentemente una revisión de las traducciones latina, alemana y francesa.

Como ya se ha indicado, la traducción del Pistis Sophia publicado en Lucifer ha sido superada por mejores traducciones, incluyendo la propia edición posterior de Mead de 1921. El texto que apareció en Lucifer (Volúmenes 6, 7 y 8) no está completo; contiene muchos cortes y resúmenes de pasajes repetitivos.

Los estudiantes que desean hacer un estudio del texto completo del Pistis Sophia son dirigidos a la edición de 1921 de Mead del Pistis Sophia, o a la de George Horner, con introducción de F. Legge. Las introducciones para ambos volúmenes son muy valiosas ya que muestran los puntos de vista de dos eruditas aproximaciones al Pistis Sophia mismo y al Gnosticismo en general bastante distintas.

Hasta aquí lo tomado del articulo de H. P. B.

Aunque no sería justo cerrar esta sección sin nombrar aquí que existe igualmente una traducción al español hecha por Edmundo González-Blanco (Oviedo, 1877 - Madrid, 1938 -filósofo, traductor y escritor español, hermano del crítico y novelista Andrés González-Blanco y del periodista Pedro González-Blanco-, que se publicó junto con otras en su libro: “Evangelios apócrifos” (Madrid, 1934, 3 tomos, reimpresa en 2 tomos por Hyspamérica Ediciones Argentina, 1985 y México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2001).

El trabajo de este Asturiano es de suma importancia. En su obra, traduce el pistis sophia bajo el nombre de: “evangelio de Valentín”. Versículo por versículo ofrece una traducción muy cercana al literal que se notará sensiblemente distinta de las traducciones teosóficas antes mencionadas. El texto íntegro de su traducción junto con la otros evangelios apócrifos puede leerse aquí (la traducción de Pistis Sophia es el último texto, que se titula "la sabiduría fiel").

Una vez considerada la información sobre el hecho del documento es necesario exponer aquí algo relacionado con la difusión que ha tenido a lo largo del tiempo. Siendo este libro tan antiguo como el cristianismo, ha tenido que conocerse y enseñarse en absoluto secreto por muchos siglos.

Hasta ahora hemos documentado lo que “todo el mundo sabe” sobre el manuscrito porque de otro modo no estaríamos dando al tema un tratamiento serio si no nos ceñimos a contar lo estrictamente demostrable, en el momento en que empecemos a tratar “de lo que nadie sabe” ya no estaremos documentando sino revelando algo que no podemos demostrar.

LA FUENTE ORIGINAL GRIEGA:

El mismo maestro HUIRACOCHA nos dice en “LA IGLESIA GNOSTICA” que existió un original griego, concretamente dice:

Así como en todas la Religiones existe un Libro Sagrado o Biblia o Conjunto de todas las enseñanzas y Doctrinas que integra cada una, del mismo modo, los Gnósticos, dentro de nuestra Iglesia, disponemos también de un Libro santo, y con algunas referencias sobre él quisiere comenzar con mi estudio, advirtiendo, desde luego que para comprender a los diferentes autores, hay que considerar la época y el sentido esotérico de en que fueron escritos.

Lo que es el Talmud para los Semitas, el Bhagavad−Gita para los budistas, el Corán para los Musulmanes y la Biblia para los Cristianos, es para nosotros la PISTIS SOPHIA. Veamos, pues, en síntesis, lo que acerca de ella dice un Historiador y veremos que Pistis es un libro y entidad espiritual a la vez:

Se trata, del libro Cumbre de todas las Doctrinas Gnósticas, el cual fue publicado en Latín el año 1851 por Schwartze y Petermann, con arreglo a un Código del Museo de Londres, llamado Askeniano, cuya vejez se remonta al siglo III, aunque algunos opinen que al Siglo V. (Opus Gnosticum Valentino adjudicatum est Códice manuscripto Cóptico Londinensi descripsit et latine vertit M.G.Schwartze). El original Griego de esta Obra, que sirvió de base en los primeros siglos, no ha podido ser hallado. Sólo se tiene el texto Sahídico, que es una traducción al Copto del Manuscrito Primitivo. El Papiro Copto, en cambio, fue encontrado en Egipto sin que nada pueda atestiguar si el Original Griego fue compuesto, asimismo, en este Pueblo. En lo que sí concuerdan todos los Críticos, es en que esta obra proviene de algunas de las múltiples Escuelas o Sociedades Gnósticas Primitivas, creyéndose más bien que pertenecería a los Ophitas. Se divide en 148 Capítulos y en cuatro grandes partes o libros. El primero y el Cuarto, no llevan inscripción alguna, mientras que el Segundo es encabezado por este título: ‘Segundo Libro de la Pistis Sophia’. Lleva también un rótulo al final que dice: ‘Parte de los Volúmenes del Salvador’. Este mismo rótulo vuelve a repetirse al final del Libro Tercero que figura sin encabezamiento. Esta falta de homogeneidad, es la que hace suponer a algunos Críticos que la Pistis Sophía no está compuesta con arreglo a un plan unitario y que la mayor parte de sus escritos sean de épocas distintas. Por eso aseguran que el Libro Cuarto es más antiguo que los restantes.

Al redactarse esta Obra, se supone que han transcurrido once años desde la resurrección de Jesús y lo describe razonando con sus discípulos en el Monte de los Olivos y dándoles a conocer las grandes y supremas Verdades Iniciáticas. Por el vestido de Luz que le rodea, ha podido atravesar el Mundo Suprasensible y remontándose de esfera en esfera, le han sido franqueadas todas las puertas, amedrentando a los mismos Arcontes o Guardianes de aquellos Lugares, quienes le han adorado... Jesús arriba al plano donde están esos Arcontes o Señores Tiranos, cuyo Príncipe es Adamas. Ellos vienen a ser los dueños del Destino* (* = Los Señores del Karma de los Teósofos). Pero Jesús, provisto de su habitual heroísmo, llega al Eón 13 en donde se encontraba estacionada primitivamente la Pistis Sophia, y en relación con esto, cuenta a sus discípulos la Historia de este Ser Misterioso que, pretendiendo llegar a la Región de la Luz Suprema atravesando los 12 Eones, sale de su morada limitado por el Eón 13 y al ascender en su vuelo, es arrojado por los mismos Arcontes en la inmensidad del Caos. Tal es la triste situación de la Pistis, hasta que el Padre le envió a Jesús como Libertador... Jesús, entonces, apela a Gabriel y a Miguel para que la lleven en sus manos con el fin de que ninguna de sus partes se pierda en las Tinieblas, y así es trasladada desde el Caos hacia un lugar que se encuentra bajo el Eón 13. Por fin, después de una lucha cruenta, Jesús despoja a los Arcontes de su Luz y la Pistis Sophia es conducida al Sagrado Lugar, donde mora desde entonces con todos sus hermanos invisibles...

En la Historia de la Pistis Sophia, el relato se interrumpe repetidas veces con el recitado de varios himnos que ella hacía llegar del Caos a la Luz. Estos son 13, y cada vez que Jesús recita uno de sus discípulos, les invita a dar su explicación. Con frecuencia hablan las Santas Mujeres, María o Salomé. Otras veces algún Apóstol, como Andrés, Pedro, Mateo o Felipe, los cuales interpretan los himnos de la Pistis aduciendo algún Salmo de David o Salomón. Es característico de los Gnósticos Coptos, el no ir a buscar otra Autoridad para confirmar sus Escritos que las Sagradas Escrituras, y si algún sincretismo se observa en ellos, es más en la forma que en las ideas. Después, se trata en este libro, de la suerte que espera a las almas más allá de la muerte revelándonos lo que acaecerá a cada una de las distintas Categorías de Hombres. Las Alegrías y Privilegios que aguardan a los unos y los Tormentos y Penas que afligirán a los otros. Su tema principal es, pues, la Redención de las Almas... En la Primera parte se ocupa, de la suerte de las Almas privilegiadas, es decir, de los Apóstoles, de las Santas Mujeres y de los Perfectos o Iniciados que habían hecho renuncia de la materia y de los cuidados del Mundo. En la segunda nos revela, el destino que se reserva a las otras Almas, especialmente, a las que se arrepienten de sus pecados. Luego viene otra parte, en la que se trata de los Misterios y de su eficacia y, finalmente, se llega a aquella en que se describen las penas de los condenados... Veremos más tarde que LOS MISTERIOS son lo principal y todo lo demás jira alrededor de ellos. En el Libro Cuarto se habla de Resurrección de Jesús, quien, se dice, ha vencido a los Arcontes del Destino y la Fatalidad cuya sombra nefasta dejará de pesar en adelante sobre los Hombres... Aquí refiere Jesús a sus discípulos las hazañas de estos Arcontes hijos de Adamas que, persistiendo en su afán de procrear, dieron ser a los Arcángeles, Angeles, Liturgos y Decanos hasta que intervino Jeú a quien Jesús le llama PADRE DE MI PADRE. Jabraoth Adamas y los suyos, se obstinaron en su pecado por lo cual Jeú los ató a la Esfera en donde actualmente forman parte del Zodíaco, viniendo a ser estos Arcontes del Destino, los que tiranizan a los Hombres y cuyos pasos trata de investigar la Astrología... Aún continúa la descripción de la manera torturante como los Arcontes penetran en los Hombres y los incitan al mal, atrayendo sobre ellos terribles castigos y perdición absoluta...”

Hasta aquí, cuanto se piensa profanamente y se percibe de las Enseñanzas de este Libro Sagrado sobre el que Historiadores e Investigadores no pueden profundizar más porla falta de Claves. Pistis para nosotros significa Fe, pero no nuestra Fe habitual que resulta la aceptación de una opinión extraña, porque la cuentan. No. Fe en sentido bíblico es una fuerza , es la fuerza mágica, que basta tener como un grano de mostaza, para levantar una montaña y echarla al mar. Sofía ya sabemos que es ciencia. De manera que Pistis sofía es poder ciencia, es teurgia, magia blanca, cuya clave naturalmente no se puede dar en este libro sino que se da por cursos secretos que pueden ser proporcionados por el autor, previo pago de los derechos. En esto está la diferencia capital con la teosofía indú. Aquella es teoría y muchos son hasta contrarios a la práctica de la Magia. El Gnóstico exige primero el manejo de Pistis y luego la comprobación de los hechos. Es, pues, ante todo, práctica, real, efectiva, sin nada de especulaciones a priori. Es racional y justo que algunos Críticos supongan, por la falta de concordancia y homogeneidad de sus partes, que esta Obra no fue escrita con sujeción a una unidad y a un plan preconcebidos, pero esto se debe, a que en la Traducción de Schwartze y aun en el Códice del Museo de Londres, solo existen fragmentos que indudablemente dejaron esparcidos algunas de las Primitivas Escuelas Gnósticas. El Libro íntegro, intacto, el verdadero Original Griego, tal como se escribió y con toda pureza de enseñanzas, está en poder de nuestra Santa Iglesia, como reliquia esotérica, que no da conocer más que a aquellos que están en condiciones de recibirlas, sus profundas y claras verdades...

A nosotros tuvo que venir necesariamente, y es nuestro Patriarcado el fiel guardador de tan preciada joya. En esta Obra Sagrada, están condensados todos nuestros Rituales. He aquí por que la crítica Histórica, no puede hablar con más acierto de la que en todo tiempo ha sido la Biblia Sacra de los Gnósticos.

Y hasta aquí esta cita del primer capítulo –del mismo título que la obra- del libro del maestro Huiracocha: “La Iglesia Gnóstica”.

Llegados aquí cabe preguntarse varias cosas: ¿qué fue del original griego? Sobre esta volveré más adelante ¿a qué iglesia gnóstica perteneció Huiracocha? Pues dice que es su patriarcado el depositario de la obra, el patriarca del que habla es Tau Basílides quien no es otro que E.C.H. Peithmann (1868-1943), lo que nos remite a una rama alemana que deviene de la más que dudosa iglesia gnóstica fundada por el espírita Jules-Benoti Stalinas Doniel du Val-Michel (1842-1903), y que da –al contrario que otras ramas que el imperfecto recuerdo relaciona con este enfermizo árbol– toda la importancia a las enseñanzas del Pistis Sophia (en otras ramas de esta iglesia son otros textos o tendencias gnósticas los que se toman por más importantes: catarismo (Doniel), templarios (OTO, Reuss), etc., pero en la iglesia gnóstica alemana Pistis Sophia es la bíblia de los gnósticos. P.R. Koenig nos dice esto sobre el patriarca:

"Si bien está familiarizado con Papus y con la mayor parte de los protagonistas del ocultismo de su época, Arnoldo Krumm-Heller deriva su sucesión gnóstica de su compatriota, el alemán doctor en filosofía Ernst Christian Heinrich Peithmann/"Basilides" (nacido el 3 de mayo de 1868.). Heinrich emigró a los Estados Unidos en 1894, trabajó esporádicamente en Alemania, donde sólo permaneció por períodos de tiempo significativos a partir de 1920 (Henri Birven sugiere que el propio Peithmann puede remitir su línea sucesoria a Kenneth Sylvan Launfal Guthrie (nacido en 1871) (Birven a Gerald Yorke 12/03/1950). Sin embargo, su "Brotherhood of Eternal Covenant" parece arreglárselas sin sucesión apostólica. El OHO suizo H.J. Metzger considera que Peithmann proviene de Louis François Giraud (m. 1951), "Materialien zum OTO", 318. Giraud fue consagrado sacerdote por Vilatte el 21/6/1907 , y obispo, el 21/06/1911, también por Vilatte. Bricaud fue consagrado el 21/07/1913 por Giraud, y por Constant Chevillon el 05/01/1936. El jefe de la iglesia de Giraud es Ivan-Gabriel Drouet de la Thibauderie). A partir de 1903, los "Escritos para Gente Educada y Pensante" de Peithmann presentan a los "Padres Gnósticos" como parte de la serie "Biographia Antiqua" (comenzada en 1900). En 1904, aparece su increíblemente larga obra "Der Gnostische Katechismus" (Todos publicados por Baumann-Verlag Bitterfeld y Leipzig, a partir de 1905 en Bad Schmiedberg, cuyas imprentas también dieron a luz a la Oriflamme de Reuss. Leopold Engel, P. Ch. Martens, Kerning, Karl von Eckarthausen y muchos otros publicaron en este lugar). En 1920, en Südhemermmen/Westfalen, Peithmann funda o da nombre a su "Gnostische Mysterienschule"/"Altgnostische Kirche von Eleusis", la cual no está exclusivamente vinculada a "Pistis Sophia", sino que más bien sigue una cosmogonía construida por él mismo (ver ejemplo textual más adelante). "Peithmann et Reuss avaient échangé leurs systèmes. Selon Peithmann, les grades de la O.T.O. étaient sans valeur" (Birven a Yorke, 12/03/1950). Éste puede ser un motivo adicional para el silencio de Krumm-Heller respecto a la O.T.O. A partir de 1927, Peithmann publicaba en el "Hain der Isis" [Bosquecillo de Isis], publicación en la cual, a partir de 1930, se ataca regularmente a Crowley. En la década de 1990, Rubén Pilares Villa, en Perú, reconoce en sus documentos que Peithmann/"Basilides" debe haber hecho su sucesor a Krumm-Heller en 1934. Ello debe haber tenido lugar en América, dado que Peithmann (quien murió el 4 de julio de 1943) emigró (en forma forzosa) a los Estados Unidos en 1933. Krumm Heller "fue consagrado [antes de 1930] (Casi literalmente también en "Rosa Cruz", 3, Berlin, 27/06/1939, pag. 232: "Hace muchos años fui consagrado Obispo".) Obispo de la Iglesia Gnóstica con todo el ordinal de estilo y en un congreso que celebraron los dignatarios de la Antigua Iglesia Gnóstica en Londres, hace algunas semanas, se resolvió a levantar de su sueño a esa Iglesia Santa. Visité al Patriarca Basilides y éste confirmó mis poderes para crear congregaciones y parroquias" en España y en América (Krumm Heller en: "Revista Rosa-Cruz" IV: 3, Berlin 1930, 229 y 232- Aquí, Krumm Heller tilda de "invención falsa" a la la iglesia teosófica de Leadbetter, que remeda a la iglesia católica. Acerca del propio Leadbetter –Gregory Tillett: "The Elder Brother", Londres, 1982)".

De lo que fue y lo que llegó a ser esta secta gnóstica da idea general el siguiente texto del escritor uruguayo Hermógenes Bastarrica (fragmento de un capítulo del libro «Secretos de la Astrología y el Esoterismo». El texto ha sido en gran medida reescrito y modificado):

En Paris, en los años ochenta del siglo XIX, mientras los Impresionistas ponían en duda los clásicos criterios estéticos, y al tiempo que los poetas Parnasianos se hacían notar (cuando Mallarmé era el centro de un cenáculo tan misterioso para sus fieles como e templo de Delfos lo fuera en Grecia por siglos). En esa babel, escenario de las aventuras de Rocambole y de los personajes de la Comedia Humana de Balzac, un hombre extraño llamado Doniel —que había sido sacerdote católico— abre en pleno Barrio Latino un templo de la Iglesia Gnóstica.

De ese modo resurgía un antiguo paradigma espiritual, que tuvo su momento de esplendor entre el siglo primero antes de Cristo y el cuarto de nuestra era. Esto fue así hasta que “la cruz y la espada” se unieron en la figura del emperador Constantino, dando comienzo una implacable lucha —a veces dialéctica, y otras sangrienta— contra los vencidos y sus ideas. Estos no habían sido los paganos, como lo ha contado la historia oficial; a esa altura no los había en el Mediterráneo. Los enemigos del Cristianismo institucional y dogmático eran los Neoplatónicos, los últimos filósofos de la Escuela de Atenas, y los diferentes grupos gnósticos.

Estos cultivaban un sabio sincretismo, que armonizaba los nuevos paradigmas cristianos con el antiquísimo panteón egipcio, con la sabiduría de Zoroastro, con los misterios griegos. Todo esto les era útil en la medida que condujera a la “gnosis”, es decir a la experiencia vivencial y trascendental, al “despertar” por el propio esfuerzo a las realidades espirituales. Para ello se apoyaban en estrategias diversas, que iban de lo devocional al trance místico, pasando por el erotismo sagrado (equivalente al tantrismo hindú).

Tales escuelas de sabiduría práctica y trascendental fueron perseguidas con saña, sus textos quemados o destruidos, y su prédica denigrada. Los más notorios de estos “vencidos” fueron Apolonio de Tyana, Basílides, Carpócrates, Valentín (sin olvidar a la bella e inteligente Hypatía, matemática y gnóstica de Alejandría, asesinada por la plebe en plena calle por orden del obispo católico).

Sus escritos se olvidaron por siglos. Permanecieron los fragmentos utilizados por los llamados Padres de la Iglesia para calumniarlos. Pero esos párrafos bastaron para alimentar el resurgimiento de ese carisma profunda y auténticamente esotérico en la Edad Media, a través de los Cátaros y los Templarios por ejemplo (supliciados al igual que los Gnósticos). Y retornaron esos aires en el Renacimiento italiano, con riesgo para algunos que osaron adoptarlos (que lo diga, si no, Giordano Bruno).

La derrota del Papa de Roma frente al mundo moderno libre pensador y liberal, permitió que a partir del siglo XIX —al reaparecer viejos códices gnósticos en Alejandría y El Cairo— volviera a circular el añejo paradigma, rescatando la memoria de un camino espiritual no basado en castas sacerdotales ni en “representantes de Dios”, sino en la búsqueda de la Divinidad dentro del individuo, a partir de una vivencia personal y concreta. En tal contexto fue que Doniel pudo establecer en Paris la Iglesia Gnóstica.

Ya en el siglo XX, el doble acontecimiento del hallazgo en Palestina de los Rollos del Mar Muerto (conteniendo la sabiduría de la secta judía de los Esenios, de clara raíz gnostizante), y los evangelios concretamente gnósticos en la localidad egipcia de Nag Hammadi, cerró el ciclo y permitió que muchos buscadores contemporáneos se pudieran acercar nuevamente a las fuentes de una sabiduría que repugna a las religiones establecidas porque subvierte sus dogmas, especulaciones y tabúes, propugnando una mística sin tutores y promoviendo —con inspiración prometeica— la toma del Cielo por asalto.

Por lo que sé Krumm-Heller logra desvincularse de las raíces espíritas de Doniel porque mediante métodos de la orden martinista consigue el contacto directo con los maestros del invisible o astral, y hace lo propio con el bodhisattva caído del maestro THERION Aleister Crowley quien comandaría otra rama de esta mundana iglesia gnóstica de la que Heller se desmarca fundando la F.R.A. que se aleja igualmente por completo de la O.T.O. y sentando las bases de la magia sexual en la forma que luego reivindica como genuina y válida Samael Aun Weor, quien a otros dirigentes de otras ramas de esta iglesia no duda en calificar de magos negros (el ya citado Crowley y Papus, para mi grandes ocultistas pese a su caída pues en estas lides todos podemos caer miserablemente y estas personas lograron algo importante pese a que terminasen por caer) simple e inequívocamente por el distinto cariz que le dan a la magia sexual (y en especial porque permiten el derramamiento del semen, algo cuya gravedad sólo es discernible a partir de enseñanzas de orden superior como las del maestro Samael).

En cuanto a lo que es la gnosis en sí es un tema que ha hecho correr mucha tinta y sin embargo sigue requiriendo puntualización: se pretende siempre llevar la gnosis al terreno de la mera creencia por puro acomodo del tratadista erudito que suele tocar el tema, todos insisten en separarla de la religión del sexo que es, ha sido y será por los siglos de los siglos (como decía Dámaso). Todos se empeñan en que no tiene nada que ver la gnosis paleocristiana con la gnosis de Samael Aun Weor, pero la verdad es que son la misma cosa. Todos esos escritos gnósticos antiguos sobre los que se discute sin comprender nada son oscuros, aparentemente contradictorios y fantásticos sólo porque no se comprende ni se ha puesto en práctica el gran arcano en el terreno práctico del sexo. Una cosa es pensar en la creación y en el paraíso, y otra cosa es ser consciente de que se está tratando con la creación y el paraíso aquí y ahora mediante la gnosis. Ambas cosas no tienen comparación posible. Si por algo vale la pena escribir esto, es para indicar a los que no tienen esto así de claro que si se dan la oportunidad de pensar de manera diferente respecto al sexo podrían llegar a saber que el edén es el mismo sexo, que el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida comparten sus raíces y que uno puede llegar a entender estos misterios e incluso realizarlos en sí mismo. Eh ahí por qué Crowley y Heller terminan por desconocerse mutuamente; Crowley no da importancia al acto de derramar el semen y termina practicando magia sexual por "via sodomítica" (por el culo) con un poeta del que se enamora, Heller sí confiere su importancia al hecho de no derramar el semen y termina siendo maestro de misterios mayores (Heller declara hallarse en comunicación con la jerarquía del invisible, extremo cierto que Samael Aun Weor redondea al decir que el íntimo de Arnold Krumm-Heller es arzobispo de la iglesia gnóstica de los mundos internos, en cambio Crowley no llega a unirse al maestro THERION, del que es bodhisattva, y sus trabajos se quedan a medio camino entre el mensaje del maestro y el fracaso rotundo del bodhisattva en levantarse, algo que sí logrará más tarde el bodhisattva del maestro SAMAEL, Victor Manuel Gómez Rodríguez, como lo demuestra el hecho de dar el mensaje).

A la muerte de Peithmann Heller le sustituye –o así debía haber sido– como patriarca al frente de la iglesia gnóstica, lo cual ocurre en plena segunda guerra mundial. Es obvio que la reliquia esotérica más preciada de la secta –el original griego de Pistis Sophia– pasa a manos suyas (de hecho, la gestapo llega a registrar su biblioteca particular en busca de ese libro y no detiene a Krumm-Heller porque este logra huir y se refugia en México, el templo más importante de la sociedad secreta (el S.S.S. de Berlín) es destruido y sea por uno u otro suceso, la reliquia esotérica pasa a estar desparecida.

De hecho el maestro Samael, antes de emprender la develación de Pistis Sophia y consciente del hecho de que el texto copto no contiene la obra íntegra, trató por todos los medios de buscar este original griego. Ciertos discípulos de tercera cámara fueron compelidos a colaborar en la búsqueda que se intentaba cada noche mediante la técnica del desdoblamiento astral, abandonándola al cabo de pocos e infructuosos meses y resignándose el maestro a usar el texto copto debido a las fuerzas tenebrosas que impedían el éxito en la empresa de encontrar el original griego, algo que tal vez el lector no avezado ponga en duda y llegue a creer que lo escribo sin conocimiento de causa, pero pueden preguntar a Oscar Uzcátegui o a Fernando Salazar Bañol o al abad del primer monasterio Luis Fernando Moya y cualquiera de ellos podrá corroborar e incluso ampliar esta parte de mi historia (para los profanos es muy difícil apreciar lo que ocurre en estos casos porque son sumamente inconscientes del poder de los tenebrosos y tienen la pésima costumbre de tomar la amenaza de los magos negros por "el pito del sereno").

Una vez desistido el maestro de encontrar el original, el texto del Pisitis Sophia en Español usado para su develación lo tradujo su discípulo y yerno Antonio Maldonado Mérida de la versión en Inglés de más prestigio en el círculo del ocultismo y seguramente la única que estaba disponible: la versión del escritor y traductor George Robert Stow Mead (1863-1933), miembro de la Sociedad Teosófica (ingresó a la S.T. en 1884, donde conoció a Helena Blavatsky convirtiéndose en su secretario personal y abandonando su carrera de profesor en 1889 para dedicarse exclusivamente al apoyo de H.P.B. hasta su fallecimiento dos años más tarde). Se trata de: “Pistis Sophia Traducción con comentarios” publicada en Londres por J. M. Watkins en 1921.

Servirá para ilustrar lo que digo el capítulo final del libro de Antonio Maldonado: “Mis 10 años con el maestro” donde él mismo explica el ambiente de trabajo en el que se forjó la traducción y la develación:

"Capítulo 11: EL PISTIS SOPHÍA

El Pistis Sophía, fue el libro que más costó escribir o develar al Maestro. Decía que fuerzas negativas adversas se habían concentrado para impedir que tal labor se realizara. Durante el largo tiempo que colaboré con él en esta tarea, me di cuenta de los grandes esfuerzos que hacía para develar dos o tres pequeñas hojas, que le preparaba traducidas al español; yo también experimentaba la poca continuidad que se podía tener en mi trabajo, no por falta de deseos o porque no se quisiera trabajar. Constantemente era interrumpido, día a día cuando lo empezaba, a pesar de mi deseo de ayudarlo, era difícil avanzar gran cosa. En varias ocasiones me comentó que nadie había sobrevivido al intentar develar este gran libro. En mis adentros pensaba que a Él no le sucedería tal cosa. Cuando ya avanzábamos triunfantes casi a la mitad del libro, me llamó por teléfono diciéndome que sus quebrantos de salud eran de vida o muerte, me sorprendió cuando me dijo que hasta ahí dejaría la develación del Pistis Sophía, la otra mitad lo haría más adelante. Debido a la naturalidad con que hablaba hasta de las cosas de más alta trascendencia, yo no quise prestarle mayor atención, sin darme cuenta que era una gran verdad. Simplemente argumenté: No diga eso Abuelito, sabe que Ud. es todo para nosotros, sin Ud. nuestra vida carece de sentido. Él me contesto: “Lo se que así es, pero esto es parte de mi proceso interno”. Su salud fue empeorando, cada vez más quebrantada. Con ello confirmaba lo que al principio no quería aceptar. Llegó su desencarnación y me tocó experimentar lo que casi ninguno se dio cuenta. Me quedé sin padre, sin Maestro, sin amigo, sin hermano, sin nada, con un gran vacío en el alma... Me uní al dolor de su esposa, a sus hijos que perdían a su padre, sus nietos que se quedaban sin su bello abuelo, sus discípulos sin su Maestro, sus amigos sin amigo, en fin todo el Movimiento Gnóstico se quedaba acéfalo. Yo creía ser el más desdichado de todos porque perdía cada una de esas cosas que ellos vieron en él durante los diez mejores años de mi vida. Desafortunadamente mi relación con mi esposa fue un poco descuidada por las etapas de desarrollo que atravesé con el Maestro y por el fanatismo hacia la enseñanza en que uno cae cuando no se cuenta con la debida experiencia. Posteriormente y actualmente le doy gracias a Dios por la esposa que tengo, pues en ella está la presencia del Maestro a través de la herencia que le dejó con su manera de pensar, de actuar, y sentir. Podría narrar muchas vivencias de cuando trabajé con él tan estrechamente en la develación de la Pistis Sophia, pero creo que con este pequeño testimonio basta por ahora. Por tener relación con este libro no incluyo las siguientes anécdotas en la sección dedicada a ello, sino a continuación: Aburrido, desesperado y confuso por falta de dinero, yo mismo -ahora me avergüenzo de ello-, me enojé con el Maestro y le tiré las copias sobre la mesa, diciéndole que me iba a U.S.A. para obtener dinero. Él con suma paciencia y con palabra suave aplacó mi ira. Era el mes de septiembre del año en que desencarnó. Ahora me doy cuenta de mi inconsciencia. Más adelante me orientó en ciertas cosas que no comprendía, relacionadas con su persona y el libro Pistis Sophia; cierto día, trabajando juntos, me explicó que la obra de Jesucristo en su octava superior era el Pistis Sophía, advierte como el tiempo no puede contra ella, todo pasará más la palabra de Jesucristo no pasará, todavía es de palpitante actualidad, más ahora que va a la masa en forma develada. Yo sabía que Pistis Sophía quiere decir: Fe y Sabiduría, pero Él me explicó que su significado era más exacto como Poder Sabiduría, que se haya latente dentro de cada uno de nosotros, en nuestro universo interior, aproveché para preguntarle sobre la obra de algunos Maestros y si el tiempo la borraría o no. Él me contestó: por sus frutos los conoceréis, a tal obra tal Maestro. Me comentó sobre algunos movimientos como el de la M. T. (Meditación Trascendental) del Swami Maharishi Saraswati, el movimiento para la conciencia Krishna fundada por Prabhupada, la labor de la ciencia cristiana de Mary Baker Eddy, etc., y me dijo: mientras no se luche por la disolución del ego primeramente, no serán de mucho beneficio para el desarrollo espiritual. Es necesario alimentar el alma y también eliminar el ego, como en las plantas se alimenta o abona su raíz pero se elimina la mala yerba. Recuerda: no todo lo brillante es oro; a tal obra tal Maestro. Yo pensé: el Movimiento Gnóstico dirá la talla del Maestro Samael y eso está en nuestras manos. Estudia al poeta Milton en su paraíso perdido, obra magistral en que da la jerarquía angélica solar como la de los ángeles caídos, enriquécete con las obras de Shakespeare, estudia también al iniciador del drama moderno, el dramaturgo noruego Henrik Ibsen. Lee su obra “Brand” (en noruego quiere decir fuego) su Peer Gynt y mírate en ese personaje, estudia como se le aparece siempre el forjador de botones simbolo del forjador de las almas en el abismo. Es necesario escribir obras de teatro para presentar artísticamente la Gnosis en las tablas escénicas tal como se hacía en la antigüedad en los grandes teatros griegos, egipcios, mayas, aztecas e incas, etc. Prepárate para ello y lucha por escribir tus propias realizaciones que serás asistido. Cierta noche mi esposa Isis soñó que llegaba un telegrama en el que se le comunicaba que su padre estaba gravemente enfermo. A los pocos días llegó ese telegrama juntamente con mil pesos para sufragar nuestras necesidades, ya que el abuelo (como cariñosamente le llamábamos), me pagaba un salario por ayudarlo. Posteriormente sobrevino su enfermedad que truncó la develación total del Pistis Sophía, hasta un futuro indeterminado. Fue hasta el capítulo 91 que develó el Sagrado Libro Gnóstico. Como consta de 148 capítulos, quedaron sin develar 57 capítulos. En su honor transcribo parte del capítulo 25 que sus ojos ya no vieron plasmado en un libro como él tanto lo deseara, dice así: “Melchizedek el genio de la tierra, una y otra vez debe purificar los poderes de este mundo con sacrificios y transformaciones terribles. Los grandes cataclismos son necesarios. Melchizedek debe así purificar los poderes del alma del mundo y llevar su luz al tesoro de la luz. Una paralela correcta nos indica que dentro del microcosmos hombre debe ocurrir lo mismo, cuando se quiere llegar a la auto realización íntima del Ser .Los trabajadores de la Gran Obra trabajan incesantemente sobre sí mismos y sobre el universo; esto se halla especificado en todo génesis religioso. A nosotros nos corresponde hacer dentro de sí mismos lo que el Ejército de la Palabra hizo en el macrocosmos. Dos servidores de todos los regidores juntaban y juntan toda la materia de todos ellos. Se trata de juntar la sal, el azufre y el mercurio, para la gran obra. Estas tres substancias siempre son moldeadas en almas de hombres, y ganado y reptiles y bestias salvajes y pájaros que vienen a la existencia. Paralela justa también sabe hallar el mercurio seco convertido en agregados psíquicos bestiales y salvajes dentro de nosotros mismos aquí y ahora. Ya hemos dicho que tales agregados personifican nuestros errores. Dos receptores del azufre y del mercurio, simbolizados por el sol y por la luna, si miran por encima y ven las configuraciones de los cursos de los Aeones y las configuraciones alquímicas del destino y de la esfera, entonces ellos las toman de la energía de la gran luz. Obviamente los receptores del azufre y del mercurio, son los trabajadores de la gran obra. Los artistas del arte hermético deben ver las configuraciones de los cursos de los Aeones. Los trabajadores de la gran obra deben ver las múltiples combinaciones aritméticas de la alkimia. Los sabios del arte hermético deben ver también las configuraciones del destino y de la esfera. La energía de la luz, la energía creadora nos proporciona sal, azufre y mercurio. Mediante las sabias combinaciones de la sal, el azufre y el mercurio, se hace la gran obra. Aquellos que han realizado la gran obra, la presentan a los receptores de Melchizedek. Esos que han realizado la gran obra, ingresan a la Orden Sagrada de Melchizedek. El material inútil es arrojado a los mundos infiernos, es decir, a la esfera sumergida que está por debajo de los Aeones, región de las bestias que personifican a nuestros defectos de tipo psicológico. Del abismo surgen cosas espantosas de acuerdo con los regidores de esa esfera y de acuerdo con todas las configuraciones de su revolución y todo queda repartido entre la humanidad. En última síntesis mediante la aniquilación budhista y crística, desintegrando agregados psíquicos o mercurio seco, podemos cristalizar alma en nosotros. Los receptores de la esfera que está por debajo de los Aeones, realizan trabajos maravillosos que las gentes ni remotamente sospechan. Ellos pueden moldear tal material inútil en almas de reptiles y de bestias salvajes y de pájaros de acuerdo con el circulo de los regidores de esa esfera y de acuerdo con todas las configuraciones de su revolución y las reparten en este mundo de humanidad, y se convierten en almas en esta región, tal como os he dicho. Ellos pueden y deben dirigir en la esfera sumergida que está por debajo de los Aeones, los procesos involutivos de las bestias salvajes, reptiles y ganado, toros furiosos y demonios con cara de cocodrilo. Tales bestias del averno son agregados psíquicos personificando defectos psicológicos; engendros del infierno; egos que provienen de humanos organismos. Los regidores de la esfera que está por debajo de los Aeones, tienen poder sobre la vida y la muerte. Concretando diremos: los regentes de la esfera sumergida infernal, que está por debajo de los trece Aeones tienen poder para trabajar con las criaturas vivientes que viven sobre la superficie de la tierra y con las bestias del abismo. Los agregados psíquicos que constituyen el ego tienen animalescas formas. Quienes ingresan a los mundos infiemos, involucionan en el tiempo hasta la muerte segunda. Mediante la muerte segunda se libera el alma, la esencia, entonces ingresa al Édén para recomenzar o reiniciar nuevos procesos evolutivos que han de surgir en el mineral, continuar en el vegetal y proseguir en el animal hasta reconquistar el estado de humano que otrora se perdiera. Todo este trabajo con almas de hombres y de bestias en la superficie del mundo y en la esfera que está por debajo de los trece Aeones, es dirigido por los regentes del Averno”. Debo agregar que el Pistis Sophía no es un libro esotérico más, como hay tantos en las librerías. La parte que no concluyó el Maestro es la que está más vinculada con su mensaje, con su misión, su doctrina. Es necesario despertar la conciencia para comprender y asimilar su profundo significado.”

Así las cosas nos quedamos con las ganas de saber qué diferencias existirán entre el original griego y el texto que nos ha llegado a los lectores hispanohablantes, pero podemos hacernos una idea del nivel de las traducciones conociendo un poco más a los protagonistas, y hasta podemos desandar el camino tanto como queramos si no estamos convencidos, (yo por mi parte me quedo con la labor de Tony basada en la importante labor de G.R.S. Mead).

EL CRISTIANISMO GNÓSTICO

Pese al énfasis anteriormente expresado en torno a la creación de la iglesia católica como una institución intervenida por los intereses del estado, teniendo en cuenta el hecho de que ella tampoco podía rehusar esa vinculación con el poder político y que en un principio muchos gnósticos están de incógnito y no tanto dentro de la reciente iglesia, así como el natural deseo de todo cristiano de discernir lo que Cristo dijo de lo que otros dijeron, no es exagerado decir que el antiguo gnosticismo fue católico y el genuino catolicismo fue gnóstico. La primitiva iglesia de Roma fue gnós-católica.

El hecho de que el catolicismo ponga en el más alto concepto el hecho de creer y lo equipare con tener fe (cuando esta es la constancia fehaciente de algo, no la creencia) tiene amplia base en el enfoque que el maestro Jesucristo dio a su enseñanza, el cual puede verse en toda su dimensión gnóstica en el texto de pistis sophia. La esperanza que tiene pistis sophia en que Cristo descienda para salvarla de su caída es la base oculta del exagerado valor que el círculo exotérico del mensaje de Cristo da a la creencia, luego de deformada por la propia disertación de los “creyentes” una vez desposeída la forma religiosa de su gnosis.

Igual pasa con los gnósticos. Pistis Sophia (el alma humana) es hija de Barbelo (la divina madre), y estos no ignoran que pese a que ella los asiste al fin hará falta la intervención de un salvador (el cristo) que ha de nacer en el pesebre de nuestros propios cuerpos internos (la morada de Barbelo). Son verdaderamente epicúreos de la espiritualidad los gnósticos porque tienen esa esperanza en su cristo íntimo que les distingue de otras concepciones iniciáticas y esotéricas anteriores a Jesús el hijo de Pantera (el cristo histórico). Pero luego lamentáblemente esta esperanza genuina se convierte para los que ignoran la parte esotérica del mensaje en la vana esperanza de salvación del creyente. En épocas anteriores a la pasada era de piscis, en misterios muy cercanos al cristianismo gnos-católico como los de Isis, ella se fecunda con el miembro de Osiris muerto para engendrar a Horus, ni Osiris ni Horus viven, Isis está sóla ante los demonios rojos de Seth, y Horus ha de nacer de su vientre fecundo para salvar al Hierofante. Toda vez que el sentido real de esto se olvida o se desconoce, viene el culto a la muerte desposeído de su verdadero sentido que la arqueología documenta, pero el sentido de todo eso es que con lo único que puede trabajar la humana alma es con la madre (el sexo) y el cristo y el padre están muertos en un primer momento, luego el uno nace y vivel el drama cósmico, con su resurrección se une al padre (en el mito de Osiris resucita el propio padre al unirse sus trozos), y así es consumada la unión con Dios.

Así pues nuestro estudio nos debe devolver a la sana esperanza primordial.

En Pistis sophia el discípulo aprende directamente de Jesucristo (es decir del mismo Cristo) la estructura verdadera de su real ser íntimo.

Así como el judaísmo tiene su descripción del mundo espiritual y del espíritu del microcosmos hombre en la kábala, el gnosticismo la tiene en pistis sophia tal como la explicó el propio jesucristo.

Cuando se conocen las nociones de Pistis Sophia la oración al padre nuestro que está en secreto y que jesús nos enseñó adquiere pleno sentido y la comprensión del padrenuestro se vuelve profundamente gnóstica sin dejar de ser católica.

Las traducciones de esta oración como las de tantos otros textos sagrados, hechas por personas que no entienden otro significado de tales textos que el que para sí mismos tiene, adolece de un mal que no por común es poco, y que hace tendenciosas una y otra vez toda traducción que de este tipo de textos se hace, especialmente cuando topamos con una palabra que no tiene sentido en el contexto del sentido que para el traductor tiene, y menciono esto concretamente por la cuarta petición del padrenuestro (aquella que fue tradicionalmente traducida al español como: “el pan nuestro de cada día dánosle hoy”), donde una palabra que no encaja en los esquemas viene siendo mal traducida desde hace siglos (afortunadamente en el caso de esta oración es sólo una palabra la que causa problemas de traducción, hay otros textos que han quedado irreconocibles).

Hay fuentes muy rebuscadas de esta oración, pero por simplicidad me centraré solamente en los evangelios de Lucas y Mateo. Tanto Lucas (Lucas 11:3: τον αρτον ημων τον επιουσιον διδου ημιν το καθ ημεραν) como Mateo (Mateo 6:11: τον αρτον ημων τον επιουσιον δος ημιν σημερον) emplean para el pan un adjetivo griego bastante extraño (επιουσιον, pronunciado: epiúsios), cuyo significado no pasa de ser hipotético. Curiosamente la palabra no aparece más en todo el nuevo testamento (por lo menos en el textus receptus que es de donde trascribo esos versículos). Para algunos, el término guarda relación con usía o «esencia»; de ahí algunas traducciones como «el pan esencial» o «pan supersustancial» (así lo tradujo san Jerónimo en Mateo, pero no en Lucas), lo que no significa necesariamente «pan necesario» sino que más bien está relacionado con otra connotación de la palabra «esencial»: «pan para la esencia» (para la conciencia, para el alma, el pan de la sabiduría, la auto-gnosis, el conocimiento cierto de sí mismo, la comprensión que la conciencia necesita alcanzar para conquistarse a sí misma, o de una vez por todas: el truco, la clave del engaño que cada pecado sustenta, la comprensión final que conduce al arrepentimiento de ese pecado, aquello que nos disuade para siempre de seguirlo cometiendo, de tal sustancia esta hecha la muerte del yo, tal es el objeto del trabajo sobre uno mismo). Según Francisco Ramírez Fueyo (de quien hemos tomado estas acepciones de la palabra) “otros creen que su etimología proviene del verbo «ser» y se refiere, no al pan, sino al día «presente»: el pan del día de hoy. Por último, el término epiúsios podría estar relacionado con el verbo «llegar, venir», también referido al «día»: «el pan del día venidero». De hecho, Jerónimo (también) dice en el (perdido) Evangelio de los Hebreos la oración del padre nuestro rezaba: «danos hoy el pan del mañana»”.

Todo ello debe invitarnos a reflexionar. Veamos esta oración y su significado:

LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO:

El padre nuestro contiene 7 peticiones sagradas que es lícito hacerle y que el señor y salvador enseña a sus discípulos para que sean asistidos por el padre en el difícil camino, esas peticiones están resaltadas aquí con un color de fondo distinto del blanco:

Original griego

Transliteración

Latín

Traducción

0Πάτερ μν ν τος ορανος

Páter hemón, ho en tois ouranoís

Pater noster, qui es in caelis,

Padre nuestro que [estás] en los cielos,

γιασθήτω τ νομά σου•

hagiastheto to ónomá sou;

sanctificetur nomen tuum.

santifíquese tu nombre;

λθέτω βασιλεία σου•

eltheto he basileía sou;

Adveniat regnum tuum.
(
Vulgata: Veniat regnum tuum)

venga tu reino;

γενηθήτω τ θέλημά σου,

genitheto to thélemá sou

Fiat voluntas tua, sicut in caelo, et in terra.

hágase tu voluntad como en el cielo también sobre la tierra

ς ν οραν κα π τς γς•

hos en uranói, kai epí tes ges;

Panem nostrum quotidianum da nobis hodie,
(
Vulgata: Panem nostrum supersubstantialem da nobis hodie)

nuestro pan cotidiano dánoslo hoy.

τν ρτον μν τν πιούσιον δς μν σήμερον• κα φες μν τ φειλήματα μν, ς κα μες φίεμεν τος φειλέταις μν•

ton arton hemón ton epiousion dos hemín sémeron; kai aphes hemín ta opheilémata hemón, hos kai hemeís aphíemen tois opheiletais hemón;

et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
(
Vulgata: sicut et nos dimisimus debitoribus nostris)

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

κα μ εσενέγκς μς ες πειρασμόν,

kai me eisenenkeis hemás eis peirasmón,

Et ne nos inducas in tentationem,

Y no nos induzcas a la tentación,

λλ ῥῦσαι μς π το πονηρο.

allá rhusai hemás apó tou poneroú.

sed libera nos a malo.

sino líbranos del mal.

[τι σο στιν βασιλεία κα δύναμις κα δόξα ες τος αἰῶνας•]

[Hoti sou estin he basileía, kai he dynamis, kai he doxa eis tous aionas;]

Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória in sæcula (sæculorum).

Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la Gloria, Eternamente.

μήν.

amín.

Amen

Amén



El significado de la oración lo doy en la siguiente tabla confrontado con todas las versiones de ella en los evangelios:

Mateo, versículos del capítulo 6 (koiné o griego bíblico del textus receptus)

Mateo, versículos del capítulo 6 (latín, vulgata de S. Jerónimo)

Matéo, versículos del capítulo 6 (Biblia del oso, Casiodoro de Reyna)

Lucas, versículos del capítulo 11 (koiné o griego bíblico del textus receptus)

Lucas, versículos del capítulo 11 (latín, vulgata de S. Jerónimo)

Lucas, versículos del capítulo 11 (biblia del oso, casiodoro de Reyna)

Mejor traducción en español

Significado de la escritura

5 TR: και οταν προσευχη ουκ εση ωσπερ οι υποκριται οτι φιλουσιν εν ταις συναγωγαις και εν ταις γωνιαις των πλατειων εστωτες προσευχεσθαι οπως αν φανωσιν τοις ανθρωποις αμην λεγω υμιν οτι απεχουσιν τον μισθον αυτων

5 Vulgate: et cum oratis non eritis sicut hypocritae qui amant in synagogis et in angulis platearum stantes orare ut videantur ab hominibus amen dico vobis receperunt mercedem suam

5 SpaSEV: Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.





No pidas en vano (sin sentirlo en la conciencia como algo que verdaderamente quieres)

6 TR: συ δε οταν προσευχη εισελθε εις το ταμιειον σου και κλεισας την θυραν σου προσευξαι τω πατρι σου τω εν τω κρυπτω και ο πατηρ σου ο βλεπων εν τω κρυπτω αποδωσει σοι εν τω φανερω

6 Vulgate: tu autem cum orabis intra in cubiculum tuum et cluso ostio tuo ora Patrem tuum in abscondito et Pater tuus qui videt in abscondito reddet tibi

6 SpaSEV: Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.





Ora en secreto no al Dios del universo, sino a la parte más alta de tu propio ser (el padre que está en secreto) y así el Dios del universo será el que responda efectivamente.

7 TR: προσευχομενοι δε μη βαττολογησητε ωσπερ οι εθνικοι δοκουσιν γαρ οτι εν τη πολυλογια αυτων εισακουσθησονται

7 Vulgate: orantes autem nolite multum loqui sicut ethnici putant enim quia in multiloquio suo exaudiantur

7 SpaSEV: Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.





Y no pidas cosas vanas, sino pídele en relación al trabajo que el alma humana ha de hacer.

8 TR: μη ουν ομοιωθητε αυτοις οιδεν γαρ ο πατηρ υμων ων χρειαν εχετε προ του υμας αιτησαι αυτον

8 Vulgate: nolite ergo adsimilari eis scit enim Pater vester quibus opus sit vobis antequam petatis eum

8 SpaSEV: No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.





El padre sabe en qué hora debe ordenar al cristo íntimo que viva todo el drama de la pasión dentro del iniciado.




1 TR: και εγενετο εν τω ειναι αυτον εν τοπω τινι προσευχομενον ως επαυσατο ειπεν τις των μαθητων αυτου προς αυτον κυριε διδαξον ημας προσευχεσθαι καθως και ιωαννης εδιδαξεν τους μαθητας αυτου

1 Vulgate: et factum est cum esset in loco quodam orans ut cessavit dixit unus ex discipulis eius ad eum Domine doce nos orare sicut et Iohannes docuit discipulos suos

1 SpaSEV: Y aconteció que estando él orando en un lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.


El bautista enseñó a la secta de los juanistas a orar a las partes altas del propio ser, fue el avatara de Piscis, el precursor de jesús el hijo de pandira, el cristo histórico fundador del cristianismo, quien amplió la enseñanza.

9 TR: ουτως ουν προσευχεσθε υμεις

9 Vulgate: sic ergo vos orabitis

9 SpaSEV: Vosotros pues, oraréis así:

2 TR: ειπεν δε αυτοις οταν προσευχησθε λεγετε

2 Vulgate: et ait illis cum oratis dicite

2 SpaSEV: Y les dijo: Cuando oréis, decid:



πατερ ημων ο εν τοις ουρανοις

Pater noster qui in caelis

Padre nuestro que estás en los cielos,

πατερ ημων ο εν τοις ουρανοις

Pater

Padre nuestro que estás en los cielos;

Padre nuestro que estás en los cielos

(la oración se eleva a la parte autónoma y autoconsciente más alta del propio ser, el anciano de los días, que vive en el aeón 13)

αγιασθητω το ονομα σου

es sanctificetur nomen tuum

santificado sea tu Nombre.

αγιασθητω το ονομα σου

sanctificetur nomen tuum

sea tu Nombre santificado.

Santificado sea tu nombre

(esto expresa la condición de iniciado del alma que así ora, es como decir: “que se realice tu gran obra” o “que yo siga con éxito tus caminos”.

10 TR: ελθετω η βασιλεια σου

10 Vulgate: veniat regnum tuum

10 SpaSEV: Venga tu Reino.

ελθετω η βασιλεια σου

adveniat regnum tuum

Venga tu Reino.

Venga a nos tu reino

(ese (“venga a nos”) es en el español actual un (“venga a mi”) esto expresa el anhelo del alma humana de que la luz del decimotercer aeón descienda hasta el alma humana y nos salve del caos en que nos tienen sumidos nuestros propios errores)

γενηθητω το θελημα σου ως εν ουρανω και επι της γης

fiat voluntas tua sicut in caelo et in terra

Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

γενηθητω το θελημα σου ως εν ουρανω και επι της γης


Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo

(esto expresa al anciano de los días el compromiso nuestro como su alma humana de cumplir su voluntad (la voluntad del padre) cueste lo que cueste, cuando se ora esta parte de la oración hay que ser consciente de que se está hablando con Dios)

11 TR: τον αρτον ημων τον επιουσιον δος ημιν σημερον

11 Vulgate: panem nostrum supersubstantialem da nobis hodie

11 SpaSEV: Danos hoy nuestro pan cotidiano.

3 TR: τον αρτον ημων τον επιουσιον διδου ημιν το καθ ημεραν

3 Vulgate: panem nostrum cotidianum da nobis cotidie

3 SpaSEV: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Danos hoy nuestro pan supersustancial (el pan nuestro de cada día dánosle hoy)

(La traducción es buena de las dos maneras siempre que se entienda que ese pan que pedimos que nos dé es la luz precisa para andar el paso siguiente (lógicamente cada día tiene su afán y requiere su porción del pan de la sabiduría). El iniciado medita para obtener de las partes altas del ser la información que necesita, esta está ya dispuesta por el padre que teje el telar de Dios (“tras de maya teje mi telar, telas para mi honra y telas para honrar”), nuestro trabajo es recibir esa luz para poder seguir en el camino)

12 TR: και αφες ημιν τα οφειληματα ημων

12 Vulgate: et dimitte nobis debita nostra

12 SpaSEV: Y suéltanos nuestras deudas,

4 TR: και αφες ημιν τας αμαρτιας ημων

4 Vulgate: et dimitte nobis peccata nostra siquidem

4 SpaSEV: Y perdónanos nuestros pecados, porque

Perdónanos nuestras deudas

(perdona el karma que nos aguarda por nuestros errores)

ως και ημεις αφιεμεν τοις οφειλεταις ημων

sicut et nos dimisimus debitoribus nostris

como también nosotros soltamos a nuestros deudores.

και γαρ αυτοι αφιεμεν παντι οφειλοντι ημιν

et ipsi dimittimus omni debenti nobis

también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.

Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores

(en la medida en que nosotros perdonamos a nuestros semejantes las malas acciones que hacen con nosotros y no les cobramos la venganza que se merecen (es como aquello de: “con la vara que midieses serás medido”))

13 TR: και μη εισενεγκης ημας εις πειρασμον αλλα ρυσαι

13 Vulgate: et ne inducas nos in temptationem

13 SpaSEV: Y no nos metas en tentación,

και μη εισενεγκης ημας εις πειρασμον αλλα ρυσαι

et ne nos inducas in temptationem

Y no nos metas en tentación,

No nos dejes caer en la tentación

(la traducción más apropiada es “no nos dejes caer” porque la tentación es tan necesaria como lo es el no caer en ella (“la tentación es fuego, el triunfo sobre la tentación es luz”), por eso lo que se pide es no caer, no el no ser tentado).

ημας απο του πονηρου




sed libera nos a malo




mas líbranos del mal;


ημας απο του πονηρου





mas líbranos de mal.

mas líbranos del mal.


(ese mas sin tilde no es un “pero”: “pero líbranos del mal, sino una “y”: “y líbranos del mal, en cualquier caso el sentido es el mismo: “guárdanos de las celadas con que los tenebrosos nos acechan, lo cual es necesario porque los demonios rojos de seth, al verse amenazados por el iniciado se alían y discurren entre sí contra él con el propósito de hacerle fracasar en su empeño de aniquilarles, y también fuera del iniciado, sus enemigos -que forman logia negra y que sienten que marchan muy bien pero se inquietan al ver al iniciado- hacen lo posible por perjudicarle.

οτι σου εστιν η βασιλεια και η δυναμις και η δοξα εις τους αιωνας


porque tuyo es el Reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos.




Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos.

Este es sólo un añadido a la escritura para evitar que la oración termine con la palabra “mal” (el hecho mismo del añadido evidencia la falta de comprensión del sentido original, además de que olvida que el que quiere andar el camino tiene que tener presente el mal y las fuerzas del mal que en nuestra anormalidad psicológica nos gusta pensar que no existen)

αμην


Amén.




Así sea.

Así sea, este es el final de la oración

El sentido del texto expresado en la última columna de la tabla precedente se hará evidente para quienes traten de comprender la Pistis Sophia.

Más allá de este punto me es imposible seguir con lo que vendría a continuación, que es la demostración de que los autores de Pistis Sophia son los propios discípulos de Jesús actuando como secretarios que anotan lo que este dice, pues no quedan que yo sepa vestigios documentales a los que acudir, no obstante, eso se hará evidente para el que comprenda la obra. Hasta aquí pues esta introducción que aunque extensa, la considero justificada de cara a dar idea de la importancia del texto.

CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE SE EDITÓ EL TEXTO Y SU REPERCUSIÓN:

Tocar este punto es destapar la caja de Pandora que ya ha sido mal abierta principalmente por los detractores del movimiento gnóstico (detractores creados por el propio desdén de ciertos falsos paladines), pero es necesario que el lector sepa qué ocurría durante la gestación y la publicación de este texto, el más importante a fin de cuentas de todos los libros gnósticos ya que fue escrito (o dictado más bien) por el propio Yeshua Ben Pandira, por jesús el gran Kabir (recordemos que hay siete espíritus regentes relacionados con la creación de las siete humanidades terrestres, que junto con Jesús son los 8 kabires, así pues Jesús no es un maestro más sino que es de más alta jerarquía que los siete espíritus de Dios, por eso se le llama "el gran Kabir" y por eso dice Jesús que "el hijo del hombre es como el viento que oyes su sonido pero no sabes de donde viene ni hacia donde va", los ocho kabires o vientos (norte, sur, este, oeste, noreste, sureste, noroeste y suroeste) son los ocho descensos a la tierra de los grandes maestros del sistema solar patriarcas de las siete humanidades terrestres, Jesús el gran paramarthasatya es más que todos porque además de realizar la obra por siete veces (ese es el límite, más allá de eso se puede caer en maldición) renunció al absoluto por amor a la humanidad, una rareza desconocida en los otros mundos del sistema solar) y aunque se le hará extraño al lector que uno de esos 8 haya pasado por el mundo sin que el mundo se diese cuenta, resulta que el maestro Samael es el quinto de los siete y la información que viene a continuación –que siendo muy necesaria para el estudiante de buena voluntad, es codiciada sobre todo por los que la quieren para atacar al movimiento gnóstico– explica muchas cosas que durante muchos años nadie ha sabido explicar cabalmente por su apego a determinados afectos personales.

En realidad es doloroso tener que narrar todo lo que viene a continuación, pero lo hago cuando vale la pena hacerlo, cuando ha llegado la hora de salir en auxilio de todos los que han sido encerrados en una cárcel para su mente por los enemigos de la santa gnosis, una cárcel basada en la falsedad de que somos dignos y merecemos algo y cuyos barrotes son todas las acusaciones contra el maestro de plagio –y de todo lo que se quiera– proferidas por gentes inconformes con el hecho de que un verdadero maestro no se acomode a la idea morbosa que ellos tienen de lo que debería ser. Será imprescindible tal información a los estudiantes de buena voluntad si es que queremos recoger la cosecha solar para la que el movimiento ha sembrado y cultivado todos estos años. Hoy, con ocasión de comentar las circunstancias en que se publicó la Pistis Sophia todo ha de salir a la luz, de modo que ruego a todo el que siga este texto la mayor concentración y alerta.

Fue en 1983 cuando se publicó en el Salvador la edición de Pistis Sophia que aquí presentamos. Era sin duda la primera edición del texto develado, pero previamente el mismo editor había publicado una edición del texto sin develar en 1978 (el dato es dudoso porque en el ejemplar impreso no hay marca alguna), la cual no obedece a otra causa que a estar terminada la traducción de Antonio Maldonado en 1977 pero aún no la develación, la cual prosigue su difícultoso proceso (la edición sin develar se tituló: "Pistis Sophia Biblia Gnóstica" y no tiene mayor interés con respecto a la develada que su breve prólogo exento de atribución personal, editorial o institucional, aunque escrito de puño y letra del editor Otmaro Luna Figueroa, por eso me refiero siempre a la edición impresa de 1983 como la primera edición del «Pistis Sophia Develado» cuyo título original de portada es: «Pistis Sophia develada por Samael Aun Weor»). Es un hecho público y notorio que esta primera edición develada no tenía la nota que precede a la segunda edición del Pistis Sophia Develado -que no apareció hasta 1984 y está impresa en México D.F.- ni la nota final de los jueces del Karma, todo eso se añadió a la "segunda edición" y ya bajo la autoridad de la maestra Litelantes. Todo esto revelará más tarde tener su importancia.

















En los años previos había tenido lugar la defunción de la persona o del maestro Samael y esta, pese a que estaba prevista por él, en vez de ocurrir dentro de la normalidad y estando decidida su sucesión al frente del movimiento, se hubo de producir en un ambiente convulso sin precedentes (y había habido anteriormente abundantes problemas y escándalos dentro del movimiento gnóstico protagonizados por misioneros rebeldes al maestro Samael), el por qué de esa convulsión tiene una clave o secreto por encima de toda otra problemática, y es aquel del famoso Ángel Filadelfia. En el libro de Fernando Salazar Bañol «En el corazón del maestro» figura el único vestigio escrito (muy vago y velado) hasta hace pocos años, de que esa historia es cierta:

"39.- En un pueblito muy humilde, en el estado de Nayarit, el Maestro expresó: –¡Solamente una persona conoce el verdadero rostro de Samael!... En nombre de la verdad he de decir que en ese momento estaba con nosotros presente la encarnación del ángel Filadelfia".

Detrás de esta frase está la realidad de que el maestro Samael, tras 8 años de pausa magnética, tenía imperiosa necesidad de usar un nuevo vaso hermético para culminar la segunda montaña. Este cambio de vaso, debido a la naturaleza falta de iluminación de la humanidad en general, habría de grangearle un verdadero via crucis que por otra parte él asumía consciente de que así es el camino.

No sería hasta el mes de mayo de 2009 que vendría Oscar Uzcátegui Quintero a confirmar la historia hablando muy sincera y espontáneamente en respuesta a una pregunta espetada sin previo aviso en una entrevista de radio Koradi. este discípulo directo del maestro Samael tuvo misericordia con el estudiantado al no guardarse lo que sabía y con su relato dio la explicación precisa del por qué en los momentos finales de la vida del maestro se estaban gestando estas disputas: algo que los que estaban a su alrededor no podían digerir había desatado la indisciplina y la disputa por el poder de una forma que no habría sido posible de no existir en ellos la incomprensión rotunda al proceso que estaba viviendo el venerable maestro. Veamos el relato:

Locutor (Enio): -Bien Oscar ahora me gustaría hacerte una consulta la cual obviamente como siempre tienes la decisión de contestar o si quieres pasamos a otro tema ¿Que nos podrías comentar sobre el ángel Filadelfia y el maestro Samael?

Oscar Uzcátegui: -¿el ángel?

L.: -Filadelfia, del que por ahí se habla en la gnosis.

O. U.: -Pues lo único que les puedo decir es que, como otras personas, tuve la dicha de conocer a este bodhisattva, a esta mujer. Una cosa que sí les puedo afirmar es que es una persona -no creo que haya perecido, creo que está viva todavía- que se toma muy, muy en serio, el trabajo sobre sí misma. Una vez estábamos en una tercera cámara con el maestro Samael y él empezó a hablar de la importancia de realizar en forma seria el trabajo psicológico, y dijo así dirigiéndose a todos los que estábamos allí: "entre todas las personas que hay aquí, sólo hay una que se está tomando el trabajo psicológico a fondo" -en aquellos días- "se lo toma tan a pecho, que pasa días enteros con grandes penas morales, con mucho dolor moral, y hasta le han empezado a dar taquicardias". Ya saben ustedes que a veces, una pena moral influye mucho en el funcionamiento del corazón. Y cuando salimos de allí, me fui a la casa del maestro Samael con él en su vehículo, y me atreví a preguntarle si esa persona era Filadelfia. Y me dijo: "Sí, es ella". Esto quiere decir que cuando el trabajo interior alguien lo quiere llevar a convertirlo en una suprema realidad, tiene que estar preparado porque eso produce una agonía permanente. El que no quiere morir realmente nunca va a experimentar esa agonía, por eso hay cinco peldaños para la liberación, el primero es la iniciación..., perdón el primero es la búsqueda. Cuando estamos buscando los estudios gnósticos. El segundo es la iniciación cuando somos aceptados en la gnosis y se nos inicia en la segunda cámara. El tercero se llama agonía. Cuando empezamos a hacer el trabajo interior en serio, es inevitable que si lo hacemos en serio empecemos a tener desasosiego, agonía, angustia, ansiedad..., porque obviamente estamos luchando contra la corriente del yo. El cuarto es la muerte. La muerte se va realizando por tercios. Un pedazo de la muerte lo hacemos al principio de nuestra vida. Otro pedazo lo hacemos en el medio de muestra vida y otra parte, la parte última al final de nuestros días. El padre va moviendo con su calculadora el tiempo y los momentos que determinan los estadíos de muerte que tenemos que ir experimentando. El quinto peldaño es la resurrección interior. Si no hay muerte no hay resurrección. Entonces son cinco peldaños, búsqueda, iniciación, agonía, muerte y resurrección, y si queremos podemos decir que son siete, porque luego viene la ascensión; y el séptimo es la absolución, nos fundimos con el espacio abstracto absoluto. Esto lo digo porque de aquella mujer, el recuerdo que tengo es que era una mujer muy callada, que no le gustaban las objeciones, que si preguntaba algo siempre tenía que ver con algo profundo, era una mujer que estaba queriendo morir en si misma. También les puedo decir que en una oportunidad, sin que un servidor le preguntase al maestro samael, el me explicó –inmerecidamente para mi–, por qué el padre le había puesto a esa sacerdotisa para su trabajo, y me lo explicó con una anécdota muy hermosa y a la vez cruda. Me dijo: "Quiero que sepas que yo con Arnolda" –que era su esposa de muchos años– "no puedo seguir trabajando, porque si yo quisiera trabajar con ella" -y aquí voy a pedir perdón a las damas que estén escuchando esta entrevista, porque el maestro utilizó una metáfora un poco fuerte- dijo: "si yo quisiera seguir trabajando con Arnolda, sería tanto como pedirle a mi phalo" -a mi miembro viril- "que atravesase esa pared" -y me mostraba una pared-. Se ve que por razones de carácter biológico la compañera que hasta entonces había tenido el maestro Samael, no podía seguirle ayudando en materia de alkimia. Entonces me dijo: "Cuando me enfrenté a este problema en los mundos internos, mi padre me mostró que yo tenía que trabajar con esta hermana" –con la que él estaba trabajando en ese momento, con el bodhisattva del ángel filadelfia– y me dijo que él se veía en una carroza hecha toda de oro y que el iba guiando la carroza, en el interior de la carroza iba filadelfia y decía –con una pequeña sonrisa el maestro– que aquella carroza tenía una chimenea de plata. Claro allí están los dos elixires: el elixir de plata y el elixir de oro, el mercurio y el azufre. El oro es el azufre filosófico y la plata es el mercurio, y la carroza son los vehículos sagrados del patriarca, que estaban hechos a base de mercurio y de azufre filosófico. Aquella carroza era tirada por unos caballos blancos y llegó un momento en el que la carroza se detuvo ante un río de aguas sucias que pasaba con mucho caudal. Dice el maestro: "Ante esta situación yo descendí de la carroza, cogí las riendas de los caballos y atravesé el río tirando de las riendas para obligar a los caballos a que atravesaran las aguas con la carroza y mi compañera, y al final lo conseguí". Y yo le dije -le hice una pregunta- y ¿cual es el significado de ese río de agua sucia que corría allí delante de usted? Y me dijo: "Eso son las malas lenguas de los hermanitos, que se van a desatar por yo haber aceptado este desiderato del padre, y yo tengo que conducir esa problemática, nadie más, no puede hacerlo Filadelfia, tengo que hacerlo yo. Yo tengo que enfrentarme a todas las consecuencias de este desiderato de mi real ser". Y yo les confieso a ustedes que en aquellos días en que el maestro Samael me comentaba estas cosas, no pude evitar que se me salieran las lagrimas porque vi en el rostro del maestro Samael un gran pesar, un gran dolor por tener que vivir todo aquello de aquella manera. Hay gentes que piensan que estas cosas se hacen por capricho, o por agregados lujuriosos, o por aprovecharse un iniciado verdadero de alguien, mas en realidad de verdad tengo que decirles que detrás de todos esos dramas pues hay mucho dolor, por eso dice el apocalipsis que desde tiempos de los profetas el cielo se toma por asalto y sólo los valientes lo han tomado. Efectivamente en aquellos días, en que pude estar con el maestro Samael, vi que él estaba rodeado de un río negro de agua sucia –es decir de unos gimnasios espantosos– con el estudiantado gnóstico, con los maestros que el mismo había levantado, con su familia, etc. A veces estuve a solas con el maestro Samael -en la sala de su hogar, él sentado en un sofá y yo sentado frente a él en otro- y veía que le temblaba la barbilla y era fácil adivinar que, el temblor que tenía en la barbilla, era porque estaba transformando impresiones durísimas, espantosamente duras, con todo lo que le estaba tocando vivir. Eso es lo que les puedo decir a ustedes, sobre este drama del bodhisattva del ángel Filadelfia.

Hasta aquí este relato. Lo que cuenta aquí Oscar lo explica absolutamente todo. El sexo siempre es piedra de tropiezo y roca de escándalo. Los discípulos decían amar al maestro pero lo cierto y verdad es que apenas si entienden la gnosis. Todo aquello que el maestro les ha explicado pacientemente a costa de profundos trabajos sobre sí mismo, para la inmensa mayoría de ellos no son sino reglas rígidas que no han comprendido, así que a la primera que el maestro hizo algo que entra en contradicción con esas reglas dogmáticas en que estos han convertido la gnosis, como es este hecho de que tiene que tomar una nueva mujer para terminar su obra, no lo entienden. Sin embargo muchos de esos que no lo entienden han cambiado de pareja muchas veces en la vida por pura lujuria, y aún así no son capaces de entender esos cambios de vaso hermético que pueden tener lugar según las reglas del arcano 6 cuando resulta imposible terminar la obra sin ellos. Resulta que algo que es en el fondo obvio, no se entiende por pura hipocresía.

Incluso los que sí lo deberían entender, los dirigentes despiertos (Julio Medina, Joaquín Amortegui y Arnolda Garro), no dejan de reaccionar ante este hecho. Cada uno actúa según su propio sentido de lo que es justo pese a que saben que al hacerlo chocarán entre sí. Veamos que ocurre tomando otro momento de la misma grabación de donde he extractado lo anterior:

L.: ¿Que opinas Oscar sobre las segundas cámaras públicas?

O. U.: Miren yo les voy a decir algo ¿Eh?, y en esto si que voy a ponerme como testigo presencial. Cuando un señor, llamado Jesús Manuel Pérez Pérez, quiso con el señor Julio Medina Vizcaíno crear una iglesia gnóstica, en vísperas de un congreso que el maestro quería que se celebrase en Caracas –en Venezuela en el año 1978–, esta decisión la tomó el maestro en el año 1977, y yo fui testigo de una entrevista, que tuvieron estos dos personajes que acabo de citar –lo cito porque es importante que se sepa lo que pasó, sino no lo citaba–, estos dos personajes vinieron a la casa del maestro –yo estaba allí–, a decirle que ellos no querían que se celebrara ningún congreso, que para ellos era más importante legalizar la iglesia gnóstica en Colombia y Venezuela. Y el maestro les dijo – delante de mi, delante de un servidor–: "yo quiero el congreso, y no me interesa por ahora que se legalice la iglesia ni en Colombia ni en Venezuela", esto lo puedo jurar sobre las sagradas escrituras, no me importa porque no estoy diciendo mentiras, entonces, estos personajes, se les puso la cara roja, y le rebatieron al maestro diciendo: "pues nosotros no vamos a cooperar con ese congreso del 78 y vamos a centrarnos en la legalización de la iglesia gnóstica en Colombia y Venezuela, con su permiso o sin su permiso", Esto lo escuché yo allí, tal y como se lo estoy comentando a ustedes, entonces el maestro dijo: "¡Ah! muy bien, si ustedes quieren desobedecerme, denme esos documentos que yo se los firmo todos". Yo miré al maestro atónito, y me decía para mis adentros: "pero ¡madre mía! ¿Cómo va a firmar el maestro eso si él mismo está diciendo que no quiere?". Y se los firmó, firmó todo aquello. Cuando aquellos señores se fueron el maestro me dijo: "Con estos documentos que he firmado, viene el cisma de la gnosis para Venezuela y para Colombia". Entonces yo le dije: "pero maestro ¿y usted por qué firmó eso?". Y me dijo: "porque estos humanoides necesitan una lección, y si yo no se los firmaba iban a seguir adelante, yo se los firmo para que vean que no es un capricho mío, pero con ello están ellos jugándose el pellejo ante la gran ley porque yo ante la ley voy a explicar la situación pero ellos se lo han buscado". Bueno, el caso es que llegó el fin del año 1977, se enfermó el maestro Samael, desencarnó el maestro Samael, y a un servidor le cayó la responsabilidad –junto al hermano Rafael Vargas– de llevar a cabo aquel congreso en Venezuela, entonces nosotros sin recursos, acudimos a los lumisiales –muchos de ellos controlados por obispos que habían ido al México a que el maestro los consagrara como tales–, y les dijimos: "el maestro Samael no has dado esta misión"... con estupor pudimos observar reacciones verdaderamente terribles a esta decisión del patriarca, hasta se ños expulsó de algunos lumisiales y finalmente nos llamaron –la cúpula de aquellos obispos–, para decirnos: "mirar, el congreso lo vamos a hacer nosotros, no ustedes, denme acá esos papeles", y nosotros no se los quisimos dar, entonces ellos sacaron un comunicado misional, y tiraron para delante aquel congreso, ¿qué sucedió? que fue el peor congreso que ha vivido la historia de la gnosis, porque fue un congreso de luchas intestinas delante de todos los asistentes, por ver quien se quedaba con las riendas de la gnosis a nivel mundial, aquello fue un congreso vergonzoso, era la primera vez que asistía Canadá como parte activa de la gnosis y se fueron defraudados. Bueno, entró el año 79 y se legalizó la iglesia gnóstica en Colombia y la iglesia gnóstica en Venezuela, ¿que pasó? que se hizo en la plaza principal de Bogotá un intento de hacer la misa gnóstica pública. Montaron un altar –allí en la plaza principal–, con su mantel, con su candelabro, con su cáliz, con la cruz grande, etc. y cuando se quería empezar el rito vino un viento fuertísimo y se llevó volando la cruz, el caliz, los manteles, se derrumbó el altar, y ahí estaba la enseñanza, y efectivamente, misteriosamente, desde que se hizo ese ritual público, y desde que se intentó en contra de la voluntad del maestro legalizar y sacar la gnosis pública para la calle en su forma ritualistica, pues la gnosis no paró de tener conflictos espantosos a nivel de suramérica, y en concreto de Colombia y Venezuela, hoy en día estamos intentando resucitar la gnosis en aquellos países porque todo el mundo quedó quemado, tanto por culpa de estos señores como por culpa de otro señor llamado Joaquín Amortegui, entonces claro, esto ha dejado un sabor muy amargo, muy amargo... Si cito estas personas, primero es porque están muertas, y segundo porque los hechos son los hechos. Y yo no voy a ocultar algo que me tocó vivir directamente, entonces yo no estoy en contra de que exista una iglesia gnóstica, pero que siga conservando el secreto ritualístico, nuestros ritos son muy sagrados, y el juramento que hacemos en la segunda cámara, nos advierte de guardar bajo el secreto más absoluto las revelaciones que se reciban de la orden –la orden es la gran logia blanca–, entonces no podemos estar sacando para la calle ni las cadenas, ni los rituales porque eso es profanarlos, hay un hermano que no quiero citar, que se puso por allá en Bolivia a hacer cadenas públicas en la calle, y le pedían a las gentes que iban pasando que se integraran en las cadenas de curación y prometían a la gente su curación y todo esto, ¿qué pasó? que al final la gente terminó burlándose de aquello y una cosa tan sagrada como nuestras cadenas quedó vulgarizada ante el público y esto es lo que desprestigia la gnosis, estos son los obstáculos que impiden que la gnosis sea reconocida como una cosa seria, como una cosa profunda, como un verdadero mensaje, y termina convertida en el hazmereir de las multitdes, y tenemos que tener muchísimo cuidado de no caer en tentación con estas cosas".

Antes de pasar a analizar las consecuencias de todos estos hechos, hay que considerar una tercera cita, esta vez tomada de otra entrevista al señor Oscar Uzcátegui grabada en noviembre de 2010, es decir un año después de la anterior. Dice esto:

L.: Desde Puerto Rico quieren saber sobre un comentario que anda circulando en relación a algunas experiencias de cierta gente, que dicen que el maestro se encuentra actualmente con su cuerpo egipcio en Francia, acompañado de una esposa sacerdotisa ¿esto es así? o ¿tenéis alguna información sobre el particular?

O.U.: Eso no es verdad. Eso viene le voy a decir de donde. Mire le voy a contar una anécdota que me toco vivir con el venerable maestro en un momento determinado. Íbamos en un viaje hacia el norte, quien conducía el coche era una señorita, el maestro iba delante, yo iba detrás. Íbamos a visitar unas asociaciones en el norte de México. Resulta que –esto es algo que me hizo mucha risa aquel día– pasando por el desierto de Sonora el maestro le dijo a la chica: "Señorita vaya disminuyendo la velocidad porque el hermano Uzcategui y mi persona tenemos que "cambiar el agua al canario"" –es decir: teníamos ganas de hacer pipi: a mi me dio mucha risa aquello–, paramos y cuando fuimos a orinar, el maestro empezó a hablar sin que mi persona le preguntara nada, sobre su futura misión, entonces él decía: "Yo voy a desaparecer un tiempo, me internaré en Europa –Sí: esos eran los planes– posteriormente me voy a internar en el Tíbet, desapareceré un tiempo y luego regresaré con otros hermanos mayores a ver donde ha fermentado la levadura". Y me dijo: "Cuando me marche a Europa, ya me está esperando allá una dama adepto". Y entonces le pregunté: "¿y quien es esa mujer?". Y me dijo: "Es una dama adepto que por los rasgos que le he visto parece francesa o española, no te lo puedo decir en este momento específicamente". Entonces mi pregunta añadida fue la siguiente: "¿y que va a pasar con Filadelfia?" –que era entonces la persona que ayudaba al venerable en sus trabajos–. Y él dijo: "Bueno, Filadelfia ha cumplido su misión y lo que le toca a ella ahora es un proceso muy personal en el cual yo no entro", y le dije: "¿y Donda, donde queda Donda?". Entonces me dijo: "Ella para entonces habrá desencarnado". Así las cosas, yo me quedé, pues, en estado de reflexión, y pienso que de esta anécdota –que debe circular por allí–, hay personas que están pensando, que ya él está allí con esa mujer francesa, etc. etc. etc. De paso le digo a los detractores de la gnosis que, si están escuchando estas declaraciones mías –como escucharon otras en una de las entrevistas que me han hecho los hermanos de Koradi–, no piensen por favor que el maestro Samael era un hombre que andaba utilizando las mujeres como se le diera en gana. Ustedes están –se lo digo a los detractores de la gnosis– malinterpretando lo que es el camino esotérico y no tienen ni idea de lo que es regresar al padre que está en los cielos. Ustedes están juzgando lo que no conocen, lo que ni siquiera remotamente entienden, como es el camino de regreso al padre. Eso es todo.

Ocurre aquí algo que tiene vital importancia. Desde 1975, la conciencia del maestro Samael está pasando por un gran cambio que ya no se va a ver reflejado en sus libros porque desencarnará dos años más tarde -ya es notable ese cambio en el libro «psicología revolucionaria»–, cambio que no es posible ver reflejado en obras posteriores porque las ediciones de los años siguientes son prácticamente textos del 72 al 76 que van a ser editados post mortem. El único libro del 77 que puede reflejar el nuevo estado del maestro es la develación del Pistis Sophia. De modo que no podemos segur su proceso por sus últimos libros (salvo por este, aunque para colmo de males los responsables de las ediciones de los libros se permiten licencias como quitar determinados fragmentos y hasta capítulos enteros de determinados libros, con lo que desde esos últimos años se hace imposible estar seguros del todo de qué fue lo que el maestro dijo y dispuso pese a apoyarnos en sus grabaciones y en el testimonio de los que estaban con él.

El plan que se trasluce tras este último fragmento es un atisbo de lo que le esperaría al maestro tras culminar la segunda montaña, que es afrontar la tercera montaña con su cuerpo resucitado o con la momia y con una dama adepto a la altura de las circunstancias antes de volver a por el pueblo secreto surgido de entre el movimiento gnóstico. Ciertamente al maestro le gusta contar a sus discípulos estas cosas porque a fin de cuentas es su ejemplo lo que nos deja para que podamos andar nosotros nuestro propio camino (con los ejemplos es como mejor aprendemos las cosas).

Luego todas estas cosas ¿tal vez no pasaron así? Eso es otra historia que no soy el más indicado para contar, pero tenemos aquí ilustrados al menos dos cambios de vaso hermético perfectamente acordes a las leyes del arcano 6 (los compromisos sexuales son serios y firmes, pero sólo si tienen sentido, cuando ya no es posible el fin para el que se ha establecido el compromiso firme esas mismas leyes posibilitan los cambios oportunos). El caso es que esas leyes del arcano 6 –que nadie conoce como doctrina del movimiento porque el maestro no las ha explicado y son tan relevantes y profundas como lo es el sexto mandamiento– son las que regulan todo lo que sabemos de la autorrealización íntima: el nacimiento segundo, la caída de un maestro, el cambio de vaso hermético, el descenso a voluntad de un maestro (la disolución de la piedra), la redención de un demonio, y muchas otras cosas de las que nadie que no sea un logos tiene ni idea, pero lo esencial es esto que se dice en «para los pocos»: "la verdad no se aparta de la naturaleza humana, puesto que si se apartara ya no sería verdad". Esa frase es un coan, meditando en ella es posible entender la analogía de los contrarios entre los estilos de vida profanos y sagrados. Quien se tome esa molestia podrá salir del cerco que los dogmáticos tienen establecido en torno a este tema.

Cuando yo comprendí todo lo que acabo de contar apoyándome en un testigo directo, mi inquietud personal fue preguntarme ¿pero qué pasó con el maestro Samael? ¿acaso es que cayó por esa época dejando a medias la obra de su padre y por eso el movimiento gnóstico fracasó? Que el movimiento había fracasado era lo aparente: profusión de siglas, falsos maestros, falsas reencarnaciones de Samael, escándalos, ect., ¿O será peor todavía y nunca fue un maestro sino un hábil orador carismático que pretendía el hombre vivir del cuento? (eso también pasaba por mi cabeza pero tengo razones inconfesables para descartarlo debido a la experiencia personal muy dilatada en estas cuestiones que me hacen desechar este inocentón y cándido argumento), pero meditando en todo eso, mi conclusión personal es la misma que tengo respecto a todos los ocultistas a los que he escuchado incluidos magos negros –porque yo no soy discípulo de Samael por capricho o por que me tocó–: partiendo del respeto al principio de libertad pentagramática universal, comprendo que todos esos han hecho lo que han podido y nada me deben ni les debo, sino que llegará el día que uno ha de enseñar su obra. Así las cosas yo de todas formas llegué a comprender que hubiese caído o no el maestro Samael Aun Weor, su enseñanza es incomparablemente superior a todo lo que existe hoy en el mundo –pues las enseñanzas de otros maestros reconocidos hace mucho que se han dado al mundo y se han desvirtuado–, y comprendo también que todos esos que tropiezan en barreras mentales que no pueden sortear durante su incursión en la obra del maestro (como los que acusan de plagio al maestro, de falso maestro, etc.), simplemente es porque estas personas cargan con el burro de la mente a cuestas, no quieren o no tienen ya la capacidad de seguir el camino del corazón, que es el camino del ser, y sencillamente se han vuelto rebeldes en vez de pedir, a la gran realidad, que les auxilie con el poder de la fe consciente. Sin eso no se hace nada, la fe consciente es un poder solar maravilloso que lo preserva a uno de volverse loco y permite que la ayuda de lo alto que su real ser le puede dar para que realmente vea, toque y sienta la verdad del asunto, sea asequible a uno. Así que, quedé conforme con todas estas meditaciones y agradecido por cuanto hizo el maestro proseguí con mi paciente estudio e incluso resolví comenzar con este trabajo de recopilar para ustedes lo genuino de lo genuino en materia de todo lo dicho y escrito por el maestro, y cargando el pesado fardo de mi karma personal, el cual desgraciadamente no es una invención sino que es real, y sólo a base de arriesgados negocios me permite la ley comparecer desde esta página web ante todos los amigos y enemigos que leen lo que escribo a contarles lo que nadie más en el universo se atrevería a contarles salvo cometiendo ataques y atropellos que a nada bueno conducen.

Sin embargo –y ahora me van a comprender si callo experiencias internas para evitar que me dejen "sordo, mudo y ciego"– más tarde supe que esto no era así, sino que el maestro triunfó, se auto-realizó. No sólo cumplió su misión de traer el mensaje en estos tenebrosos tiempos, sino que encima se convirtió en un cristificado, en un resurrecto (me encantaría contar cómo sé esto porque sería incluso didáctico, pero como no es relevante para lo que estoy contando y en estos momentos no estoy convencido de que sea justo, me libro de tener que sacrificar la experiencia interna y quedarme a oscuras por una buena temporada, así que no lo cuento).

Obviamente todo el mundo en el movimiento se ha tenido que plantear todo esto y fruto de ello han visto la luz algunos títulos que de una forma respetuosa y leal al movimiento han tratado de explicar lo acaecido en el movimiento gnóstico en los últimos tiempos de la vida del maestro y en los momentos posteriores a su desencarnación, uno de ellos es «el proceso de Samael Aun Weor», escrito por su hijo Horus Gómez Garro, otro es el ya citado «En el corazón del maestro» de su discípulo directo Fernando Salazar Bañol. De este segundo quiero tomar unos párrafos que pintan en pocas palabras una idea general de lo ocurrido:

"En 1976, ya en los procesos altamente trascendentales de las Iniciaciones Logóicas (no conocidas por la mayoría de las escuelas esotéricas de nuestros tiempos), comienza a hacer un intercambio de las moléculas de su cuerpo que vivía en México con un cuerpo que poseía en el antiguo Egipto hace cerca de 4000 años y que hasta esta fecha estaba en un estado de catalepsia (las llamadas momias vivas –algo completamente desconocido para la ciencia oficial y por los propios doctos espiritualistas–).

El 24 de diciembre de 1977 Samael abandona su cuerpo (desencarna) y absorbe, mediante procesos alquímicos solamente conocidos en las esferas más reservadas de la Gran Fraternidad Blanca, a su antiguo cuerpo egipcio. Es con ese cuerpo que vive hoy en el Tíbet Secreto con Jesús y Melquisedec (y, claro, los demás grandes seres que hacen parte de la Muralla Guardiana de la Evolución Terrestre o, simplemente, que forman el Gobierno Secreto del Mundo).

Intentando resumir todos esos procesos en pocas palabras, podemos decir que Samael es el Logos de Marte y que por los procesos iniciáticos que vivió hasta 1977, acabó encarnando al Cristo Cósmico, tornándose, por tanto, el Cristo de la Era de Acuario, hecho que sólo será reconocido dentro de algunos siglos.

La obra de SAW aún no terminó. SAW regresará para completarla después de la gran catástrofe que pondrá fin a la civilización ariana (esperada para el Katún 13 de los mayas, en nuestro calendario, entre los años 2040 y 2043)".

El cuadro que pinta Salazar es el verdadero, pero no es fácil mostrar que es así. Para bien de la gran causa y de los muchos seguidores de esta página que han confiado en mi palabra por tantos años, ya que me consta personalmente que el maestro Samael triunfó, voy a intentar explicarlo como es mi costumbre sin apartarme de la dura realidad del que no tiene mejores resplandores, sin recurrir a experiencias internas que sólo a mi me sirven, con verdadera camaradería para con los que estudian la obra del maestro Samael Aun Weor con el amor con que yo la he estudiado.

En este mundo hay muchos niveles diferentes de conciencia despierta, tanto en la luz como en las tinieblas, pero la diferencia fundamental entre los que están "despiertos en la luz y en la dicha" y los que lo están "en el mal y para el mal" –que no son tan distintos en cuanto a grado de despertar– aparte de la obvia que es que el despierto en el bien "disfruta de lo que es suyo en esperanza" como reza un arcano menor del tarot, y el que lo está para el mal "vislumbra su propia ruina que por inevitable hasta ansía" (como dice un sabio maestro de la logia negra), es que mientras que el despierto para el bien es sencillo a la verdad y esta no le oculta ni lo más escondido, el que está despierto para el mal puede ser fácilmente usado por los arcontes del destino abriendo sus ojos cuando estos lo desean y cerrándolos a lo que a ellos les da la gana, esa es pues la gran diferencia y esa diferencia lo cambia todo. Y esto es así porque el que va para el padre se está liberando del poder de los arcontes, pero el que va para la divina madre muerte tiene el peor de los destinos posibles asegurado antes de empezar. Todo esto tengo que contarlo para que no se me pierdan en lo que viene a continuación.

No es mi deseo pormenorizar lo ocurrido tras la muerte del maestro en el movimiento gnóstico, sólo quiero decir de ello lo tocante al Pistis Sophia para facilitar la comprensión del libro, de modo que en pocas palabras diré que el movimiento gnóstico quedó dividido en tres facciones principales dirigidas por tres auténticos maestros en diferente grado de despertar: Julio Medina, Arnolda Garro y Joaquín Amortegui.

En la rama que es dirigida por la esposa del maestro Arnolda Garro, prima la impresión de que el maestro ha cometido adulterio y existe tendencia a poner por encima del mismo maestro a la maestra, pero sin explicar jamás a las primeras cámaras que se hace por este injusto juicio al maestro. Esta facción se envejece por falta de nueva sangre dispuesta a asumir el pesado fardo de todas las consideraciones absurdas que los integrantes de la misma asumen pero no explican. Para colmo de males el que debía ser el sucesor natural al frente de la facción, Jesús Alfredo Dosamantes Teerán (el secretario personal de la maestra Litelantes), en vez de asumir ese duro papel delega en su amigo Roberto Tejada (para poder él estar al lado de la maestra), así esta auténtica orden esotérica que tiene maestros de misterios mayores en su seno actuando sin dar a conocer su maestría (los cuales están instruyendo fecundos grupos), se ve de pronto cuestionada desde su misma cúpula estipulándose normas arbitrarias y absurdas como re-consagraciones y repeticiones de cursos que unidas a cuestiones económicas como la satisfacción de los derechos de autor terminan por llevar a la sigla a otra división, quedando el I.G.A. en manos del hijo del maestro Samael Osiris Gómez Dueñas y una nueva sigla, el C.I.A.G. en manos de Roberto Tejada.

En el M.G.C.U. (Movimiento Gnóstico Cristiano Universal), sigla bajo la guía de Joaquín Amortegui, uno de los discípulos más descollantes del maestro, se asume una radical visión al estilo de él llamada "nuevo orden" donde apenas se deja al estudiante conocer al maestro Samael, limitándose las posibilidades del estudio de su obra a sólo cinco libros y volviéndose imprescindible la figura de Joaquín Amortegui como justificación sempiterna del recorte que se ha hecho a la enseñanza, dando lugar así a una forma de la gnosis demasiado incompleta y fanatizada que resulta insuficiente para colmar la sed de los mejores elementos que son atraídos a esta doctrina. Con el tiempo los grupos cada vez más desiertos de esta facción se encierran sobre sí mismos y se dedican a la funesta labor de desacreditar y denunciar públicamente a los demás gnósticos. Mientras tildan a otros de traidores as deserciones en sus propias filas se multiplican y aquellos que podían haber sido la rama más prometedora del movimiento prácticamente dejan de tener presencia en los países con fuerte implantación de otras siglas del movimiento.

La rama liderada por Julio Medina Vizcaíno ha tomado la forma de una iglesia basada en un patriarcado en el que cobra importancia la propia figura de Julio Medina y sus descendientes y la pierde el mismo maestro Samael. El que otrora fuera el primer discípulo del maestro Samael y el primer editor de sus libros a expensas de su propio pecúnio y con gran merma de este en un esfuezo humano y económico sin precedentes que es prácticamente la causa por la que la doctrina ha llegado a extenderse, pese a que queda en posesión de una facción ilustre que posee la clave histórica y original del mensaje del maestro así como la explicación de la evolución de nuestra liturgia, pierde a elementos importantes que como en el caso notable de Efraín Villegas llegan a desentenderse de la gnosis – eso sí: luego de disputar el poder de la facción sin éxito– y sobrevive pese a todo pero ya sin la fuerza con la que había brillado. A su sombra crece la mala hierba de muchos falsos maestros cuya más deplorable secuela –aunque por desgracia no la única– es sin duda el caso de Teófilo Bustos –autodenominado maestro Lakshmi–, que cae en modificación y ampliación de la doctrina, reinterpretación y otros absurdos que dejan a los que grupos bajo su égida en franco estado de estancamiento.

Así el panorama sólo aguantan el tipo determinados discípulos directos que terminan por reconocerse entre sí, entre esos he de admitir simpatías personales por Luis Fernando Moya y los ya citados Fernando Salazar Bañol y Oscar Uzcátegui Quintero, y el único sitio donde parece perdurar mucho de lo que el maestro dejó es el propio México (y eso gracias a que Hypatia no se entromete demasiado en la marcha de esos grupos). Todas estas apreciaciones que muchos hemos podido sentir palpablemente en relación a estos grupos y sus derivados hacen indeseable unirse a las siglas que los representan y aún menos a desfiguraciones más tardías y graves de la enseñanza que van surgiendo, sin que haya realmente mucha gente que comprenda los hechos acaecidos.

De modo que los elementos más descollantes entre las nuevas generaciones del movimiento tienen que sortear este obstáculo y se hacen necesarias páginas como esta e iniciativas como el grupo koradi y otras similares. Por desgracia los resentidos, los que malentendieron la doctrina e ignorantes de estas cuestiones se dejaron explotar por otros que se dicen gnósticos y ni saben donde están parados, vuelven ahora con ansias de venganza a combatir lo que queda del movimiento gnostico con falsos foros como ese de lagnosisdevelada.com, tratando de establecer una prisión para la mente que es irrisoria para los que ya estamos encaminados pero que supone un obstáculo insalvable para otros que podrían entrar.

Esta es en resumen la triste situación en que ha quedado nuestro movimiento, reflejo preciso de la triste situación en que está la humanidad actual, sumida en un mar de mentiras que la logia negra ha impuesto en el mundo sabiendo que los humanos se las tragarán como puños debido a la enorme identificación que tienen con su mente animal.

Es sumamente lamentable para mi tener que testificar todas estas cosas y además tiene delito el hablar porque no soy un conocedor cabal de todos estos asuntos, pero esta visión nefasta y descalificatoria es la que honestamente tengo y con el fin de orientar tengo que manifestarla. Igualmente hay un principio conciliador en todo esto que implica el rotundo reconocimiento del mérito que tuvieron todos estos actores en su momento y la comprensión de que nadie que está en este camino puede reprochar a otro por sus equivocaciones, sino que todo el que ha ejercido el oficio sagrado (sacrificio por la humanidad) debe ser disculpado y comprendido con generosidad por los que nos hemos enterado de que la gnosis existe gracias a ellos, que debemos reconocer que sin los que estos hicieron, la enseñanza no habría llegado a nosotros.

Para concluir este duro comentario debo decir que el propio maestro Samael está saliendo al paso de todos estos problemas. Cada persona que estudia sus obras y las trata de llevar a la práctica es un discípulo de Samael y queda conectado a su fuerza. Cuando el discípulo llega a besar el látigo del verdugo el maestro lo enviste de todo el poder necesario para que pueda tomar parte activa en la difusión del mensaje, y aunque este fracase como otros lo hicieron antes la cuestión clave aquí es tratar de conocer qué dice el maestro por nosotros mismos.

En qué institución estamos no es tan importante como en qué medida conocemos lo que dijo el maestro por lo que él mismo escribió y dijo mejor que por boca de otros o por dudosos maestros. La mala escuela es como la mala pareja: al tiempo que uno se da cuenta de dónde vino a parar puede rehacer su vida y reconducir su camino de forma serena, evitando violentar a otros, si cuenta con la fuerza interior para ello y afortunadamente el maestro no sólo nos brinda las ideas que vierte en el cuerpo de doctrina sino que nos insufla su fuerza personalmente.

En el futuro habrá dos tipos de gnosis, la una, exotérica, será numerosa y llegará a construir catedrales, pero no tendrá ya nada de gnosis y hasta contribuirá a establecer una nueva edad media sobre el mundo. Los grupos de los que surgirá esa religión se caracterizan hoy porque tienden a mantener oculta la magia sexual. La otra, esotérica, será una secta clandestina que será conocida como los «DISCÍPULOS DE SAMAEL» y tendrá por centro mismo de su doctrina la magia sexual. El mundo del futuro será insoportablemente tenebroso y pedante, y en él –culminando un proceso que ya tiene impulso imparable desde el final de la segunda guerra mundial– será "tan imposible que la masa se rebele a sus gobernantes como lo es que las ovejas de un rebaño se rebelen al pastor". Toda cosa afín a la verdadera dignidad humana será perseguida y el crimen de lesa humanidad será ley, pese a eso la lucha por la creación del pueblo secreto se consumará en diferentes maneras en todas las latitudes del mundo. Como parte de ese proceso los discípulos de Samael combatirán a los discípulos de Moloch.

Finalmente habrá un retroceso cultural y esta civilización tecnológica colapsará, el pueblo secreto se alzará combatiendo a los restos de esta raza Aria y ganándose así su derecho a existir sobre la faz del mundo. En el amanecer de la era de Capricornio la raza de Koradi se afianzará y al final se cumplirá la palabra de Virgilio: "ha llegado la edad de oro, y una nueva progenie manda".

Pero dejemos por hoy todo eso que ha de venir..., y centrémonos en las circunstancias de la publicación del Pistis Sophia.

La primera vez que la maestra Litelantes vino a España en septiembre de 1981 hacía escala en un viaje a Egipto que guarda relación con este asunto, concedió una entrevista a estudiantes de la asociación de la calle Marqués de Vadillo de Madrid mientras se alojaba en un hotel de esta ciudad. En esa entrevista, única que queda grabada de aquella visita, se le preguntó por este libro:

P.- Maestra, se ha hablado mucho del libro de la "Pistis Sophía”, en el cual se dice que el Maestro estuvo trabajando y que dejó una gran parte medio develada, ¿qué nos podría decir referente a eso?

M.L.- Pues referente a eso, que esa ha sido la causa y el motivo de la división del Movimiento Gnóstico: la ambición de ese libro. Así hubo todo el problema para el Movimiento Gnóstico. El libro nos lo dejaron a un hijo y a mi persona para que se lo entreguemos a la humanidad, y como nosotros no somos de los que andamos pidiéndole a la humanidad -el que quiera ayudar, que ayude-, no le vamos a sacar dinero al Movimiento Gnóstico por nuestra cara. ¡El que quiera ayudar, que ayude; el que no, no! Entonces, nosotros tenemos ese libro para publicarlo, y como nos cuesta más de medio millón de pesos mexicanos, ahí lo tengo en casa. (En aquella época, año 1981, aún no había sido editado ese libro).

Y todo el mugido me pide ese libro pero no les voy a dar el gusto, sino hasta dárselo publicado; pero no los originales. Y esa es la causa de que nadie me quiere a mí en el Movimiento: porque no les entrego la "fortuna" de ese libro que el Maestro dejó. Esa es la pelea más grande "de la humanidad"; y no les voy a dar gusto hasta dárselo publicado. Demorado, pero va a salir... Con paciencia, pero sale...

Por aquel tiempo habían ya muchos grupos gnósticos porque la gnosis en España empezó alla por el año 1976 estando en vida el maestro (Efraín Villegas Quinterio fue el que estaba a cargo de impulsar la gnosis en España, y si no fue el primero que llegó aquí, fue de los primeros) y con el movimiento aún unido, empezó a notarse la influencia sobre ellos de los dictados del bodhisattva del maestro Rabolú Joaquín Amortegui Valbuena que trataba de introducir una severa modificación de la forma en que habían estado operando estos grupos mediante lo que él llamó "el nuevo orden", que tenía inquietantes novedades como la prohibición de las segundas cámaras y la restricción a sólo 5 de los libros del maestro que era posible estudiar en los grupos. La visita del bodhisattva del maestro Litelantes sirvió para contrarrestar esas tendencias y dio a aquellos estudiantes la posibilidad de ver cómo era un maestro de verdad que no está limitado a las sandeces que nosotros mismos nos imponemos queriendo y no pudiendo entrar en esta senda. El indiscutible sentido común de Litelantes le hizo ganarse la adhesión de casi todos los grupos habida cuenta de que ella traía el retorno a lo primero que se había conocido en el país por gnosis, frente al "nuevo orden" que se estaba tratando de imponer dictatorialmente (algo que por cierto no tiene buena acogida entre esencias viejas como las de este país que tienen por verdadero aquello de que "vale más perder cien amos que una costumbre").

Como decían los catalanes cuando no despotricaban de ser españoles: "la pela es la pela" (la peseta es la peseta = el dinero es el dinero). La maestra no le quería dar el Pistis Sophia a los posibles editores y beneficiarios del montante que representaba su venta por una razón de justicia: no tiene por qué seguir untándolos de dinero cuando su marido ha muerto dejándola a ella y a sus hijos sin herencia material que permita el merecido sustento que se tienen ganado por el mero hecho de haber tenido que soportar con una sonrisa en la cara lo que ninguno de nosotros consentiría ni soportaría en su propia casa, y encima como es maestra no tiene más remedio que lidiar con la falta de luz de otros maestros incomparables a ella que son los otros despiertos dentro del movimiento, despiertos pero no como ella. La maestra Litelantes no se le nota que es maestra, de cerca es de lo más normal, de hecho cualquier verdadero adepto aquí en la tierra es más terrenal que la mayoría de los no adeptos, y eso espero que muchos de los que leen esto lo lleguen a comprender en todo su crudo realismo.

A la maestra le tubo que sentar muy mal que su marido se fuese con el bodhisattva del ángel Filadelfia, no por las razones románticas de cualquier mujer despechada, sino por lo que en lo personal le toca asumir al dar su marido "el cante" de haberla dejado cara al entorno social de amigos, discípulos y conocidos, que en este nuevo estatus se atrevieron a enseñarle los dientes como pasa con los amigos de cualquier macho que se divorcia y le salen con palabras inmodestas a la mujer que antes aparentemente respetaban mientras fue "la mujer del amigo".

El maestro es el maestro y sus discípulos no le ponen ni una coma en su cara, pero a espaldas de él tienen sus opiniones y sus cosas que se les atragantan y no pueden digerir. Están acostumbrados a verle hacer prodigios y saben que como el maestro Samael Aun Weor no hay nadie, pero como el maestro no gusta de meternos a sus discípulos en vereda sino más bien de dejarnos hacer lo que nos de la gana (eso lo hace porque sabe que el que va a pecar lo hace ofuscado, no ve con la conciencia, no da más de sí y si se lo adviertes aún te la hace más gorda).

Julio Medina y Joaquín Amortegui se están peleando ya tiempo en esos momentos llegando a dimes y diretes con mala y ninguna vuelta atrás, y ni el maestro los puede parar porque no dan para más: Han soportado ya muchos años de incansables esfuerzos por levantar el movimiento y es "una carga tan pesada que, cuando te la quitan, hasta te para mal"... (o dicho en otras palabras: están identificados con su obra). ¿Qué se la va hacer? ¡Tampoco se les pueden pedir milagros! No son "los inmortales guardianes del santo sepulcro" o "la orden sagrada del Tíbet" (cuyo lema es el rotundo: "NADA RESISTE A NUESTRO PODER"). Son todavía poco duchos en esto del levantarse del lodo de la tierra. En fin, de esa historia hay muchos sitios donde se dan detalles, yo me quiero centrar en lo que nadie comprende.

En medio de todo eso el maestro empieza a culminar la segunda montaña y siguiendo desideratos de su padre interno va a perder el cuerpo físico. Samael no quiere ese cuerpo cachaco y el proceso de intercambio atómico con la momia unido al hecho de que el tigre está devorando a la serpiente le aseguran horribles sufrimientos. El caso es tan insólito que pilla desprevenida a la misma maestra Litelantes. Aparte está el tema nada baladí –debido al auge de afiliados y simpatizantes que tiene el movimiento aún unido y en plena expansión– del negocio editorial, que luego veremos. Finalmente el maestro desencarna. Algunos esperan que resucite o que aparezca de nuevo con el cuerpo de la momia viva, pero esto no se produce (para que hubiera podido ocurrir esto la tónica de la humanidad en general y del movimiento gnóstico en particular habría tenido que ser otra, pero siendo que la grey no entiende ni lo que tiene puesto por escrito el dharma es escaso y esa provocación a la logia negra esta fuera de orden).

Pasan los años y Moisés Palacios facilita a Otmaro Luna Figueroa una copia del texto develado en 1982, a principios del año siguiente sale impreso (la edición Mexicana que será la primera bajo control de la maestra, que tiene la nota de advertencia sobre el cambio de vaso hermético y la nota de los jueces del Karma al final, no sale hasta finales de ese mismo año). La edición de "Logos Solar" viene con un prólogo de la editorial firmado por el propio Otmaro Luna. Para entonces la familia del maestro ha registrado los derechos de autor y le exige a Otmaro Luna que satisfaga la parte correspondiente.

Este Otmaro Luna no pasa de ser uno más de los muchos que en vida conocieron al maestro Samael y sus circunstancias (es decir no es iniciado) y a raíz de esta cuestión en algún momento escribió un panfleto donde ataca duramente a la familia del maestro. En mi opinión Otmaro toma lo aparente por lo evidente y se equivoca como hacen todos esos que van a la casa de un verdadero iniciado y critican la toalla sucia en el servicio, pero aún así su escrito, titulado: «¡Que la grey juzgue!», y que fue el primero de una serie que luego no continuó, es de utilidad para ilustrar las duras circunstancias en las que se publicó este libro y pese a sus lamentables ataques a la persona de un maestro de misterios mayores creo que merece la pena reproducirlo íntegro.

El folleto ilustra las convulsiones del momento en que Pistis Sophia se editó y toca todos los temas tabú de la división del movimiento, durante su transcurso lo interrumpiré sin confundir mi prosa con la suya para hacer algunas aclaraciones (para empezar ya vamos mal con le título porque lo último que tiene que hacer la grey es juzgar), pero en cualquier caso, este es el texto íntegro:

¡Que la grey juzgue!

Estando reunidos gran cantidad de misioneros internacionales, de mucho renombre, algunos venezolanos, colombianos, hondureños, etc. Llegué a la avenida Macuitepec 207 de la Colonia Campestre Churubusco en la Ciudad de México D.F., toqué el timbre y salió uno de ellos y preguntó que a quién buscaba y respondí que buscaba al Maestro Samael Aun Weor.

Me hicieron pasar adelante, tomé asiento donde se encontraban ocho personas esperándolo; en ese momento entraba el Maestro, y cuando se dirigió a la sala se me quedó mirando, mientras se sentaba a platicar con los que ansiosamente esperaban para saludarlo uno por uno, a parecer de todos ya conocido. Volvió a verme nuevamente y me dijo: “Tú eres la persona que me interesa en este momento, ven conmigo”.

Me subió a su oficina en el segundo piso de su residencia, lujosamente amueblada, me preguntó mi nombre y nacionalidad y la razón de mi visita a él. Le respondí: “Traigo una carta para Ud., de J. C. M.”.

Antes de leerla sacó un lapicero o pluma, como le llaman en México, un transportador, una regla y hasta una lupa, me tomó de la mano, me la examinó, me miró fuertemente y después de largo estudio de mi persona me dijo tantas cosas que me dejó sorprendido y que es imposible divulgar por no ser ese mi objetivo en este folleto. Sólo debo decir que me recalcó que era la persona que le hacía falta en el movimiento gnóstico cristiano para impulsarlo como era debido. Esto me lo repitió en varias ocasiones, una de ellas fue cuando viajamos a Cuernavaca en compañía de Fernando Salazar y Doña Arnolda Garro, ¿O no, señores de la Sede Matriarcal?

Después de larga plática me ordenó incorporarme a las filas gnósticas a lo que obedecí acto seguido.

Fui a su casa porque había leído varios libros escritos por él y la curiosidad y la duda me impulsaron, pues soy muy incrédulo y como ya había formado parte de las filas gnósticas en Guatemala en el año de 1971, en donde trabajé a conciencia por dicha organización la que había buscado sin parar desde 1966, ya había leído "el Matrimonio Perfecto", El "Más Allá de la Muerte" y algunos mensajes.

En esta oportunidad me atendió bien, como antes mencioné, hasta me invitó a comer. Nuestra conversación fue amena y satisfactoria y hasta provechosa. Me dijo que le imprimiera sus libros y que se los distribuyera por todos los rincones del mundo. Lo pensé detenidamente, pues era lanzarse a una aventura desconocida para mí ya que, en esa época, yo tenía dos almacenes de mucha fama en San Salvador. Ellos eran el "combate" y el "éxito", además fabricaba las camisas Impala, manejaba mucho dinero (siempre lo he manejado). Eso me hacía pensar que dejar lo conocido para emprender una aventura que en esa época la consideraba torpe, pues me preguntaba por qué tantos con dinero no lo hacen, después pensé que a lo mejor el Maestro Samael Aun Weor había visto que yo era el indicado y me consideraba de mucho valor como empresario. Siempre dudé, pensé y repensé para dedicarme a ello pero, por algún miedo al famoso Karma de que tanto se habla en los libros y que, al no hacerle caso podría haber algún castigo para mí, por esa razón decidí hacerlos y fui a la Impresora Central de M. H., y ordené me hicieran 5 títulos, después otros 5 y en un año había invertido 120.000 $ USA.

Al verme enredado o embarcado en este lío me decidí por vender los almacenes y demás negocios para poder dedicarme a los libros y así poder cumplir con una labor o servicio, no sin antes pensar que debía verse como empresa para no fracasar, pues todos los que lo han intentado y se han dedicado a ello han fallado, sin que uno sólo haya triunfado.

Yo no he fracasado porque, como repito, siempre he tenido dinero para costearme los malos tiempos y las malas rachas; sobre todo con este negocio en el que todos los hermanos piden créditos y nadie paga, es decir, las organizaciones. Pudiera hacer lista de todos los que me deben pero en esta ocasión sólo mencionaré algunos como: Osiris Gómez Garro, 3.000 $ USA; Hipatía Gómez (Prestados), 200 $; La Iglesia Gnóstica de Bolivia, 1.500 $; Resinal Vercheveren, 3.200 $; Los señores Osorio en los Ángeles, 3.000$; el esposo de Isis Gómez, 100 $, y así sucesivamente hasta el año de 1981, en el que yo tenía en facturas por cobrar 23,529 $, es decir pérdidas.

Si no me va mal es porque me dedico a otros negocios y, sobre todo que, hace 6 años compré una máquina Offset y me dediqué a todo impreso; a estas alturas tengo montada una buena Editorial y diferentes negocios, por ejemplo viajo a Estados Unidos y México para mandar mercancía para Honduras, Guatemala y El Salvador, lo cual me dejan lo suficiente para no fracasar. Y aquí me tienen, contra viento y marea, sólo para adelante y no para atrás, ni siquiera para tomar impulso.

Siga leyendo este Folleto y en él encontrará muchos datos valiosos y que nadie sabe, y si Uds. me permiten hablaré de algunos de los tantos que tengo de familia matriarcal, ya que no creo conveniente escribir sobre machos. A los dos meses volvía a la residencia del Maestro Samael y me recibió con mucho regocijo y alegría, y me dijo: “Adelante, esta es su casa, aquí tienes tu apartamento donde descansarás”; y desde ese momento me convirtió en su huésped número 1 de su casa. Como tenía que salir a dejar a unos amigos misioneros de la Asociación Gnóstica de Colima 265, en el D. F., me dijo: “Llévate las llaves de la casa para que puedas entrar cuando quieras y a la hora que regreses y que entre tu carro al garaje”. Estaban oyendo los señores Misioneros Jesús Canga, de Venezuela y Ricardo Sánchez, de El Salvador, pues ellos eran los que tenía que ir a dejar a la Asociación antes mencionada. Todos los días platicaba con el Maestro. Me autorizó a viajar por el Continente para promover los libros y tuve algunos buenos resultados; le di dos vueltas al Continente hasta poner los libros en el último rincón, incluyendo las Islas del Caribe. Por tal labor efectiva el Maestro me felicitaba.

Llegué nuevamente en un tercer viaje, ya para él en esa época era como de la familia. Me brindó tanta confianza que no me permitía que fuera a otra parte si no era en su residencia. A esas alturas ya estaba incorporado a las filas del Movimiento Gnóstico Cristiano.

Seguía visitándolo con mucha frecuencia, pues él me parecía un buen consejero, un buen amigo y un buen Maestro. A veces, en la mañana, me daba una buena platicada y me dejaba mucha sabiduría, y como nunca faltaban discípulos en su casa, él siempre estaba atento dando cátedras de las que no me perdía ninguna y no dejaba escapar ningún detalle. Así, de esa manera, llegué a tener mucha confianza, y me sentí como de la casa. Cuando llegaba el miércoles, él tenía tercera cámara en la Asociación de Colima 265, México D.F., a la que él siempre me llevaba y en una ceremonia especial de tercera cámara me consagró.

Me dio autorización ya escrita para hacer sus libros. En algunas ocasiones lo acompañé a sus giras en el interior del país; a algunos hermanos los llenaba de envidia por ser como los discípulos preferidos. En una gira que hizo a Guadalajara fui uno de los primeros invitados. Así mismo a Chihuahua, en donde formamos la tercera cámara. Después Durango, allí consagramos el templo de ese lugar. Había mucha alegría, mucha felicidad, donde él llegaba le recibían altas autoridades, en fin, lo entrevistaban en la radio y en la televisión y él me presentaba como un elemento valioso por la labor que desempeñaba; él siempre me decía que tenía mucha fe en mí. De esas giras tengo conferencias y fotografías. Siempre que él viajaba, escribía y escribía, lo mismo que en su casa, y en todo lugar que se encontraba.

En otra ocasión le pregunté que cuál libro estaba escribiendo. Me respondió que era La Pistis Sophia, que estaba develando y que, precisamente, “Tú serás quien la llevará a todo el mundo y nadie más que tú, porque he visto tu capacidad”. Ésto de la Pistis Sophia me lo repitió muchas veces y que a nadie se la daría si no que solamente a mí. De esto puede testificar Francisco Molina Jules, Fernando Salazar Bañol, la misma esposa oficial Doña Arnolda Garro de Gómez y todos los hijos y allegados a la Sede Matriarcal. Pero en cierta ocasión, comiendo con él y con alguno de sus hijos le propuse que de la Pistis Sophia podríamos sacar algo muy útil para su misión, como era un avión pequeño particular y, como las cifras que le mencioné estaban tentadoras y altas, a Osiris Gómez y a Arnolda se les alegró mucho la cara. Por esa razón cuando él murió la recogieron y nunca más se volvió a saber de la Pistis Sophia. Más bien la escondieron y, según ellos, me la arrebataron, pero a mí no me hizo falta pues tengo negocios de sobra, sólo hago esta relación para que la grey juzgue.

Ahora que ya imprimí la Pistis Sophia Develada, la Señora Garro ha escrito a muchos lugares que no es la legítima. ¿Si ésta no es la legítima, cómo podría haber sacado un volumen tan grueso como ese o habérmelo inventado?

Me gusta mucho leer y escribir, pero no para perder tanto tiempo para escribir un libro como ése; la Señora Garro dice eso nada más por miedo a que diga cómo llegó a mis manos y sobre todo porque no puedo recaudar los 100.000 $ Dólares que tenía presupuestados en la Pistis Sophia, ¿o quieren que se les sigan pasando los dividendos a sus hijos? De esto ya no estoy de acuerdo, pues como fui el de confianza en la casa me di cuenta de los millones que manejan y hasta su cuenta en dólares.

Las Pistis Sophia me la ofrecieron muchas gentes que la conocen a ella y que saben muy bien lo comerciante que es y que aparenta ser una mansa oveja y por dentro sólo busca fortuna.

Me propusieron que la hiciera porque si la hacía la Sra. Garro la iba a poner muy cara, como los libros, por eso a la Señora Garro nadie le para la bola, porque ya saben que es un lobo vestido de oveja.

A la Pistis Sophia lo único que no le puse fue la parte donde dice el Maestro Samael que la Señora Garro no es un buda que se sacrifica por la humanidad. Él mismo la desprestigiaba en la parte de la Pistis Sophia que yo omití para no hacer daño a la Hermandad.

Aquí Otmaro no sólo no está en lo correcto sino que demuestra que entiende poco la doctrina. Lo que omitió se ha perdido y ya no tiene vuelta atrás porque también se omitió de las ediciones autorizadas por la maestra, estimo que formaba parte de la develación del capítulo 55, pero ese párrafo no niega que la maestra es maestra, sólo dice que no es un maestro de compasión dedicado al sacrificio por la humanidad (para muestra algo de lo que se dejó: "(El Alquimista que no se sacrifica por la humanidad, nunca llegará a ser Bodhisattva.), (Sólo los Bodhisattvas de corazón compasivo, que han dado su vida por la humanidad, pueden encarnar al Cristo Intimo.), (Debemos hacer una plena diferenciación entre los Sravakas y Budhas Pratyekas por una parte y los Bodhisattvas por otra.), (Los Sravakas y Budhas Pratyekas sólo se preocupan por su perfeccionamiento particular sin importarles un comino la pobre humanidad doliente.), (Obviamente los Budhas Pratyekas y los Sravakas nunca pueden encarnar al Cristo.), (Solo los Bodhisattvas que se sacrifican por humanidad, pueden encarnar al Cristo.), (El título sagrado de Bodhisattva sólo lo tienen legítimamente, los que han renunciado a toda felicidad Nirvánica, por amor a la humanidad doliente.)". De todos modos hay que decir que los editores se permitían la licencia de quitar imperdonablemente de los libros párrafos y hasta capítulos enteros del maestro Samael, algo que es hoy irrecuperable y que con toda seguridad significa un escollo para los que aspiren a comprender íntegramente la doctrina.

Osiris Gómez y Arnolda compraron una buena impresora Offset y no la han podido hacer funcionar, según tengo entendido les costó 50.000 $ USA, ¡Para nada! Tendrán mucho dinero. Ahí que la grey juzgue; así que de la Pistis Sophia aprovecho la ocasión para preguntarle a Arnolda Garro de Gómez, ¿Ha cumplido con los mandatos que el Maestro dejó? Siempre dijo que cumpliría, pero como esto significa mucho dinero, tal vez por eso, no lo ha sabido cumplir.

Por este párrafo se puede fechar este escrito en el lapso transcurrido entre la publicación de la edición aquí presentada y la de la propia sede patriarcal de México, es decir mediados de 1983.

A medida que yo tenía más confianza, me dio algunos de los cargos de los cuales tengo autorizaciones como representante de la Iglesia Gnóstica para América Latina y el de jefe inmediato para la República de el Salvador. De todo esto tengo documentos y que nunca hice mención por no interesarme cargos ni mandos de ninguna clase.

En otra ocasión le pregunté si podíamos hacer películas para la divulgación de la Filosofía Gnóstica, y me dijo que llegaría el momento adecuado. Yo siempre tuve interés en hacer cine. Unos meses antes de que él muriera, y que más adelante hablaremos de eso, yo le dije que me diera una autorización para hacer una película, la cual conservo, y como guardo cientos de ellas en el momento indicado las daré a conocer.

Es así como con muchos sacrificios hice la película “Sexo para Dioses”, la que la esposa oficial no autorizó por no obtener dividendos y por desconocer una carta que estaba en mí poder.

La película se rodó y fue enseguida tachada de pornográfica, pero como no la he visto, no puedo opinar.

Mientras pasaba el tiempo, supe esperar hasta el momento oportuno y poder plasmar mis grandes deseos y poder así cumplir con mi misión. En esta película ni siquiera se menciona la palabra Gnosis y lo hice a propósito, por estar desprestigiada en lugares. ¿Cómo puede la Señora prohibir algo que ni siquiera ha visto una extra? ¿Por qué siguen siendo tan ignorantes? Bueno…, algunos por no saber leer, pero ¿y los otros?

La esposa oficial Arnolda Garro, recién muerto el Maestro Samael dijo que todo debía cumplirse como lo había planificado, incluyendo sus congresos, ¿Los cumplió? He impreso todos los libros y los he puesto en todos los rincones de habla hispana, hasta en Europa; he hecho ediciones hasta en inglés y las he regalado en Estados Unidos, y si no que lo digan los señores que difunden en la Unión Americana, lo que pasa es que a mí no me gusta hacer alarde de lo que hago.

Allá quien quiera tomarlo como bueno o como malo, eso queda a criterio de la Grey, ¿por qué otros no han podido? La Gran Obra que yo he hecho parece que no está de acuerdo a la señora Garro, pues he llegado a lugares donde es prohibido que los libros impresos por mí se vendan. Yo le pregunto ¿Quién es el más beneficiado? Pues creo que en cuanto más personas leen los libros más oportunidades hay que le envíen algunos dólares que, aunque no los necesita son bien llegados para ellos, pues hay que pasarle su parte a Hipatía y a Osiris. Entonces ¿Por qué prohibir la difusión de tal filosofía ya que nadie es dueña de ella? Como digo en la película (hablo de una filosofía, no de gnosis pues esa palabra no se pronuncia para poder tener toda clase de clientes y de todas las corrientes) esta filosofía es tan antigua como la misma humanidad y nadie puede considerarse dueño de ella.

Cuando el Maestro Samael Aun Weor vivía fui la persona más querida de Doña Arnolda y uno de los más queridos del Maestro.

Fue tanto el cariño que me tuvieron que fui el único, con Amed Sawady, que se le permitió estar a su lado en toda su gravedad, somos los que podemos dar testimonio de su padecimiento, enfermedad y dolor minuto a minuto. Podría decir de qué murió y a quiénes se debe, pero no lo diré, sólo hablaré de algunos detalles.

Esta frase insinúa que la misma familia mató al maestro..., eso es una enorme injuria que se ha seguido repitiendo por muchos que no saben nada. Otmaro puede presumir de ser testigo de excepción, pero se excede en sus juicios despiadados y mete la pata hasta el fondo. Lo peor es que se cree lo que dice, como luego se lo han creído otros. Lástima que nadie le dijo aquel refrán español: "de lo que veas cree la mitad, de lo que oigas nada".

En cierta ocasión, medio repuesto el Maestro de la primera recaída de gravedad, estábamos comiendo y le pregunté: -“Maestro, su gravedad ya se comenta en muchos lados y yo soñé y lo ví muerto, por tanto mi pregunta es que si usted se muere ya pensó a quién dejar para dirigir este gran cargo” – “Si ya todo está arreglado mi querido hermano”, me respondió. Volví a preguntar - “¿A Doña Dondita?”. Me contestó rotundamente “No pues la Abuela dice que es mejor manejar cincuenta marranos y no veinte gnósticos, y si no que te lo diga ella”. Me dijo. ¿Es cierto o no Doña Dondita? Esta categórica respuesta y a la vez la fracesita de manejar cincuenta marranos y no veinte gnósticos la conocen cientos de allegados a la Sra. Garro, ¿O no Don Víctor Manuel Chávez?, ¿O no Fernando Salazar?. En fin, podría numerar mucha gente pero no quiero aburrirlos.

Todo eso es cierto, pero Otamaro lo saca de su contexto como haría cualquier maledicente. La maestra dice en tono jocoso una verdad tremenda que se refiere al hecho de que los discípulos de Samael, somos los niños consentidos del esoterismo crístico: Todo se nos ha dado regalado y sin merecerlo (el maestro Samael viene con el mensaje cuando la humanidad ya está tan degenerada que no la salva ni el hecho de disponer de una explicación pormenorizada del mensaje). Además con decir eso la maestra no niega que esté dispuesta a asumir ese papel (justo todo lo contrario).

A propósito de Chávez, la señora Garro, en ciertas ocasiones, me designó a mí para que le tirara las puertas en las narices y no dejarlo entrar, ¿Por qué razón Sr. Chávez? En otra ocasión fue en el velatorio donde estaba tendido el cadáver del Maestro Samael, también para que le tirara las puertas por su cara y no lo dejara entrar, ¿O no, Sr. Chávez? ¿Cuál fue la razón para esa determinación tan cruel Sr. Chávez o Sra. Garro de Gómez? ¿Quieren que les diga o mejor en otro Folleto?

Todo esto hace alusión a la cuestión del bodhisattva del ángel Filadelfia puesto que ella es Clara Chávez, la hija de Victor Manuel Chávez. El por qué le tira la maestra la puerta a la cara es fácil de entender, por mucho que ella comprenda lo que está pasando no es plato de su gusto. La identidad del bodhisattva se conoce porque Luis Alberto Renderos, en su libro «como surgió la gnosis en el Salvador», escribió:

"Aprovechando mis vacaciones anuales se me ocurrió visitar al Maestro GARGHA KUICHINES (Julio Medina V.) en su residencia ubicada en la ciudad de Ciénaga, Magdalena, Colombia. Le pedí audiencia y me la concedió, seguidamente partimos hacia allá con mi esposa. En Julio de 1978.

El hogar de Don Julio y familia era plausible; nos recibió El, su esposa e hijos con mucha cortesía. Después de las presentaciones y saludos de rigor, el maestro comenzó su comentario acerca de lo ocurrido en la sede patriarcal así: Mi compadre me confió su cambio de pareja, en cumplimiento de la orden que le dio su real ser de tomar por esposa a Clara Chavez, quien fungía como Isis en los rituales, porque con ella salieron del paraíso y con ella debían volver. Que con la comadre no eran casados y por no haber tenido relaciones íntimas por más de 7 años consecutivos con ella, no había violado el noveno mandamiento, que en los cuerpos físicos de ambos no había un solo átomo de sus relaciones maritales, por lo tanto no había violado la ley universal, que su boda fue sólo civil en guadalajara hacía más de un año y que su acta de matrimonio la guardaba herméticamente. A su nueva sacerdotisa la alojaba en un Hotel del D.F. Parece ser que uno de los testigos de la Boda lanzó la piedra, la cual llegó a manos de la comadre, mujer de armas tomar, quien descubrió el cuerpo del delito, se enceló y comenzó la guerra sin cuartel contra el Maestro y la familia Chávez. Llena de furia comenzó a llamar telefónicamente a los Gnósticos de América Latina, informándoles que el Maestro había caído en adulterio."

Esto que dice aquí no diré que no es cierto ni recurriré a argumentos como que entonces Julio ya no es lo que era o que el otro tampoco es ninguna mansa oveja, pero en todo caso la difamación que supone a la persona de la maestra hace sospechar porque es extraño tanto detalle cuando no es necesario nada de todo lo que se nombra ahí para verificar el cambio de vaso hermético: ¿el ser lo manda? pues punto.

El siguiente párrafo al retomar la historia también requiere explicación: se refiere a Sara Dueñas, la primera mujer del maestro con la que se casó en Colombia el 12 de Junio de 1940, con la cual tuvo dos hijos varones de nombres Salomón e Imperator, y a la que más tarde dejaría por no servirle como pareja para la magia sexual (de hecho pocas personas sirven como pareja tántrica).

En otra ocasión cuando hacían cadena en la casa o residencia del Maestro, para descargar todo el mal sobre la esposa legal del Maestro (Sara), de esas cadenas de maldad ante el cuerpo moribundo del Maestro yo lamenté mucho y no resistí, y en la primera me di cuenta del fin que llevaba, le dije a Fernando Salazar que porqué hacía esa grosería y me contestó que estaba cumpliendo órdenes de la Sra. Garro de Gómez, a lo que le dije que aunque fuera su Maestra, no ocuparé las cadenas ni los mantram para hacer el mal, que yo no me prestaba para esas cosas, pero bien… cada quien puede hacer lo que quiera. Yo siempre inventaba cualquier pretexto, un dolor de cabeza o no llegaba a la hora, en fin, hay tantas disculpas que inventaba para no asistir a esas cadenas de maldad.

Menuda lindeza acaba de soltar aquí Otmaro... Aquí sólo digo que me extraña que Otmaro tuviera idea exacta de para qué eran las cadenas. No se pueden hacer cadenas de maldad, eso no existe, en las cadenas tu pides a la divinidad ¿que vas a pedir, que fulano de tal muera? Lo único que puedes pedir es por la curación de una persona o por cualquier cosa legítima y justa, sino la cadena no es escuchada y queda en una pérdida de tiempo.

En esa época que yo era de mucha confianza, me di cuenta de tantas cosas que me dejaron sorprendido. Cuando el Maestro Samael estaba moribundo en la casa de Hipatía (pues en ella murió), el Maestro llamó a sus hijos y le dijo a Hipatía “Ud. ¡Es una hipócrita!Pero ya esta señora estaba acostumbrada, pues se lo decía constantemente y la misma Hipatía contaba en ocasiones con mucho orgullo: “El Gordito me dijo que yo era hipócrita¿O no, Hipatía? Más tarde Osiris maltrató a la esposa de Horus y el Maestro se dio cuenta, también le dijo que era otro de los hipócritas y traidores. Más tarde, a unas dos horas de su muerte y en el comedor de la casa de Hipatía estábamos tomando un café con la Sra. Garro, el Maestro se quejaba fuertemente y a lo que la Sra. me dijo: “Este viejo tiene que sufrir mucho, hasta en la hora de su muerte, pues a mí me hizo sufrir 30 años, por eso es que sufre y sufrirá más. Eso me demostró que la Señora no lo quería y quién sabe qué pretendía.

Aquí los tiros no van por donde interpreta Otmaro: A veces un iniciado o una iniciada se ven obligados a tomar pareja para realizar su trabajo y aunque en alguna parte, hay sino afinidad si tolerancia suficiente por esa pareja, la unión es deficitaria y se sufre mucho en la propia convivencia en pareja. Esto se soluciona a base de mucha paciencia y compensando el karma que nos ha llevado a la actual pareja. Es perfectamente posible que la maestra manifestara esos sentimientos pues los bodhisattvas humanos de los maestros son muy humanos (por muy maestro que sea uno allá arriba, aquí abajo es muy terrenal, más incluso que los que no son maestros), pero el mal aquí está en que Otmaro se ha vuelto juez de vivos y muertos usurpando el papel de Dios. Eso que dice es maledicencia (vamos le faltaba "quien sabe qué pretendía"). Ni él ni nosotros debemos juzgar cosas de familia, eso es íntimo. Otmaro no tiene ni idea de por qué le dice eso el maestro a su hija, y lo dicho en una casa es espontáneo y falto de matices, emotivo, no se puede luego airear y encima pretender que uno por haber estado más o menos cerca se ha vuelto autoridad para juzgar. Así que mejor que la grey no juzgue...

Días después de su muerte hicieron circular la noticia de que necesitaba casa para que cuando el Gordito regresara. ¡Otra gran farsa! Pues la casa ya la habían comprado. ¿No fui yo quien la aconsejó que la comprara Sra. Garro? Además, tenía otra casa, lo que su mismo yerno Toni Maldonado, le había vendido ya. Habían dos casas y un terreno en Cuernavaca (Paraíso de millonarios) ¿O no es cierto Señora Garro?

Poco después le fue heredada una casa a Isis (la casa de Macuiltepec), la otra a Osiris, incluyendo los cuatro carros, entre ellos: un Mercedes Benz, que en México es un alto lujo de millonarios pues un Mercedes Benz cuesta dos millones de pesos. El terreno de Cuernavaca se lo heredaron a Horus y a Hipatía. Este testamento se hizo porque se tenía que ir de viaje a Egipto (es decir la Señora Garro). Este viaje se hizo con el objeto de hacer creer a la grey que en ese viaje se encontraría con el Maestro y que la Hermandad le enviaría sus dotes o cuotas a esa, pero como la gente de allá no es muy aduladora ni enrollona. Además, el idioma, costumbres y muchos detalles no le parecieron, entonces el retorno fue rápido.

O sea, que la farsa que se trataba de montar no dio resultado, no sin antes haberse ido a EE.UU. a preparar el terreno para el mencionado viaje. ¿Pues es bonito viajar verdad Sra. Garro? Pero sería más bonito si a uno le costara su dinero y trabajo. ¡Qué bonita farsa! A su regreso, en la familia encontró muchos desórdenes, por ejemplo: Isis ya tenía otro esposo o amante (Moisés Palacios) de el cual está por tener otro hijo (el sexto), de los cuales son 5 de Toni y el último de Moisés. Este señor por ser el marido de Isis y de vasta confianza de la Señora Garro, me entregó la Pistis Sophia, es decir, que Moisés me rogó para que la hiciera y esa es la razón de haberla impreso, por lo cual ha habido muchos problemas. Pero yo recibo de parte de muchas personas miles de felicitaciones.

Todo eso parece muy agudo, muy sagaz, muy convincente, parece que se está "desenmascarando al ladrón" y no hay refutación posible, pero sólo lo es para la fantasía en la que está sumido Otmaro al escribir así. Él no sabe por qué se emprende el viaje a Egipto, simplemente aplica eso de: "blanco y en botella es leche". Tiene una sospecha de que todo es por dinero, no piensa que existían razones no tan imaginables, y sobre todo pierde de vista que ante él no se tiene que justificar nada de todo eso. La cruda realidad del viaje a Egipto es que la maestra debe estar presente en la cristificación del maestro pues como ha ocurrido ya en la antigüedad, tiene esa recurrencia de concurrir a la resurrección de él habiendo previamente fallecido o como pasó en esta ocasión habiendo dejado de ser la sacerdotisa de él para esos momentos, y en esta ocasión todo ese proceso cristalizó en dicho viaje a Egipto (veasé el capítulo 45 de «las tres montañas»).

Cualquier cosa que se haga en relación a Pistis Sophia acarrea muchos problemas debido a que ciertos magos negros se toman muy en serio la tarea de cortar el paso a la enseñanza directa de Jesús en la tierra. El ataque es psíquico y destruye a aquel que sea su objetivo, esto lo puede comprobar cualquiera que defienda o divulgue la Pistis Sopia (aunque se puede montar una defensa). En cuanto a lo del viaje a Egipto y lo que comenta de la riqueza de la familia del maestro ya para los tiempos de este escrito están muy lejos los tiempos en que el maestro vivía de alquiler de forma austera y hay numerosos miembros del movimiento que pagan cuotas.

Habrán notado Uds. que de la enfermedad del maestro no hemos hablado en este Folleto, pero es que este es sólo el comienzo de muchos que vendrán, si es que quieren pelea, y muy explicados, con secretos que he guardado por largo tiempo. Hablaremos del Maestro Samael, cuál fue la razón de su muerte, quiénes lo llevaron a su tumba, en fin, hay tanto de qué hablar que hasta los enfadaré y el principal objeto será aclarar la razón que llevó a la Sra. Garro a pelear el mando, cuáles fueron los principales intereses que la llevaron a pelear el mando que no le corresponde. Será por el mucho dinero y negocio que ocurre a través de la Sede Matriarcal, ¿Verdad, Doña Arnolda? ¿Verdad, Hipatía? Bonito negocio pues no hay documento que diga que se deja a la Señora Garro como Directora Mundial de dicha institución, además, como antes dije, es mejor cuidar marranos que gnósticos, ¿Verdad, Señora Garro? Sobre todo si se viaja constantemente a negociar con los marranos, y éstos tienen mucha manteca, como sucedió hace unos días, aquí, en nuestro querido El Salvador; siendo un país muy lastimado económicamente, pero eso no le importa a ella y vino a recoger miles de dólares que le dan los marranos y como este es un pueblo muy benévolo, entonces le fue muy bien en este lugarcito y que por eso lo cuidan y lo pelean mucho.

Lo primero que insinúa de que en pocas palabras la familia mató al maestro Samael, es una mala apreciación del escenario creado por la incomprensible decisión para la familia y para el movimiento de tomar el maestro un nuevo vaso hermético, y aunque Otmaro y otros lo crean así eso no es verdad, todo lo contrario: siempre lo cuidaron y lo apoyaron. Ni ellos ni nadie podían haber hecho nada porque el águila estaba devorando a la serpiente.

En cuanto a lo de que la familia lo que quiere es dinero, es lo típico que siempre se piensa pero la realidad no es así. El dinero era para impulsar el movimiento, si en los últimos años con la proliferación de grupos y por tanto de dinero las cosas iban mejor para la familia del maestro, también pasaron muchos de puras penurias y de eso parece que ya nadie se acuerda, encima el que habla es uno de los que han manejado dinero (él dice que perdía, que todo era puro sacrificio: tampoco se lo voy a poner en duda). En verdad una familia colocada en esta situación haga lo que haga estará bajo sospecha. Vivir no es un delito, y de explotación sólo se está libre cuando uno se empeña en que no lo exploten; y a nadie se le pone una pistola para que pague, y por uno con estómago para pegarse una vida de "yates y putas" a costa de la grey son una inmensa mayoría los honestos. El trasfondo de todo esto es que el negocio editorial produce el abuso de que obtiene buenos dividendos y da limosnas a la familia del maestro, y esto produce la natural protesta de la maestra que lo sufre y su negativa a ceder la publicación de los libros que quedan en su poder y no se han facilitado a los editores, acto seguido la incomprensión de las partes entre sí sirve de germen a los profundos desencuentros.

¿Era Julio Medina Maestro? Lo era. ¿Era Joaquin Amortegui maestro? Lo era. ¿Era Arnolda Garro maestro? Más que los otros dos juntos de aquí a lima. Entonces ¿por qué no se entendían? Porque cada uno tiene su visión de lo que es justo y de lo que se ha de hacer y ninguno cede al parecer ajeno, no hay que olvidar que la gnosis es una sociedad viril, y como dos hermanos de armas que pese a ser del mismo bando pueden llegar a intercambiar golpes si se suscita una desavenencia grave, dos gnósticos pueden estar en desacuerdo en cosas que les parecen tan esenciales que ninguno se puede plegar al otro y viene el andar cada uno por su lado. ¿Cayeron o fracasaron estos bodhisattvas? eso es cosa de ellos, pero para el caso al que asistimos no es necesario que caigan, los dioses también se equivocan, y si están encarnados son tan humanos como cualquiera. Ante un caso como este a nosotros sólo nos queda ser reverentes, agradecerles y recordarles por lo que hicieron bien, y llenos de comprensión decirles: "ánimo hermano" tendiéndoles la mano siquiera con nuestra adhesión y comprensión, si es que se equivocaron y la fastidiaron, porque en el ejército de salvación mundial estos son nuestros hermanos de armas. ¿Se podía comparar alguno con Samael? Rotundamente NO. Samael es más que todos. Samael se levanta desde lo más hondo mostrando con su ejemplo y con su obra hablada y escrita el camino a los desahuciados de todas las formas anteriores del mensaje. Es el cristo de la era. Esto sólo se comprenderá a costa del propio mensaje y dentro de muchos años. Además por sus características el maestro atrae a su prédica a lo peor de la humanidad, a lo más podrido, pues estos que peor están le entienden mejor que los que aún no están en las últimas, pero lo fundamental para el caso es que los bodhisattvas que están con él, no tienen más remedio que estar a la altura de los acontecimientos y malamente pueden, por lo que suelen traducir en rigor y en reglas lo que Samael hace por pura misericordia para con la humanidad. Samael cumple órdenes de la logia blanca y del ser, pero lo hace de corazón, de una forma epicúrea, amplia, generosa, industriosa, abnegada, leal, incluso muy arriesgada en favor de sus discípulos. Los que le acompañan tienen que hacer lo propio a su manera y comparados con el maestro resultan más o menos torpes porque el maestro Samael se las sabe todas y a cualquiera que se tenga que poner a la par de él "se le vé el plumero" aunque sea un maestro. Ya el escrito se va acercando a su fin:

Aquí en mi negocio hicieron la operación de cambio de muchos dólares y no fueron muchos sino miles, es decir, yo lo vi, pues se dieron cita con el cambiador. En fin, es un negocio muy bueno, pero tanto que no se puede dejar. Posteriormente aclararé otros detalles muy interesantes, hablaremos de las picardías de Joaquín Amórtegui, que también tiene su historia.

Bueno, antes que asienta el lector hay que decir del maestro Rabolú que en aras de dar la gnosis hizo un esfuerzo terrible para leer y escribir que ninguno de nosotros habríamos hecho. También puedo decir que un maestro que se levantó teniéndolo a él por instructor me dijo que como instructor era fabuloso.

Cuando el Maestro vivía, eran tan parecidos y por la mucha confianza que él me tenía, confianza en mi palabra, cualquier cosa me la preguntaba, por estar más cerca cualquier nombramiento o cargo, nosotros lo hicimos. Fui yo quien nombró los vicarios y obispos de la Iglesia Gnóstica de El Salvador, ¿O no, Don Julio? ¿No éramos nosotros los que movíamos las piezas del ajedrez?

Se refiere aquí a Julio Medina Vizcaíno, que por estos últimos tiempos había hecho firmar al maestro la personería jurídica de la iglesia gnóstica colombiana y venezolana y funcionaba como máximo responsable en asuntos eclesiásticos así como Joaquín Amortegui lo hacía en lo tocante a la escuela esotérica. Lo que dice Otmaro es cierto bajo su punto de vista, pero no es cierto bajo un prisma objetivo, el maestro Samael ya cuenta con las consecuencias de las desavenencias entre Joaco y Julio y deja que las cosas sucedan sabiendo que su obra ya está hecha, esos nombramientos amañados y mucho de lo que para los actores de estos tiempos tiene importancia, al final ha redundado en nada y lo que queda es el mensaje y la cruda realidad de cada uno de nosotros ante él. Además a esas alturas ya daba igual porque hubo rebeldía a las órdenes del maestro y eso les dejó a su suerte a muchos.

Daremos en la próxima si es que sigue metiéndose en mis cosas, ya que yo no me meto con nadie. Todo eso me ha entorpecido mis planes de trabajo y, por lo tanto, he decido no hacer los libros de Samael, nunca más, así es que la Sra. Garro se los entregará, pues ella tiene maquinaria y es mejor comerciante que yo.

Gracias por su atención.

Esta fue la despedida de Otmaro de esta aventura editorial, aunque le cabe el alto honor de haber sido el primero en publicar el Pistis Sophia, el cual le reconocemos y le participamos a la grey. Ojalá que este hermano llegue a retornar y tenga una oportunidad regia.

Finalmente no hubo otros escritos de Otmaro Luna pero el motivo por el que cesó en su empeño de airear tantos trapos sucios lo desconozco. Es posible que el desencadenante de este rotativo fuera una reclamación de derechos de autor sino judicial al menos con advertencias de abogados de por medio, y también que él reflexionara y se diese cuenta que en realidad las cosas no son tan así. En cualquier caso el documento circula en foros dedicados a denostar la enseñanza gnóstica y ya que ellos lo airean yo quise explicar un trasfondo de la cuestión que un recién llegado a la gnosis no puede ver.

El ejército gnóstico al dividirse ha perdido su fuerza, pero para el que busca y no encuentra aquella escuela a la que llego es lo que tiene y hay que ponerse en las limitaciones a que está sujeto ese principiante y tener amor a todos los hermanos sea cual sea la facción del movimiento donde recalan. Al fin y al cabo nadie ve el cuadro completo y hay un refrán valenciano que suena como: "fes cas al mestre per boch que siga" ("haz caso del maestro por tonto que sea" (que algo aprenderás)). La reflexión de cada uno puede llevarle a otros grupos. El estudio y la comprensión nos van llevando a la perfecta asimilación de estas y otras trabas mentales esgrimidas como argumentos en contra de la maestría de Samael, pero uno puede y debe sortear esa maleza que trata de cerrar la senda abierta por el maestro desde las tinieblas absolutas de la mente que sólo dan tristeza, al real camino que contra todo pronóstico aún podemos recorrer los humanos de esta raza Aria.

Un discípulo de verdad está profundamente solo incluso en el calor de la camaradería entre sus iguales, y como guerreros que somos contra nosotros mismos a veces intercambiamos golpes entre nosotros (afortunadamente las más de las veces dialécticos), y lo importante es ser leal y comprender que no hay que juzgar.

Terminando ya con esta incursión en el reino de Saturno hay otras interesantes cosas que comentar.

En agosto de 1988, en el monasterio de Castelldefels, la maestra Litelantes dio su versión de la sangrante forma en que vivía la división del movimiento y a lo largo de la extensa cita que figura a continuación, donde toca varias veces el tema de su nota aclaratoria a su edición de Pistis Sophia y responde a otras alusiones ya mencionadas, dejo que sean sus propias palabras las que expongan su versión:

P.- Maestra, también quería comentarle lo siguiente: una de las cosas que hemos aprendido de usted, es que no sufre por nada, hayan reuniones fuertes, hayan reuniones fáciles, usted no sufre por nada y eso lo transmite mucho...

M.L.- Yo no tengo por qué sufrir para darle gusto a la humanidad. ¡No!, toda la humanidad quisiera que yo ya me hubiera desencarnado. ¿Por qué? ¡No sé! No me pagan renta, no me pagan el teléfono, no me pagan el agua, no me pagan nada y les molesta que yo viva; y todos desean que yo muera por una misión muy absurda: muchos me han preguntado que ¿a quién le voy a dejar el poder de la enseñanza? A mí me da risa, y si tienen ganas que yo me muera se van a equivocar, porque todavía no ha llegado el día y Dios no me ha mandado ninguna tarjeta; total, de que ¡aguántense!

¿Para qué se afanan por cuándo me voy a morir y quién va a quedar con el mando? ¡Ahí queda la enseñanza! Samael entregó este conocimiento, me dejó a mí en este "paquete", porque es un "paquete" y a mí no me gusta, pero lo tengo que hacer. ¡Ojalá hubiera sido con un vivo, porque ya le hubiera retachado la palabra! No resisto el arranque. Pero como fue con un muerto, ahora tengo que aguantar la crítica, la "habladera" de que no dejó el Maestro la enseñanza con mi persona sino con otras, que ni estaban en casa, ni ninguna asistió a la muerte de Samael, ni nadie le alcanzó un vaso de agua, y todos dicen que vieron por el Maestro, ¡eso es falso!

Y la crítica es que Arnolda estaba jugando a las cartas, que los hijos en unas parrandas tremendas, y todos aquellos que se ocuparon de la familia de Samael, fueron los acreditados, porque a uno le quitaron los hijos -los mataron por drogadictos-, y mis hijos, ahí están viviendo; mal, pero estamos viviendo todos juntos... El deseo de todos es que yo haga una vida desordenada, pero no les voy a dar el gusto. Y yo no sufro, porque cuando más hablan de mí, más gozo, porque sé que todo aquel hablador, criticón, me está haciendo un servicio, y de eso no se han dado cuenta: ¡mientras que ellos hablan, yo gozo! ¿Y a quién le cae la habladuría? A ellos mismos; después les viene por un lado de su familia que más quieren; al ser que más quieran le llega el castigo. Total, que por eso a mí no me apura; cuando una persona habla de mí, estoy feliz. ¡Ojalá que pudiera hacer un baile, que lo haría con mucho gusto!, para quitarles el antojo.

Pero yo soy feliz con la gente que tengo en casa, con mis hijos y mis "hijos postizos"..., aun cuando todo el mundo dice que el que vive ahí me domina, que me manda: "Que el secretario me manda y me domina. ¡No! ¡Qué equivocados están! No saben quién soy yo, no me conocen, no sé con qué bases pueden hablar de mí en esa forma, y de las personas que viven en mi casa, que es como su casa...

P.- Ese es uno de los rumores que más ha corrido, Maestra, el de que es manejada.

M.L.- Pues ellos sí se dejan manejar, porque ellos se lucen con frases de Samael Aun Weor, de mi marido, y están viviendo de la enseñanza y están hablando de mi persona. Muchos misioneros se van de misión y se hacen cargo de un monasterio —¡no todos! Por ahora conozco dos que... Uno que ya salió y otro que está dando el conocimiento..., hasta la hora presente, aquí estoy, en su casa, en su monasterio, ¡vamos a ver más tarde!, ¿no?—. Porque todo el que ha estado manejando un monasterio ha sido el arma, el "cuchillito de filo" para mi persona, sin yo hacerle nada. Porque cuando engordan la bolsa y les tienen todo fácil, que no quieren trabajar y que los mantengan, salen hablando y creen que yo me voy a enojar; y yo no, no me enojo... Y fueron muy buenos amigos, fueron felices, entregaron el conocimiento dos años muy bien, y después salieron hablando, ¿qué culpa tengo yo?

Sólo V.P. es el único que salió del monasterio y está firme todavía, ¡vamos a ver hasta cuándo! Y ahora vamos a ver el nuevo instructor que está aquí, en España, a ver hasta cuándo; si va a ser derecho o va a ser "chueco"... ¡allá usted! Pero yo soy feliz de que salen de los monasterios y se van en contra mía, ¡soy feliz!

P.- Para estar un poco prevenidos, Maestra...

M.L.- Yo ya le prevení a usted...

P.- ...¿Qué es lo que pasa? ¿Dónde está la clave de que la gente que ha hablado tan bien de usted, de "golpe y porrazo" cambien y empiecen a hablar mal de usted?

M.L.- Porque quien está... como se dice: "Cuando un patriarca está en la silla, le da temor que lo vayan a bajar de ahí. Y yo no bajo a nadie, ¡porque todo cae por su peso! A mí eso me da igual.

Yo nunca voy a los monasterios a... yo voy a los cierres de sus cursos cuando puedo, nada más; durante el tiempo que están ahí entregando el conocimiento yo no aparezco... Después se enojan. ¿Por qué? Porque creen que la gente que los admira y que les da el modo de vivir —que no mueven una "paja" para ganarse veinte centavos—, creen que yo voy a ir a decirles: "No les den. Pero ahora sí estoy dispuesta a decirles, claramente, que la fama que le han creado al difunto, al Maestro que les entregó el conocimiento, es falsa: han dicho que no trabajaba... Samael trabajó para cuatro hijos, su mujer y él, hasta la hora de su muerte. El trabajaba y entregaba el conocimiento; escribió los libros trabajando; él vendía libros de la medicina, de todo vivía él. Él no vivía a costilla de ningún misionero, de ningún alumno. El alumno que le tendiera la mano de buena voluntad, bien recibido, pero presionado, ¡jamás! Decirle: "no tengo para mañana comer, nunca se lo llegó a decir a nadie...

Aquellos que han hablado tanto, sí los mantienen, de pies a cabeza, tanto a ellos como a sus esposas. No a todos, pero a la mayoría sí. Los que han salido en contra de mi persona y de mis hijos, han sido mantenidos de todos los alumnos y los han tenido en una situación maravillosa. Uno que estuvo en Guadalajara, hizo un capital enorme y salió hablando; entregaba una psicología muy baja. Otro que estuvo aquí, en España, trabajó muy bien dos años —me da dolor porque fue muy buen amigo de mi marido y de nosotros, y vivió en mi casa—, y yo no tengo que decir de él sino que después que cerró el curso y dejó de estar en el monasterio, salió hablando de mí y de mis hijos.

¡Cómo pagan con la moneda negra y qué triste pagan ellos después! Después van a pagar con el ser que más quieran, y eso no es culpa mía. Ya lo he visto, que aquellos que se han ocupado de Samael y de mi persona han pagado tristemente mal, porque la fuente del dinero no la van a seguir teniendo. Sólo el que..., bueno, yo voy a decir la palabra que siempre he dicho: que el que es "masoquista" le gusta que le "frieguen" la vida diario, diario, diario... y están felices. ¡Yo no soy masoquista! Por eso hablan de mí a ver si me hacen masoquista, y no lo van a lograr; no lo van a lograr porque cuanto más hablan de mí, yo soy más feliz, porque sé que esa habladuría es un puntito más que tengo yo "allí arriba"; porque todo se les regresa a ellos, a mí no me queda nada, ni les recibo nada.

Eso deberían pensar, y hacerle el bien a la humanidad y sin crecerse. Si hablan del mismo Maestro, ¡qué no van a hablar de mí! Decir que al Maestro lo mantenían los alumnos. ¡No! Si eso fuera cierto no hubiera dejado la cantidad de libros que dejó, para mantener...; porque esos que salen hablando tanto sí viven de la Gnosis y de los libros. Y a mí que es trabajo de mi esposo, fue la herencia, como dijo cuando estaba muriéndose:

"Es la herencia que le dejo, 'negra'. Usted ponga cuidado para usted y sus hijos: cuide los libros y viva de ellos porque usted queda sola. De al lado suyo queda gente: una parte va a su favor y otra parte va a hablar de usted mucho".

"Pues ¡buena, herencia me dejas!, ¡muy buena herencia!, pero te la aceptoa pesar de que yo había dicho que no iba a volver a lidiar con gnósticos—, pero para que te vayas tranquilo, ¡ándate tranquilo!".

Y si no, yo no me hubiera comprometido... Y es cierto: viven de la Gnosis y se admiran porque yo vendo libros y mis hijos venden libros y pentagramas. ¿Quién trajo la muestra de los pentagramas? Samael Aun Weor. ¿Quién entregó los libros? Samael Aun Weor, y la viuda no tiene derecho a vivir de los libros del difunto marido, ni los hijos tampoco, sólo ellos...

Y ellos cuando sacan un libro explotan a los mismos misioneros para sacar un libro. Pero yo les he dado la enseñanza de que el Maestro Samael nunca sacó (editó) un libro. Él los escribía y se los daba a todos los "ambicionados"; le decían: "Le quiero a usted sacar su libro"; y él les decía: "Sácalo hermano, sácalo hermano".

Ahora que él se fue los estoy sacando, porque a los libros de Samael les han quitado muchas frases y les han puesto lo que ellos han querido. Yo los estoy sacando en casa, con ayuda del secretario y de muchos hermanos que tengo en casa, ¡me han ayudado mucho! Y bien que se ocupan del secretario: se lo comen vivo y vuelven y lo sacan; y así les pasa con mi persona. ¿Por qué?, por la ambición de que estamos sacando los mejores libros en México. ¿Qué culpa tengo yo si he de vivir de la herencia que Samael me ha dejado, del trabajo que sacamos los dos? ¿Quién le alcanzó un vaso de agua cuando estaba escribiendo los libros? Mi persona y mis hijos...

Y hoy en día, aquellos misioneros —"dizque" muy buenos amigos y que esto (y lo otro)— son el primer "cuchillo" que tenemos nosotros. Según ellos yo no tengo derecho a sacar un libro, ni de venderlos, pero ellos sí. ¡Qué fácil! ¿Por qué no se ponen a escribir un libro a ver que bien están? Pero bien saben copiar los libros de Samael, las conferencias de Samael, para explotarlos... Los retratos los venden como pan caliente; hasta de mi triste persona, el que estuvo en Guadalajara, iba yo a las reuniones y ¡pum!, cámara. No se me quitaban de encima, y al otro día estaban vendiendo las fotografías carísimas...

P.- Nosotros no venderemos el vídeo, Maestra, Nosotros no venderemos la cinta de vídeo...

M.L.- ¡Nooo!, el misionero que estuvo en Guadalajara, le digo...

P.- Ya, ya..., es una broma...

M.L.- Ahí vendía y hacía dinero con los retratos míos. Ese mismo pedía pasajes para mi persona, quería manejarme a su antojo... Aquí en España, explotó a España —que me ha dolido— pidiendo pasajes para mi persona y yo no hice el viaje. El que me hace un viaje: "Que aquí está su pasaje". Le digo: "¡No! Usted no me maneja, yo voy a alguna parte cuando yo quiera ir y cuando yo forme mi viaje, pero no porque usted me lo haga".

Aquí, en España, explotó mucho a los españoles sacando dinero en mi nombre. Y actualmente está aquí, en España, explotando a todo español que se deja. Ahí ven ustedes lo que son aquellas gentes ambicionadas del dinero. El dinero es muy necesario, pero también perjudica mucho. Sin ese dinero no podemos vivir, pero vivámoslo honradamente, decentemente, que lo ganemos con nuestro esfuerzo, no a costilla de los discípulos ni a costilla del país, porque eso es triste y vergonzoso...

Samael y mi persona viajábamos mucho, pero nadie tiene que decir que lo explotamos, ni nadie tiene que decir que tenemos bienes a costilla de los estudiantes, ¡jamás pueden decir eso! Si nos ayudaban, era de voluntad propia. Y ahora que yo estoy viuda, me dicen: "Maestra, yo tengo mucho dinero, si quiere...". Les digo: "No, gracias; el que quiere siempre sin pedir". Yo no le pido a nadie nada. Y el que me ofrece un pasaje, que me lo ofrezca por voluntad; pero nunca se lo exijo, y aquellas personas sí.

Ahí ven ustedes lo que han sido los estudiantes que se han hecho cargo de grupos, de tener alumnos... Y excursiones carísimas, y eso que estaba la vida más barata, ahora ya no sé como será el asunto...

Uno no debe de exigir a los misioneros: "Déme tanto y déme tanto". ¡No!, lo que a voluntad quieran. Eso sí, que se inscriban, porque hoy en día ningún misionero..., nadie tiene dinero ni para inscribirse. Y en todo plantel de estudios tienen que inscribirse y pagar una mensualidad y ayudar; y ahora que están recibiendo un conocimiento, ¿lo quieren bien gratis? ¡No es justo!, porque las rentas están caras; no se puede vivir así, tan fácilmente. En cualquier kinder cobran un dineral...

Deja de trabajar el misionero por entregar el conocimiento, ¿y de qué sirve? —como les digo yo, y ahí está el ejemplo—, ¿para qué se amargan la vida? Uno entrega el conocimiento... por lo pronto, ¡hermanito!, palmada en el hombro, y después se van a hablar pestes, horrores... No tiene caso: acabarse uno por gentes que no saben agradecer ni comprender la enseñanza que se les entrega.

Como decía el mismo Maestro: "Hoy en día se le entrega a la humanidad... (la enseñanza), y es como tirarle margaritas a los cerdos". Porque los cerdos se aprovechan, se las comen, se llenan y ¡ya! Hoy en día se entrega el conocimiento y después lo pisotean...

Era lo que yo le decía a "Viejo" (al Maestro): —"Pero cómo me vas a dejar en esto, si tú sabes que yo no estoy preparada para dar el conocimiento".

"contestaba él—, pero una sombra que vivió al lado mío, sí sabe; usted lo que es, es egoísta...".

"Sí, soy egoísta porque conozco a la humanidad, que son muy crueles, muy duros, hoy le sirven a uno y mañana se lo sacan en cara, y eso a mí no me gusta".

Yo se lo decía a Samael, del que tanto le duele a la humanidad que haya sido marido mío, pero pésele a quien le pese, fue mi esposo. Y me queda un consuelo: de que aquellos que han hablado de que él murió solo... ¡No señores! El murió en casa. Lo lidiamos hasta lo último. ¿Quiénes? Mis hijos y mi persona, porque él no quiso tener a los discípulos ahí, sólo los más allegados. Se fue de la casa a casa de una hija, para evitar que lo acosaran, y allí estuvimos al pie de él... Y aquellos que prometieron, gnósticos que prometieron estar fieles a la Causa, han sido los más traicioneros. Y él murió diciendo una frase que ni me acuerdo cómo él la decía: "¡Traicioneros!". No sé... él decía una frase ofensiva, y aquellos que oyeron la frase dicen que era por parte de nosotros, dicen que era a nosotros que nos echaba, a mis hijos y a mi persona. ¡Qué poco valor tienen esas personas!

Y ninguno le fue a acercar ni un vaso de agua sino mis hijos, mi persona, y ¡lástima me da!, de Fernando Salazar, que fue tan cobarde, no tuvo palabra; se comprometió de esperarlo a él, y no fue capaz. Salió hablando; sacó muchas cosas del archivo, se las llevó y perjudicó a muchos estudiantes. Escritos que Samael tenía para entregarlos a Sudamérica, él los entregó y dañó mucho a la humanidad. Se sacó muchas cosas de la oficina. Y es tan poco hombre, la verdad hay que decirla, que me dijo:

"Dondita, ¿cuándo se pelea conmigo?", —"¿Y para qué quieres que yo me pelee contigo?” —le dije.

"Para irme tranquilo...”

"Pues te vas tranquilo porque yo no me voy a pelear contigo, yo tengo mucho que agradecerte: lo del tiempo que trabajaste con Samael y el tiempo que has trabajado conmigo, ¡yo no soy tan cruel!",

Y en realidad y en verdad, se fue Fernando Salazar, que fue el secretario del Maestro y de mi persona, pero hablando de todos. Y hoy. ¿cómo la esta pagando? Poniéndome a mí de pantalla, abriendo grupos, monasterios y diciendo de que está autorizado de mi persona. Eso es un engaño, es una mentira...

Monasterios no hay sino tres monasterios, que son: Guadalajara que lo dejó implantado Samael, y estoy dispuesta a apoyarlo en todo lo que pueda, así salga la gente hablando, no me interesa. Y el de aquí (España), para controlar al traidor que estuvo en Guadalajara, que se le tendió la mano de muy buen corazón y salió hablando, y al que le llenaron la bolsa de dinero; explotó a todos los españoles que pudo y se vino para el mismo país de los españoles, a seguir la misma batalla... ¡Qué triste es y qué poco hombre es también! Ahora por eso hice de que por favor abrir un monasterio aquí, en España, para controlar a ese señor traidor que explotó a toda la humanidad y que sigue explotando al mismo país. ¡Qué triste es eso! Yo sería incapaz de hacer eso.... Todos ellos pagan con la moneda negra. Los monasterios son: Guadalajara, España y Canadá, no hay más monasterios, y que quede muy entendido por todos los que vengan aquí, que no crean que hay más monasterios.

Y todos los monasterios han caído porque..., el monasterio de Guadalajara ha caído porque tienen un monasterio en cada esquina y les hace falta que se inscriban. El de aquí ha caído por la habladuría del mismo que estuvo aquí llevando el monasterio, aquí en Sentmenat; lo arruinó. Muchos alumnos tenía y a todos los ha engañado con mentiras y chismografías, para crecerse él y que lo sigan manteniendo, porque ese señor no trabaja, no mueve un dedo... Como en Guadalajara, también arruinaron el monasterio de allá. Pero yo les he dicho: "El que esté aquí, se está con una o con dos personas, pero que sean fieles a la Causa". Y sí lo han hecho.

Y salen enojados... Vamos a ver éste que está aquí en qué papel va a quedar. Estoy esperando dos, el de Guadalajara y el de España (se ríe la Maestra), y el de Canadá, tres; estoy esperando tres... ¡No!, el de Canadá... ¡Ah!, también salió en contra mía. Al de Canadá que le di la autorización de llevar un monasterio allá, y entregar el conocimiento, también salió hablando de mí ¡horrores!; haciendo cartas en contra mía, haciéndose dueño de los libros de Samael Aun Weor, diciendo que yo no tenía derecho de sacar un libro. A qué grado ha llegado mi situación. ¡Y no me enojo! Yo sigo adelante, porque como no les pido ni un centavo, yo veré cómo los publico. Sólo la ayuda de todos los que viven en mi casa, esos sí son esclavos: de los libros, de hacer acá y allá; pero de afuera, ninguno de ellos...

Ahí van sabiendo lo que son los estudiantes. Ahí van sabiendo y les sirve de lección para que el que entre en un monasterio sea derecho y sincero consigo mismo. Y no es con el misionero que les entrega la enseñanza, ni con mi persona, es por bien de ellos y bien de los Maestros de la Logia Blanca...

Y que no se amparen en decir de que cambian de esposa por el karma. ¡No!, por la cobardía, porque el hombre que tiene su esposa debe ser fiel a su esposa toda la vida, hasta que Dios los separe. La "Pistis Sophía” querían que se las entregara. Se las entregué; ninguno ha entendido la "Pistis Sophía”. Samael puso una frase ahí, y le dije: "Vas a poner esta frase y vas a acabar con el grupo gnóstico. Me contestó: "Es una 'resbaladita' que le pongo a los hermanitos.

"Pues los hermanitos se la van a aprovechar a su favor.

"El que es gnóstico sigue firme y el que no es, se sabe quién es y quién no es" —me contestó.

Y muchos matrimonios —¡me ha dolido!— han salido fracasados porque han dejado a sus esposas con hijos y sin nada, porque se han guiado por la "Pistis Sophía”, por una frase que dice: "Hay que cambiar de vaso...". Y como digo yo: "No cambian de vaso sino de 'vajilla'; porque cogen una y dicen: 'Esta no me conviene'; después cogen otra: 'Esta sí'. Viven con ella un tiempo y la dejan; entonces, ¡no es uno, sino la vajilla completa!".

Y yo le dije a Samael: "No pongas eso, vas a arruinar el grupo, vas a acabar con muchos matrimonios". "¡Ahí se sabe quién es quién: quién es el gnóstico y quién no es!"—me contestó.

Y les he preguntado: "¿Han entendido la Pistis Sophía?". Responden: "¡No!". Y yo les digo: "¡Ah!, ¿no es que están tan preparados? ¿No es que querían el libro? ¿Entonces en qué bases se encierran ustedes para decir que entienden la enseñanza?". Contestan: "Pues ese libro es muy complicado...". "¡Ah! ¿Lo querían fácil también? Como tienen a todos los misioneros que les digan que cómo salir en astral, y que me vi con la fulanita allá y que voy a dejar a mi esposa y cojo la otra..., ¿eso sí les gusta, no?". Calladitos se quedan... ¡Es triste y vergonzoso!

Ahora al libro de la "Pistis Sophía" se le cambió eso, y se le puso un escrito para que dejen de estar abandonando a sus esposas, llenas de hijos y sin nada; para que sepan que no es como Samael lo dijo, y que lo estudien para que lo entiendan y puedan seguir adelante. Y aún dijeron que yo y mis hijos habíamos escrito ese libro y que le habíamos puesto lo que Samael no dejó, gentes que ni saben dónde están parados y están hablando de todo el mundo, hasta de los mismos compañeros. Esos son una parte de los gnósticos, es como en todo: hay bueno y hay malo, en todo hay; es como en una ciudad: hay gente buena y gente mala. Total, de que no nos llamemos a engaño ni se resientan ustedes porque les estoy diciendo la verdad, y se la digo sinceramente, porque hay de todo.

Aquellos que quieren ser más que Samael han destruido los libros de Samael. Me han obligado a sacarlos según mi facilidad y como voy pudiendo, a sacarlos tal como Samael los sacó, así los estoy sacando en México..., y así digan lo que digan, aunque no les interese, porque vivo del trabajo de mi marido y mío, no de lo de ellos. Todos aquellos que se han crecido y se han salido de la enseñanza hablando, han explotado a medio mundo a base de la enseñanza, poniendo a Samael y a mi persona por delante, y más a Samael. Sacan cualquier libro e implantan el nombre de Samael y lo ponen en el libro para que todo el mundo lo compre, porque si ven que no es de él, no lo compran.

Esos son los que han estado en los monasterios, todos esos. Los que han estado dirigiendo... ¡y esto queda muy claro para los que dirijan un monasterio!: han sido cuatro que han salido fracasados y hablando de la familia y de la enseñanza, y haciéndole la vida pesada al nuevo instructor de los monasterios. Porque no son capaces sino a base de crítica, para que otros los mantengan y vayan y los sigan. ¡Qué poca vergüenza tienen! Son cuatro que han estado en el monasterio. Salen con buen dinero y se ponen a hablar de la misma familia (del Maestro) y del monasterio, y dañando el monasterio.

¡No se dejen engañar! Vengan y estudien, inscríbanse. Y si se salen, sálganse callados, no se pongan a hablar del que entrega la enseñanza, ni de los compañeros; mejor les va. Pero aquellos cuatro que han salido, han salido hablando hasta de su sombra... De la de ellos son unos "dioses"; los malos son la familia Gómez y el que queda ocupando su lugar en el monasterio. Eso no lo deberían de hacer. ¡Son unos ingratos! Y capaces de decir que ellos son los que entregan el conocimiento, que la mujer de Samael no, que está caída. Yo me pregunté y lo dije: "¿Cuándo durmieron conmigo y con mi esposo? Nunca durmió nadie con nosotros para que digan que estoy caída”.

¡Unos dormidos!, ¡más dormidos que...! Más experiencia tiene un perro y un gato que ellos, y que me perdonen la comparación, pero eso es lo que se merecen. Y públicamente, si me lo van a preguntar, se lo sostengo en mi casa; pero que vayan a México, que no esperen a que yo vaya a un monasterio para mandarme gente comisionada a preguntarme la situación. Porque llegan a la cobardía de que apenas saben que yo estoy en tal parte, creen que vengo a pelear gente. Y yo no vengo a pelear gente, vengo a visitar a los que quieren verme; a ver a los estudiantes y nada más.

Pero ellos sí van a los estudios, a las escuelas, a engañar a los estudiantes y a jalarlos: "¡Vénganse conmigo que yo soy un Maestro!", ¿Maestro de cuánto acá? Un fracasado, porque están hablando de la misma enseñanza: "Síganme a mí”. ¡Nooo...!

Son dos que han salido ahorita, ¡tres!, que han salido ahorita de los monasterios y están fuera de la enseñanza gnóstica y han engañado a muchos estudiantes para que los sigan, con engaños, mentiras y chismografías. Y los que no saben, ahí van detrás; (éstos) no son culpables, no los culpo, a ninguno (de éstos) culpo. A los que culpo es al dirigente ese, al cabecilla que va por ahí engañando a la gente. Es como si uno, cualquiera de nosotros, engañara a un niño: "Venga para acá, mi hijito, que yo lo quiero más que su mamá". Lo estamos engañando, y nosotros no somos capaces de hacer eso. Pero ellos sí; ¡con tal que los mantengan y vivir de la enseñanza, de la Gnosis, son felices de hablar de la Gnosis! Así que no se dejen guiar de esa gente.

Y este monasterio estoy dispuesta de apoyarlo en todo lo que quieran; si el que está entregando la enseñanza la sigue dando, yo le apoyo en lo que pueda. No es mucho, porque no soy un "dios bajado del cielo", soy muy humana, no soy perfecta como se creen ellos.

Y que sepan que el coordinador actual es V.P., de toda Europa, no el que estaba dirigiendo el monasterio y que ha salido hablando de todo el mundo. Y que lo tengan muy entendido que eso no se me va a olvidar jamás...

Así que está bien entendido que el que venga debe seguir con firmeza y delicadeza, si quiere seguir adelante. Y si no quiere que Dios se las cobre, no mi persona, yo no le cobro a nadie nada, pero Dios se encarga: ¡todo cae por su peso! Y ¡allá cada quién!

(En la grabación original y aprovechando la presencia del Coordinador para Europa, África y Medio-Oriente, el señor V.P., se le pidió que dijese algunas palabras para esta grabación... En su intervención terminó diciendo que había que seguir a la Maestra, lo que hizo que ésta tomase la palabra, diciendo:)

M.L.- Bueno, pues me perdona que le vaya a refutar aquí, públicamente, porque a mí no..., la enseñanza no es mía; porque yo fui la esposa de Samael, la madre de cuatro hijos, pero yo no me adueño de la enseñanza. El que la quiera seguir que la siga, pero que no me siga a mí, que siga la enseñanza, porque la enseñanza es libre, pero para respetarla y seguir un camino derecho y firme. Que todos aquellos chismosos quisieran que yo viviera una vida deshonesta, pero no les voy a dar el gusto... Pero no es porque la enseñanza sea mía. El que me busca, me encuentra; el que no me busca, no me encuentra. Porque yo no voy a ir a estar hablando de fulano para ganarme unos centavos, como hacen todos los que han hablado...

Entonces, sigan la enseñanza que Samael dejó, y si hay alguien que nos la explique, atendámoslo, porque de cada persona sacamos algo: hasta del malo sacamos algo bueno. Y es más sincera una persona que sea mala, mala, que sea... mago negro —pongamos derecho, sin tanto "escondidijo"—, se saca más de esa persona que de un "ángel" y que de un "chismoso". Porque en vida de Samael Aun Weor, mi marido, padre de mis hijos, viví con cuatro hombres que eran "malos", que ya habían ofrecido el alma al diablo, y eran mejores, me cuidaban más a mí que los mismos gnósticos, porque decían: "Todo el respeto para usted". Le decían a Samael: "Mira Samael, yo no me salgo de aquí porque yo di mi palabra con el diablo, y la tengo que cumplir...".

Este es un ejemplo para nosotros los gnósticos, que si estamos en este camino, ¡seguir firme la palabra! Y cuésteme lo que me cueste, soy mujer y estoy dispuesta a seguir firme con la enseñanza gnóstica —que la viví con Samael— sin retroceder un pie. Por chismografía yo no retrocedo. Porque dicen que todos los que viven en mi casa son mis maridos. ¡Que digan lo que quieran!, porque sólo yo —y Dios— sé lo que estoy haciendo y como estoy viviendo.

Entonces, no me sigan a mí, sigan la enseñanza de Samael. Y que V.P. dice que es mía, ¡no!, yo no quiero ese "paquete". Yo lo que quiero es luchar para vivir decentemente. Si algún estudiante me ayuda, si un monasterio me ayuda, es cosa muy aparte, pero que yo lo exija, no, ¡jamás! Mucho dinero me ofrecen: "Yo le ayudo a sacar un libro". Pero yo no quiero tener compañía; con la cobija la tengo que tener por necesidad, pero con otra persona no la quiero tener para nada, porque es muy fea la compañía, es muy dura, sale cara y yo no quiero que me salga tan cara. Entonces, yo sólita lucho, y lucho, y lucho, para sacar los libros. Y no puede decir nadie que yo he sacado un libro pidiéndole dinero. Como hacen estos "criaturos" que dan su palabra de hombres, firmes en la enseñanza, y se rajan a mitad camino. ¡No!, yo toda una vida he estado en esto, y estoy dispuesta a seguir ahí y no salirme de la línea, ¡firme!

Así, que la enseñanza es para todos. Los que podemos vivirla y los que la comprendemos, sigamos con lo poquito, pero sigamos adelante. Y aquellos que prestan un juramento y al rato se rajan... oigan, ¡no! Yo, como mujer, soy capaz de seguir mi palabra firme, y estos hombres no dan su palabra con firmeza... ¡Hoy en día no hay palabra!

Pero yo si les voy a demostrar como soy. Y se lo he demostrado: diez años de ser viuda, pero me he "parado" bien "parada", y estoy dispuesta a seguir "parada". Y todos aquellos dicen: "Ahí Arnolda se cayó, Arnolda está muy viejita...". Hasta han llegado a decir que el "coco me patina". Total, hasta dónde ha llegado el abuso. Y yo estoy contenta con eso; y después llega la "loca" a hablar donde han dicho que estoy loca...

Así que hay que seguir adelante. ¡Sigan adelante todos los que están y los que vengan! Ahí les quedan las palabras para que sean fieles a la Gran Causa y a sí mismos, y al Maestro que les entregó este conocimiento, y al que se está sacrificando —porque dejan de seguir su profesión por entregar la enseñanza, ya que tienen muy bien su profesión de qué vivir, y se entregan a la humanidad—; sepan agradecer, aprovechar el tiempo y agradecerles...

Y si hacen un juramento, que lo sigan firme hasta la muerte. Yo no hice un juramento con nadie, sólo con mi marido. ¡Ay!, y me ha pesado el haberme hecho cargo de la gente; pero tengo que seguir adelante porque me comprometí con un "muerto". Muchos me dicen: "¿Y qué haría si el Maestro apareciera?", Diría: "Ahí está tu 'paquete' y hasta luego...". Porque esto es muy duro. Y es la verdad, es muy duro, pero cuando uno va bien, mas cuando uno se pone a hablar de la gente, es suave... mover la "sinhueso"... Pero yo estoy dispuesta a moverla para decir la verdad, de frente a frente, y vivir mi vida, trabajar como yo pueda para vivir y sacar los libros, porque vivo de la herencia que mi marido me dejó —que son los libros—, y a muy alto honor. Allá, el que los quiera, los tengo en México...

P.- (Un estudiante le pregunta a la Maestra cómo es posible que ocurra todo esto de lo que nos habla, y la Maestra Litelantes responde, diciendo:)

M.L.- Pues ahí está la "ambición". Es que muchos entran a este conocimiento por una ambición: de que los compañeros los sostengan, los mantengan, y con la poca enseñanza que tienen, ellos le añaden otro poquito, ¡y ya son unos "maestros despiertos"! Yo tengo desde la edad de trece años en este camino, y de vivirla, vivirla de verdad, de lleno, la tuve con “Viejo" treinta y dos años, y ahora diez años más que llevo, y no sé, esto tiene "empiece" pero no tiene fin. Y la gente cree que en un año, o tres, o en seis meses, u ocho meses, ya saben la Gnosis; y esto es muy difícil. En la Gnosis buscan la pareja, y si la encuentran dicen que es muy fácil llevar a cabo la práctica de subir la fuerza creadora. Eso no es tan fácil, es muy difícil...

P.- Maestra, ¿hay discípulos antiguos que sigan todavía en la enseñanza, que hayan seguido adelante, que hayan comprendido la enseñanza y estén aparte de la ambición del dinero y que sigan adelante? Porque nosotros, los que entramos ahora, los que llevamos poco tiempo, oímos mucho de aquellos que están traicionando, que están dando problemas y que sin embargo han estado junto al Maestro y junto a usted... pero también habrá alguno, ¿o es que no queda nadie de aquellos que empezaron con el Maestro?

M.L.- Pues mire, que yo me acuerde, no. Ahorita el único que hay de los de México, que siga ahí, es A.P., nada más; que yo me acuerde sólo él, pero más nadie. Porque este señor, el señor Víctor Manuel Chávez, entró pero ha sido "cuchillito de palo"... Y todos, todos los de Sudamérica —que los sacó (el Maestro) del lodo de la tierra—, que son mi compadre (Julio Medina), y el señor Joaquín Amortegui, ¡ésos son terribles!

Nadie hay ahora mismo. A unos los han desencarnado, y otros ahí siguen, los que queden... Bueno, a mí se me hace muy duro y muy extraño el caso del señor Oscar Uzcátegi, y del señor Rafael Vargas, que se hayan volteado de esa forma tan baja. Creen que a mí me causan dolor, y ¡no! Ellos son los que se perjudican, no a mí. Y ellos tenían la enseñanza directa de Samael, ¡directa!... ¡Ah!, sí, hay dos muchachos que están en México y que el Maestro les entregó el conocimiento, uno se llama Roberto Tejada y el otro se llama Á.Á. —que no es Á. Ch, sino el otro Á., el de Chihuahua—; les entregó la enseñanza con 17 años. Y ellos tienen su escuela y sus alumnos, y perfectamente están con la enseñanza. Mas de los viejos, así que me acuerde, no... Y Á. Ch.. que también oyó la enseñanza de parte del Maestro —que todavía vivía—, también está en México luchando con la enseñanza... Y otro, que es del Norte, también oyó la enseñanza (del Maestro), y ahí está vivo, su esposa y él; pero no les entregó la enseñanza, el Maestro fue a dar una conferencia la oyeron y siguieron, pero nunca la vivieron con él... Son los únicos...

¡Se crecen! Es por la ambición de poderes, y esos que ambicionan los poderes van al fracaso. Unos, dinero, y otros, poderes. ¿Y qué les hacemos? Nada, dejarlos en paz que vivan con Dios, ¡si pueden...!

P.- Falta de paciencia, también (comentó otro estudiante)...

M.L.- Y otra cosa, que el que está entregando este conocimiento no debe de tener mucho fanatismo, porque el fanatismo también daña a la humanidad, se descontrolan.

Y los padres que tengan hijos, o las madres que tengan hijos, no obligar a los hijos a que tienen que entrar a la enseñanza obligados por los padres, porque entonces es un fracaso. Por obediencia a los padres entran, y cuando ya son mayores de edad, se desatan.

A mis hijos, mi marido no los obligó a entrar en la enseñanza. Ellos la conocen, pero no han querido ser misioneros por lo que es, y por la disciplina que hay que llevar. Ellos dicen: "Si no podemos llevar esa disciplina tan fuerte, ¿para que nos vamos a hacer misioneros? Mejor gustamos la enseñanza, respetarla, pero no entramos a ser misioneros, conferencistas", Porque ninguno de mis hijos es conferencista. Ellos hablan dos o tres palabras como yo, y se acabó; porque es mucho compromiso. Y si uno no sabe responder como debe responder, ante Dios y ante la humanidad, que no se meta uno en este "paquete"...

Y eso le pasó a la gente, a todos los que "Viejo" les dio el conocimiento: fue un fracaso, ¡todos! No hay sino esos muchachos que están ahí entregando el conocimiento en México. Uno está en México y el otro está en Chihuahua. Querían dejar sus estudios para entregarse a la escuela, a la enseñanza; '"Viejo" les dijo : "No, acaben primero su carrera, tengan a sus padres contentos y después se entregan a la misión si quieren, pero tengan su título". Y estudiaron y después fueron a llevarme el título: 'Ya tenemos el título, ¿ya podemos abrir una escuela?". "Abran la escuela que quieran". Les di el permiso, porque en la enseñanza a nadie se le debe cerrar la puerta. Si más tarde se voltean, es cosa de ellos; ya lo conocen, ya uno no debe llamarse a engaños. Uno les da la oportunidad, como ustedes que están haciendo el curso, que tienen una oportunidad de coger la enseñanza, dársela a otros compañeros, en el lugar o pueblo donde vayan, entregarla pero sin grandeza... Y todo es recompensado. Uno no lo ve, pero poco a poco va viendo la recompensa. Pero así, retirarse uno viendo a los que ya han entregado el conocimiento, no es válido, no se vale... Es como portarse mal con sus padres: ¡qué mal le va a uno cuando se porta mal con los padres! Así es esta enseñanza.

P.- Es que, ¿sabe lo que pienso Maestra?, que nosotros, la mayoría de los estudiantes que no hemos llegado a conocer al Maestro Samael, pues nos hubiera gustado muchísimo poder haber convivido al lado de él, haber tenido esa suerte y haber recibido la enseñanza directamente de él, haber vivido al lado de una persona, de un Ser que realmente tenía encarnada la enseñanza y daba su ejemplo... Entonces, el ver que todas esas personas que han convivido alrededor de él, que han tenido esa maravillosa suerte de entre tantos millones y millones de personas que hay en el mundo, y que ellos hayan tenido esa suerte y luego no hayan sabido aprovecharlo; y nosotros que no hemos tenido ni siquiera esa oportunidad... tenemos la suerte de conocerla a usted y hablamos unos minutos con usted...

M.L.- Y no doy enseñanza, yo no; ahora es que por la necesidad hablo, pero yo no hablaba a nadie...

P.- ...Entonces parece que es una contradicción, ¿no?, parece que uno al estar al lado de un Maestro debería de coger todavía más fuerza, que no al estar un poquito más solo ¿no?

M.L.- Pues ahí está el problema, que muchos creen que la enseñanza... aprendiéndola, (ya son unos seres especiales)... y como desgraciadamente sí hay gente que admira esta enseñanza y los aprecian, entonces ellos se creen que esa es una gran cosa para uno...

No, a mí no me gusta que me atiendan así. Yo no voy a buscar comodidades ni flores "regadas" por el piso, porque eso es sacrificar a la humanidad —y aquellos que están en este camino les gusta eso—. Yo voy a las escuelas, pero nunca digo que voy; cuando menos piensan, ahí les caigo. Y dicen:

—“¡Ay!, ¿por qué no nos avisó?".

—“¿Y para qué?" —les pregunto—.

—“Para esperarla con una comida, con flores...".

Y les digo:

—“No..., yo vengo a verlos a ustedes como misioneros, pero no vengo a hacer que me rindan culto, porque yo soy humana. Yo hago y deshago, voy y vengo, y cuando puedo, vengo a visitarlos.

—“No, que nos cae muy mal y nos da mucha pena" —dicen.

—“Pues no les dé pena porque yo soy humana igual que ustedes: como, igual que ustedes; total...".

Y siempre me "los salto" así como así. Y todos los demás tienen que avisar para que les manden el pasaje... ¡y cerquita, ahí, por no pagar "casetas"! Yo no. Yo hago un día, o una hora o dos horas de carretera en "carro" —eso sí, no me voy caminando (la Maestra se ríe)—, si hay "carro" y quien me lleve, me voy; si no, no voy..., porque voy y regreso a la casa (en el mismo día).

Y todos aquellos, cuando quieren ir, les tienen que pagar el pasaje, pagarles la gasolina, ¡y para ir cerca! No, yo me voy y Dios dirá... Si tengo para ir a pasear, puedo ir a donde un discípulo a saludarle y a ver cómo va. Pero no voy a "fiscar" qué le enseña a los alumnos, ¡eso es cosa de ellos! Y muchos sí van a eso, a regañarlos...

Y ahora casi todos los alumnos se han dedicado a entregar la psicología, pero la psicología que está entregando esa gente es contraria, al ser muy baja. "Viejo" no entregó una psicología así, tan fea. Y con eso se amparan. Ese es el problema: que todo lo echan a perder. La Obra que otro ha hecho con tanto sacrificio, la echan por el suelo...

Y "Viejo" le dijo al mismo Fernando Salazar: "Mira, como la 'negra' queda sola, pida derechos de autor para que la 'negra' viva". Y yo dije: 'Tú ándate tranquilo que yo de hambre no me muero, yo no le voy a pedir a nadie...".

P.- Entonces, Maestra, ¿todas esas personas que han estado en su casa, conviviendo con usted, no desarrollaron nada el corazón?

M.L.- Nada, nada...

P.- Porque si después de tantos años fueron capaces de... Porque si por pensar de forma diferente a usted, o por tener pensamientos diferentes ya se tiene que romper la relación, entonces, ¿qué amor hay ahí? No hay nada...

M.L.- Y eso lo había ya en vida de mi esposo. Porque antes los estudiantes dieron una imprenta "dizque" para la Gnosis. Y después le dije a mi marido:

"¿y tú crees que esa imprenta es para los gnósticos? Esa imprenta la heredarán la señora y los hijos, y los gnósticos se quedarán, mira, viendo un chispero". Y me dijo mi esposo:

"¡Ay! 'negra', cómo le gusta tener esa sinhueso tan suelta".

"Sí, la tengo suelta, pero con la verdad. Déjate que venga mi compadre y se lo voy a preguntar, aquí sentadito; te voy a sentar a ti en esa silla y a mi compadre ahí, y yo me sentaré aquí".

Después, llegó mi compadre y le dije: "Oiga, compadre, ¿usted me va a contestar una pregunta que le voy a hacer?".

"Sí, comadre, dígame" —me dijo—.

"Mire, ¿no es cierto que la imprenta se la dio de herencia a doña D. y a sus hijos?".

"Sí, comadre" –contestó.

"¡Ah!, ve que la sinhueso sí tenía razón de hablarlele dije a mi marido—. ¡Ya ves!, y tú decías que era de los gnósticos. De los gnósticos ¡no!, los pobres dieron con buena voluntad para tener una imprenta, y se la dieron a la familia de mi compadre, ¿¡ya ves!?".

"Bueno, pues '¡ni modo!', tengo que reconocer lo que me dijo". Total, de que eso es un desastre. Y muchas gentes dieron para esa imprenta... Y ése fue uno de los que '"Viejo" comenzó en la enseñanza; y fue el peor "cuchillito" que tuvo el Maestro.

Total, de que uno no espera nada de la humanidad. Uno debe servir a la humanidad sin esperar nada, ¡nada! Hoy es un amigo, mañana no... Y si uno no les ha causado daño, uno no se enoja. ¡Yo no me enojo! Y "Viejo" tampoco se enojaba, lo podían insultar y él tranquilo. Y es que la verdad, ¿para que se envenena uno? ¿Por qué le va a dar gusto a la humanidad? Al que le debe dar gusto uno es a su Padre Interno y a su Madre Interna, no a lo humano...

Y eso pónganlo ustedes bien de acuerdo (en práctica). Acuérdense de que cuanto más hablan ustedes, ¡de cualquiera!, háganse cargo de que eso no es con ustedes. Porque si ustedes se ponen al tú por el tú, eso se enciende. Y dejándolos que hablen, sus mismas frases se les regresan sin que usted pida que se les regresen; todo les va llegando ¡y usted tranquilo! Y vive usted tranquilo y nunca le falta un pan para usted y sus hijos, y nunca se acuesta sin tomarse un café... Pero póngase al tú por el tú y verá, terminan mal los dos.

Y así, ¿quién va a pelear con usted? Si yo me voy a pelear y a insultarle y a decirle: "¡hasta la despedida!", y usted no me contesta: ¿con quién peleo yo? ¡Sola!, peleo con todos los "yoes" que tengo yo. Y usted gozando ahí parado, sentado, riéndose de mí, ¡y tiene toda la razón! Y me dice:

"¡Bueno!, ¿ya acabó señora?" —o mujer, como usted me quiera decir—.

"Sí, acabé".

Y usted se va...

"Bueno, que esté bien y hasta luego" (me dice).

¿Cuál sale herido? ¡El que insultó!; y usted sale tranquilo. Y usted va, atiende a su familia, come, hace sus trabajos tranquilo y a esa persona la olvida...

A una persona que está así, que se ha puesto en ese plan, yo la desecho, ¡y hasta el nombre se me olvida! La echo al "cesto del olvido". Y cuando una persona que venga y me pregunte:

"¿Usted qué sabe de X persona, que así o asá?".

"Oiga, yo no se" —le contesto.

"¿Pero estuvo aquí?".

"Pues yo no lo vi, estaría aquí pero yo no lo vi" —le digo. Y si alguien va a entablar una plática de X persona, le digo:

"¡No!, platiquemos de otra cosa, que es mejor que hablar de esa persona; dejemos esa persona en paz".

Yo no tengo por qué ocuparme de nadie... Si así lo hicieran todos ustedes, a nadie se echarían encima. Y vivirían ustedes tranquilos; podrían pasar libremente por la calle, junto a esa persona, y ni tocarla, ni para el bien ni para el mal. Y por ahí comienza uno en este camino. Es duro, se les hace duro: que hayan hablado (de ustedes), insultado y que tengan que pasar junto a esa persona... Pero es más bonito eso.

Aquí no querían que yo viniera, aquí a España; y yo no vengo sino a visitar al grupo, y listo. Yo no tengo por qué meterme con nadie. Tranquila... ¡y aquí me tienen! Y hasta me dijeron en casa, uno de los muchachos —el más chico—, me dijo:

"Oye, mamá, ¿y tú vas a ir allá? ¡Pero si no te quieren ver allá!".

"¿Acaso soy granito de oro para que todo el mundo me quiera?le dije— Yo voy, yo no les voy a hacer nada, ni voy a pelear gente ni nada, yo voy a lo que voy, y eso es todo".

Y es así. Y puede ir uno tranquilo a cualquier parte y no tiene por qué asustarse porque no sabe que gente hay. Uno va a donde las personas que lo aprecian, lo demás sobra. Y pueden vivir su vida tranquilos. Pero si tenemos que pelear con todos los gnósticos, no tiene caso. Entonces, no vamos a dar ese ejemplo a ninguno de los compañeros.

Imagínense si yo me pusiera a pelear con todo el mundo. ¿Qué ejemplo les daría a ustedes, a los pocos que están en este camino? ¡Ninguno! Y a mis hijos, ¿qué ejemplo les dejaría? Y a mis nietos, y a la sociedad, ¿qué ejemplo les daría? Yo no les doy ese ejemplo. Y eso que según muchos estudiantes que han sido amigos íntimos, el desastre está en Arnolda y en los hijos; pero no me preocupa porque ninguno de ellos me mantiene; ni mantienen a mis hijos ni a mí. ¡Me da igual!

P.- Maestra, pero aun suponiendo que usted estuviera equivocada, lo normal sería que quedara algo de cariño, ¿no? Porque muchas veces padres e hijos no pensamos igual, incluso entre hermanos, sin embargo siempre queda cariño, algo tiene que haber...

V.M.- Sí, sí queda en unos... Pero a mis hijos les da igual, porque como ellos viven su vida, están tranquilos. Aquí a los que se les "repone la sangre", a los que les sube fuerte, es a los dos que vienen ahí conmigo (su hijo Osiris y el secretario). A ésos se les sube más que a mí; yo tranquila. Y a Alfredo (el secretario), ¡no se diga!, "¡íjole!". Yo le digo:

"¿Para qué se enoja usted?, ¿para que enferma su hígado, si a mi no me duele?". —"¡No!, que la viuda..., que esto y que lo otro" —dice.

"¡Olvídelo!" —le digo.

Y a Osiris también se le sube la sangre. Pero nada sacan, porque no pueden regresar las frases de aquellas personas que han hablado, no las pueden regresar... ¿Para qué remueve uno el avispero? ¿Qué saca usted que se enoje con una persona, y su esposa y sus hijos se pongan en contra de todo el mundo? ¡Es un desastre!

Y si uno está en una doctrina, de esa doctrina tiene que haber un ejemplo, una enseñanza; no es un mercado, ni es una tienda de comercio. ¿Qué podemos pelear, si la doctrina la tenemos cada uno de nosotros? Tenemos nuestras ideas, cada persona tiene una idea distinta, y si quieren llevar una doctrina, ¿cómo podemos quitarles esa idea a las personas? No podemos.

Es como dejar una herencia: uno deja una herencia y se pelean; se les deja un título y ese título nadie se lo puede quitar —es como abrirse un campo en la vida (una profesión), nadie les puede quitar eso—; y les dejan una herencia y se agarran... Entonces yo lo que hago es: lo que Dios me dé, me lo paseo, me doy el gusto que yo quiera, para no dejar a mis hijos peleando, o a la gente... Mi marido, cuando se fue —toda una vida trabajando juntos y sólo compramos un terreno—, en cuanto él se va, me piden el terreno para hacer un templo. Le dije:

"Mire, mire doctor, si quiere hacer un templo cómprele un terreno para que sepa lo que le cuesta, pero lo que 'Viejo' me dejó yo se lo voy a dar a mis hijos, no es para mí. ¡Compre!".

Después salió diciendo de que él nos había dado dinero para comprar ese terreno y eso es mentira; por el delito de que no se lo entregué...

Mi compadre Julio, cuando "Viejo" murió fue a reclamarme sus vestiduras, todos los papeles de la Gnosis, lo que él tenía, sus propiedades, para que se las entregara. Y me dijo:

"Comadre, le doy una casa en el país que quiera..." —y habla y habla, y yo escucha, y escucha, y escucha...

Hasta que después le dije:

"Dígame una cosa, si tantas ganas tiene usted de darme una casa por agradecimiento de que 'Viejo' le entregó el conocimiento, si lo aprecia, ¡cómpreme esta casa donde estoy!".

"¡Ah, no comadre!, esta casa es intocable; yo lo que quiero es que usted la deje".

"¡Que la deje yo!; si usted no me la está rentando, el que me la renta es un ingeniero, un arquitecto. ¡Yo no me voy!".

"¿Y por qué no se cambia de esta casa a otra?",

"Porque no quiero. 'Viejo' me dejó aquí y aquí me voy a quedar".

Y ¿saben con qué me salió?, para que vean lo que es la ambición:

"Comadre, si usted se queda, una mujer sola no es capaz de pagar esa renta que usted paga aquí, y yo no le voy a dar ni cinco centavos".

"Oiga, ¿qué equivocado está, compadre!, al que le pedía ya se fue, ya no tengo a quien pedirle, yo veré cómo la pago, es asunto mío. Yo no le voy a decir cómo la pago, pero yo la voy a pagar, y de aquí no me salgo". —"¿Y si yo hablo con el dueño de la casa?" —me dijo. —"Pues puede hablar lo que usted quiera, pero de aquí no me salgo".

"Entoncesme dijo—, si no se sale, déme la 'Pistis Sophía' y yo la saco, porque una mujer sola no es capaz de sacar una 'Pistis Sophía', ni un libro, y menos los libros del Maestro".

"Usted no me conoce compadre; váyase tranquilo que la 'Pistis Sophía' la ve a tener, y todos los libros del 'Abuelo' los voy a sacar yo. Si él no los sacó y no los tenemos escritossólo los escribió y se los dio a todo "ambicionado" de la gente para que los sacara—, pues yo sí los voy a sacar".

"No, una mujer así, que no ha tenido cultura, y chaparra, chica, usted no saca nada" —me dijo.

"Bueno, compadre, está bien, váyase tranquilo; y si a eso viene, no vuelva a poner un pie en esta casa".

Yo se lo dije derecho... ¡No volvió! Me dijo que unas acciones que tenía para el Maestro —de un dinero que había recuperado—, que no me iba a dar ni cinco centavos. Le dije: "Compadre no me dé nada, yo no le estoy pidiendo nada". Y no me dio nada. Se quedó con la imprenta y todavía quería quedarse con las vestiduras y con todas las cosas del Maestro. Y como tenía un mes de desencarnado "Viejo", dijo: "Pues a ésta la encuentro dormida...". ¡No!, estaba consciente, tranquilita...

Hasta el señor (el propietario) de la casa me dice:

"¡Ay! Señora, le voy a tener que subir...".

"Hágalo pues, súbame, pero yo no me voy a cambiar, si Dios no me lleva".

"Buenome dijo—, yo le doy plazo: le vendo la casa si quiere".

"Yo le avisaré en un mes"—le contesté. Y yo, pensando, me dije —¡qué tan tonta estaría yo, pues acababa de morir el "Abuelo"!—: "¡Nooo!, a este señor lo voy a llamar y que venga a por la mitad de su casa, y me quedo con la casa para darles en la 'torre' a todos los que están en contraera mala yo también, intencionalmente por dentro, la verdad—. Todo lo quieren fácil, pues van a ver quien soy yo, ellos no me conocen".

"Díganle al ingeniero que venga por la mitad del dinero". Y vino y le di la mitad. A los quince días le di la otra mitad y pagué la casa... Después va mi hijo "chico" a Colombia, y le dice un licenciado que llegó a ver si me podía coger la casa:

"Oiga, ¿dónde vive ahora su mamá?".

"Pues ahí, en la misma casa" —le dijo.

"¿Pero rentada?" —le preguntó.

"No, mi mamá compró la casa".

"¡Qué lástima!vean lo que es la ambición— ¡qué lástima que viva ahí!, ¡yo que pensaba comprar esa casa para poner un museo!".

¿Con qué fin quería poner un museo? Para explotar a la humanidad...

"No, no, mi mamá compró la casa...". (Y le dijo a mi hijo que me daba una casa a cambio de ésta). "Pero no, no quiero casa; yo la compré" —dije.

Yo no tengo ambición del dinero, me gusta la enseñanza, pero si yo vivo medio regular, que viva con mi esfuerzo, pero no acosando a les compañeros, que es lo que hace esa gente. Y a ese señor lo sacó "Viejo" adelante... Ahí ve usted: muere el Maestro y corren a encontrar a Arnolda, "mensa", para que les entregara todo, hasta su ropa. ¿Usted cree eso justo?... Y otra vez, le dije:

"Oiga, compadre, si usted falleciera y le vinieran a pedir a dona Delia todos sus bienes, ¿a usted le gustaría?".

"No, comadre" —me contestó.

"¡Aaah!, lo que duele en carne propia también duele en carne ajena; entonces, váyase tranquilo y aquí no me vuelve a poner un pie".

¡No volvió! No me quedaba de otra. Una de dos: me salía de la casa o le daba la "Pistis Sophía"... Al hijo le dijo que yo nunca había conocido veinte mil dólares en las manos; a Osiris le dijo que no conocía treinta mil, que le diera el derecho de la "Pistis Sophía". Él le dijo:

"No, yo no se lo doy; mi papá me la dejó a mí y a mi mamá, yo no se lo doy, y si mi mamá no se lo da, menos yo". Se hubiera adueñado de los libros...

¡No, si por todas partes me han querido hacer de pedazos! Del árbol caído quieren hacer leña, pero yo no me he dejado. Y eso es lo que no les gusta a muchos, a muchos gnósticos ambiciosos... ¡No a todos! Yo no los juzgo a todos. Pero aquellos a los que "Viejo" les dio el conocimiento, la facilidad de entregar la enseñanza, son los que más me han querido sacar los ojos, y yo no me he dejado...

P.- Entonces, Maestra, casi parece que ha sido peor estar cerca del Maestro que no conocerlo, ¿no? Porque parece que casi todos los que le han conocido...

M.L.- ¡Fracasan! Y encantada de la vida, yo no me peleo con nadie... Desde que él se fue han vivido muchas muchachas y muchachos ahí, conmigo, y se han casado; se van y siguen viniendo a visitarme. Son "hijos postizos" e "hijas postizas". Lo que yo no hice sola, casar a mis hijos, he casado a otras y a otros. Porque a mis hijos los casamos mi marido y yo. Pero a otros los he casado yo en casa. Viven ahí, me caminan derechito y se me casan; y si no, que se vayan a su casita:

"Una de dos: o me salen por la puerta o les abro el garaje para que quepan; pero me caminan bien o ustedes dirán", Les leo la cartilla antes de entrar, y me dicen:

"Sí, Dondita, sí la soportamos".

"Ah, bueno, venga... y si no me soportan ya saben, está la puerta abierta".

Tranquilamente, ¡y no me peleo con ninguna! Y siempre tengo gente en casa. Y soy feliz con todos los que están ahí, y cuando no voy me siento sola. Y así era "Viejo".

Total, de que la enseñanza es bonita sabiéndola llevar, y la gente también, es agradable para vivir...

P.- Maestra, por lo que parece, todo gran Maestro, como Jesús que vino a dar la enseñanza, tiene su Judas ¿no?, pero parece ser que al Maestro Samael le salieron media docena...

M. L.- Mire, desde que "Viejo" murió levanta uno una piedra en cada país donde él dejó el conocimiento, y salen "maestros"; ¡de debajo de una piedra salen "maestros"! Y yo no me meto, no tengo por qué meterme.

Si a Jesucristo lo mataron, ahora, a un humano, ¿por qué no? —si hablaron, hicieron, deshicieron (con él)—, a un humano, ¿por qué no? A eso estamos expuestos nosotros, todos los humanos y todo el que lleve el camino recto...

Hablan y hablan, a ver si hacen "enchuecar" a una, pero no pueden, entonces eso les da más coraje. Yo creo que toda esta gente, como no tengo un modo de vivir feo, pues eso les hiere. Toda mujer que queda viuda, a los ocho días, o a los cuatro o cinco o seis meses, ya tiene uno ahí: o se ha casado o convive con alguien. Y como yo no he hecho ese "despapaye" se sienten heridos. Y todos aquellos que se creen que si "sacerdotes", que si "no se qué" y tanta cosa que tienen, dejan a su pobre esposa y se ponen a vivir con otra; y como yo no he hecho esa vida...

Y a muchos les he dicho: "Miren, si yo llegara a ese grado y estoy en este camino, yo tengo que preferir: o la enseñanza o este tipo. Entonces, si yo prefiero este tipo, diría: aquí están todos los papeles, toda la enseñanza y conmigo no cuenten", y me voy lejos del país donde estoy, lejos, lejos, donde no sepan de mí; y ya no me encuentran en el grupo, ya me salgo, renuncio...

Pero como tiene más valor la enseñanza, yo sigo en la enseñanza. Saco más de la enseñanza —sabiéndola llevar y dando un ejemplo— que de otro marido. Ya tuve marido, ya ¿para qué quiero otro?, ¿para esclavitud? La esclavitud me la hago yo misma: cuando no quiera salir de la casa, ahí me quedo encerrada. Y el marido, eso no se quiere, pero es una esclavitud. Ya conocí un hombre, ¿para qué quiero otro?, ¿para qué quiero ponerle padrastro a mis hijos, aun cuando estén casados? ¡No!, ni loca. Si yo les pusiera padrastro a mis hijos ¡qué vergüenza! Mis hijos —ante todo—, mis nietos, los pocos gnósticos que sigan este camino, y la sociedad, ¿en qué papel quedo yo? Ya no soy la señora de Víctor Manuel Gómez Rodríguez, ya es la señora de quién sabe "qué tipo". ¿Y por qué voy a causar un problema yo, si soy feliz viviendo sola y teniendo gente en mi casa? Convivir con ellos como hijos, eso es bonito, una felicidad muy bonita; y que no tengan derecho sobre uno, ni uno sobre ellos, ¡eso es bello! El saber convivir es bello: dar un ejemplo a la humanidad y a los pocos gnósticos que estén en el camino —unos "chuecos" y otros derechos, ¡hay de todo!, yo lo reconozco—, pero darles un ejemplo. ¡Y estoy dispuesta a darles el ejemplo hasta el final, hasta que Dios se acuerde de mí!

Bueno, ha sido tanta la envidia —y a mí no me duele— que habían dicho que ya había muerto (la Maestra se ríe). Y estaban haciéndome el "novenario" y fui yo y contesté el teléfono:

"¿Quién habla...?, ¿la Maestra?" (me dicen).

"¿Usted quién cree que habla?"—le dije.

"¡¡¡Dondita!!!".

"Hombre, habla la Sra. Gómez, no se espante".

"¡Ay!, perdóneme Maestra, porque hoy es el último día del novenario".

"¿Qué? (la Maestra se ríe) —digo yo—, ¿me están haciendo un novenario?, pues terminen el día porque yo estoy más vivita que muerta".

¡Ya me estaban haciendo un "novenario"! Y es que como estoy siempre que "a vueltas", pues nunca contesto el teléfono. Y me dijeron:

"Pues me habían dicho que usted ya se había muerto".

"Pues ganas sí tienen de que me muera, pero Dios no quiere llevarme, ¡confórmense!".

Y yo no me enojé con esa persona. Y me hicieron mi "novenario" por adelantado (risas de la Maestra), y yo soy feliz con eso. Para que vean hasta que grado llega la humanidad que quieren que yo me muera. Y no les estoy gastando nada...

Hay de todo; total, de que ustedes no se preocupen. Breguen por caminar bien con esta enseñanza y no se preocupen. Y aunque se venga el mundo encima, ustedes sigan haciendo el bien a la humanidad, unos a los otros: conviviendo, teniendo comprensión con el pobre, con el rico, con el limosnero, con el paticojo, con el ciego, ¡eso es bello! Con el peor enemigo, que vaya y le mande a decir que le preste tal cosa, ¡préstesela!, aun cuando esté enojado. No siendo usted el que va a humillar, ¡allá ellos! ¡Sírvanle a la humanidad!, ¡sepan convivir!, eso es lindo. Dios nunca los va a abandonar, a ninguno...

Y si ya prestaron un juramento, sean firmes... Es muy duro, porque la verdad, a todos les he dicho: —"La misión es muy dura, ¡piénsenlo bien!",

"No, Maestra, que así sea dura ¡ahí vamos!".

"Bueno, allá ustedes, pero después no se quejen",

Bueno ahí queda la visión de la maestra tomada del libro «Litelantes en España».

He preferido no puntualizar lo que dice, pero como comentario final aquí ocurre que Julio Medina, como en su momento arriesgó patrimonio y negocios por la aventura editorial de publicar los libros del maestro, se siente con derecho sobre todas esas cosas que reclama, la maestra, como mujer viuda exige dignidad, que no se comercie con la "reliquias" del maestro, y además ejerce el derecho a editar ella misma los libros porque se siente con derecho a vivir de ellos y además considera que debe velar porque no sean tergiversados (aunque ella misma erradica los prólogos originales precisamente por el desencuentro que tiene con Julio Medina mientras que otros han hecho otras cosas). La crítica a la maestra ha sido dura por parte de muchos por eso ella dice que se ha quedado sola, pero esos que la critican creen que tienen razón, que ella aún debería dar más (porque ellos sienten que ponen la vida ahí, dando la gnosis)... Es una situación como la vida misma, como el desencuentro entre hermanos a la hora de repartirse la herencia, pero la maestra está despierta y nota un algo más sutil, nota la ambición desmedida, el sueño de unos que todo lo quieren hacer estupendo a base de dinero y más dinero.

Cuando uno mira hoy día el panorama del movimiento gnóstico en el correr de los años ¿qué es lo que ve? una colección de sectas que no paran de recolectar dinero y más dinero, que sí para templos, que si para monasterios, que si para congresos, que si revistas, que si libros, que si páginas web, que si para el alquiler del local, que si para mandar un misionero a tal o cual país... Bien no voy a criticar el que quien viva para dar la gnosis coma de la gnosis aunque sí que les digo a todas las comunidades actuales: ¿y para qué tanto dinero? ¿acaso creen que la expansión de la enseñanza es una cuestión de dinero? ¿que no saben que el dinero se lo inventan los discípulos de Moloch? Sí, a todos nos cuesta mucho sacrificio ganarlo, pero a ellos no: ellos simplemente lo anotan en sus ordenadores y prestan dinero que no existe, o emiten papel moneda a crédito, y a usted cada año le suben todo... Si usted lo hiciera seria un falsificador, un estafador, pero si lo hacen ellos "ni modo", porque nadie los puede ya tocar: engañaron a todos los esclavos de la mente animal, a toda la gente de alto mundo, a toda la élite intelectual, y les ha costado siglos, pero ya no queda país sin banco central de reserva fraccionaria (es decir: que inventa dinero que no existe).

Si la esperanza de la gnosis es el dinero estamos fracasados. Hemos de reflexionar muy bien nuestra justa relación con el dinero, pues este trabaja para el diablo.

Los gnósticos no necesitamos dinero, necesitamos reconocernos unos a otros en lo que podamos cada uno y establecer una hermandad sobre realidades personales: confianza mutua entre quienes se la han ganado y hasta donde se la han ganado, no más allá, porque entonces viene el abuso y el intercambio de golpes justo y necesario. No en vano los gnósticos somos una sociedad viril, ya ha podido el lector comprobarlo incluso en el caso de la maestra que es mujer. Necesitamos primero estudio profundo de la obra del maestro, después puesta en práctica de ese estudio totalmente libre de condicionamientos para que sea de manera personal, y luego, cuando uno ya cuenta con trabajo hecho, puede darse el lujo de transmitir, de sembrar, de servir de garantía a otros en la gnosis, etc, etc, etc., pero lo que uno vaya a dar que lo de sin más, no espere nada a cambio: bastante tiene ya el que recibe con hacer su propia andadura en este difícil camino. Si no hay trabajo hecho, pues uno no va a poder hacer demasiado aunque quiera, y si aún así lo hace puede que obtenga lo contrario de lo qe pretende. De nada va a servir crear sectas dotadas de enormes recursos económicos que, de todos modos, al extenderse y cobrar cuotas no pueden hacer más que seguir la lógica del dinero que se resume en esta simple frase: "¿dinero donde vas? donde hay más". Y mientras están ocupadas en eso, el nivel de trabajo hecho sigue siendo cero.

Con todo y con eso, yo no les quito la ilusión a los que tienen grandes esperanzas en tal o cual escuela, simplemente digo que no estamos aquí para sacar un libro tras otro y otro y otro y otro, ni para cobrar cuotas, ni para perder la vida consagrados al cuidado de las cosas inútiles, ni para soportar las sandeces de cualquier fulano que salió diciendo que es maestro, etc. ¿Maesto? Maestro es Samael, la prueba está que se estudia a sus antecesores y uno no saca nada en claro, se estudia a sus sucesores y termina uno peor que estaba, se estudia a él y se puede llegar a emancipar personalmente uno, espiritualmente, eh ahí lo que prueba que es buen maestro.

Una vez conversaba yo con una buena hembra, mujer joven y dotada de atractivo extraordinario, víctima del engaño del tenido por maestro por ella Kelium Zeus y su hijo Joab Morales. Aquella tierna mujer de los tiempos idos idolatraba a estos como a grandes maestros. Yo la pretendía como mujer para mi. Me lanzó la siguiente encrucijada muy interesante: "¿por qué tu que conoces perfectamente la obra de Arnold Krumm Heller no te sumas a su visión y tomas por mejor la de Samael Aun Weor? ¿Por que no podría haber regresado Samael en forma tal que los viejos gnósticos no lo reconocéis? ¿Por que no podría ser Joab Morales Samael con un mensaje aún más revolucionario?". Bueno, en aquel entonces, ante tanta convicción que ella tenía en el maestro de su secta, yo callé porque me di cuenta que ella desde su punto de vista no ve por sí misma, sino que recaló ahí donde le toco (exactamente igual que cualquiera de nosotros puede haber recalado en cualquier facción del movimiento gnóstico). Inútiles hubieran sido mis esfuerzos por tratar de hacerle ver que simplemente el mensaje de Samael es la magia sexual y el énfasis en llevarla a la práctica y que esa secta de ella copiaba el estilo del maestro Samael Aun Weor para dar gato por liebre, porque ella estaba enamorada de las bellas tierras del templo sakroakuarius, del lenguaje cambiado que usa su secta, de los baños en las aguas cristalinas en la mañana, etc. etc. etc. En esta persona había una complicidad por esa vida monacal, fraternal, que ella ahí encontraba. No se daba cuenta que el camino es la arena del gran campo de una batalla desesperada donde sólo con voluntad terrible es posible resistir, y que el maestro que nos guía tiene que ser quien nos prepara para eso y nos previene del peligro, no esos reverendos fatuos que sólo le piden a uno cuotas y trabajos sin remunerar.

Bueno, con el tiempo y el trabajo sobre mi mismo he salido de esa encrucijada: estamos vestidos de harapos que no le sirven al real ser para expresarse a través nuestro, por eso uno en principio está a oscuras y necesita que un maestro lo enseñe cómo vestirse para la boda del alma con el real ser, en el empeño uno termina por reconocer el camino, a los dioses que lo asisten cada quien a su manera, al ser, porque este le da señales que sólo es posible reconocer cuando se está conociendo a sí mismo uno, pero sólo está el maestro entre la oscuridad inicial y el primer rayo de luz íntimo. Así salí de la difícil encrucijada: Samael es el gurú de todos los que lo estudian seriamente. Si había llegado a transformarme a mi mismo, era porque estaba en el buen camino, y si otros dizque maestros dicen cosas que no me cuadran y por las cuales a nada he llegado, está claro que no son maestros. Si ha habido detractores del maestro es porque algunos elementos demasiado débiles lo han estudiado siendo esclavos de la mente. En uno está la respuesta, pero todo esto sólo es posible a condición de dejar de ser esclavo de la mente animal (es decir: se deben superar los dos primeros guardianes del umbral: el deseo (que se supera no queriendo lo que se desea una vez reflexionado el indeseable efecto de perseguir lo que se desea), y la mente (una vez se convence uno de que no va a alcanzar certeza alguna de la verdad con ella y la diferencia de la esencia poniéndola bajo el control de esta), la mala voluntad es harina de otro costal porque eso es uno, el que tiene que morir, y uno no muere así tan fácilmente, pero con los dos primeros ya se puede tener idea de en qué clase de escuela cayó uno y a quién llama maestro). Bajo ese punto de vista da dolor ver en qué quedó el propio movimiento gnóstico. Este se ha "acomodado", "dulcificado", "relajado": es decir: ha perdido el énfasis en la magia sexual que es el elemento definitivamente transformador, y ha abundado en todas las otras cosas que son como un jardín sin agua sin la magia sexual o sin que vaya por delante la comprensión y la práctica de la transmutación sexual. Se ha llenado de normas absurdas en vez de mirar al sexo con libertad y de eliminar tabúes para que pueda llegar todo el mundo a la comprensión tántrica, se ha vuelto todo extraordinariamente parecido a muchas formas muertas anteriores del mensaje, y así es como ha sido la gnosis popularizada entre gentes que nunca la habrían querido de haberla conocido tal cual es (ni la quieren realmente). Total: todos somos infrasexuales y muy pocos tienen el valor de darse cuenta, pero eso se obvia y todos nos creemos gnósticos porque estamos en sectas que no saben qué es la gnosis aunque lo tengan ahí escrito por el mismo maestro en cada uno de sus libros. Eh ahí el estancamiento, eh ahí por qué los maestros de verdad tienen que pasar inadvertidos dentro de la escuela.

El ambiente espiritual de una congregación no niego que ayuda al acólito allí donde hay esperanza, atrae átomos del paraíso a la tierra que ahora parece el puro infierno, goza de cierto dharma, pero a fin de cuentas el escuelitismo en el que ha caído el movimiento gnóstico es absurdo porque el maestro dejó todo dicho, y aún así las gentes necias se buscan por ahí a cualquier explotador para que les saque los cuartos antes que asumir en primera persona el trabajo esotérico. Dice un dicho: "no me des consejo, sé equivocarme solo", uno lo que tiene que tener es claro el camino, el cómo se hace, luego hacer es cosa de uno, pero la verdad: no hay razón hoy día para unirse a ningún tinglado puesto que nisiquiera es seguro en estos últimos tiempos qué de lo publicado en su nombre es del maestro y qué no.

He querido no tocar aquí ese punto porque en futuras revisiones habrá que tratarlo a fondo, pero por ejemplo: ¿por qué la palabra Catexis aparece solamente en el libro: "La Revolución de La Dialéctica"? (publicado por primera vez en el año 1985, es decir 8 años después de que desencarnara el maestro), y ¿cómo es que aparece en él 43 veces mientras en todo el resto de la obra de Samael Aun Weor no aparece ninguna (incluidos sus otros libros póstumos: "Para Los Pocos" y "El Pistis Sophia Develado"), y ¿por qué sí aparece la palabra en los libros de Fernando Salazar Bañol? Estas cuestiones nos obligan ha hacer nuestra propia síntesis de lo que dijo el maestro y nos impiden reducir la cuestión a permitir que sean otros quienes medien para hacer por uno esa síntesis de la síntesis, pues ni de lo que quedó podemos estar totalmente seguros (aunque quedó bastante como para dar por uno mismo con el maestro y como para conocer al maestro).

Así pues este último tema de las circunstancias de la publicación del Pistis Sophia como puede ver el lector toca todos los puntos calientes en torno al maestro Samael: su muerte que interrumpió la develación, y sus circunstancias que se mantuvieron en "secreto": el cambio de vaso hermético llevado a cabo por el maestro, la sucesión al mando del movimiento disputada entre tres bodhisattvas, la mejora del estatus económico de la familia a raíz de las aportaciones de los miembros y de la publicación de los libros, la proliferación de diversos grupos guiados por falsos maestros que han desvirtuado la doctrina original, las sectas que toman el estilo del ejemplo vivo que es Samael Aun Weor y lo usan para pasar por gnosis otras doctrinas, y algunas otras cuestiones sólo sugeridas.

En medio de este panorama sale a la luz este libro que previamente ha sustentado a las sectas gnósticas surgidas en el seno del ocultismo y el rosacrucismo durante muchos siglos (sí, has leído bien: muchos siglos, puesto que el texto copto no es todo: existió un original griego), sectas que en su seno han aplicado el arcano con mucho sigilo para que el mundo las dejara existir, y a veces con desviación catastrófica de la que gracias a Samael los gnósticos estamos exentos si es que lo aplicamos como él nos enseñó en su obra.

Los escándalos morales suelen ser el seto de espinos para disuadir a los débiles de entrar al jardín de la enseñanza gnóstica, pero la gnosis es una religión sexual y es muy típico que cualquiera de nosotros abunde en escándalos desde la simple apreciación externa de terceras personas, sin embargo esa no es la clave, la clave es el mensaje, que es el gran arcano: esa es la puerta por más que las gentes se escandalicen ¿quedará alguien en el mundo que pueda cruzar esa puerta? Esa es la pregunta con la que acabo este tema. ¿Seré yo capaz de cruzar esa puerta? Esa es la pregunta que cada uno debemos contestarnos.

Se hará raro que no he tomado la palabra antes para hablar en contra de tantos y tantos que han difamado a la gnosis en burdas páginas y libros tristes sin saber en realidad nada del maestro Samael, cerrando el camino a otros con sus habladurías pedantes, y ahora no he dejado títere con cabeza entre los de mi misma cuerda, en el sentido que pese no atacar a ninguno, tampoco les doy pábulo. Esto lo hago con un fin didáctico, con el fin de enseñar algo que sé: que sólo al maestro Samael nadie le ataca dentro del movimiento, sólo él es el patriarca y el que entregó el mensaje, ninguno tenemos el derecho de corregir ni modificar lo que él dejó, tan sólo tenemos el derecho de estudiarlo tal como fue y la potestad de aceptar o rechazar.

Desgraciadamente el alma de la gente no la está cuidando nadie de los que opinan y dicen más o menos torpemente a favor y en contra, porque la verdad solamente es una: en esta vida, en este mundo, a las personas se les explota aprovechando su identificación con la mente. Nos hacen creer que la mente nos va a sacar de todas las encrucijadas y llevarnos a la verdad. Eso no es verdad. Lo que nos saca de todas las encrucijadas es la mejor arma de todas: el valor. Atreverse. Probar. Decidir. El maestro Samael Aun Weor tuvo el valor de abrir el camino a otros. Sus muchos detractores lo quieren cerrar a toda costa. Cuesta mucho esfuerzo de mucha gente mantener esa brecha abierta a otros, y nosotros los gnósticos no tenemos la opción que tiene la logia negra de combatir ni perjudicar a nadie, hemos de mantener abierta la brecha sin defendernos (porque tratando de defendernos nos perjudicamos aún más) y hasta besando el látigo del verdugo (porque de no hacerlo la conducta de otros condiciona la nuestra). Las personas nos amoldamos a cualquier sufrimiento por grande que sea si creemos que no tenemos alternativa, sin embargo no ocurre lo mismo con las oportunidades: No dejamos fácilmente una cosa mala aunque estemos bastante seguros de poder sustituirla por otra mejor, de ahí que la mala prensa al maestro y a la gnosis sea tan perniciosa: ni siquiera le deja a la gente darse cuenta de que está ante esa oportunidad mucho mejor, sino que todo eso se obvia y se hace pasar la gnosis por una secta más. Si me he metido en camisa de once varas en esta larga revisión es porque valía la pena tratar de mostrar algo que sé que ni siquiera una mayoría de los gnósticos comprende y porque siempre hablo tratando de hacer más accesible aquello que para mi fue un escollo o dificultad.

Afortunadamente Samael Aun Weor sí triunfó y hoy todo el que estudia su obra y la trata de aplicar tiene la posibilidad de interaccionar directamente con él y obtener su intensa ayuda.

En cuanto a todos los que se han identificado con su mente animal y despotrican de Samael y de su manera de enseñar la gnosis, lo verdaderamente lamentable es que están enfermos y contagian su enfermedad a otros. Llegarán a cerrar el camino a toda la humanidad porque apelan al justo miedo de esta a ser explotada miserablemente. Yo siempre pensé que es deber de uno no dejarse explotar, y en consecuencia nunca me dejé explotar ni en la gnosis ni fuera de ella, pero ahora veo con tristeza que los mismos gobiernos endeudados hasta la nausea por el cerco que tienen sobre ellos los discípulos de Moloch no dudan en freír a impuestos toda actividad decorosa para pagar su ignorancia radical de todas estas cuestiones que la gnosis explica (nuestros políticos quieren a toda costa el poder pero ignoran la naturaleza misma del poder, así que sucumben ante la logia negra que tiene en jaque a todos por esa identificación del humano con su mente animal, y no tienen otra salida que explotar miserablemente a la humanidad para afrontar la deuda impagable y siempre creciente). De modo que todos los que se han levantado contra la gnosis, sabiéndolo o no están actuando al servicio de los mayores explotadores de la humanidad doliente (esto lo digo porque ellos creen que están combatiendo la explotación), y además lo hacen resentidos porque ellos sí se han dejado explotar.

Los discípulos de Samael tienen que hacerse fuertes y Samael es el rayo de la fuerza, mediante su ejemplo y por su voluntad nos hace fuertes. Los bodhisattvas que pelearon el poder en la gnosis al menos dieron el ejemplo de que mantuvieron cada uno las posiciones que creían justas. Nosotros hemos de entender ese intercambio de golpes entre soldados de un mismo ejército y extraer de eso lo bueno, lo útil, eso que está más allá del burdo circo en el que lo quieren convertir, lo profundo.

Esta batalla por la era de acuario la ha ganado la logia negra, era también cosa de esperar, pero la guerra aún podemos ganarla cada uno. No dejéis que los tenebrosos os cierren la puerta del gran arcano, "Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán" (Lucas 13:24). Los detractores de Samael Aun Weor, como todos los esclavos de su mente animal, toman lo aparente por lo real. Hace falta mucho más conocimiento para comprender la verdad de algo que para negarla.

Si en algo pude servir para que alguno viera un resquicio de luz, doy por bueno este largo escrito. Si en algo denosté a cualquiera de mis superiores y condiscípulos dentro de la orden, le pido comprensión. Nadie está suficientemente apreciado del cerco que los tenebrosos han cernido sobre el mundo, de modo que aprovechemos el tiempo que nos quede, pues no ha mucho tardar, aunque queramos aprovecharlo ya no podremos, de modo que urge culminar nuestra propia obra y mantener esta brecha abierta, pese al mundo de mentiras en el que habrán de levantarse todas las generaciones futuras.

Francisco Caparrós Pujalte, 24 de Noviembre de 2015



FIN DE LA REVISIÓN

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Pared norte del ARCHIVO SECRETO VATICANO, PRIMER PISO - PRIMERA SALA (llamada SALA DEGLI APOSTOLI):




DETALLE DEL FRESCO CENTRAL: Addai, uno de los setenta y dos discípulos, entrega al rey Abgar de Edesa el retrato de Cristo reproducido sobre un paño (mandyllon) y nada más verlo el soberano se cura de una enfermedad incurable que lo afligía (EUSEBIO DI CESAREA, Historia Ecclesiastica, I,13; GIOVANNI DAMASCENO, Esposizione della fede ortodossa, IV,16):

























[1] Está en latín, y dice así: «IMPPP. GR(ATI)IANUS, VAL(ENTINI)ANUS ET THE(O)D(OSIUS) AAA. EDICTUM AD POPULUM VRB(IS) CONSTANTINOP(OLITANAE). Cunctos populos, quos clementiae nostrae regit temperamentum, in tali volumus religione versari, quam divinum Petrum apostolum tradidisse Romanis religio usque ad nuc ab ipso insinuata declarat quamque pontificem Damasum sequi claret et Petrum Aleksandriae episcopum virum apostolicae sanctitatis, hoc est, ut secundum apostolicam disciplinam evangelicamque doctrinam patris et filii et spiritus sancti unam deitatem sub parili maiestate et sub pia trinitate credamus. Hanc legem sequentes Christianorum catholicorum nomen iubemus amplecti, reliquos vero dementes vesanosque iudicantes haeretici dogmatis infamiam sustinere ‘nec conciliabula eorum ecclesiarum nomen accipere’, divina primum vindicta, post etiam motus nostri, quem ex caelesti arbitro sumpserimus, ultione plectendos. DAT. III Kal. Mar. THESSAL(ONICAE) GR(ATI)ANO A. V ET THEOD(OSIO) A. I CONSS.»